jueves, 30 de septiembre de 2010

EXPRESIÓN DE LA ANGUSTÍA...

Expresión de la angustia, es lo que soy, existencia que palpable intenta dejar de existir… Voz de un lenguaje, marca de un origen, voz que expresa angustia, angustia de la agonía, que se viste de existencia para que viéndome despiertes…


Soy recuerdos para contarte, que van surgiendo del silencio y brotan en territorio de la nada, donde fue nuestro origen, donde está el río que calma nuestra sed… Y tal vez no lo sepas hoy, pero ese miedo que intentas ocultar mientras lo ignoras, que intentas ignoras mientras silencias, ese miedo que escondes detrás de los miedos que fabricas, que sientes que crece en la oscuridad, y que grita en la soledad, que atormenta tu silencio, ese miedo es nuestra sed…Y esa sed eres tú y soy yo…


Angustia de no reconocernos en el mismo lugar, de no poder darle vida a la muerte que existe en el espacio nuestro, espacio que espera el final de la búsqueda, final que alguna vez fue origen y que hoy es angustia… Y yo sé que estás cerca porque agoniza mi búsqueda, porque grita mi sed porque se ahoga el vacío confundiéndose con la oscuridad…


Voy ahogándome yo, que soy angustia que pronto será oscuridad y abrazado a ti pronto veré el comienzo de nuestros días, días trazados con nuestras manos, manos que esconderán toda la angustia…

SOÑÉ CONTIGO...

Soñé contigo… Sueño bonito… Pesadilla al despertar…


Soñé contigo… Tus ojos lindos reflejaban aquella niñez mía que el tiempo ha secuestrado… Yo podía tocar mi reflejo, en mi sueño me libraste con solo mirarme y sonreír… Llegué cansado al lugar de donde partí, al banco en el que muchas veces, sentado, te observé y allí fui observado por ti…


Y sentado pensaba y calculaba los amaneceres que han transcurrido lejos de allí, y pensé en ti sin querer pensarte, te recordé sin buscar en mi memoria… Te recordé y estabas a mi lado. Reconocí tu sonrisa, la de aquellos días, vestida de presente, fue distinto mi presente mientras soñaba…


Sueño bonito…Y mi mirada perdida jugaba frente a nosotros, escondida mi mirada, tu sonrisa que contaba, mi sonrisa te observaba mientras tu mirada me buscaba, y tú estabas a mi lado, tú siendo mi presente donde el mundo era el pasado, tú dominando mi mundo, yo soñando con el tuyo… Y nuestros ojos se encontraron, mi soledad se abrigó con tu aroma, niñez bonita, aire puro de alma inocente, concierto de sonrisas, tu aroma; me embriagué de aquellos días que hace mucho no respiro, cuando libres como el viento desconocíamos el tiempo…


En un abrazo fundimos dos presentes, dos pasados y sin futuros, porque en los días buenos el futuro no importa y todos mis días buenos fueron uno en mi sueño, y todos los buenos momentos brindaron alegres en un instante… Y me vi corriendo en aquella placita, y te vi jugando en aquellas veredas…


Pesadilla al despertar… Lejos de allí despierto, escondido aun, secuestrado por el tiempo…

AUSENTE SIN TI...

Soy vida en tormentos, soy lejos de ti, soy extremo en la distancia, punto suspendido dentro o fuera del juego de la existencia, existo, lo sé…

Soy sueños dormidos, que a veces despiertan y otras veces se sientan al borde de un abismo, con miedo a sumergirme, con miedo a observarme allí, dentro del olvido que olvida, fuera del recuerdo que a veces recuerdo sin saber por qué…

Soy memoria de nacimientos y muertes, que nada tienen que ver con principios, que no son orígenes, y nada tienen que ver con finales, que no son encuentros…

Soy conciencia que hoy despierta, insomne, soy insomnio del tiempo, pesadilla del espacio.

Soy ausente sin ti, prueba misma de mi existencia, existo, lo sabes… Yo soy el extremo de tu distancia, soy extremo que hoy te mantiene lejos, soy tu intento de ser encontrada mientras yo intento encontrarte…

Soy el vacío que observas cuando me siento observado, soy tu juego y los dos perdidos en este laberinto negamos el final, volvemos a empezar y vamos reconociendo los pasos andados, vamos sintiendo los encuentros vividos…

Sigo siendo vida en tormento, sigo escribiendo como un lamento, buscando el final de mis letras, añorando el descanso entre tus brazos, atormentado por estar despierto y conocer mi origen y mi origen eres tú… Yo ausente sin ti…

SONRÍO PORQUE ESTÁS AQUÍ... (DEDICADO A MIS HIJOS).

Yo sonrío porque estás aquí, un día leerás esto y me recordarás sentado, escribiendo esto, observándote, sonriendo mientras te veo, sonreír. Tal vez recuerdes mis ojos cansados de buscar, pero disfrutando el reposo de tenerte frente a mí, tan cerca que puedo respirar el aire que exhalas con tranquilidad…

Puede que recuerdes estas lagrimas que hoy brotan, no sé que pensarás mañana si hoy giras hacia mí y me ves llorar, pero si algún día me recuerdas llorando teniéndote tan cerca quiero que sepas que lloro porque lamento que mi vida sea tan fugaz, porque junto a ti mi pesa la conciencia del tiempo que siempre será y tal vez yo también pero sometido al tiempo y sus caprichos…

Aun así sonrío, sí, no fue como quise, pero siendo fugaz para qué ofrendarle al tiempo mis lamentos, para qué preguntarle cómo pudo haber sido si tiempo no me responde. Yo aquí voy disfrutando del aire que te rodea, de la magia que hay en tu rostro, de la luz de tu mirada; yo ahora vivo para observarte y grabar tu imagen en mi memoria, en la memoria que trasciende al tiempo, que es parte de sus caprichos, en la memoria que despierta siempre en mí y me habla en lenguajes distintos.

Sonrío porque estás aquí y cuando tú estás a mi lado entiendo que soy fugaz y mi frustración es muda…

SOLO SON SIMBOLOS...

Solo son símbolos, inútiles a veces, sustitutos de sentimientos que brotan de la nada y siendo nada, sin pretender ser, quieren alcanzarte… Te buscan, a pesar del cansancio, cuna de sus nacimientos, sin importar la ausencia, intentan porque en la nada han escuchado el eco de tu voz, te escucharon cantar, lo sé porque a veces brotan con ritmo, al son de una melodía que solo puede ser tuya…

A veces, en silencio, hablan los símbolos, rodeando mi silencio, burlando mi soledad, hablando de ti, hablando de mí, de aquellos días que mi memoria esconde, o de los que me escondo por ser cobarde… Y arde la soledad, llora y el silencio siente dolor… Hay un abismo, lo he visto, un abismo que nos estorba, abismo frágil tal vez, pero se funde entre la luz para mantenerse a salvo, contra él apuntan mis sentimientos y quiero ser valiente para entender que más que un abismo es un puente…

Solo son figuras, dibujos torpes que pretenden traducir un mundo solitario y vacio que aun te espera para que le des color y sentido, para que cantes las canciones que a veces creo escuchar dormido… Yo quiero dormir contigo y que la noche no sea oscura, que las palabras duerman seguras…

En silencio y en soledad, por medio de símbolos imploro por el fin de las palabras y el inicio de aquellos días en los que el lenguaje lo hablaban las miradas…

viernes, 24 de septiembre de 2010

DESIERTO SIN ALMA...

Tu voz es luna silente que atrae mi mirada en las noches vacías y solitarias, es dicha ausente, blanco de mis deseos, rumbo de mis nostalgias… Nostalgias que sin caminos trazados caminan en las noches oscuras observando la luna que coquetea con su mirada mientras desfilan mis recuerdos… Es calma que anhelo, que tranquila y distante yace en un país lejano, así es tu voz…

Tu mirada es paz que no me auxilia, socorro por el que agonizo cansado de esperar… Tu mirada no llega… Es como sol que atrasado o dormido retrasa el amanecer mientras la noche agobiada se rinde y guarda silencio. Noche oscura, escenario en donde juegan mis demonios, miedos, es teatro de sombras que escondidas ríen, cuartel donde se ejercitan mis dudas y trazan estrategias para confundirme, así es la ausencia de tu mirada… Así es la vida sin ti… Así es sin tu voz, sin tu mirada…

Tus caricias, vientos que desde el sur partieron y en los desiertos dispersos se esconden, vientos que no revelan sus caminos… tus caricias son lluvias tardías que aun tardan, que no refrescan las arenas calientes del desierto, que no refrescan mi alma que es desierto…

Ruinas de una ciudad que tú habitaste, espejo hecho pedazos, espejo que una vez guardó tu reflejo, así es la vida sin ti… Y es que sin ti soy desierto, desierto sin alma…

YA NO ESTARÉ MÁS AQUÍ...

Ya no estaré más aquí, me iré lejos, es que ya no soporto estas paredes que dan testimonio de mi torpeza, no las soporto, en ellas hay símbolos trazados que hablan de ti… Intenté borrarlos y no pude, quise ignorarlos y no pude, trato de no recordar sus significados y no puedo, todo mi esfuerzo ha sido inútil…

Estas paredes son murallas que un día te contarán de mis esfuerzos, susurrarán mis lamentos y tal vez te hablen de mis sueños, aquí encontrarás quizá aun los símbolos que hablan de nuestra historia, lejana y fugaz, historia que hoy apunta contra mi alma y lanza llamas que me hieren aquí… Tal vez encontrarás cenizas de un hogar que pudo ser, donde pudimos ser, cenizas que resultaron del incendio que provocó tu indiferencia, tu partida, tu adiós…

Aquel incendio ahuyentó mi alma, burló mi coraje, pero no derribó las paredes, ni borró los símbolos, y yo fui guardián de ellos, guardián por temor a saltar las paredes, fui preso de una celda del infinito tiempo y desde aquí vi desfilar duendes verdes llamados posibilidades, musas rosas llamadas oportunidades, diosas azules llamadas libertades… Hasta hoy solo fui testigo detrás de estas paredes, pero hoy me marcho sin nada en los bolsillos, luchando contra mi memoria… Si decides regresar no estaré aquí…

viernes, 17 de septiembre de 2010

TAL VEZ TÚ ENTIENDAS...

Es difícil de explicar, pero tal vez tú lo entiendas, sino lo entiendes entonces entiendo que así debe ser… Ni el tiempo ni el espacio ha logrado borrar mi sed, tiempo parece estar molesto conmigo, no sé si es por mi alma, no tengo culpa de no tenerla, no tengo culpa de su decisión de volar lejos e intentar encontrarte… Tiempo me ve envejecer, y va marcando mi existencia, ya casi siento que no existo porque cada marca va restándome fuerzas para sentir que existo…

Esta tarde lo supe, yo caminaba, intenté olvidar la existencia del tiempo, intenté olvidar mi propia existencia, ignoré las marcas y me vi desnudo, frente a mí mismo, tal vez me entiendas… Desnudo vi mi origen, y mil puntos, mil escondites, mil veredas… Y cada punto, cada escondite, cada vereda me conducían lejos de ti, supe que camino en un laberinto, un recorrido de tiempo perdido… Aun no logro descubrir en qué punto te perdí, cuándo olvidé mi origen, por qué desafié el tiempo… Son tantos los fracasos, son tantos los desvíos… Pero sigo intentando, aun en contra del tiempo…

Espacio se burla de mí, sigue extendiendo sus fronteras, levantando bosques en las trincheras, borrando caminos para confundir mis pasos… No entiendo por qué se ensaña, yo no escogí tener sed, yo quisiera ser criatura satisfecha, y así no sentir esta necesidad de caminar… No olvido tu nombre a pesar de los espacios en blancos que he atravesado, sigue grabado en algún lugar de mí que desconozco, sigue latiendo con ritmo que me guía, y aun perdido escucho latir tu nombre…

No sé si entiendas lo que digo, yo a veces no sé ni qué decir, ni por qué hacerlo… Yo sueño que tú lees y reconoces mi fe, mi fe ausente, que reconoces mi vida, mi vida perdida… Yo pienso que en algún lugar tal vez estás entendiendo que no hay forma de olvidar, que no existe manera de ignorar, que aun contra tiempo y espacio, que perdido en este laberinto, que inundado en mis errores y caminando por los rincones sigo esperando el momento… Sí, esperando el momento… Tal vez un día me dirás que entiendes…

domingo, 12 de septiembre de 2010

SIGO TEMIÉNDOLE A LA MIRADA DEL VACÍO...

Veo que llueve allá afuera, y es medianoche, sobre mí las cargas de casi treinta años transcurridos, no son mucho, lo sé, pero mientras llueve y pienso voy sintiendo el peso de todo lo que he soltado en el camino…


Así es, hoy me pesan las cargas que no llevo. Y no sé si escribir me ayude, escribo casi a diario, intento plasmar con metáforas, con palabras simples y conocidas lo que desconozco aun conociendo, lo que en otro lenguaje siento y a veces veo… Le escribo a ella que no termina de llegar, a quien no termino de alcanzar… A ellos, mis hijos, que a veces lejos y otras cerca me tocan, con sus manos o con el recuerdo, con sus miradas o con los destellos que después de un día compartiendo siguen alcanzándome el alma, o despertando esas emociones que algunos dicen son la existencia del alma… Le escribo a ellos, amigos, amigas, que en el camino me tienden la mano, a veces con una simple sonrisa, otras con un abrazo, o con un par de letras: escritas o habladas… Le escribo a mis fracasos, les cambio sus nombres, intento sentarme con ellos mientras les escribo, intento reconciliarme con ellos… A los demonios que rodean mi espacio, que se levantan cuando quiero sentarme y me obligan a desvelarme, no sé si me vigilan ellos o los vigilo yo…


Me pesan las cargas que ya no llevo, unas las he soltado porque lo he decidido, para caminar ligero, otras se han ido sin decir adiós, y hay cargas que no quise soltar pero que fue necesario, al menos eso me digo a mi mismo y hoy lo escribo… No sé si sirva de algo, no siento que sirva, pero no sé hacer otra cosa esta noche, y la lluvia sigue cayendo, escucho cómo choca contra las ventanas, música tal vez, que despiertan mis manos, música sin letra y yo aquí voy cantando con mis manos… Canto la melancolía, que despierta también y observa mis manos, que sangran letras mudas, que no terminan de nacer, sigo siendo cobarde para decirlo todo, sigo siendo inútil para expresarme, sigo temiéndole a la mirada del vacío, esos ojos que son abismos, lagunas secas… Tal vez alguien me entienda, tal vez nadie me entienda… Tal vez yo pueda entender que la sangre no siempre es roja, a veces es negra y cae sobre un papel, a veces se llama letras, y fluye no sé de dónde, pero de dónde sea, ese lugar se desangra mientras las letras fluyen… Que las lágrimas no siempre salen de los ojos, a veces lloran las manos, y gota a gota las manos van perdiendo sentido, tal vez el cielo pierde sentido con cada gota de lluvia…


Nuevo comienzo me espera, lo sé, lo anuncia la lluvia, lo lloran mis manos… Es hora de cruzar la calle en este camino, y nuevas cargas hay que soltar… No me acostumbro aun, no sé si podré acostumbrarme, no entiendo por qué es necesario, no quiero entenderlo, no quiero soltar nada más en este camino; no sé por qué escribir que aun sin acostumbrarme, sin saber si podré, sin entender y sin querer terminaré soltando de nuevo más cargas…


Tal vez mañana caminaré sin quejas, pero sé que aquí estaré de nuevo otra noche, quizá sin lluvias, tal vez sin letras, pero estaré sentado una vez más extrañando un millón de cosas que no volverán a ser, así es, existirán estas noches mientras esté lejos de mi hogar, tal vez un día llegue allí, y estén mis amigos reunidos, también mis hijos, tal vez un día llegue y allí esté ella, espero llegar algún día y estar listo para reconocer que es mi hogar, y brindar, festejar… Es lo que quiero, no ser más forastero, sonreír, tal vez allí me esperen mis cargas, ¿habrá un lugar donde todo lo bueno que solté, donde todo lo bueno que me soltó, aun exista y esperen por mí? ¿Existirá un lugar donde las letras tristes que nadie entiende puedan hablar con tono feliz? A veces creo saber que si existe ese lugar, a veces todo es tan sencillo y fácil… Sigo siendo cobarde para escribirlo todo… Sigo temiéndole a la mirada del vacío…

VIVE EL CIELO DONDE ESTES...

Estuve en Quebrada Honda un día, no fue una visita planeada, estábamos cerca de Aroa en el estado Yaracuy así decidimos subir hasta la montaña y visitar a nuestra familia. Mientras subía la montaña observaba el paisaje, las nubes besando las cimas de las montañas, los árboles creciendo en total armonía, casas de barro, gente sonriendo a nuestro paso y levantando sus manos para saludar, los niños corriendo libres por los callejones que se abren entre la montaña y que unen la existencia de cada quien, el sol que suspendido en el cielo deja ver su resplandor…


Llegamos cerca del mediodía a la cima, y al bajar de la camioneta encontré a mi abuelo frente a su casa, apoyando sus dos manos sobre un bastón gris, con sus ojos perdidos en el horizonte, nos abrazamos y me sometí a su cuestionario, necesario para actualizarse… Me regaló un par de sonrisas, señaló una silla en el interior de su casa y la traje hasta el frente para sentarme a su lado, guardó silencio y dejó de nuevo perder su vista en el horizonte; es corto el horizonte en Quebrada Honda, nunca lo había pensado hasta ese momento, frente a la casa del abuelo está la hacienda de cafetos, no es llana la hacienda, el cafetal yace sobre cerros y más allá del sembradío otra montaña que interrumpe la trayectoria del horizonte. En aquella montaña se dice que pasea un tigre, uno inmenso, legendario, de tal vez mil vidas, que nadie ha podido tocar jamás, cuyas huellas se dejan ver a veces…


Sentado frente a la casa de abuelo, a su lado, mirando hacia el horizonte corto me pregunté por qué le gusta estar sentado allí, por qué no mira hacia su izquierda donde el horizonte es más lejano y la vista se pierde… Abuelo giró hacia mi una vez más y volvió a sonreírme, entonces lo supe, él ni siquiera usaba sus ojos, no importaba la montaña o el horizonte, solo respiraba, solo disfrutaba de la paz, de lo que había, de la compañía de sus nietos que estábamos allí junto a él, sentados, sonreía porque uno sonríe cuando no hay pasado ni futuro, cuando vives el presente y es grato, y siempre es grato reconocer el presente desnudo del pasado o del futuro, uno descubre que se tiene fortuna, porque es una fortuna poder sentarse tranquilo con la compañía de quienes tienen parte de ti, porque es una fortuna estar de paso en un tiempo que no se repetirá, en una vida que no volverá a ser igual… Descubrí que la paz es vivir, simplemente vivir, y vivir es reconocer el presente y disfrutar de lo que hay.

Poco a poco la casa se llenó, tíos, primos, más tíos y más primos… Rostros de alegrías sinceras, exclamaciones, preguntas, respuestas… Nos fuimos en caravana más arriba, a casa de mi tío Cheo, allí más de una docena de primos, todos los Crespos reunidos, y solo necesitamos una mesa y un dominó para darle vida a la tarde, cada quien tenía un cuento, una historia que contar, todos reíamos, no se necesita mucho para reír, solo se necesita ser feliz, y es fácil ser feliz cuando sientes paz, y es fácil sentir paz cuando reconoces el presente, cuando lo vez desnudo, cuando ya el pasado y el futuro están despojados de sus armas.


Pensé en Quebrada Honda como en una fortaleza, donde no entra nada que no sea felicidad y paz, me pregunté por qué el resto del mundo no podía ser así, y lo supe, de nuevo mirando al abuelo que estaba sentado frente a nosotros, una estirpe que existía por él, que conquistó aquel cerro a mediados del siglo pasado para convertirlo en el hogar de los Crespos. No era el lugar sino la gente, pensé que no necesito ser mejor, sino sencillamente reconocerme como había reconocido mi presente frente a aquella montaña. Las horas pasaron y no malgastamos ni un segundo, los abrazos desfilaban al paso de los minutos, las sonrisas también, la vida se hacía buena, cobraba valor, verdadero valor. La niebla lo conquistaba todo, pero sentía la calidez del hogar, en un lugar que está a miles de miles de kilómetros de donde vivo…


Me levanté y me acerqué a mi abuelo que se levantó también para abrazarme y sonreírme, sin emitir palabras, a veces hay que dejar que las almas hablen, lo supe porque escuché su sonrisa decirme un millón de cosas en segundos, el lenguaje del alma es superior al tiempo; la noche se adueñó del lugar, es mucho más oscura la noche en Quebrada Honda, pero no hay temores no despiertan los demonios allí, la noche es parte del día, y permite que los ojos descansen, nadie se preocupa por encender tantas luces, para eso están la luna y las estrellas, para darnos la luz necesaria. Canciones, anécdotas, risas a todo pulmón, flash de cámaras, no tomábamos fotos pensando en guardar parte del pasado para el viaje, es curioso pero no era así, lo hacíamos para jugar con el presente, para tener otra excusa para jugar.

Cerca de la medianoche nos despedíamos, sin tristezas, con esperanza de un próximo encuentro sin pensar en la posibilidad de que no ocurriera, uno a uno desfilaron los abrazos, los besos, creo que abracé a cada uno dos o tres veces, no hubo lagrimas, no hubo lamentos por la despedida, sonreíamos, disfrutar del presente es disfrutar también las despedidas, si es el último momento entonces sintamos la paz del último momento. Nos montamos en la camioneta, y arrancamos, no miré hacia atrás, no era necesario, ya el último momento había respirado.

Mientras bajábamos, conversaba con mi primo, y no pude evitarlo, lo miré sonriendo y le dije que hasta Dios debe sentir envidia por la vida como se vive en Quebrada Honda… Hoy días después, pienso que Ruth tiene razón al decirme que entonces ese debe ser el cielo, y concluyo: vivamos el cielo donde estemos.

QUE PIENSO EN ELLA...

Que pienso en ella, porque ella es todo… Su ausencia da vida a mi pensamiento, que existe porque su espacio está vacío, y el aire que me sobra lo respira mi pensamiento para vivir pensando en ti…


Y voy caminando por las calles, intentando distraerme, cambiando el nombre de las ciudades, dibujando en ellas paisajes distintos, soles que no brillan sino que destellan oscuridad, lunas que no alumbran sino que opacan la noche con nieblas densas que bailan burlándose de la vida y la misma muerte. Y la brisa no se desplaza, se sienta, en las plazas, en las orillas de los mares que no se mueven, que yacen tranquilo mientras el tiempo atado de pie reclama el perfume de sus andanzas, perfume que extraño, perfume en el que está inmerso lo mejor de mi, porque con ella no necesité caminos ni distracciones, porque con ella acepté el mundo y sus ciudades, escenarios de nuestra unión.


Y ella hoy ausente es pensamiento que me miente, a veces creo que está a mi lado, a veces ciega mis ojos y puedo verla, sonriendo aquí a mi lado, dándome reposo con su sonrisa, mirando mi alma con sus ojos lindos, robando de mi alma la ansiedad, espantando las sombras del futuro incierto, que solo existe cuando su ausencia es visible, que s levanta en mi contra para despertar mis miedos pero que a su lado, al lado de ella, es solo un payaso que llora triste.


Yo pienso en ella y espero verla, sigo las huellas de otras vidas, descubro vestigios de otros encuentros, respiro el aire que alguna vez fue de ella y puedo saber que un día no habrá más pensamiento, y entonces será mi paz, porque mi paz es ella, que reconcilia mi pasado con mi presente, y mi presente se hace eterno, porque en sus ojos está mi eternidad, porque a su lado estoy vivo en un presente que está colgado esperando por ella para caminar a su lado...

martes, 7 de septiembre de 2010

¿REALMENTE ES ASUNTO DE DIOS?

Fue lamentable lo que ocurrió, y fue exactamente hoy cinco de septiembre entre las ocho y nueve de la mañana. La doña de aproximadamente sesenta años de edad decidió ir en autobús a Punto Gorda, un pequeño municipio de la Costa Oriental de Lago, ubicado a cuarenta y cinco minutos del Consejo de Ciruma, pueblito en el que ella vivía; en realidad habría ido en carrito por puesto y entonces habría evitado cruzar la intercomunal, el asunto es que no habían carritos en la parada así que se sentó en la plaza un rato y pasó el autobús y se embarcó. La doña no iba sola, pero la sobrina que iba a acompañarla se quedó dormida y ella no quiso esperar a que se hiciera más tarde porque le urgía ver a su hermana que yacía postrada en cama desde hacía días.


El autobús la dejó en la parada de Punta Gorda y del otro lado de la intercomunal estaban algunos sobrinos suyos atendiendo un puesto de comida, ella cruzó la calle sin que ellos pudieran notar su presencia al otro lado hasta que escucharon un impacto y al mirar hacía la avenida vieron el cuerpo de su tía, la doña Rosa, rebotar sobre la calle de asfalto… De inmediato corrieron hasta el cuerpo, una ambulancia del cuerpo de bomberos pasaba por el lugar en ese momento así que sin perder tiempo fue trasladada al hospital de Cabimas al que entró con vida murmurando algunas palabras sin sentido, y al cabo de unos minutos murió.


Diez minutos después de su muerte yo estaba sentado en la Plaza Las Banderas del Consejo de Ciruma, estaba allí porque había decidido caminar un rato por el pueblo y sentarme en ese lugar para pensar en mis próximas decisiones, frente a mí una señora abrazaba a otra y la escuché claramente cuando dijo “tía Rosa murió”. Minutos después supe que se trataba de la doña, madre de un par de amigos míos. Al anochecer supe que ya habían traído el cuerpo al pueblo y fui al hogar de la familia Gutiérrez para apoyarles en su dolor. Al llegar encontré en el patio a todos sentados alrededor de un hombre con una Biblia en su mano, que decía ser pastor cristiano, el tipo sonreía como un loco, y decía cosas como que “los ángeles estaban de fiesta en los cielos por la muerte de la doña” y que él también “se alegraba porque ella estaba en su verdadero hogar”. Pensé en qué diablos podía haber fumado aquel hombre para tener los cojones de pararse frente a los familiares dolidos y decir que habían ángeles haciendo parranda por la misma razón que ellos aquí en la tierra lloraban y querían morir también. Pero lo que me llevó al borde de mi cólera silente fue la frase con la que terminó su discurso antes de hacer su “oración por la fortaleza de los familiares de la doña”, él dijo: “la muerte de la doña Rosa es asunto de Dios”.


Allí está mi problema con quienes se hacen llamar representantes del cristianismo, o “embajadores de Cristo”, allí está mi problema con estas sectas que se hacen llamar cristianas o que no sé si lo son, no soy experto en cristianismo, pero sé que si eso es cristianismo entonces es un asco, un insulto a la esperanza de una mejor expresión humana. Allí está mi problema con los “conceptos heredados que definen al Dios cristiano”, y me jode más la paciencia el hecho de que insistan en llamar a tal concepto “Dios verdadero”. Intentan interpretar lo que desconocen con un “es asunto de Dios”, intentan callar el dolor y reprimirlo con un “es asunto de Dios”, ¿por qué es asunto de Dios? ¿Acaso solo lo dicen porque no pueden entenderlo? ¿Es Dios la respuesta fácil a lo desconocido? ¿Es Dios una respuesta elaborada, prefabricada, todo uso? Hubo un terremoto en Haití: Asunto de Dios; un accidente en las minas de Chile: Asunto de Dios; un fallo en el veredicto a favor de la injusticia: Asunto de Dios. ¿Qué Dios es ese? Tal vez uno que merece mi desprecio, si en realidad existiera.


Yo sigo mi búsqueda, realmente no puedo aceptar a ese Dios prefabricado por religiones, por pensadores que se limitan a respuestas tan dañinas y tontas como “asunto de Dios”. No aceptaré jamás la existencia de un Dios que solo es una herramienta genérica para el hombre, ni siquiera si me ofrece mil cielos con parrandas de ángeles, ni siquiera si me amenaza con mil infiernos de lagos de fuegos que nunca se apagan.

lunes, 6 de septiembre de 2010

HISTORIA DE OTROS TIEMPOS...

Dedicada a ella que es mi hogar... Cuyo nombre es el hechizo que libera mi alma…


Sucedió hace siglos, él caminaba por su desierto, se escondía del tiempo, agonizaba de sed, llevaba vidas agonizando de sed. Por muchas vidas ni la luna ni la brisa se habían asomado por el desierto y la fe se limitaba a sus alrededores, así que él caminaba solo por las arenas, sin luna y sin brisa, sin fe…


Alguna vez pensó que al final del desierto estaba su hogar, había escuchado que un hogar era calido, que allí se encontraba alivio y reposo, que podía respirarse tranquilo, había escuchado que no importaba si el tiempo te alcanzaba en tu hogar, allí eras eterno. Alguna vez la brisa le había dicho que él había nacido para encontrar su hogar, se había sentado a su lado en pleno desierto, él jugaba con las arenas, escribiendo letras que no existían, la brisa sonriendo jugaba también con la arena y de repente sopló fuerte, tan fuerte que la arena tocó el cielo haciendo un camino por donde bajó la luna que también se sentó a su lado, los tres sentados platicaron hasta el amanecer. Luna y brisa le hablaron de ella y antes de irse las dos señalaron las letras que él dibujó en la arena diciéndole que ese era el nombre de su hogar. Luna le dijo que sobre su hogar ella brillaría aun durante el amanecer y brisa que soplaría suave a su alrededor…


Por mucho tiempo supo que al llegar allí ya no tendría más miedo al tiempo, que nunca más lloraría de sed, que allí estaba su identidad… Desde entonces no volvió a ver la luna cerca ni a sentir la brisa a su alrededor, las arenas herían su alma, marcaban su piel, lastimaba su sed… Una tarde lo alcanzó el tiempo y junto al tiempo una tormenta de demonios que amenazaban, señalaban sus fracasos y dibujaban sobre la arena su pasado y frente al tiempo creyó saber que no encontraría su hogar… El tiempo aprovechó su sed y robó su alma; él era solitario y sin alma, sin identidad y sin hogar, sin compañía de la brisa y de la luna…


Una mañana despertó al final del desierto, cuenta la gente de aquel tiempo que brisa y luna lo tomaron mientras dormía y lo llevaron al final del camino… Se despertó frente a un pequeño pueblo, vio niños que corrían alrededor de una fuente y ancianos sentados junto al camino principal de la aldea, jura que vio su niñez sonreírle al entrar al pueblo, y de repente, en pleno amanecer la luna brillaba sobre aquel lugar, y una brisa suave y fresca sopló acariciando sus manos al mismo tiempo que escuchó una voz que preguntaba su nombre, volteó hacia ella y aquella imagen golpeó su sed, ella sonreía y la brisa jugaba con sus cabellos, en sus ojos se reflejaba el resplandor de la luna, en su cuello una cadena de plata sobre la que colgaban siete letras, las mismas que él había escrito sobre la arena del desierto y que ahora, sin alma, no recordaba, ella parecía ser dueña de sus recuerdos, tomó su mano como si lo hubiera esperado por siglos y él sin pensarlo la besó, y aquel besó fue el hechizo que le arrancó su alma al tiempo, al abrir los ojos se reconocieron, se abrazaron y él sintió reposo…

“Eres mi hogar”, susurró a su oído y su sed se calmó… A su lado supo quién era él, y grabó el nombre de ella en su alma, juró encontrarla en cada vida…


Desde entonces, en cada siglo, en cada despertar busco tu nombre, tu imagen, tus besos y abrazos… Desde entonces sé que mi identidad está escondida en ti…

TE EXTRAÑO...

Extraño tu sonrisa, cada noche intento tocar tu aroma en la densa niebla, cada mañana intento escuchar tu mirada en el rocío... Extraño tus besos, cada atardecer intento encontrarte tras los crepúsculos de estos mundos... Te extraño y me pregunto cuánto falta para el final de estos días... A veces creo ver los días perder su aliento, y sonrío pensando que ya agonizan, pero aquí estoy aun extrañándote y viendo los días desfilar frente a mi, presumiendo tu ausencia, mientras soy yo quien pierde el aliento, mientras soy yo quien agoniza…


Creo haberte tenido cerca alguna vez, no lo sé, mi memoria es frágil y ha paseado por tantos mundos escapando de las garras del tiempo, creo haber tocado tus manos, a veces siento que estas cerca y creo reconocer el calor que hay en tus manos, creo recordar las caricias que liberaron mi alma…Creo recordarte, y con dudas sobre mi recuerdo tengo la certeza de que en tus ojos está mi suerte y en tus labios mis mejores días... Anciano y cansado sigo buscando mi suerte, sigo esperando mis mejores días...


Tal vez anciano y cansado te encuentre, cansado y sin fe aun creeré que tu sonrisa puede devolverme la vida, que tus besos podrían sanar las heridas del camino... Sé que en tus ojos está mi suerte, sé que en tus labios mi mejores días... Tal vez anciano y cansado sabré cuándo nacieron los recuerdos que tengo de ti…

sábado, 4 de septiembre de 2010

HACIA UN NUEVO MUNDO...

He intentado encontrar en el olvido una esperanza, una esperanza que me permita olvidar para encontrar mi paz, paz que ahuyente los espejos del pasado que posan frente a mi intentado originar tormentas que me alejan de mi hogar… Y mi hogar eres tú, que hoy ausente te robas mi paz y espantas mi esperanza, tú que presente en mis recuerdos te robas mi sueño y espantas mi olvido…


Hoy camino errante buscando mi hogar, sabiendo que existe porque lo evidencia la paz que no existe, la esperanza que no respira y el olvido que muere en cada intento… Yo pretendo encontrar los rastros que me guíen a ti, mi hogar distante, esperanza que no encuentro, aroma que siento refrescar mi alma, y mientras que ella pasea por los laberintos del olvido sonríe saludando tu aroma, y yo me olvido de mi afán de olvidarte, olvido la esperanza de una esperanza y siento que mi paz es el aroma que respira mi alma…


Y voy viendo las señales, saludo veredas que ya he recorrido, me detengo en lugares ya conocidos, donde antes descansé, y siento el alivio de saber que eres real, que tengo un lugar a donde llegar, que me esperan tus brazos abiertos y tu sonrisa hermosa… Y encuentro mi paz, aun sin llegar encuentro mi paz, paz frágil, que frente a los espejos del pasado se esconde…


Yo quiero llegar a ti, yo quiero el calor de tus brazos, la alegría de tus labios, quiero completar mi alma, y que dancemos juntos frente al amor que ha paseado con nuestras almas… Yo quiero verte posar frente a los espejos del pasado, y que tu mirada perfore en ellos agujeros del futuro, porque solo a tu lado, solo cuando mi futuro camine por las calles a tu lado podré creer en mi futuro…

Y creyendo en mi futuro, caminando a tu lado, respirando del aliento de tu alma, viendo como se hacen pedazos los espejos del pasado y caen frente a ti, entonces construiré un mundo para los dos y las lágrimas que derramamos serán un mar que danza con alegría, con la alegría de tus labios, y nos sentaremos a contemplar su danza, frente a una fogata que se enciende con el calor de tus brazos, mientras la vida sonriendo pasea frente a nosotros jugando con la brisa de la noche… Y allí junto a los dos, la paz, la esperanza y el olvido se unirán para contemplar nuestro nuevo mundo…

viernes, 3 de septiembre de 2010

CUANDO ESTOS DIAS PASEN...

Cuando estos días pasen, porque pasarán pues no hay eternidad fuera de mí, porque he visto los días desfilar a su fin en muchas vidas, y si hasta hoy me quedan vidas es porque el fin de los días continúa anunciado… Cuando pasen estos días, y queden desnudos por el tiempo, y habiten la isla de sus destinos, entonces tú y yo nos encontraremos, sobre una misma tierra, bajo un mismo cielo… Allí en ese lugar, que hoy espera por los dos, construiremos nuestro hogar, rodeado de aguas que desde el principio corren cantando una canción que es nuestra, hogar dulce que solo puede existir para los dos…

Sabrás que te amé desde aquel principio que hoy no recuerdas, que soy hijo del dolor que nació cuando el tiempo como un rayo trazó su luz entre los dos dando origen al abismo que desde entonces consume mi alma… Sabrás que fui dolor y fui rayo, sabrás que fui luz y desde entonces abismo y que mi alma se aleja de mí para no perderse… Sabrás que te amé antes de la conciencia, antes de que las palabras rigieran al mundo y los lenguajes señalaran caminos; reconocerás en mis ojos las huellas de tu mirada, las pisadas de tu sonrisa marcadas en mi alma…

Sabrás quién fuiste a mi lado, porque de nuevo serás… Luz de un amanecer, luna que adorna las noches, brisa que refresca las tardes; amanecer que anuncia el comienzo, noche cómplice de los secretos, atardecer que se rinde ante el tiempo que con bondad sonríe por los encuentros que sobre la misma tierra y bajo el mismo cielo se toman de la mano para emprender el viaje llamado hogar…

Seremos tiempo perfecto, tiempo que se hace horizonte y escenario del transcurrir de una vida; seremos vida que transcurre rumbo al horizonte. Sabrás quién fui yo a tu lado, amanecer cuya luz viene de ti y sonríe mientras la luz dibuja sombras que ahuyentan demonios tristes, noche que existe para pasear con la luna, atardecer rendido ante la bondad de tu sonrisa…

Cuando pasen estos días seré feliz, hoy me conformo con saber que lo fui, y que hay un camino trazado… Y que hay un lugar esperando… Pasarán estos días, lo sé, yo he visto el final, lo vi escrito en tus ojos y aun lo recuerdo, a pesar de que los vientos recios que nacen en el norte hieren mi memoria…