… Mientras caminaba se atrevió a argumentar contra aquellas burlas. ¿Acaso las tecnicas aprendidas los últimos dos años no podrían permitirle el éxito en una relación estable? ¿No es ese el verdadero fin del arte de la seducción?
“Ya no eres el mismo de antes… Ahora posees conocimiento. Hasta ahora lo has usado para conquistas pasajeras, pero puedes cambiar la dirección solo debes enfocarte”.
Pasó frente al bar, tal vez ya era la medianoche cuando frente al bar decidió que esa noche no bebería. Siguió caminando la cuadra pendiente y llegó a su casa.
Al entrar a la habitación rememoró cada detalle de aquel encuentro. Se concentró primero en el color de los accesorios que ella llevaba. Él sabe que los colores que una mujer decide llevar van más allá de una combinación de acuerdo a la ocasión, de hecho el criterio de los colores convenientes para alguna ocasión esconde claves que permiten descubrir ciertos rasgos del perfil psicológico de una mujer. Luego recordó el maquillaje de su rostro. Así podría tener cierta idea del grado de auto valorización ante la presión social en su entorno. Es normal ver a una mujer muy bien maquillada en una reunión como aquella, pero más normal es ver mujeres exageradamente maquilladas reflejando así problemas de autoestima, como intentando compensar en la apariencia del rostro la carencia de destrezas sociales, revelando problemas de timidez. Analizó el desempeño de ella y las reacciones durante el abordaje, interpretó su lenguaje corporal.
Sin duda alguna aquella mujer era especial, sencilla y sincera, dulce, con criterios definidos, firme para alcanzar sus metas. Nunca me dijo como lo dedujo pero creyó saber también que ella esperaba con ilusión la llegada del verdadero amor, que deseaba soltar las cuerdas que sujetaban su ternura, que también tenía sed, sed de amar y ser amada, y no por ser víctima de alguna traición, sino porque ella había nacido para amar y solo amando se sentiría completa. Pensó que esa noche ella, acostada en su cama estaría pensando en él, recordando cada palabra que le pronunció, deseando otro encuentro, no una cita, él sabe que ella no es buena reaccionando ante las citas, ella desearía otro encuentro casual. Seguro ella soñaría con una relación en la que pudiera depositar sus ilusiones reprimidas por no haber encontrado un hombre que le brindara confort emocional.
En su habitación pretendió haber vencido a los fantasmas. Pero sintió ansiedad ante la posible decisión de abrirle las puertas al amor, sentía que perdía el control. Casi la una de la mañana, decidió salir y sentarse frente a la calle de espalda a su casa. Encendió un cigarro y lo absorbía como si del humo dependiera su vida.
La batalla aun no había terminado. Los fantasmas solo se habían ausentado un momento, el tiempo suficiente como para mutar la apariencia y cambiar la estrategia…
“¿Crees realmente que mereces ser amado?”
“¿Qué tal si terminas hiriéndola?”
“Ya no eres el mismo de antes… Tus hábitos terminarán venciéndote”.
Sintió que aquellas palabras golpeaban su alma y de inmediato se puso en pie, apoyando su espalda en la pared que cerca su casa…
“Es cierto – reflexionó – ella merece a alguien mejor”.
Y hubo un ganador, y una sentencia desfavorable para él, pero seguro a favor de ella, al menos así lo pensó él.
Casi las 2am, caminó la cuadra de regreso al viejo bar, ya saben para ahogar sus penas.
Eran las 5:15 a.m. cuando pasé frente a la plaza en dirección a la casa de la cultura y nuevamente lo vi sentado, fumando. Me acerqué, apenas me vio sonrió torpemente y me dijo: “¿Quieres escuchar una historia?”… Me senté a su lado…
Ayer supe que ella aun espera su llamada y recuerda con curiosidad que aquella noche mientras él caminaba desde donde estaban los recién casados hasta la salida de la fiesta él le envió un mensaje a su celular, el mensaje solo decía: “tengo un plan”.
“Ya no eres el mismo de antes… Ahora posees conocimiento. Hasta ahora lo has usado para conquistas pasajeras, pero puedes cambiar la dirección solo debes enfocarte”.
Pasó frente al bar, tal vez ya era la medianoche cuando frente al bar decidió que esa noche no bebería. Siguió caminando la cuadra pendiente y llegó a su casa.
Al entrar a la habitación rememoró cada detalle de aquel encuentro. Se concentró primero en el color de los accesorios que ella llevaba. Él sabe que los colores que una mujer decide llevar van más allá de una combinación de acuerdo a la ocasión, de hecho el criterio de los colores convenientes para alguna ocasión esconde claves que permiten descubrir ciertos rasgos del perfil psicológico de una mujer. Luego recordó el maquillaje de su rostro. Así podría tener cierta idea del grado de auto valorización ante la presión social en su entorno. Es normal ver a una mujer muy bien maquillada en una reunión como aquella, pero más normal es ver mujeres exageradamente maquilladas reflejando así problemas de autoestima, como intentando compensar en la apariencia del rostro la carencia de destrezas sociales, revelando problemas de timidez. Analizó el desempeño de ella y las reacciones durante el abordaje, interpretó su lenguaje corporal.
Sin duda alguna aquella mujer era especial, sencilla y sincera, dulce, con criterios definidos, firme para alcanzar sus metas. Nunca me dijo como lo dedujo pero creyó saber también que ella esperaba con ilusión la llegada del verdadero amor, que deseaba soltar las cuerdas que sujetaban su ternura, que también tenía sed, sed de amar y ser amada, y no por ser víctima de alguna traición, sino porque ella había nacido para amar y solo amando se sentiría completa. Pensó que esa noche ella, acostada en su cama estaría pensando en él, recordando cada palabra que le pronunció, deseando otro encuentro, no una cita, él sabe que ella no es buena reaccionando ante las citas, ella desearía otro encuentro casual. Seguro ella soñaría con una relación en la que pudiera depositar sus ilusiones reprimidas por no haber encontrado un hombre que le brindara confort emocional.
En su habitación pretendió haber vencido a los fantasmas. Pero sintió ansiedad ante la posible decisión de abrirle las puertas al amor, sentía que perdía el control. Casi la una de la mañana, decidió salir y sentarse frente a la calle de espalda a su casa. Encendió un cigarro y lo absorbía como si del humo dependiera su vida.
La batalla aun no había terminado. Los fantasmas solo se habían ausentado un momento, el tiempo suficiente como para mutar la apariencia y cambiar la estrategia…
“¿Crees realmente que mereces ser amado?”
“¿Qué tal si terminas hiriéndola?”
“Ya no eres el mismo de antes… Tus hábitos terminarán venciéndote”.
Sintió que aquellas palabras golpeaban su alma y de inmediato se puso en pie, apoyando su espalda en la pared que cerca su casa…
“Es cierto – reflexionó – ella merece a alguien mejor”.
Y hubo un ganador, y una sentencia desfavorable para él, pero seguro a favor de ella, al menos así lo pensó él.
Casi las 2am, caminó la cuadra de regreso al viejo bar, ya saben para ahogar sus penas.
Eran las 5:15 a.m. cuando pasé frente a la plaza en dirección a la casa de la cultura y nuevamente lo vi sentado, fumando. Me acerqué, apenas me vio sonrió torpemente y me dijo: “¿Quieres escuchar una historia?”… Me senté a su lado…
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12 comentarios:
SALUDOS Y BENDICIONES EN CRISTO JESUS.! DESDE CHULUCANAS, PERÚ.
ENLACEMOS NUESTRO BLOGS..!!!
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Ok ya estaré visitando tus sitios.
ESAS HISTORIAS... NO ME PARECE UN FINAL TRISTE, DE HECHO PIENSO QUE NO ES EL FINAL............ ADMIRO A LOS QUE SE ATREVEN A AMAR, NACER PARA ELLO Y LO LUCHAN HASTA EL FINAL........... A ESA HISTORIA LES FALTA MAS.............YA VERAS
Si tambien pienso que eres sumamente romántico. Es una cualidad que no todos los varones poseen, más aún cuando lo plasman en un papel.
Un abrazo.
Claudia
Hola, como todas tus historias esta ha sido muy agradable y deja mucho que pensar.
y SI estoy de acuerdo con Claudia
eres muy romantico ¿ Cuantas mujeres desearian tener un hombre asi?
Miles!!
Nunca cambies!!
besos
P.D.
Pasa a visitarme ya no lo has hecho
Te extraño
Hola Gusmar. Mil gracias por tu visita a mi blog, y dejar tu huella ahí.
Escribís muy lindo. Tu relato me gustó mucho. Deja para pensar algunos aspectos sobre las relaciones humanas ... algo que proecupa mucho en nuestros tiempos.
Te dejo un beso grande.
Nos leemos.
M.L
Hola Nirbeht gracias por pasar, pues yo qwue solo fuí testigo la vi hasta allí...Saludos.
Hola Clauida, gracias.
jajajaja!!! Gracias Lulú, Cuidate.
Hola M.L pues fue un placer pasar por tu blog, muy interesante, ya lo agrego en mi lista, gracias por el beso, un beso de una escritora como tu seguro vale mucho...Saludos.
Bueno, quizás la historia no tiene final triste porque... No tiene final ¿Puede ser? ¿Y si algún día, en aquella plaza, vuelven a cruzarse miradas y vuelve a renacer la esperanza?
Ya sabes, soy de los que piensan que aún queda tiempo para nuevas oportunidades...
:)
Ey mi amigo peregrino, que bueno verle pasearse por acà!
Pues yo espero ser testigo de un mejor final!
Saludos.
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