El siguiente post lo publiqué el pasado miercoles 22 de Octubre en TSN, tal vez existan personas que me visitan que aun no conocen ese blog, les invito a visitarlo, mientras tanto los dejo con esto:
¡Tienes que pararte firme delante del Señor y exigirle tu bendición!
¡El Señor está cansado de tu actitud lastimera!
¡Pasa al frente esta noche y recibe lo que él tiene para ti!
Pensé que ya había escuchado suficiente, así que me levanté de mi asiento. No fui el único en hacerlo, la mitad de la congregación se puso en pie y caminó hacia el escenario, yo caminé al lado opuesto.
Mientras salía del local escuché los últimos gritos del conferencista:
¡Levanta tu mano! ¡Reclama tu bendición!
¡Lucha con tu ángel!
¡La victoria depende de ti!
Tomé un taxi que me llevó al hotel. Me senté en la cama, junto a la soledad de la habitación, frente a la ausencia inexistente, pero tan pesada, y al silencio de su voz, con el corazón aun lastimado y mi alma más sedienta. Llevé mis manos a mi rostro y cerré mis ojos, de cualquier forma, abiertos igual eran inútiles…
“Señor no puedo pararme firme delante de ti, al menos no esta noche… Tampoco puedo evitar tan mísera actitud… Derrotado, así me siento. No creo tener nada que reclamarte para mí, es que me cuesta creer que puedas tener una deuda conmigo…No estoy conforme con todo lo que está ocurriéndome, pero no puedo decir que no lo merezco…¿Qué puedo exigirte?Solo puedo implorar tu misericordia y favor. Sí, rogarte, es lo único que puedo hacer. Y si realmente no es la actitud que deseas, nuevamente imploro tu misericordia y favor”.
Abrí mis ojos. No sentí ningún cambio. Pero un pasaje bíblico vino a mi mente y lo busqué de inmediato en mi Biblia para leerlo. No recuerdo cuando fue la primera vez que lo leí, pero sé que antes pudo ser solo una lectura, pero aquella noche en la soledad de una habitación de hotel y lejos e los gritos de un conferencista fue mucho más que una lectura, fue el mismo Dios rompiendo el silencio y sonriéndole a un infeliz ser humano angustiado y confundido…
“Escuchando, he oído, a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tu eres Jehová mi Dios.Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.
¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿No es niño en quien me deleito? Pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová”.
(Jeremías 31:18-20)
15/06/2006.
10 comentarios:
Mi estimado Gusmar, no sé si es sólo una experiencia, un relato, o qué, pero creo que la actitud tomada es la correcta y Dios siempre contesta, como dice el salmo: "al corazón contrito y humillado, no despreciarás tú oh Dios". Y verdaderamente así es, porque quién soy yo para exigirle a Dios, algo de lo cual Él ya está anhelante de dármelo, pero a veces -o muchas veces- somos cabezas duras ¡sigh!.
El Señor te continúe bendiciendo.
con humildad, los ojos nuestros se abren poco a poco a las verdades que dan y son vida
Hola Isa, ya te extrañaba, gracias por los deseos, es mas que un relato, es una vivencia.Saludos.
Cierto, muy sabia la forma como lo dices
Cuántas, cuántas, ¡cuántas! veces me sentí exactamente asi. ¡Tenía tantas ganas de gritar... ¡Ya cállese!
Lamentablemente no tuve el valor de hacer lo mismo, levantarme y salir de allí..., hasta el día que finalmente lo hice para no volver más.
El Señor es fiel, resiste a los soberbios y da gracia a los humildes, a los que se humillan esperando que Él los exalte cuando fuere el tiempo.
Gracias por compartir la experiencia.
Estremecedor. Yo sé que Jesús alzó su voz en ocasiones, pero también sé que Él es el que no quiebra la caña cascada, ni apaga el pábilo que humeare...
Hola Patricia, veo que no estoy solo, bueno ya lo he visto desde hace algún tiempo para acá,Saludos.
Hola Lisi y ese verso me trae a la memoria los escritos de Max Lucado, debes leerlos!!!! jajaja.Saludos.
sé de Dios lo que mi madre me ha enseñado, lo que he escuchado de mi abuela, lo que yo misma he leido y sentido... no veo a Dios con el temor que me dice mi abuela, ni con la devoción que pide mi madre... no le temo a Dios, no le exijo, el tiene sus formas para hacer las cosas y las respeto... y a veces me pregunto quien es.. en otras me comparo con el, en otras lo desconozco.... no se como arrodillarme y pedirle, no creo que Dios nos mida por las marcas en las rodillas, por las laddrimas derramadas, porque al final de cuentas, nos ama.... será a caso que me conformo con eso y respetar su voluntad??... se que lo que hace es por algo, entonces como discreparle... prefiero verlo como mi mejor amigo, como mi complice, como mi alcahuete... prefiero sentirlo en lugar de imaginarlo.... no sé, mi idea de Dios es un poco diferente a lo que las instituciones marcan, yo no sigo las normas que ellas marcan, igual, ni las visito... quizá soy egoista pero prefiero a mi Dios personal, el cual no amerita a un hombre o mujer exigiendome acercarme a el, no me gusta que me regañen, no me gusta que me ordenen... mi Dios es mas sutil y es adorable porque me da la oportunidad de elegir, de vivir o despreciar lo que no quiero, o amar lo que deseo.... mmm se me pasaba, le llamo Dios por ser el termino más común, porque si fuera por mi yo le llamaría universo... azul... delfin.... aire...
Hola Alma, pùes estas hablando de mi Dios, y es cierto, lo llamo Dios tambièn por eso, pero tendrìa mil nombres diferentes para llamarle.
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