Entre cada línea y párrafo que siguen hay silencios, silencios que pueden ser escuchados… Esto va dedicado, a quien sabe leer el lenguaje de mis silencios…
No encuentro la forma de querer ignorar este sentimiento… Sería fácil sino fueras tú quien lo hace surgir de la nada, dentro de mí, pues ya soy nada… Y es que desearía tener el deseo de olvidar tu rostro, que se ha marcado en mi memoria, tu rostro que recuerdo sin recuerdos que me hablen de ti, tu rostro que atormenta mi intranquilidad, que hace del tiempo un minuto y despierta mi agonía mientras siento llegar al ultimo segundo que pudiera quedarme para volver a ti...
No sé cómo, no tengo un por qué, no hay una forma de despertar el deseo muerto o darle vida al deseo que no nace y que podría darme la fuerza para no sentirte… Este sentimiento desespera mi sed, mi frustración de no tenerte aquí cerca, mi dolor por no poder decirte al oído tanto de lo que tengo que decirte… Millones de palabras danzan en un abismo que es el lugar que te pertenece y al que no vienes, o desde donde no llego…
Y va golpeándome este sentimiento, golpes de siglos que se reúnen para asesinar mis días que vendrán, golpes de sueños que despiertos esperan la melodía de tu voz para dormir y construir sus mundos, golpes de agonías que agonizan y desean la muerte en los brazos de la alegría que espera ser liberada por tus caricias…
Y veo tus ojos reflejados en los mares que melancólicos sueñan con el principio en el que alguna vez el mar y la luna fueron uno solo… Y veo tu sonrisa que se asoma en los cielos que una vez fueron escenarios de la unión del día y la noche, día y noche que abrazados contaron a las estrellas la historia de nuestra unión… Y es tal vez esa historia la que marcada en ese abismo profundo, que pudo haber sido mi alma, sí, tal vez es esa historia la que grabada en mí, en ti, nos inspira y nos impide ignorar el sentimiento que atormentando la vida, la tuya y la mía, nos guía hacia otros tiempos…
No encuentro la forma de querer ignorar este sentimiento… Sería fácil sino fueras tú quien lo hace surgir de la nada, dentro de mí, pues ya soy nada… Y es que desearía tener el deseo de olvidar tu rostro, que se ha marcado en mi memoria, tu rostro que recuerdo sin recuerdos que me hablen de ti, tu rostro que atormenta mi intranquilidad, que hace del tiempo un minuto y despierta mi agonía mientras siento llegar al ultimo segundo que pudiera quedarme para volver a ti...
No sé cómo, no tengo un por qué, no hay una forma de despertar el deseo muerto o darle vida al deseo que no nace y que podría darme la fuerza para no sentirte… Este sentimiento desespera mi sed, mi frustración de no tenerte aquí cerca, mi dolor por no poder decirte al oído tanto de lo que tengo que decirte… Millones de palabras danzan en un abismo que es el lugar que te pertenece y al que no vienes, o desde donde no llego…
Y va golpeándome este sentimiento, golpes de siglos que se reúnen para asesinar mis días que vendrán, golpes de sueños que despiertos esperan la melodía de tu voz para dormir y construir sus mundos, golpes de agonías que agonizan y desean la muerte en los brazos de la alegría que espera ser liberada por tus caricias…
Y veo tus ojos reflejados en los mares que melancólicos sueñan con el principio en el que alguna vez el mar y la luna fueron uno solo… Y veo tu sonrisa que se asoma en los cielos que una vez fueron escenarios de la unión del día y la noche, día y noche que abrazados contaron a las estrellas la historia de nuestra unión… Y es tal vez esa historia la que marcada en ese abismo profundo, que pudo haber sido mi alma, sí, tal vez es esa historia la que grabada en mí, en ti, nos inspira y nos impide ignorar el sentimiento que atormentando la vida, la tuya y la mía, nos guía hacia otros tiempos…
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