martes, 11 de mayo de 2010

JUNTO AL CIELO Y AL AIRE, FRENTE AL MAR...

El cielo no dice nada, guarda silencio, cansado está, de expresar con sus colores esperanzas, de mostrar con su grandeza los caminos, de señalar con su distancia los futuros… Guarda silencio porque estoy cansado, cansado de interpretarlo, de observarlo, cansado de levantar mi rostro y lastimar mis ojos con la claridad de los días que transcurren sin ti, cansado de escuchar las voces de aquellos que una vez contaron historias de ti…

El aire ya no danza, cansado está de transitar por los caminos de estos mundos, de asomarse por las veredas de los desiertos antiguos, de saltar sobre las rocas de los ríos que no se rinden ante el tiempo… Ya no danza, porque estoy cansado, cansado de seguir al aire cuando vestido de viento avanza violento, cansado de intentar atraparlo cuando vestido de brisa se detiene y me duerme; cansado estoy de intentar descifrar su lenguaje y las palabras que ha arrastrado consigo desde los tiempos hasta hoy…

El mar ya no canta, cansado está de gritar sus letras de amor, letras que esconden pasajes de una historia de amor, antigua, triste, de ausencias y distancias, de tiempos que transcurren y se burlan de él; cansado está de ir y venir a ningún lugar, de soñar que un día volará hasta allá, hasta donde es el refugio que el cielo anhela cansado, hasta donde es el hogar que el aire ha creído su destino… El mar ya no canta porque estoy cansado, cansado de soñar mientras escucho al mar, mientras el cielo me abraza y me acaricia el aire, cansado de creer que un día podré tocarte, que un día podré mirarte…

Cansado estoy, junto al cielo y el aire, frente al mar espero sentado, con mi último aliento creyendo que tú serás mi reposo y vendrás a reconciliar mis días de esfuerzos…

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