miércoles, 5 de enero de 2011

SERIE COMPLETA DE "CRISTIANISMO DE HISTORIETA".

PÁGINA UNO.

Recuerdo que cuando niño, poco antes de mis diez años de edad, mis padres me regalaron una colección de historietas de personajes bíblicos, entre mis favoritas estaban tres: “Elías, el profeta de fuego”, “Jeremías, el profeta llorón” y “Juan, el bautista”. Recuerdo que me las regaló poco antes de mis diez porque a esa edad leí por primera vez Juan 3: 22-30. Hasta entonces la versión que tenía de Juan el bautista era la que en resumen dibujaba la historieta. A mis nueve años Juan era un profeta duro, su rostro reflejaba carácter inquebrantable, su actitud era la de alguien resuelto a hacer valer su ideal y mostrarse como exclusivo pregonero de las verdades tocantes a lo espiritual y lo eterno, lo conocí como un hombre dispuesto a imponerse y hacer que su nombre y actos fueran recordados por todas las edades.

Me confundí cuando a mis diez leí el pasaje en el que él dice: “es necesario que él crezca, pero que yo mengue”. Pero juro que me pareció más atractivo como líder y profeta. Con los años fui escuchando a predicadores hablar sobre el bautista, parecían los diseñadores de aquella historieta, presentaban a un Juan que fue reconocido como el mayor de los profetas por su dureza, por su empeño de instaurar sus ideales y por la autoridad con la que supuestamente imponía sus “reglas del reino”. También fui conociendo un cristianismo muy parecido a la supuesta actitud de Juan, y me fueron estorbando tanto Juan como el cristianismo. Hoy veo a muchos cristianos de historietas, que se creen poseedores de verdades, que tienen la autoridad para condenar a quienes no comulgan con sus ideas, que han dibujado un mundo muy distinto al que reflejó aquel Cristo padeciendo por un escenario más humano.

Cuando niño, fue fácil entender las Escrituras, salir de aquella confusión. Creí que Juan el bautista no era aquel dibujo, aquella versión viciada. Hoy voy entendiendo que si Juan fue el mayor de los profetas, si así lo declaró aquel Cristo, si así lo dice la Escritura, fue porque estuvo dispuesto a echarse a un lado, y con ello sus ideales para que se reconociera y se perpetuara la acción de Cristo que fue mayor que sus palabras y declaraciones. Y creo que el cristianismo sería más útil si, como sistema, adoptara esa actitud, dispuesto a menguar cuando parezca fuerte y opaque la acción de Cristo. Evolucionaría, renunciaría a su condición de sistema y se haría escenario, sería útil a la acción de Cristo y no haría de él una herramienta para perpetuarse. Juan no tuvo temor de pasar a la historia, de que su nombre se olvidara… ¿Renunciaría el cristianismo a ese temor? ¿Estamos dispuestos a arrinconarlo a esa renuncia?

PÁGINA DOS.
Trato de entender y realmente no puedo, me hablan de palabras mágicas, me dicen que una “palabra” puede cambiar vidas y condiciones en un instante, me dicen que es uno de los “beneficios” del cristianismo y por más que se esfuerzan por convencerme, con cada discurso me doy cuenta que son solo cuentos, que no es más que uno de los artificios que convierten eso que ellos llaman “camino”, y que según sus argumentos se muestra mayor que la acción de Cristo, en una trama de historietas (y sé que ni lo perciben). Lo entendí en mi adolescencia cuando un predicador hizo su show en la pequeña congregación de Fuente de Vida, en la que para entonces mi padre era pastor.

Recuerdo con claridad el rostro de algunos laicos, reflejaban fascinación, aun escucho sus aplausos, sus gritos de “amen”, “gloria a Dios”, “aleluya”, con los que mostraban aprobación a las palabras de aquel “predicador”. Aquel hombre vendía una idea asegurando que todo cristiano debía entenderla y hacerla suya; según él Hebreos 11 era la galería de los hombres de fe y mostraba un esquema para hacer “palabras poderosas”, porque la fe, según él y su esquema, se evidenciaba por la capacidad de “lanzar palabras y ver sus frutos”.

No recuerdo con exactitud el esquema, y no me interesa recordarlo. Pero lamento saber que aun existen estos “predicadores” que argumentan lo que no entienden solo porque se interesan en vender ideas atractivas para venderse como predicadores atractivos y presentar un cristianismo atractivo. Lo lamento porque estos predicadores están lejos de la realidad, no imaginan lo decepcionante que es para una madre levantarse cada día y declarar una “palabra de liberación” a favor de su hijo drogadicto y verlo cada día más adicto, no lo imaginan porque solo quieren venderse, porque su obsesión proselitista no les permite entender que un cristianismo erigido sobre bases de ficción es una trampa mortal para el ser humano. Lamento saber que aun existen laicos que sin reflexionar en lo escuchado se aventuran en creerlo todo, porque quien lo dice todo se autoproclama o es proclamado por alguna “organización cristiana” como predicador y asumen que eso es un titulo que faculta de infalibles sus palabras, lo lamento porque ese es el inicio de un camino hacia la frustración que luego se convierte en una venda que les imposibilita continuar una búsqueda esencial. Lamento saber que aun existen discursos mal estructurados que se presentan como artificios del cristianismo, lo lamento porque estos hacen fuerte al cristianismo mientras lo deforman convirtiéndolo en un sistema opresivo y amenazante al bienestar humano. Y lo lamento no porque me importe el cristianismo, sino porque me interesa la acción de Cristo, que es más que una trama de historieta, y si me interesa su acción no es porque sueño con ganarme un “galardón celestial”, tampoco me importa eso ni tesoros en el cielo ni mares de cristales, me interesa su acción porque a través de su acción podemos construir un mejor escenario humano…

¿Podría el cristianismo interesarse más en “lo terrenal”? Y sé lo que muchos cristianos de historietas (ajenos a la realidad) pueden decirme, pero ¿acaso la acción de Cristo no disparó a favor de “lo terrenal? ¿Estamos dispuestos a usar el cristianismo para disparar a favor de “lo terrenal” y no para construir una ficción de historietas pretendiendo venderlo?

PÁGINA TRES.
Yo estaba sentado en la plaza Alonso y dos chicas junto a un joven pasaron por mi lado, una de ellas le dijo al joven: “me estás diciendo que Dios mandó a Oseas a casarse con un prostituta, Dios no puede mandarle eso a nadie”.

Sonreí al instante, la gente dice creer en un Dios que maneja el universo, que habla y da órdenes y que es amor infinito e inexplicable. No me asombra lo que la gente dice creer, me asombran las contradicciones en sus creencias, pero mucho más me asombra saber que sistemas como el cristianismo originen tales incongruencias en la forma de percibir y dibujar a Dios. Me asombra porque cuando niño lo creí tan diferente, no me refiero a Dios, sino al cristianismo, lo viví tan diferente, lo percibí tan diferente. Recuerdo que iba a la iglesia y jugaba, sin preocuparme si Dios manejaba el universo, si daba órdenes o no, iglesia y cristianismo era un lugar, un escenario, y allí yo era un niño que jugaba, sin preocuparme si Dios toleraba la forma como yo percibía el cristianismo. Supongo que yo asumía que Dios estaba contento si yo lo estaba, porque yo era un niño y él me amaba.

Dios es más complicado ahora, se fue haciendo tan difícil de entender, de repente me dijeron que ordenó el exterminio de ciudades justificándose (o más bien así justificaban su supuesta acción mis maestros) con el hecho de que su orden estaba ligada a una promesa. Dios se convirtió en algo caprichoso, empeñado en lucirse a través del progreso de un pueblo, de un solo pueblo, y el costo de su capricho eran pérdidas humanas. No me importa lo que la gente piense de Dios o lo que el cristianismo pregone de él hoy en día, me importa la forma en la que todo esto afecta nuestra condición humana, me importa el producto que va elaborando este ensarte de interpretaciones y supuestas verdades que de forma ortodoxa se van incrustando a través de sistemas como el cristianismo. Y porque me importa creo que debo y debemos trabajar en una evolución de las estructuras del cristianismo para empezar, para hacerlo instrumento a favor de un mejor escenario en el que de nuevo podamos jugar sin preocuparnos.

Al escuchar a aquella chica me pregunté ¿cuál es el problema si Dios ordenó o no al profeta Oseas casarse con una prostituta? ¿Acaso no era una mujer? ¿Era inferior a otras mujeres? ¿No “merecía” a un profeta? Visto desde otro ángulo la orden de Dios reflejaba que para él ella era una mujer y punto, un ser humano. Pero es más interesante un Dios que hace excepciones y que traza un círculo alrededor de un pueblo escogido y manda al diablo al resto de los pobladores del planeta… No sé si lo notan pero esto último suena a historieta, a cuento, y no vengan a decirme que no es cuento y que la “Palabra de Dios” dice que “él escogió solo a algunos”, porque entonces qué hacemos con el “él no hace excepción de personas”… Saquemos el cristianismo y a Dios de esa visión historietista y traigámoslos a la realidad…

PAGINA CUATRO.
A estas alturas ya no me asombran algunas discusiones dentro del contexto cristiano, intento mantenerme alejado y créanme que me esfuerzo, suelo rechazar invitaciones a algunos locales que se hacen llamar “Iglesias de Cristo”, intento no escuchar a “payasos” (y discúlpenme) que se hacen llamar “ministros de Cristo”. Lo digo a gritos siempre que puedo: “este cristianismo heredado me estorba”. Es una historieta de mal gusto, es un intento fatal de interpretar o dibujar la realidad… Es una distorsión que distorsiona (lo sé, lo sé, pero es así). ¿Y por qué me estorba? Sencillo, porque para justificar tanta incongruencia se sostiene en tres pilares erigidos sobre una base tan falsa que ha sido adornada con matices de sensacionalismo causando un efecto seductor que esclaviza vestida de libertad… Porque ha elaborado emblemas pintándolos de sagrados para usarlos a beneficio de un fanatismo “diabólico”, haciéndolo fuerte y atractivo… Porque ha tomado como punto de partida una obra humana y un personaje que apuntó en contra de lo que hoy es eso que muchos llaman cristianismo y que me estorba y estorba a la evolución de esta era que no termina de asomarse. Pero sé que la evolución logrará rodar encima del progreso y así desnudar el cristianismo y sus dibujos de mal gusto…

Pero accidentalmente sigo cayendo en los baches de la vía que transito, y me detengo en algunas esquinas en las que discusiones tontas me distraen, y distraído suspiro al ver que aun falta tanto por desnudar dentro de las estructuras o pilares de este cristianismo de tiras cómicas… En esta página solo quiero invitarles a decir presente a esta era, lo dije alguna vez: es tiempo de hacer bulla, de escribir, de bailar, de cantar, de gritar o hacer señas, pero hay que hacer bulla, tanta como podamos, hay un sistema que está causando un desvío y que sigue distrayendo a muchos de una búsqueda y una sed natural, yo sueño con que un día sus estructuras caigan y pase a ser un escenario, parte de la realidad, que reconcilie y que genere calor humano, tal como lo hizo ese al que hoy llamamos Cristo. Creo que juntos podemos actuar a favor del hombre, minimizando los efectos negativos del sistema, abriendo camino para la evolución… Sé que muchos de ustedes tienen una expresión inédita de lo que para mí es el cristianismo como escenario con el que sueño, y pienso que no importa la etiqueta, hagámoslo, expresémoslo y restémosle espacio a este cristianismo heredado erigido sobre una trinidad verdaderamente diabólica…

Y no sé lo que puedan pensar del alcohol (tema que generó esta página), pero yo creo que el cristianismo heredado ha hecho mucho más daño que el alcohol; fundamentalismo, ortodoxia y proselitismo es una trinidad diabólicamente toxica, así que reunámonos y brindemos por un mejor cristianismo, y luego lancemos las copas contra los pilares que estorban, lancémoslas tan fuerte que el estruendo generado sirva de convocatoria a todos aquellos que ya decidieron transitar la ruta…

PÁGINA CINCO.
Eran tres lindas chicas sentadas a mi alrededor, la hora del almuerzo en un día de mucho trabajo, en una temporada en la cual la gente se muestra más sensible y abierta al dialogo y la reconciliación. Me pidieron que les hablara del por qué no creo en Dios, yo sonreí, puedo entender que ellas no comprendieran hasta entonces mi posición, me muestro muchas veces violento con el ritmo de mis palabras y la selección de algunas frases al momento de expresarme. Y hoy mientras escribo, juro que intento no ir tan rápido y prestar atención a mis frases para no ofender sin querer hacerlo. Apenas abrí mi boca para hablar otra de ellas textualmente me dijo “y también por qué le echas mierda al cristianismo”.

Recordé la canción de Juan Luis Guerra, y “bajé los ojos a media asta y me agarré la cabeza, porque es muy duro pasar el Niágara en bicicleta”, y era un domingo cuando menos lo esperaba.

¿Quién o qué es “Dios” hoy en día?, ¿qué dice el cristianismo de “Dios”?, ¿cuántas expresiones existen del cristianismo?, ¿y cuáles son los fundamentos de cada expresión? ¿Existe “Dios? Me refiero a ese dibujo que hemos heredado y que el cristianismo y un lote más de movimientos llamados religiones señalan con sonrisa paranoica exclamando ¡ese es Dios! ¿Existe realmente ese dibujo? ¿Alguien más ha notado lo que digo? Intenté explicarles, y es que me cuesta expresar que sí creo en un Dios pero dudo mucho aun, es que no me sirven los retratos que he heredado y que “la historia” se empeña en imponer en esta era, es que no creo que la búsqueda terminó, y sinceramente espero la decepción cada día, espero saber y comprobar que no es real eso que llaman Dios porque entonces ¡qué Dios nos librará de ese Dios! Días antes de esa escena ya había planteado estas preguntas a dos hombres vestidos de corbata que parecía llevar en sus maletines documentos secretos de un Dios mal dibujado. Cuando creí haber sido entendido concluyeron diciéndome “tienes razón, el Dios del cristianismo ha sido mal presentado, por eso estamos aquí, para presentarte al verdadero Dios”… ¿Acaso llamarlo verdadero lo hace cierto y finalmente bien dibujado?

Yo prefiero seguir buscando, y tal vez morir sin encontrarlo, pero me entretiene la búsqueda y me permite soñar, prefiero desconocer el cristianismo heredado, no es que le eche mierda como lo entiende ella, es que creo que debemos prepararlo para la evolución, ¿son ideas mías o un nuevo orden sistemático se asoma? ¿Es errada mi percepción de esta era como un eslabón hacia una posible mejoría en el escenario humano? Yo creo que es un momento crucial, y que vale la pena gritar, creo que podemos levantar nuevas estructuras sobre la cual puedan sostenerse los sistemas que regirán el orden social y la interacción humana en un futuro cercano que ya está cansado de esperar, creo que podemos hacer del cristianismo una herramienta más útil a la sociedad y redimirlo de “sus pecados” en el pasado… Creo que no estamos ya en una edad para historietas y que es tiempo de hablar de nuestro despertar… De hacer bulla, de alinearnos con la evolución y darle la bienvenida al futuro…

Y no me digan que las pinzas se perdieron…

PAGINA SEIS.
Me siento tonto muchas veces al escribir sobre estas cosas, y sé que no solo me ocurre a mí. Lo comento con algunas amistades cuando nos reunimos o tropezamos en algunas redes sociales. Siento que son golpes al aire, a la nada, que ni siquiera son necesarios, que no hay frutos en esto y que debería dirigir mi tiempo a otras cosas.

Algunas veces veo a mi alrededor, tropiezo con personas que han despertado y me sorprendo al ver que usamos las mismas palabras, que creemos los mismos argumentos, que sufrimos las mismas dudas, que compartimos la pasión y la ilusión de ver una era distinta en la que la religión no sea un intento de construir un camino, sino más bien uno de tantos escenario en los que podamos actuar y emprender una búsqueda común, sin temor a ser cautivados por alguna doctrina, con la libertad de creer lo que creemos y no creer lo que no creemos.

Me emociona ver que el cristianismo es blanco de disparos potentes, que se levantan “forjadores” dispuestos a perder el tiempo planteando reformas y constantes génesis, proclamando la destrucción de doctrinas o estructuras que son hoy emblemas de un cristianismo dañino, que se ha levantado como sistema controlador y por lo tanto opresor, cuyos juegos nos son más que constantes reformas que solo logran disimular la ortodoxia y darle nombres novedosos y argumentos basados en las mismas estructuras heredadas. Me anima reunirme con jóvenes, adultos, ancianos que desean un cambio y lo predican, que incluso invierten más que tiempo y letras para la construcción de nuevos modelos. Tal vez raye en lo mismo de las últimas entregas, pero es que esto que hoy llaman cristianismo me parece una historieta de mal gusto, una ficción de las baratas, cada argumento que predica este cristianismo que me estorba lo veo insostenible, contradictorio; aun así a veces creo que ha sido necesario, pues finalmente servirá de puente hacia una nueva expresión.

Pero sigo sin ver cambios significativos, sigo escuchando estupideces a las que llaman sermones y que emiten con sello de cristianismo, sigo observando el levantamiento de construcciones destinadas a llamarse templos cristianos y que en esencia solo pretenden ser cuarteles de adoctrinamiento ortodoxo, y me da temor, aunque suena tonto, pero me da temor cuando pienso que tal vez l.as cosas seguirán siendo así, que esta generación que nace heredara el mismo mundo, el mismo sistema que ha coartado en sus expresiones la libertad de una búsqueda que cada quien debería emprender de forma inédita, me da temor que el cristianismo siga siendo sistema; sueño con dejar una herencia distinta, de valor, sé que no soy el único, pero ya alguien dijo “mal de mucho, consuelo de tontos”… Así me siento a veces, tonto…

Hoy ni siquiera intento plantear algún plan de acción, solo expreso mis temores, mis anhelos, solo intento convencerme de una idea tonta, de un sueño tonto, creer que tal vez mañana la historia mirará hacia atrás y contará que existieron forjadores, creer que el mañana será un escenario y no un sistema…

PÁGINA SIETE.
Hace un par de horas estuve reunido con un amigo, la verdad, tenemos algunos meses compartiendo por el chat, aprovechando que vine a Barquisimeto a visitar mi familia decidimos reunirnos y conocernos personalmente para conversar sobre un tema de mutuo interés: el cristianismo.

Fue refrescante conversar con él, fue un alivio.

Conocí algunos detalles de un movimiento que está naciendo, a mi parecer, justo dónde y cuándo agoniza el cristianismo heredado. Movimiento que desconoce muchas de las estructuras que considero dañinas del cristianismo, entre ellas desconoce la ortodoxia como método y el proselitismo como ambición.

Regresé pesando que algo está sucediendo, que realmente algo sucede. Que estamos pisando sobre un suelo y caminando en una era de transición. Lo que logremos hacer del cristianismo, puede que defina su destino como modelo para otros sistemas, así lo creo, así lo veo. Considero que ya ha sucedido. Que la concepción del cristianismo en otras eras a definido la evolución de las mismas en muchas ocasiones y creo que hoy muchos podemos ser los responsables y tomar nuestra posición como forjadores, cada quien en lo suyo. Sé que suena iluso, pero creo que hay un grupo de personas distribuidas accidentalmente en muchas regiones de Latinoamérica que están construyendo a su ritmo nuevos modelos de expresión de lo que heredamos como cristianismo, que están abriendo brechas y trazando camino hacia la formación de un mejor escenario; suena iluso, pero he visto a muchos de ellos actuando y he conocido muchos de los avances de otros… Y hoy conocí a uno de los que quizá la historia algún día reconocerá como forjadores de una expresión del cristianismo que pudiera afectar la concepción total de una nueva era.

En la conversación él me recordó que una vez Jesús señaló que “nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres”. Eso me hizo pensar, y sigo pensando. Tal vez no pueda hacerse nada desde adentro de este cristianismo prediseñado y malformado que pretende y ha pretendido instaurar mediante sus doctrinas una realidad inexistente, tan de ficción que podría solo ser una interesante historieta, tal vez sea una pérdida de tiempo intentar adherir a su sistema nuevas intenciones y estructuras para erigir desde su existencia una mejor expresión. Seamos realistas, este cristianismo conocido y pregonado como camino no es aliado de Cristo, más bien parece levantarse como una pared entre la conciencia humana y la obra de Cristo, disfrazándose de mediador para entender a quien se quiso dar a conocer como único mediador. ¿No es acaso una ironía? Y creo que urge demostrarlo, solo como un ejemplo si la obra de Cristo fue la de reconciliar al hombre y hacerlo consciente de su deber de amar sin condición, solo porque amar es parte del “destino humano”, entonces ¿por qué heredamos un cristianismo que parcela sus tierras, que levanta murallas, que se separa “del resto”? Y aun así predica amor, reclama amor, propone amor. Yo no veo a un Cristo cuyos actos fuero incongruentes a sus palabras…

Tal vez, en esta era de transición toque diseñar odres nuevos, nuevas construcciones, sobre nuevas estructuras, preparar el escenario para que luego la historia pueda escribir con libertad el inicio de un nuevo mundo, un nuevo orden… Por qué no, un nuevo hombre… No más cristianismo de historieta.

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