Enciendo un cigarro, hoy, necesito empañar mi alma, alma que cierra sus ojos para respirar y no lo consigue, alma que extiende su mano para encontrarte y tú que no estás…
Y voy fumando para ahogar de mi alma la esperanza que es látigo de un futuro que se niega a volver… Esperanza que le da fuerza a la sed que desespera mi alma, y se reúnen en las plazas de mi alma, futuro y esperanza, y construyen los laberintos que me encierran en trampas del destino que ya me estorba, voy fumando decidido a vencer al destino que ha levantado paredes en contra nuestra…
Voy fumando y escucho un sonido, no sé de dónde viene, no sé si existe ahora, pero escucho un sonido, es tu risa, y lo recuerdo… Tú y yo frente a un lago, custodiados por la noche, noche que insomne sonríe mientras escribe nuestra historia que hoy recuerdo porque escucho tu risa a orillas del mismo lago que sobreviviendo a los siglos seduce a mi alma…
Aun no es de noche, y es otro tiempo, pero fumando te espero, para que vuelvas a calmar la ansiedad de no tenerte, ansiedad que señala mi existencia y destruye mi presente hundiéndome en mundos que ya existieron, que aun existen, que nos esperan, para que vuelvas con tus abrazos y besos, que fueron suspendidos en el tiempo…
Aun no es de noche pero el viento agita las aguas del lago que inicia su danza, danza que habla de ti, de tu andar, de cómo paseas por los caminos, y chocan las aguas con la tierra como mi alma choca con la ansiedad de no tenerte, y baila el viento sobre las aguas como bailaremos tu y yo sobre los días de ausencia, de silencios y soledades… Y ya no habrá ansiedad, y tú serás mi vicio de agosto, mirarte, escucharte, besarte…
Y voy fumando para ahogar de mi alma la esperanza que es látigo de un futuro que se niega a volver… Esperanza que le da fuerza a la sed que desespera mi alma, y se reúnen en las plazas de mi alma, futuro y esperanza, y construyen los laberintos que me encierran en trampas del destino que ya me estorba, voy fumando decidido a vencer al destino que ha levantado paredes en contra nuestra…
Voy fumando y escucho un sonido, no sé de dónde viene, no sé si existe ahora, pero escucho un sonido, es tu risa, y lo recuerdo… Tú y yo frente a un lago, custodiados por la noche, noche que insomne sonríe mientras escribe nuestra historia que hoy recuerdo porque escucho tu risa a orillas del mismo lago que sobreviviendo a los siglos seduce a mi alma…
Aun no es de noche, y es otro tiempo, pero fumando te espero, para que vuelvas a calmar la ansiedad de no tenerte, ansiedad que señala mi existencia y destruye mi presente hundiéndome en mundos que ya existieron, que aun existen, que nos esperan, para que vuelvas con tus abrazos y besos, que fueron suspendidos en el tiempo…
Aun no es de noche pero el viento agita las aguas del lago que inicia su danza, danza que habla de ti, de tu andar, de cómo paseas por los caminos, y chocan las aguas con la tierra como mi alma choca con la ansiedad de no tenerte, y baila el viento sobre las aguas como bailaremos tu y yo sobre los días de ausencia, de silencios y soledades… Y ya no habrá ansiedad, y tú serás mi vicio de agosto, mirarte, escucharte, besarte…
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