DESESPERO EN AGOSTO..

Se agitan las aguas que rodean estas tierras, se agitan, con violencia, desespero, sacudiéndose ante los intentos de los años… Años que pretenden hacerme esclavo dentro de paredes que llaman vida, en lapsos de muerte que llaman tiempo…

Las aguas danzan y su danza me invita a rebelarme contra el tiempo, a darle rienda suelta a la ira que llevo en el alma y agitado, airado, emprender el camino que me lleve hasta ti…

Pasión, me han dicho las aguas, pasión, susurran mientras danzan y el viento, recio y soberano, trae hasta mí el sonido de su voz... Yo te extraño con pasión, y esa es la ira que intento mantener sujeta en mi alma, y las aguas me enseñan que, pasión e ira, unidas son danza que hieren al tiempo y desafían el espacio…

Sin ti he sido muerte, muerte que recorre los bosques de la vida y suspira deseando poder vivir… Muerte que observa los mares, más allá de las montañas que se forman en estas tierras, y envidia su danza… Muerte con alma, alma de muerte, alma que muere mientras la muerte esconde su alma… Y avanzo sin saber a dónde, y cómo saberlo si soy muerte sin origen sin ti, y cómo saberlo si soy muerte sin destino sin ti, y llego siempre a ningún lugar, reposando perdido, perdiéndome en reposos…

Aun así, muerto y perdido, avanzo entre reposos, siempre cansado, siempre inconforme, a veces con alma, otras sin ella, observando siempre señales de agosto, señales escondidas entre los años que intentan herir mis heridas… Y hoy de nuevo comienzo, esta vez con una imagen que guía mi andar y me conduce a mi meta: las aguas del mar que danzan con pasión rebelándose contra los intentos de los años que pretenden esclavizarme a la muerte…