viernes, 27 de agosto de 2010

CAMINO DE AGOSTO...

Agresivo ha sido el camino, se levanta frente a mí, y muestra sus dientes… Amenaza con alejarme del reposo, con esconder mi destino tras densas nieblas de oscuridad… Agresivo y yo decidido a encontrarte, sin importar las dagas que se incrustan en el alma de mi alma mientras el camino seduce mi tiempo, decidido a encontrarte porque eres destino que se esconde detrás de la oscuridad, allí donde nacimos un día, donde bailamos canciones de amor cuando el amor era un niño que sonreía…

Camino de arenas calientes, que queman mis pies, que se levantan con vida e intentan cegarme para despertar mis miedos, pero sin ti ya he sido un ciego, sin ti mis miedos vivieron y cansados de esperarte volvieron al sueño… Hoy mis miedos se roban mis sueños, y con ellos se va la alegría, alegría inocente que te esperó sentada los días de lluvias, alegría feliz que pensó que los tiempos reconciliarían mi alma y el camino, que jugó con palabras creyendo que éstas llegarían a ti… Ya no tengo miedo de temer, ya no me pierdo ciego en este camino, agresivo, de dientes filosos… Ya la ausencia de mis sueños no daña la luz oscura que pasea en mi alma… Sigo bailando, al son de la música que apenas recuerdo, con la sombra de tu silueta que apenas recuerdo, engañando el recuerdo para que la tristeza no encienda su ira.

A veces intento rendirme, llego cansado a ningún lugar, me siento a contemplar el sendero recorrido y las preguntas golpean mis pies, dejando sus marcas, son tantas las marcas en mis pies… A veces, creo llegar al final sin estar en mi destino, y entonces lo extraño todo, tus ojos que fueron estrellas en un norte lejano, tus labios dulzura que calmó mi sed, sed que me acompaña y que me impide rendirme…

Entonces llega agosto a hablarme de ti, cuando el cansancio me seduce a la vereda del olvido, y me cuenta las historias que la luna guarda para los dos, historias que son secretos de otros tiempos y mundos… Me habla de tus besos, que hacen de la oscuridad el espacio que pertenece al abismo de mi alma, que transforman el final en el origen del todo, me cuenta que tus besos reúnen todos los nacimientos y agosto sonríe mientras me cuenta, yo ciego escucho, y de nuevo me levanto para avanzar, girando hacia agosto, agradeciendo que siempre a tiempo llega para evitar que yo, anciano cansado, muera de sed creyendo descansar…

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