Tal vez un día… Hoy no estoy tan seguro, pero tal vez tropezaremos, quizá estaremos cerca de nuevo… Creo haberlo visto alguna vez, tal vez fue un sueño y ya no creo en los sueños…
Es lo que hoy soy, alguien que camina lleno de dudas, y sobre mis dudas construyo aldeas para habitar los días de reposos en este desierto al que llaman mundo para refugiarme de los silencios que se ausentan en los caminos y de las soledades que guardan silencio entre las veredas bulliciosas…
Intento ser diferente, es como si existiera dentro de mí, como si buscara un lugar seguro, entonces me entrego a la esperanza que no entiende como sujetarme, que no termina de seducirme…
Yo nunca aprendí a vivir encadenado, nunca he querido vivir limitado… Prefiero ignorar la esperanza, aunque hiera mi alma ya cansada, aunque atormente mi existencia casi apagada…Y lo admito, soy terco, dos siglos se robaron mi fe, tempestades silentes jugaron con mi alegría y como resultando voy caminando, lleno de dudas, sin saber a dónde, sin querer saber, sin saber querer…
Nunca confié en la muerte, no la creo descanso, la he visto cerca rondando mis pasos, seduciendo mi alma y en sus ojos he visto la luna hablando de nuevos comienzos…
Tal vez algún día nos encontremos de nuevo, no estoy tan seguro, hoy mis manos escriben con sangre y van olvidando las letras de aquel lenguaje… Hoy el cielo me va estorbando…
Es lo que hoy soy, alguien que camina lleno de dudas, y sobre mis dudas construyo aldeas para habitar los días de reposos en este desierto al que llaman mundo para refugiarme de los silencios que se ausentan en los caminos y de las soledades que guardan silencio entre las veredas bulliciosas…
Intento ser diferente, es como si existiera dentro de mí, como si buscara un lugar seguro, entonces me entrego a la esperanza que no entiende como sujetarme, que no termina de seducirme…
Yo nunca aprendí a vivir encadenado, nunca he querido vivir limitado… Prefiero ignorar la esperanza, aunque hiera mi alma ya cansada, aunque atormente mi existencia casi apagada…Y lo admito, soy terco, dos siglos se robaron mi fe, tempestades silentes jugaron con mi alegría y como resultando voy caminando, lleno de dudas, sin saber a dónde, sin querer saber, sin saber querer…
Nunca confié en la muerte, no la creo descanso, la he visto cerca rondando mis pasos, seduciendo mi alma y en sus ojos he visto la luna hablando de nuevos comienzos…
Tal vez algún día nos encontremos de nuevo, no estoy tan seguro, hoy mis manos escriben con sangre y van olvidando las letras de aquel lenguaje… Hoy el cielo me va estorbando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario