miércoles, 12 de enero de 2011

ALGÚN DIA LO SABRÁS... (A MANERA DE PROLOGO).

Tal vez tarde, así lo pensé al comenzar a escribir; tal vez a tiempo, un rayo de ilusión que atravesó mi alma y me hizo soñar. Soñando la vi tan cerca de mí a través de mis letras, riendo y llorando, con sus ojos cargados de experiencias e imágenes que compiló lejos de mí, pero reunidas en sus ojos apuntaban al alma de mis letras, letras que son mi alma y que hoy, tarde o a tiempo, decidí dejar escapar para jugar con el tiempo y el espacio, y así darle la oportunidad a mi sueño de cruzar al mundo despierto.

Y es que mi mundo no fue el mismo sin ella, ni antes, ni después. A veces pienso que solo existí cuando ella estuvo cerca de mí, fueron buenos aquellos días, tantos que algunas veces soy tentado a pensar que no existió, que solo fue un sueño y que mi vida fue siempre un desastre y la idea de encontrarla mi tormento. Es mi memoria que ya cansada y anciana juega conmigo y yo se lo permito porque a mi edad no es mucho lo que puedo permitirme. Hoy soy solo eso, un anciano, mis ojos también están cargados de imágenes, de fracasos, errores y de logros. Y he aprendido a no lamentar mis errores, ya es tarde para lamentos, a no llorar mis fracasos, tantas lágrimas lloré y ellas no pudieron llevarme de vuelta al pasado para remendar los pasos mal andados, he aprendido que cada logro alcanzado es solo eso: un logro alcanzado. Tal vez perdí el sentido del gusto y no le encuentro sabor a la vida, o tal vez ella era la vida y desde su ausencia no hubo vida.

Nunca fui tan melancólico, pero hoy que la recuerdo y escribo para ella, mi alma suelta las amarras con las que secuestrada estuvo prisionera tan dentro de mí que la perdí de vista y desconozco hoy su aspecto, como también desconozco mis letras. Sé que ella reconocería mi alma, o quiero creer que así sería, me sorprendo al verme iluso soñando con que algún día estas mis letras, lleguen a sus manos y ella al verlas reconozca la historia y me recuerde, quizá nunca me olvidó, como yo nunca la pude olvidar, y mis letras la traigan a mí, o me lleven a ella. Algún día ya es una frase en mi contra, y he recorrido su espacio en el tiempo que me sobró, pero no me queda ya mucho tiempo y sé que tampoco resta mucho espacio. Por eso todo mi esfuerzo, que no es mucho ya, lo dirijo a la culminación de este manuscrito, y voy escribiendo como un sediento atraviesa un desierto con la esperanza de encontrar un charco si quiera donde calmar su sed. Quisiera vivir para alcanzar a verla de nuevo, he comenzado a ver cada día como un milagro al encontrarme despierto en mi cama en cada amanecer y sonrío a veces por la idea de que pudiera ser que el propósito de tan necio milagro sea llevarme hasta ella una vez más.

3 comentarios:

Soledad dijo...

...a veces ese tiempo y espacio son tan peligroso y poco frecuentes que el querer esperar y buscar son tan minimos...y cuando t das cuante que sgues pensando y pensando...t das cuenta al final que vuelves a empezar..con una mente nublada y oscura..divango en el camino mas profundo de lo negativo...

Isa dijo...

¡La verás, la verás! Adelante con tus letras. ;)

GUSMAR SOSA dijo...

Así es Soledad! Veo que ya lo has recorrido!
Gracias Isa!