DE NUEVO TÚ... (AGOSTO).

Débil llego a tu orilla, cansado, sí. Cansado de intentar sujetar el furor del mar cuando la tormenta recia todo lo mueve, cansado de intentar no dejar mi estela sobre sus aguas para no ser encontrado por los fantasmas de otras vidas que han nacido conmigo… Débil, sin fuerzas llego aquí, con mis ojos cerrados y sin fe, sin deseos de ver, es que mis ojos se confunden de tiempos y extrañan los espacios que alguna vez fueron nuestros, y a veces no sé dónde estoy y por qué…

Es diferente aquí, en tu orilla, cuando de nuevo estoy junto a ti… Aquí hay brisas que madrugan para mí, con voces que tranquilizan mis días, esos que se doblan contra mí; aquí la brisa pasea y me invita a jugar, me lleva a los ríos que fueron creados con tu mirada, a los bosques que tu sonrisa inspiró, y mis ojos cerrados sonríen porque te siento cerca… Aquí hay un cielo azul que despierta para mí, vacío que acompaña mi vacío, intocable como lo es la melancolía que se sienta a observarte y se pregunta cómo he sobrevivido sin ti, yo miro la melancolía, entiendo su confusión, lamento sus lamentos, le digo que cansado sobrevivo porque nací para ti, y no puedo morir sin encontrarte… La nostalgia se sienta a su lado, se abrazan nostalgia y melancolía, nostalgia me pregunta cuántas veces he vivido, cuántas veces he muerte, y yo guardo silencio, lo importante es que de nuevo estoy junto a ti, y junto a ti recupero mis fuerzas para volver a nacer…

Tú, en mí, fuerza que me guía, eres mi eternidad. Yo sin ti. Soy extranjero en otras playas, débil, marcado por las vidas, anciano por lo días que se burlan del presente… De nuevo tú traes la eternidad a tu orilla, sales a mi encuentro con ella, y yo tomo la eternidad de tus labios, y en tus besos encuentro la lógica de mis recuerdos, recuerdos que señalan la vida que vendrá…

Hoy, que te tengo a mi lado, que siento la dulzura de tus manos, que inspiras mi sonrisa, entiendo el lenguaje de la lluvia, cuya fragancia me anunciaba nuestro encuentro y dibujaba en mi alma la alegría que hoy de nuevo, a tu lado, surge y arrasa los días que me siguen…

De nuevo tú, como agosto, reúnes en tu orilla para mí las fuerzas que me guía, la eternidad que me mantiene y la lluvia que me acompaña…