martes, 15 de diciembre de 2009

SUEÑO QUE TÚ ME SUEÑAS... (Sueño Numero Nueve).

Si un día decides volver al lugar en el que nunca has estado, y desde donde te sueño y te pierdo en cada amanecer, vas a sorprenderte al encontrarte en un lugar que no podrías reconocer, pero sabrías que lo has soñado, que lo has deseado en tu anocheceres cuando, solitaria y cansada, te preguntas mil por qué; cuando, inconforme y frustrada, te niegas a aceptar la realidad como real; cuando, ya decidida a dormir, te asomar a tu ventana con la ilusión de una espera que no pronuncias, de un encuentro que no compartes, pero que anhelas hasta morir.

Y aguarda un poco más, no despiertes aun, pues esta vez soy yo quien pretendo y logro entrar en tus sueños para dejarte una marca que no se borrará mañana cuando despiertes; pensarás en mí, confundida en tu mundo, percibiendo fantasmas de otras tierras que susurran a tu oído posibilidades; creerás en mí, así como yo te he creído, sabrás que soy aunque no esté a tu lado, amarás mi ausencia y odiarás aquello que te hace obviarme en lo cotidiano; jugarás con mi silencio, y esconderás palabras para nuevos anocheceres.

Tengo tantas por decirte, otras tantas que he escrito para ti y quiero leerte, tengo canciones que dibujan tu nombre y cuadro que cantan para ti; esta noche no me alcanzaría, pro soy paciente, después de todo he caminado mucho para llegar a este punto en el que puedo soñar con conquistar tus sueños y hacerme yo en ellos.

He comprendido que siempre habrá tiempo porque tiempo es eterno y no se agota, te diré, creo en el tiempo como lenguaje de alguien e intento aprender su lenguaje, pretendo aliarme al tiempo hasta tenerte aquí de vuelta y más allá de los sueños. Mientras tanto voy haciendo lo propio, lo único que puedo hacer mientras no estás, mientras no estoy, intento modificar, demoler, evolucionar… Es que me estorba el mundo tal cual es, cuando pienso en nuestro encuentro me estorba, no por mí, me estorba por ti… Me estorba porque no es el mundo que sueñas, y ya te he dicho: voy a construir una noche eterna, para que tu sueño sea eterno, y he entendido, hoy, mientras sueño que tú me sueñas, que para ello debo, en primer lugar, construir un mundo donde las noches sean cómodas…