domingo, 20 de septiembre de 2009

SOLO ESO...

Detrás de esa nube conciente de recuerdos, sin pretender mucho, yo nunca he pretendido tanto, nunca, y dirás que es poco...
Es que solo un espacio pequeño, estrecho, dentro de tí es suficiente para estar tranquilo...
Solo eso...

sábado, 19 de septiembre de 2009

HOY SOY NADA...

Cuando nada queda, nada soy, cuando nada soy quedas tú. Cuando quedas tú, en medio de la nada, surjo yo... Y hoy no queda nada, soy nada...

martes, 15 de septiembre de 2009

VEREDAS.

He huido por las veredas de tantas ciudades, camino con esa habilidad absurda que te dan los años, con un ideal maniatado, silenciado, amenazado por las experiencias que me dicen que debo ser fuerte, ideal que maniatado le da rienda suelta a mi naturaleza incompleta, e incompleta sin equilibrio reina y secuestra esa parte de mi que despierta cuando ya el sueño que distrae se descuida. Entonces apareces en mi alma como si un día yo te tuve, como si un día recorriste las veredas de tantas ciudades conmigo.

Mis manos tienen tu nombre entre sus dedos, y desde allí creo escucharte cuando despierto. Y tu voz me habla de amor, de amor silente y discreto, de amor que completa, que libra las palabras que no son naturales, de amor que despierta las madrugadas prestando su furor al sol, de amor que la luna envidia y del que cantan las estrellas mientras titilan, de amor que rompe el orden y el tiempo.

Confusión, es el resultado de eso que dices entre mis manos, es que mis ojos se ciegan, eres recuerdo de un futuro que invade el presente con fuerza, eres presencia que ausente llenas el espacio de un vacío sin medida. Y entre cada distancia te siento cerca, sin saber donde estas, huyo de ti sin querer escapar, creyendo que un día la distancia acortará el camino y entonces serás destino, y una vez cerca de ti no habrán veredas más que una nueva realidad fundada en tu alma; donde los tiempos serán solo uno, donde ya no tendré que despertar pues tú serás mi sueño eterno, seño de amor sin confusión, sin distancia, sueño de un destino real, del que ya no querré despertar porque en mi sueño estarás tú, la razón por las que recorro las veredas de tantas ciudades.

TE EXTRAÑO...

Tú, que vienes de allá, de donde la lluvia llora, antes de caer a tierra, con deseos de besar los mares, lamentando el retraso, impotente ante la soberanía de las nueves que la sujeta.

Que has visto al sol impaciente por mostrar su ego al sur mientras aquí reina la noche, que conoces sus ganas por bañar el espacio con su luz de mediodía, que conoces sus deseos de acelerar sus pasos y que sabes del sentimiento que lo resigna antes del intento, pues sabe que no depende de él. Tú has conocido el calor que genera en el intento de negarse a su destino solitario, que apagaría sus fuerzas por admitir la compañía de ella, que se esconde y juega.

Tú, que has escuchado a la luna por aquel que errante ha borrado las huellas de sus pasos, que sabes donde ella se cuelga y conoces el secreto que la atormenta; tú que sabes el por qué ella atrae la nostalgia de los mortales sedientos, que has escuchado de ella las historias de los enamorados.

Tú, que has visto dónde nacen las estrellas y se encienden deseosas por ser vistas, queriendo ser nombradas, dispuestas a guiar a los navegantes sin senderos. Tú, que son tu sonrisa has tocado mi alma, despertándola de un sueño de doscientos años, y que con tu mirada has encendido mi espíritu.

Sí, tú, que vienes de allá donde está mi reposo. Tú ya debes saber cuánto te extraño.

ASI ME SIENTO...

Así me siento en el centro de este abismo. Intentaré explicarlo con palabras que hoy son mías y que mañana pretendo soltar. Y es que ya nada me queda aquí, y nada quiero sino estas aquí.

Atascado en la nada en un abismo tan acho que ahoga., tan profundo que no consigo tocar fondo para darle vida a mi desesperación y de una vez por todas romper con mis golpes los muros que me detienen. Atascado sin poder avanzar, con estrategias que sin aliento ya mueren, con ganas que son eternas y que eternas me mantienen esperando el momento para dar un salto.

Mis intentos mueren antes de intentar, mi muerte intenta no morir, y me arrincona el tiempo entre la vida y los muros que me detienen. Veneno es esta vida sin ti, veneno que quema, que hiere, que mata, que debilita todo lo que soy y puedo ser. Es que tu no estas aquí y es como amanecer y no ver el sol, como ver el sol y nunca amanecer. La vida es incompleta sin ti.

Más me enveneno mientras me niego a pensarte, y busco figuras que no me recuerden tu nombre, y más me enveneno porque tu nombre se esconde en cada lenguaje.

Atascado me enveneno y desde el centro de este abismo se enciende mi ira, es que no sabes cómo es vivir sin ti.

jueves, 10 de septiembre de 2009

SI ESTUVIERAS AQUÍ...

Te recuerdo jugando con mis manos, desafiando el peligro, no te imaginas el torbellino que causaste en mí, un día lo sabrás. Pequeña tu esencia, grandeza entre mis manos, y te confiaste a mí, como si yo pudiera medirme contigo.

¡Ay si estuvieras aquí esta noche! Si vinieras a jugar conmigo, yo tendría el valor de llorar entre tus brazos, y es que contigo mi cobardía nunca tuvo miedo, contigo mi valentía no usó mascaras. Pequeños tus ojos, alegre tu mirada que tocó mi alma. Con una palabra quebrantaste mis fuerzas, con una sonrisa ataste mi libertad. Y fui niño mientras jugaste conmigo.

Yo quiero verte dormir para recuperar mi paz, yo quiero verte bailar para lastimar mi intranquilidad. Huirían mis demonios si estuvieras aquí, tu callarías las voces que atormentan mis sueños, ya lo hiciste una vez.

Yo no soy el mismo sin ti, respiro humo de amargura cuando cierro mis ojos, le temo a los sueños, le huyo a las noches, me escondo en la soledad, protejo mis ojos para no llorar, esquivo mis pasos de aquel camino que nos guió, enciendo luces para no ver, mis manos sangran a diario por no tocarte.

¡Ay si estuvieras aquí! Yo lloraría entre tus brazos.

TU ROSTRO EN MI ALMA

He visto tu rostro que sigue vivo entre las veredas de mi soledad. Lo he visto, lindo y soberano. Ternura esconde tu rostro, ternura de aquellos años cuando fuiste compañía, cuando todo tenía sentido en ti. Fueron buenos años, buenos que duele recordarlos, buenos que me niego a olvidarlos, buenos que aunque quisiera olvidar no podría.

Yo sigo vivo, temiéndole a la vida, esquivando eso que llaman muerte. Lo hago por ti, porque creo que volveré a ver tu rostro algún día. Y me mantengo despierto, atento, discreto, cazando el momento para tenerte de nuevo y por más que estos años que no se detienen intentan convencerme de tu ausencia yo terco y tonto aun sueño contigo. No sé si eres tu que no quieres soltarme, que siempre con astucia y magia imposibilitas el olvido, y no quiero saberlo para no asombrarme.

He sentido tu calor que sigue quemando entre las calles de aquel camino antiguo. Lo he sentido, cercano y presente, como si aun estuvieras aquí, como si extendieras tus manos y me invitaras a tomarlas, como si quisieras de nuevo caminar por aquellas calles que aun conservan tu magia. Calles que me hablan de ti, que huelen a ti. Y no sé si soy yo que me he estacionado en aquel tiempo, que no quiero soltarte, que me niego a olvidarte, que me invento una magia, que soy terco y tonto.

Pero aquí estoy con tu rostro en mi alma que se funde en el calor de aquellos buenos años, cuando la vida era buena, cuando fuiste tierna compañía.

MUNDO NUEVO...

Voy a conquistarte, he navegado los mares en busca del nuevo mundo, ese en el que tu estás, ese donde el día y la noche se abrazan para preparar el escenario de nuestro encuentro. Mundo que es mi destino, destino que tú has escrito con tus manos santas, manos santas que yo besaré.

Dibujaré en la arenas mil historias, historias que en el camino me han guiado a ti. Sentados sobre una roca escucharás mi lamento extinguiéndose mientras miramos la luna y jugamos al amor.

Rendiré a ti mis armas e inventaré un arma para seducirte y cada rincón de tu mundo será mío. Te ofrendaré lo mejor que de ti robaré, te entregaré todo lo que soy, que no es mucho pero que en tus manos tendrá sentido. Y le pondré un nombre a cada estrella, cada nombre hablará de ti, cada estrella serás tú. Sujetaré el cielo a tu cintura, el mar inclinaré a tus pies, mi vida a ti que has sido mi norte, a ti que eres mi sendero, tesoro escondido, y ya no podré escapar.

Lo juro, voy a conquistarte, hoy mis manos sujetan el timón, sangran ignorando sus heridas, lloran negando el pasado. Y no me detendré, no hay tormenta que ya no haya dominado, no hay tempestad que ya no haya quebrantado. Seguiré navegando, en busca del nuevo mundo, voy a encontrarte y cuando lo haga ya no querrás proteger tu mundo de mis promesas.

COMO UN NIÑO...

Como un niño, así me siento cuando me entrego sin miedo a la suerte de creerte, a la dicha de buscarte, a la esperanza de esperarte. Como un niño, iluso, esperando a que aparezcas por aquí con tus ojos lindos y tu sonrisa de cristal y me sorprendas con una caricia que borre mi llanto, que me devuelva la alegría; esperando que vengas y me enseñes de la vida, de la vida buena y alegre.

Como un niño que cuenta hasta diez para buscarte detrás de los árboles y abrazarte al encontrarte. Han sido tantos días de agonía, días que laten lentos, que caminan ciegos, y tu que no apareces y yo que no te encuentro.

Mil veces he contado hasta diez, mil veces se ha escuchado mi llanto, mil veces has estado ausente. Se me escapó agosto de entre las manos, como un día se me escapó la vida, como se rindieron mis reclamos, como se perdió mi mirada mil veces mientras el sol se ocultó. Y yo que no dejo de pensar en ti, sin tener más nada de ti que este deseo obsesivo de mirarte, de tocarte, de dibujar tu imagen, de contemplar tu sonrisa; nada más que este dolor que habla de ti,

Como un niño, confundido entre la realidad y fantasía, te he inventado mil veces: tu aroma como la lluvia, tu piel como la luna, tu voz como la brisa. He soñado contigo sin recordar tu imagen, sin recordar mis sueños, pero el dolor de cada amanecer me dice que estuviste en mis sueños. Y sin aparecer amenazas mi mundo, burlas mi independencia, ahuyentas mi soledad, callas mi silencio. Y sin encontrarte ofrendo todo, me rindo todo, lo dejo todo.

Como un niño, que siendo pequeño todo le sobra, que siendo frágil todo lo puede, que inocente todo lo sabe, que sin palabras todo lo dice, que sin experiencia todo lo intenta, así sería yo si te entregaras a la suerte de creerme… Y tu que no apareces, y yo que no te encuentro…

ENTRE MIS LETRAS TE ESCONDO...

Entre mil letras, allí te escondo. Esta esperanza terca que se niega a morir mientras asesina mi crudeza, esta ilusión tonta que se burla de mi agonía mientras juega con mis manos, estas ganas rebeldes que se ensañan contra mi independencia mientras se niega a mi ya es tarde para tenerte.

Todo se viene en mi contra cuando cansado y sediento quiero sentir la tranquilidad para escribir cualquier cosa que me aleje de ti, pero más te acerco sin saber dónde estas, y más te busco pretendiendo estar libre de ti., y más te pienso en mi empeño de negarte.

A mi alrededor todo me habla de ti, trato de interpretar todo ignorando tu nombre y encuentro que todo tiene tu nombre. Tu juegas conmigo danzando entre mis letras, tu luchas conmigo llorando en mis tristezas; y yo entre mis letras danzo por ti, sujetando el tiempo, amando el vacío, inventando tu ritmo, convenciéndome inútilmente que mientras escribo no hablo de ti…

Esta vida sedienta que busca tu alma, que quiere besarte, que quiere tocarte, y que presumiendo de fe atenta contra mi muerte.

DE OTROS TIEMPOS Y OTROS MUNDOS

No me creerás vengo de otros tiempos, he librado mil batallas para llegar a ti, hoy llevo en mi alma las marcas del precio que he pagado para seguir vivo marcas que pretendo ofrendarte.

De otros tiempos vengo, en los que nunca estuve conforme, en los que el sol intentó quemarme, y los fuertes vientos del norte agitaron las arenas que lastiman el alma, tiempos en los que la luna aumentaba mi sed mientras me hablaba de ti.

Vengo de aquellos años en los que el mar conspiró en mi contra con mil tempestades, y el cielo nublado escondía secretos que algún día serían nuestros.

No me creerás, vengo de otros mundos, he cruzado mil mares para llegar a ti, hoy llevo en mi memoria recuerdos de mi travesía, recuerdos que quiero contarte al oído, que he convertido en poemas para no presentarme con las manos vacías; recuerdos de otros mundos a los que nunca pertenecí, en los que el silencio me dijo que aquí estarías, en los que la soledad me garantizó tu compañía.

De otros tiempos y otros mundos; he vencido la muerte para llegar a ti, he burlado fronteras para llegar a ti, mil años después, mil mundos después estoy aquí para entregarte lo que queda de mí, para nacer de nuevo y vivir junto a ti mil años que juntos recordaremos y plasmaremos mil marcas que jamás se borrarán.