Quiero el reposo que aun no encuentro lejos de ti… Reposo que hoy duele que lastima como la distancia que mientras avanza el tiempo tal vez se acorta pero me quedo sin tiempos…
Se me agotan los caminos y el sol envejece como una esperanza desnuda que tiembla de frío rodeada de densa niebla… Y veo el cielo, lo observo en silencio con mil preguntas mudas y mil respuestas que gritan sin voces, no sé ya como nombrarlo pues ya no parece cielo, se torna más real y tiene aspecto de vacío, lo percibo como un espejo de mi existencia que no entiendo…
La luna que vistió mis noches se oculta detrás del velo nocturno que esconde las historias que nadie escuchó y que solo pocos vivieron, la brisa que susurró la melodía de la canción que fue tuya y mía hoy guarda silencio y pasea con disimulo sin dejarse sentir…
Quiero el reposo que guardas en tu alma, tu que aun tienes alma, yo que aun creo en tu alma sin saber dónde se escondió la mía, yo que camino por estas tierras sin caminos, que respiro sin percibir el aire y que siento solo el cansancio de los días que se inclinan ante ti… Quiero el reposo que guardas en tu alma, que es como el vaivén del mar cuando amanece despojado de una noche de mil tempestades…
Se me agotan los caminos y el sol envejece como una esperanza desnuda que tiembla de frío rodeada de densa niebla… Y veo el cielo, lo observo en silencio con mil preguntas mudas y mil respuestas que gritan sin voces, no sé ya como nombrarlo pues ya no parece cielo, se torna más real y tiene aspecto de vacío, lo percibo como un espejo de mi existencia que no entiendo…
La luna que vistió mis noches se oculta detrás del velo nocturno que esconde las historias que nadie escuchó y que solo pocos vivieron, la brisa que susurró la melodía de la canción que fue tuya y mía hoy guarda silencio y pasea con disimulo sin dejarse sentir…
Quiero el reposo que guardas en tu alma, tu que aun tienes alma, yo que aun creo en tu alma sin saber dónde se escondió la mía, yo que camino por estas tierras sin caminos, que respiro sin percibir el aire y que siento solo el cansancio de los días que se inclinan ante ti… Quiero el reposo que guardas en tu alma, que es como el vaivén del mar cuando amanece despojado de una noche de mil tempestades…
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