lunes, 2 de agosto de 2010

PASA EN CABIMAS... (UNO).

En Cabimas hay hombres y mujeres que se conocen como “pastores y líderes”. Cabimas es una ciudad pequeña y extraña, llena de este tipo de gente. Tropiezo casi a diario con ellos, los escucho a veces sin querer y otras queriendo, por curiosidad, porque los considero una especie extraña de un mundo extraño, y, además, en ocasiones una amenaza. Se hacen llamar forasteros y extranjeros en este mundo y me llama la atención cuando lo dicen, pero luego de escasos minutos escuchando me doy cuenta de que no saben ni por qué demonios dicen ser “forasteros y extranjeros” (salvo algunas excepciones). Me decepciona, porque siempre iluso al tropezar con alguien que dice ser “forastero y extranjero” espero que realmente lo sea para celebrar el inusual encuentro, pero termino siendo víctima de un engaño creído que tienta mi paciencia ante las palabras que hieren a Cabimas, por lo general caigo en la tentación y soy considerado enemigo del mundo de los “forasteros y extranjeros”.


Cabimas, sufre las palabras de esta gente, las palabras suelen ser látigos cuando son productos de la ignorancia, y no porque tengan algún poder místico o mágico, aunque así podría considerarse el efecto negativo de la ignorancia divulgada cuando las palabras son creídas y repetidas robándose incluso el sentimiento de querer encontrarle sentido a lo que se dice y se repite. Cabimas está minada de “guaridas de ignorancia”, lugares donde se anidan las palabras que hieren las calles de esta ciudad, a la gente de esta ciudad.


En esas guaridas, (ellos llaman “iglesias” a sus guaridas, pero sus prácticas dentro y fuera de sus guaridas, las expresiones dentro y fuera de sus guaridas y el uso de sus palabras demuestran que no saben lo que es iglesia), gente que dice no ser de este mundo muestran, con sonrisas, “predicaciones” y plegarias, odio hacia la gente de mi ciudad. Guarida de expresiones como:


-Gracias a “Dios” no me pierdo como aquellos.

(“Dios”, según he visto, así llaman al ente que han construido para justificar la “fuente” de sus palabras, y quedar excluidos de la responsabilidad de explicar).

-Soy afortunado de ser mejor, los amo pero que se pudran, escogieron el “camino de perdición”.

(Amor es una palabra muy distinta en labio de ellos, es como un alimento para el “ego”, les permite elevarse por encima de los, según ellos, no extranjeros ni forasteros).

-Que se pierdan los “mundanos” por despreciar nuestras palabras.

(“Mundanos”, así llaman a los que no habitan las guaridas de ellos ni se interesan por las palabras que hieren a esta ciudad).

Estos salen de sus guaridas con estrategias para “conquistar” la ciudad. Intentan someterla a sus ideales, sembrar en ellos el odio hacia quienes piensan diferente, hacia quienes se muestran desinteresados hacia la ignorancia de ellos. Nada que la historia no advierta, solo han cambiado sus métodos pero sus fines siguen siendo los mismos. “Conquistar” es una palabra que demuestra la egolatría misma de esta corriente, pretenden mostrarse como “única alternativa” hacia un mundo inventado por ellos, “conquistar” los define como secta, aunque nieguen la identidad que refleja el uso de sus palabras, “conquistar” desnuda la actitud egocéntrica que ha evolucionado dentro de sus guaridas, refleja el carácter excluyente, absolutista, dogmatico que intentan maquillar.


Han creado programas “sistemáticos” que visten de palabras como “educación” para “educar” a los que en sus estadísticas ocupan el renglón de “recién convertidos”. Estos programas garantizan la evaporación de la conciencia de la existencia misma y el sometimiento a ideales sin fundamentos reales, que crean una “conciencia paralela, sustituta, virtual”, “conciencia frágil a largo plazo” (claro, realidad es una palabra muy confusa entre sus filas). “Conquistar” lo suman a un Cristo, y dicen: “Conquistar para Cristo”. Frase que hiere mi ciudad, que sufre sus marchas, miles de estos salen de sus guaridas y recorren las calles, unidos, proclamando que aquellos que no se unen a sus desfiles tienen un infierno garantizado.


Yo pregunto:


¿Están conscientes ellos de que cual es el significado que, según la intención y propósito que revela sus actitudes, le dan a la palabra “Cristo”?


Claro, estas cosas solo pasan en Cabimas…

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