jueves, 29 de julio de 2010

SUS OJOS SON MI DIOS...

Escrito para mis Hijos… Efraín que ya lee seguro lo lee para Benja…

Sus manos atrapan mi melancolía, y con ella construyen un mundo feliz donde yo juego, donde soy niño de nuevo y no me preocupa el mañana, y me voy alejando del fin, un mundo donde las plazas son monumentos de alegrías, donde no existen lamentos. Sus manos tienen magia, pueden tocar mi alma y extraer el dolor sin que duela; detienen el tiempo que se sienta a mi lado y comenta sus historias, escucho sus quejas y sonrío, son tan tontas las quejas cuando sus manos me tocan…


Sus ojos miran mis años, pasean por las heridas que me han quedado tras los años que con violencia arrastraron mis días, y paseando sus ojos me calman, bendita calma que ningún dios me regala, sus ojos son mi dios… Yo me pierdo entre sus ojos, y puedo ver dentro de mi olvido, y puedo sentir dentro de la oscuridad, se funden el olvido y la oscuridad, y nace la esperanza, en un mundo donde sus ojos son estrellas, su mirada resplandor que destella alegría sobre mí…

Sus pies me enseñan a pisar fuerte, a no distraerme con las trampas del tiempo, a no perderme entre las veredas de los espacios que levantan muros y se muestran cual laberinto. Yo sigo sus pisadas, yo amarro a sus pies mi independencia, y rindo mis pasos, abandonando los caminos que se me antojan para bailar al ritmo de sus pies.

Si sus manos se ausentan no hay mundos, solo calles fantasmas en las que caminan demonios con culpas, con mirada de iras, con aliento de culpas; el fin se acerca cada mañana, y las plazas son lugares para esperar sentado la visita de los miedos que me llevan a los infiernos de la ausencia…Si sus ojos me faltan me pierdo en laberintos de muertes, las heridas hacen fiestas en nombre de los años, los días lamentan la vida, la calma se aleja y el desespero ahoga mi voz, la oscuridad se ciega, el olvido olvida….Si me faltan sus pies, camino cansado, me distraigo en el pasado que solo existe cuando sus pies me faltan…

CARTA ABIERTA...

No sé cuánto ha pasado, no acostumbro ya medir el tiempo, no le encuentro sentido desde que no estás, es como acariciar las heridas que van apareciendo mientras el tiempo transcurre, es como aliarse a ellas y junto a ellas burlarme de lo infeliz que soy desde que no estás. No sé cuánto, pero sé que camino por las mañanas, buscando aquel lugar, camino jurando ya no ser iluso mientras sueño con aquella luna que sonriendo jugó en la oscuridad envidiando el destino nuestro, sueño que tu mano me toca y mientras lo hace cierro mis ojos para soñar, dentro de mi sueño, con el perfume de tu voz que al hablarme refresca mi alma, alma anciana que cansada me acompaña en mis recorridos cada mañana…



Y voy caminando ciego, confundiendo las calles, los rostros, atento a no dejar escapar los recuerdos, pues es lo único que me queda de ti. Y sin medir el tiempo sé que transcurre porque veo mis manos azotadas por el tiempo, y siento mis pasos lentos, mis ojos lloran ya sin fuerzas para evitarlo, sin interés de evitarlo. Y lloran tu ausencia, mientras los recuerdos van desfilando por las calles que fueron nuestras, aquellas donde tus manos sujetaban mis miedos, y tus ojos me mostraban la magia de la oscuridad, manto que nos cubrió con bondades… Y tú te acercas, en otros tiempos, por estas calles, y me miras sonriendo, como la luna, y yo te digo que en otros tiempos caminé solo soñando contigo, pero es un recuerdo, lo único que me queda de ti. Y avanza el tiempo, lo sé porque siento el dolor que ríe a carcajadas dentro de mí, yo me detengo a veces y me siento en algún lugar, como esperándote, como si existiera alguna promesa no pronunciada, como si pretendieras llegar…



Intento rendirme cada tarde, he jugado con el sol, interpretando sus tardes, justo cuando cae en el horizonte y decide esconderse yo juego a esconderme también, cuando cae la noche me encierro y embriago mi alma, me sumerjo en silencios, amarro mi ira con lazos de soledad, y hago danzar mis culpas… Son interminables las noches sin ti, trazan sobre mí torturas que hablan de ti, de lo que fui junto a ti, de lo que pude ser, señalan los rincones que fueron nuestros y yo voy perdiéndome como la luz que va desvaneciéndose aquí dentro mientras el dolor del tiempo dentro de mí va aumentando… Algunas noches me asomo para ver la luna, y dejo escapar mis lamentos…


Otras noches escribo cartas que no leerás jamás, y cada letra es un símbolo que esconde las ansiedades que crecen mientras me acerco al fin. Y ya no temo al fin, juego con mi memoria, insisto en engañarla, y hay un recuerdo que me dice que allí segundos antes del fin estás tú, y valdrá la pena acercarse si tu voz perfuma mi alma… Ya no mido el tiempo y no temo el fin, pero negando ser iluso y convencido de que no leerás mis letras, sueño escondido, mientras embriago mi alma, sueño que vuelves porque mis letras te atraen y con tu voz y tus manos alejas los miedos que me atormentan…

martes, 27 de julio de 2010

ENTRE MARES Y ARENAS...

Navego entre mares de olvidos que cuentan historias de tiempos antiguos, historias que unidas es una vida, una que viene desde el origen del tiempo y se pierde en los horizontes inciertos que insisten en llamar futuro aun sin existir. Tal vez eso sea el futuro, una historia de origen cuyo fin se suspende en una realidad más firme y frágil que esta que puedo palpar mientras navegando olvido de donde vengo…



Estos mares pronuncian mil nombres, y todos ellos son un camino, uno que se abre entre las aguas, aguas que me invitan a beber y mientras bebo siento la fuerza del tiempo desatando mi alma, y entonces nacen huracanes y tormentas que me trasladan a espacios que una vez habité, que una vez conquisté, islas que mis manos saquearon, de donde extraje tesoros que he guardado para ti…



Camino entre arenas de melancolías que ahogan mi sed, sed que no me permite morir, que me encierra en círculos de vidas que no se distraen, juegos y trampas de nuevos comienzos, de finales ausentes… Intento escapar de mi suerte, apagando la imagen que enciende la melancolía, espantando los fantasmas que vienen a hablarme de ti…



Estas arenas que hieren mis heridas, que incrustadas en mí alma cuentan historias vividas en el tiempo, transcurridas en espacios que fueron nuestros, y que siguen siéndolo bajo juramentos que creo desconocer… A veces intento colgar mis lamentos en la luna, otras veces solo deseo que sean escuchados, lamentos hablan de ti y de las heridas que aquí dejaste, que se pronuncian compañías legendarias, sobrevivientes de un mundo que nuestro quedó en la nada, nada que hoy reclama tu presencia y mi llegada…

MI HOGAR (PALABRAS SENCILLAS).

Yo quiero volver a casa, extraño tus ojos, mirada dulce y frágil que lastimaba mi alma, que esclavizaba mis pasos y ataba mi cansancio, atado a ti fui feliz… Fui calma y paz a tu lado, fui destino y lugar, lugar donde dormiste, donde soñaste, donde quisiste por siempre estar a mi lado… Extraño tus ojos, mirada que todo lo vio, observaste callada y callada me encontraste, construiste lo que fui y hoy lejos de casa, necesito volver…


Yo quiero encontrar de nuevo mi hogar en tus brazos… Abrazado a ti reposé, de mi, de los abismos de mi alma, de las tormentas de mis culpas, de los años de mis vidas que reunidos acamparon en mi contra y se esparcieron cuando en un abrazo me diste reposo. Tus caricias fue la magia, fue el regreso al origen, el retorno al futuro escrito en un presente que continúa vivo y que yo busco con sed, sed que una vez calmaste cuando fuiste mi hogar.

CUANDO ME TOCAS... (SOLO UN RECUERDO).

Cuando me tocas mi cansancio encuentra el perdón, se redime de los días en los que vagando por desiertos y bosques no alcanzó tus pasos, se sumerge en un río de bondades donde nacer de nuevo es fácil y despertar es grato porque es un sueño en el que amanezco a tu lado y mis ojos chocan con la luz de tu sonrisa. Los caminos se pierden cuando me tocas, mis pasos descansan, lo dejan todo a la suerte porque tú, mi suerte, estás a mi lado.



Duerme mi melancolía, duerme sonriendo, empeña sus lágrimas para comprar terrenos donde temprano en las mañanas riega semillas de sombras, para observar debajo de ellas la luz de los amaneceres. Duerme abrazada a la nostalgia, nostalgia sonriendo la observa, adivinando sus sueños, convirtiéndolos en recuerdos que se encienden de vida cuando me tocas, jurando, uno por uno, pertenecer a nuestra memoria invocando un juramento de otros tiempos.



Cuando me tocas baila la tristeza, celebra y se embriaga, hasta re superar la cordura y se pregunta cómo diablos puede ser tan triste, se embriaga de buenos recuerdos, bebe de ellos, bebe a muerte. Es que si me tocas la tristeza invoca su muerte, quiere morir feliz, llena de dicha, convencida de que su muerte asegura la eternidad de tu compañía…



Porque eternidad sin ti ha sido un infierno, porque asomarte de lejos ha sido mi muerte, y he muerto tantas veces, pero tú me tocas para hacerme vivo, sé que vuelves a acercarte, sé que sentiré de nuevo tu voz y tus manos, que tu sonrisa besará mis labios, y que con abrazo de nuevo abrirás mis ojos para perderte, lo sé porque agonizo.

RODEADO DE SOMBRAS...

Hay sombras que opacan mis noches, débil resplandor de la luna que se rinde ante la presencia de tu ausencia que se fortalece frente a los recuerdos, forasteros en un mundo de reglas extrañas, de leyes extrañas, extranjeros que buscan su lugar, que cruzan los desiertos de esta vida, que beben de las aguas amargas de estos países, aguas que no calman la sed, que observan la violencia de las distancias que separan verdades, que me separan de tu alma, mi gran verdad.



Las sombras minan mi amistad con la noche, espantan el tratado de tranquilidad, aquel que confesamos bajo la luna, la noche ahora firmó su tregua con las sombras y unidas avanzan destruyendo lo poco que queda de mi, y mi tranquilidad corre lejos, intranquila, con temor… Yo voy rindiéndome como el mismo resplandor de la luna, y mi alma, como la noche, se opaca y rompe sus tratados con mi vida…



Cada noche los recuerdos roban fragmentos de mi alma, yo débil, rendido, voy entendiendo que no es aquí a donde pertenezco, que soy forastero y me estorban las reglas, que soy extranjero y me oprimen las leyes, que nací en otros tiempos, que caminé en otros mundos. Voy comprendiendo las sombras, ellas que han trascendido, han memorizado el camino de la muerte para enseñarme la vida, ese camino en el que desperté un amanecer para encontrarte en la noche…



Esta noche veo la luna que ya se apaga, mis ojos se cierran para encontrar el camino, por donde desfilan los recuerdos, por donde caminé en otros tiempos, donde fue quitada la vida del cansancio y donde mil veces yo, destruido en medio de sombras fui sumergido para marcar un nuevo despertar…

sábado, 24 de julio de 2010

DOSCIENTOS DEMONIOS...

Demonios danzan a mi lado mientras camino, sombras de otros mundos que siguen existiendo, no sé cómo ni dónde, espectros de otros tiempos que intentan desnudarse de pretensiones humanas para mostrarse en unidad y reflejar verdades que han sido olvidadas pero que siguen vivas y respiran a mi lado justo entre las danzas de los demonios que atormentan cantando a mi soledad y susurrando tus nombres enloquecen mi silencio.

Yo me niego a las treguas que ofrecen porque sus bondades hieren mi alma que lejos de mí se queja mientras avanzo entre sombras y espectros. Se hacen llamar pasados de un futuro que aguarda el momento para respirar una vez más el aire a través de nuestro encuentro que ya existió y que aun no he vivido.

Ellos ofrecen un fin que fue dibujado alguna vez y que marcó el comienzo de un juego que intento no entender para no descubrir lo que a veces sé.

Y es que a veces lo sé, porque lo dibujan los demonios mientras danzan, porque lo mencionan mientras cantan canciones de aquellos tiempos, porque cada uno de tus nombres lo esconde: que tú eres la razón por la que existen e insisten en caminar a mi lado, que tú eres la canción que le da vida a sus danzas, que eres tú la dueña de sus nombres, que en ti se reconcilian mis tiempos, que cada demonio es una vida sin ti, esperando por ti… Hoy me senté a contarlos mientras danzaban, ha sido larga la vida sin ti, han sido michos los anocheceres que invaden mi día sin ti…

TUS OJOS Y EL AMANECER...

Hoy la mañana me mostró tus ojos y pude pasear entre las veredas de aquella mirada…

¿Recuerdas?...

Aquella que desfiló para mí y me sedujo a despertar en una vida donde aprendí a vivir… Hoy duele vivir, por eso intento ahogar la vida que aquí dejaste…

Las noches son lamentos por tu ausencia, lamentos que se visten de fiestas y brindan por ti, intentan engañarme, como si aquí estuvieras…

Cada noche, niña, cierro mis ojos con la desesperanza puesta en la esperanza de que al amanecer mi vida extinta me de paso a mi otra vida…

Intento ahogar mi sed, sed de lo que fui contigo en aquellos tiempos que permanecen escondidos como si un nuevo comienzo fuera posible…

Suspendida en el tiempo, adueñándose de los aires, tu mirada hoy pasea con el amanecer y se abrazan, se despierta mi envidia, siente el reto mi deseo, es provocada la guerra entre la vida que agoniza y aquella que emerge… Yo sin saber dónde ubicarme observo tus ojos y sonrío porque recuerdo…

No sé de dónde vienen los recuerdos, y hoy no quiero preguntar, pero recuerdo que contigo fui diferente, que por un instante, en esta vida que es un día invadido por tantas noches que envenenan mi alma, tu mirada fue mía y en el mismo lugar donde estoy no hubo guerra sino calma, calma que sonríe ingenua creyendo que los tiempos volverán que doscientas vidas se reunirán aquí para dar el final que será la entrada a un nuevo destino…

Pero no sé, niña, aun viendo tus ojos en este amanecer sigo sin fuerzas…

CAMINO PERDIDO...

Las calles comentan tu ausencia, murmuran con dolor palabras que escucharon cuando tú fuiste mi compañía y tomando mi mano me guiabas, por los mismos caminos que hoy no tienen destinos, a los brazos de un mundo que hoy no consigo.


Las calles preguntan por ti mientras camino solitario y callado, y avanzo porque a mi edad ya no sé hacer otra cosa, pero avanzo sin fe, rodeado de dudas que no preguntan, que esperan el fin de mi silencio, pero mi silencio es eterno mientras tú lejos y perdida te llevas el fin y yo con mis manos extendidas pregunto por ti, en cada rincón, a cada dolor que toco por los caminos.


Camino perdido, con fuerzas prestadas que van cobrando intereses, arrancándome fragmentos del alma, hiriendo las heridas de los recuerdos que luchan por permanecer vivos mientras agonizando se niegan a la entrega de sus suertes que fueron anunciadas con la promesa de que después de la muerte un nuevo comienzo aguarda y un nuevo encuentro espera por ser esperado.


Camino perdido, con esperanzas que juegan, yo atado con hilos, movido por manos que desconozco y que me dicen que fueron mías siento desprecio por las esperanzas que insisten en mantener con aire el maldito juego del recorrido a ninguna parte, susurrando que mientras entiendo el tiempo que no se marca con el amanecer ni se despide al anochecer me acerco al momento en que juntos enseñemos otro lenguaje a estas calles y le encontremos sentido a estos caminos.

QUE YA SIN TI...

Que ya sin ti no soy el mismo… O tal vez he vuelto a ser quien realmente soy… No sé, cómo asegurar cuando víctima de tu compañía creí haber encontrado mi identidad, y hoy victima de tu ausencia creo ser lo que hoy soy sin saber qué soy, sin saber quién soy…


Que ya sin ti la luna es solo una esfera suspendida en el cielo y el cielo un manto oscuro que no dice nada… La oscuridad es solo nada que me rodea, que rodea a la nada, porque nada soy yo sin ti… Y voy hundiéndome, decidiendo sin decidir la suerte que no tengo, teniendo sin tener las decisiones que no tomo, con la suerte de andar sin suerte por caminos que descienden… Descendiendo, sin nada, hacia la nada…


Dentro de mí nadan, contra aguas turbias, fragmentos del tiempo que no existen, y chocan para fundirse intentando existir… Y mientras la guerra avanza, mientras me hundo, y las aguas adentro se rebelan contra los vestigios de quietud que se muestran como imágenes de recuerdos perdidos, mientras el tiempo demuestra que no hay fragmentos, que es soberano, yo, ya sin ti, observo la esfera suspendida, y escucho el lamento, es que sin ti no soy el mismo…


Dentro de mí combaten, contra arenas de desiertos, imágenes de espacios que no existen, espacios en los que tú reinaste, espacios donde yo rendido a ti fui diferente, y diferente soy hoy, sin identidad, preguntándome sin alguna vez la tuve o si aquellos días fueron ilusiones con aliento, ilusiones vivas donde la vida, frágil y vulnerable, era vida real por ser ilusoria; hoy me pregunto si fue aquella vida real y si esto que hoy no tengo y hoy no soy es una ilusión…

Aguas turbias y arenas de desiertos se funden para crear un mundo en donde comienzo a existir, una vez más, consciente, despierto, es que lo sé, en cualquier mundo, bajo cualquier realidad, sin importar quien yo sea, sin ti ya no soy el mismo.

viernes, 16 de julio de 2010

AQUÍ ADENTRO...

Para ella, dueña de todas mis letras…

Aquí adentro, algo se enciende; es una claridad que ciega, es un amanecer en plena noche… y yo soy noche que le teme a la claridad, que se pregunta por qué el amanecer, que tiene miedo de extinguirse… Soy noche y enmudecido cierro los ojos, y dormido sueño que despierto en medio de una pesadilla en la que tú ya no estás, desde donde observo el sol y su sabiduría golpea mis ojos, pesadilla que está lejos de mi hogar… En donde las nubes y el cielo son ventanas que aterran, donde el horizonte se acerca trayendo con él las torturas del tiempo.


Aquí adentro me dueles tú; de noche te tuve y con el amanecer te escapas. Y mis ojos ciegos no vieron a donde, porque solo veo cuando es de noche y la luna me presta su luz, y hoy sé que al despertar de esta pesadilla me tocará caminar hacia los senderos de las noches, buscar de nuevo mi hogar, jugar con las miradas que esconden rastros de ti, degastar una vez mas mi alma, reconocerme en medio de mundos que no son míos, descubrir el lenguaje que hablaste, descifrar los secretos que esconde la lluvia en su fragancia; me tocará recordar la paz de tu sonrisa mientras voy hundiéndome en el caos de desnudar tu ausencia y en la tormenta de sentirte cerca.


Aquí adentro se enciende una guerra, pasado y futuro chocan y envenenan con su enfrentamiento mi presente. Y yo, noche sin luna, voy descubriendo al despertar que soy caos en medio de una tormenta que llaman vida, caos que se libera contra el amanecer y el horizonte, que arremete contra el cielo y las nubes, decidido a esclavizar las torturas del tiempo… Caos que desata el alma para entender al tiempo, y mientras lo entiendo aquí adentro duele, duelen siglos de búsqueda que no terminan de rendirse ante el fin… Aquí adentro voy entendiendo que hay una promesa que cumplir, promesa que nació en un siglo escondido, bajo un cielo azul, frente a un lago calmado…

miércoles, 14 de julio de 2010

VOLVERÉ A ENCONTRARTE...

Para ella, principio y fin de mi búsqueda…

Te encontré una vez y volveré a encontrarte…

Ya conozco la fragancia de tu andar, he visto antes la libertad de tus pasos, tú que sonríes frente a la fragilidad del aire que guarda tu imagen para mí… Yo anciano de vidas, sé conversar con el aire y cada mañana me muestra tu rostro, es mi consuelo despertar y saber que ya te encontré, una vez, y volveré a encontrarte…


Ya escuché la alegría de tu voz, voz que calma mis paciencias y despierta mis quejas que se quedan perplejas frente a la magia del sol… He memorizado el sonido que acompaña tu sonrisa y hace eco en mi corazón recordándome que un día tu sonrisa fue mía… Yo anciano de vidas, sé descifrar las imágenes que viajan con la luz del sol y señalan el lugar donde estarás, lo juro, volveré a encontrarte…


Tomaré tu mano, una vez más, besaré tus labios, miraré tus ojos, que fueron míos, y dibujaré para ti una historia, un cuento de noches, de dos que perdidos tropezaron en un siglo escondido, de dos que se amaron en un espacio aun vivo… Te diré que luché por vivir porque mi pecho dolió, y que aquí adentro, cerca del dolor, adentro de mi pecho, dibujé un mapa con tu sonrisa y tu mirada, con tus pasos y tu voz…


Y entonces, te entregaré mi dolor, confiaré en tus caricias, y junto a ti, escribiré el fin de aquella historia que comenzó con tu adiós, fin que esperará que este anciano de vidas le de vida al final…

viernes, 9 de julio de 2010

LUZ...

Luz, brillo que despierta y fluye llevándome al lugar donde el tiempo es Uno, donde el espacio es Nada. Fluye, con gracia y paciencia, Luz dueña del tiempo, Luz que es en esencia tiempo, Una con el tiempo, Luz dueña de mi alma, Una con mi alma. Y me lleva, viajo contigo, Luz, viaje de gracia que no entiendo y no necesito entender, viaje donde soy, sin entender quién soy, viaje donde siento sin palabras, que me une a ti. Luz que en esencia es Nada, dando espacio al espacio.


Luz, cuando veo tus pasos danzando hacia mí, cuando tu sonrisa se acerca con actitud de conquista, adueñándose de todo cuanto me rodea. Luz que brota, como brota la vida porque eres vida; Luz que pasea, como pasea el aire porque eres aire; Luz que es quietud y es caos, como lo son las aguas sobre la tierra, porque eres agua y tierra; eres quietud y caos, eres tregua que rompe la lógica, quietud al servicio del caos, caos que extiende su mano a la quietud y la invita a la fiesta del Tiempo y el Espacio.


Luz que reconcilia y avanza, desnudándome el alma, invitándome a ser Luz. Luz que en silencio habla el lenguaje que es Uno y se habla en la Nada. Yo quiero ser Uno contigo, y nadar en la Nada, sumergirme y dejar que tus labios enciendan la Luz que dentro de mí destella cuando al amanecer paseas con tu danza frente a mí, danza de libertades que me seducen, libertades que me enamoran y agradezco tus libertades porque cuando te veo eres Luz que me liberta y yo libre te encuentro, y al encontrarte te abrazo, abrazo la Luz, el tiempo y el espacio, abrazo la vida y el aire, abrazo la quietud y el caos, el agua y la tierra…

Luz eres tú, que me llevas a un mundo donde los misterios son tuyos…

miércoles, 7 de julio de 2010

EN LA NADA...

Mi realidad se funde y se convierte a la nada cuando quien soy es confrontado por quien eres. Tú, perfume que ha trascendido hasta llegar a mí, brisa que recorrió senderos y burló los mares para estar aquí, lluvia concentrada en las nubes, esperando el momento, cielo dentro del mundo, que eres mi mundo y que todo lo fundes.


Mi realidad sonríe hasta no ser más, y me esparzo sin direcciones ni destinos, mi realidad cae y con ella los destinos que se vuelven perfume y brisa, mares y lluvia, cielos y senderes. Y yo me veo allí sumergido en ti, nadando en tu alma, sintiéndola mía, como si en otros tiempos tú y yo somos uno, como si en estos tiempos tú y yo fuimos nada.


Mi realidad duerme cuando tu voz, duerme y sueña contigo, duerme y yo despierto contigo. Y tu voz, canción silente, arrulla mi vida y tu vida me enseña a vivir, soy conciencia despierta, conciencia que no consiente, conciencia que no juzga, simplemente soy viviendo en la nada, viviendo en ti.


Mi realidad es payaso que ríe sentado, observando la gracia, gracia pausada, suspendida en el aire sin aire, suspendida sin suspenderse, siendo observada sin observar que te observo, gracia que es fuente de la nada que ahuyenta mi realidad y la funde mientras sonríe dormida, fuente de la nada, de donde brotas tú, agua que calma mi sed, sed que viene de afuera, donde una vez estuve, hasta internarse aquí donde a veces estoy, desde donde a veces te observo a ti, que eres gracia que has trascendido hasta llegar a mí.

PERDIDO...

Mi cielo son tus ojos, y sonrío cuando me miras, es que puedo ser sin miedos. Puedo ser sin preguntarme por qué, sin preocuparme por cómo, sin querer saber cuándo.


Tus ojos son la distancia desnuda de tiempos, son la cercanía despojada de espacios.


Puedo ver cuando tu mirada tropieza con mis caminos, y todo pierde sentido porque el sentido huye de la inocencia que esconde tus ojos. Inocencia que me habla de un origen perdido a donde voy, origen que soy, perdido que voy. Y entiendo el lenguaje del cielo cuando perdido tropiezo con la vida que no necesita del aire, que no justifica su vida, vida que sumergida en la oscuridad de tu mirada me invita a vivir.


Yo abrazo las sombras dibujadas en tu mirada, sombras que construyen los mundos, y no me escondo sino que me entrego al viaje, a ese viaje cuyos caminos son tuyos por ser mis caminos, a ese cuyo destino es mío por ser tu destino…


Tus ojos mi cielo, tu mirada me redime de lo que fui, lo que soy y seré y hoy agradezco haberme perdido, porque perdido tu cielo tropezó conmigo…

martes, 6 de julio de 2010

ALLÍ ESTUVIMOS...

Allí estuvimos… Tal vez no recuerdas pero un día lo sabrás… Despertarás, como lo hice yo una vez, desperté sin encontrarte, con la agonía de no encontrarte… Con el sabor de tus labios en mis recuerdos, sin poderte ubicar dentro de mis tiempos; aquel fue mi origen, y hoy lo sé. Aquel día, una vez mas, inicié mi búsqueda, perdido como siempre inicié, con imágenes, sin entender de dónde, cómo, por qué… Despertarás y sabrás que allí estuvimos…


Entre las sombras que se esconden en la noche, que se esconden de la luz del día sin que ésta exista aun… Allí, sin escondernos, solo disfrutando lo que fue real y nunca fue, sin preocuparnos por saber más de lo que fuimos, allí tu y yo nos encontramos para perdernos, para iniciar el juego al que te invito, para soñar con futuros que ya vivimos.


Entre los aires que se reúnen para darle vida a la brisa, sin que esta anhele, sin que desee ni sueñe… Allí, sin soñar ni desear, sin anhelos vivimos, por primera vez vivimos, guardando en nuestras almas el sabor de la vida, que siempre he buscado, sabor que enciende mi sed cuando despierto. Porque vivir es encontrarte, lo sé y lo sabrás, vivir es amarte. Recordarás entonces aquellos tiempos, tiempos que fue uno solo, tiempos que se reunieron justo allí, frente a las aguas que calmadas y silenciosas nos observaron, debajo de la luna que observando y sonriendo nos acompañaba…


Allí estuvimos, y lo sabrás… Recordarás aquella promesa, esa que aun recuerdan los aires y te susurran en un lenguaje que entenderás, promesa que brilla en tus ojos, que en silencio puedo leer cuando te miro…

jueves, 1 de julio de 2010

ELLA ME LLEVA...

Ella me lleva a un nuevo mundo, yo que pensé que había recorrido suficientes caminos, descubro que hay vías que no pueden ser percibidas si ella no me guía… Yo que pensé conocer los mundos que rodean mis pasos, ahora me siento perdido en los bosques ubicados donde pensé todo era un desierto…

Descubro junto a ella que hay un mundo donde la vida puede respirarse, donde la calma reposa y las tormentas sonríen… Descubro que hay días que se visten de noches y que la noche es la misma vida sentada esperando el amanecer mientras es respirada.

Existe la paz de donde se alimenta la alegría, y la alegría es un mar que ofrece sus aguas, ella extiende sus manos y en ellas reposa el mar, que tranquilo me invita a beber solo una gota de sus aguas jurándome que jamás volverá a extinguirse la alegría dentro de mí…

Existe el silencio que no duele, que deja escuchar las palabras que aun no fueron escritas, el silencio es una luna reflejada en sus ojos, hermosa luna, hermosos ojos, yo miro sus ojos y ellos me cantan una canción que junto a ella recuerdo fue cantada cuando fui niño, y siento la paz de saber que no necesito saber para entender lo que soy, junto a ella soy niño que cree, niño que duda, niño que no sabe si quiere creer que no sabe si quiere dudar, un niño que es, solo eso, que es…

Ella me lleva un nuevo mundo, un mundo que desconozco, un mundo que no creí posible, donde mi alma pasea tranquila, y mis sueños despiertan serenos, sin afán de existir, solo despiertan y sueñan; un mundo donde está ella y ella me basta, donde no estorba el tiempo, un mundo sin presente, sin posibilidades para el pasado, donde el futuro no puede asomarse… Un mundo donde el corazón de mi corazón palpita para cantarle a ella…

SIN PALABRAS, SIN COLORES...

Sin palabras quisiera escribir, sin colores dibujar, y no sentir así el peso que ata mis manos, peso de años que avanzaron con furor y a su paso degastan mis días, sin palabras calmar la desesperación que nació en el lugar donde una vez dancé contigo que eres hoy recuerdo; recuerdo que sigue las huellas de los años, horadando mis manos que tiemblan y dificultan la habilidad que nunca tuve y que con un lamento invoco para atraerte con la voz de mis sentimientos; sentimientos mudos, voces ausentes, como se ausenta mi alma en la fiestas de alegrías que se forjan lejos de aquí…

Sin colores construir un mundo en el que tú no eres pasado, sino un horizonte continuo que camina a mi lado, sin años ni días… Un mundo sin tiempo, lejos del tiempo, donde nuestra alegría burle sus demonios, y nuestros demonios burlen sus alegrías.

Sin palabras quisiera llegar a ti, y confiar en la habilidad de tus ojos, tú puedes, sé que puedes leer las imágenes de mis sentimientos que se esconden detrás de grandes muros, quiero creer, siento que quiero creer, pienso que puedo creer, cuando pienso en ti quiero creer…

¿Acaso podrías tú redimirme del paso del tiempo que sin avanzar me arrolla? ¿Será que tu llegada podría ser el reposo de la desesperación que obliga la presencia y el desvelo de mi agonía?

Quiero tus ojos junto a mí, quiero que ellos le den muerte a las palabras que me torturan, palabras que llenas de sangre se asoman, cargadas de odio, con esperanza de amor, palabras que manchan con sangre el alma donde escribí… Quiero la paz que se establece con las caricias de tu mirada, quiero saber si es cierto lo que me ha contado la brisa que reina en el sur y visita mis mundos…

Sin colores quiero mostrarte los rincones de la existencia atada entre las libertades que no vivo, no por no saber, no por no querer, porque no estás aquí. Y yo aquí sin ti, lucho por no vivir, porque lejos de ti vivir es solo la ausencia de la muerte, una ausencia sin sentido, un silencio que no estorba… Quiero tus manos junto a mí, quiero que ellas exterminen los colores que me angustian, colores que señalan tu ausencia, colores que acentúan tu silencio… Quiero la vida que reina y florece con las caricias de tus manos, quiero saber si es cierto lo que me ha contado la lluvia que camina en el sur y visita mis mundos.