Dedicado a Maryurys, me debes una historia...
Usted podría encontrarla en un almacén de telas de la ciudad de Cabimas. Es joven, de 21 años, cabello largo y negro, tan negro como sus ojos, su piel blanca, como sospecho es su alma. 1,70 de estatura aproximadamente.
Su nombre es Maryurys. Siempre sonríe y es muy amable, lo cual según he escuchado no es muy común entre las vendedoras de telas.
Ella no esperará a que usted la llame para hacer su orden o manifestar alguna inquietud respecto a la calidad o precio de alguna tela. Sin duda se le acercará a usted y con su linda sonrisa le dirá algo como: “Hola buenos días, me permite ayudarle…”
Como dije, usted puede tropezar con ella o ser atendido por ella en un almacén de telas de esta ciudad, pero yo no. Es que no acostumbro entrar en una tienda de telas, no es que piense que es un lugar al que un hombre no debe entrar, sucede que comprar telas para mí representa una aventura peligrosa, desconozco todo sobre el tema. Así que, no la conocí en un almacén de telas, ni en la ciudad de Cabimas.
Fue el pasado 11 de Octubre. A la 1pm decidí irme al pueblo donde viven mis padres. El día 12 de Octubre Rubia, una amiga, se casaría y me comprometí a ayudarle en la cocina. Sería una boda sencilla, por el civil, y luego una modesta reunión para celebrar. Fui el sábado para llegar a casa de mis padres y descansar un poco, salí de la ciudad de Cabimas preparado para cazar al menos tres historias durante el fin de semana en el pueblo. Llegué a las 3pm aproximadamente, descansé un poco. A las 8pm decidí salir al centro del pueblo y comer en un puesto de comida rápida junto a la plaza bolívar.
En el puesto de comida las mesas estaban ocupadas en su mayoría por parejas adolescentes, muchos de los adolescentes eran aun niños cuando abandoné el pueblo, reconocí algunos rostros. Encontré lugar en una mesa donde estaba ella, sola. Me acerqué y le pregunté si me permitía sentarme junto a ella.
- Lo siento, espero a alguien. Respondió ella.
Le di las gracias y pensé sentarme un rato en la plaza a esperar que alguien desocupara alguna de las mesas, pero antes de darle la espalda me dijo:
- Solo bromeaba, no hay problemas, siéntate.
- Gracias pero prefiero esperar sentado en la plaza, no me agrada tu sentido del humor.
Ella me miró apenada y tan pronto quiso disculparse le dije que yo también bromeaba y me senté.
- Mi nombre es Gustar, no recuerdo haberte visto en el pueblo.
- Soy Maryurys, solo viví dos años aquí, mis primeros dos años de vida y me enteré hace seis meses, desde entonces lo visito con frecuencia. Tampoco te había visto.
- Lo que sucede es que yo viví solamente cuatro años, no fueron los primeros cuatro años de mi vida, pero he estado alejado, desde hace algunos meses acostumbro a venir seguido, los fines de semana.
- Entiendo, yo hago un esfuerzo sobrenatural, trabajo de lunes a sábado de 8am a 4pm en un almacén de telas y de noche estudio Educación Industrial. Había pensado descansar en casa este fin de semana pero mañana se casa una sobrina.
Sospeché que estaba frente a mi primera historia del fin de semana.
- ¿Una sobrina? No me digas, yo no tenía planeado venir este fin de semana pero mañana se casa una amiga que es casi mi hermana.
- Pues quien se casa mañana es mi sobrina aunque la conocí hace seis meses, se llama Rubia.
No me asombré al escuchar el nombre, después de todo salí a cazar una historia junto a la plaza y sabía que podía encontrar cualquier clase de historia. Tras una pausa ella añadió:
- Así que si su amiga casi hermana es Rubia usted es mi casi sobrino… Y no me ha pedido la bendición.
Reí a carcajadas y luego respondí:
- Me caes bien, eres linda, tienes buen humor, comes poco… Tú podrías ser una de mis tías favoritas… El problema es que aparentas menor edad que yo y no le pido las bendición a tías que parecen menores que yo. Las veo más bien como a primas.
En este punto ya habíamos terminado de comer y coincidimos en sentarnos en la plaza para conversar. Nos sentamos de espalda al monumento del Libertador Simón Bolívar, yo con mi cuestionario previamente elaborado durante la cena, y ella con su linda sonrisa y buen humor.
Estuvimos sentados casi una hora, hasta que ella dijo:
- Bueno sobrino rebelde debo irme, seguro mañana nos vemos en la boda de mi sobrina desde hace seis meses que es su amiga casi hermana.
Y cada uno tomó su camino. Ella por la derecha y yo por la izquierda.
Llegué a casa de mis padres creyendo que había cazado una historia, pero me di cuenta que mis preguntas no fueron contestadas, ni tuve tiempo y ocasión para preguntar. Sonreí mientras pensaba que fue ella quien se robó una historia, salí a cazar y fui cazado.
Prometí que al siguiente día, durante la boda, buscaría una revancha, advirtiéndome que debía ser más hábil, convencido que detrás de esa linda sonrisa y buen humor se esconde una buena historia.
Su nombre es Maryurys. Siempre sonríe y es muy amable, lo cual según he escuchado no es muy común entre las vendedoras de telas.
Ella no esperará a que usted la llame para hacer su orden o manifestar alguna inquietud respecto a la calidad o precio de alguna tela. Sin duda se le acercará a usted y con su linda sonrisa le dirá algo como: “Hola buenos días, me permite ayudarle…”
Como dije, usted puede tropezar con ella o ser atendido por ella en un almacén de telas de esta ciudad, pero yo no. Es que no acostumbro entrar en una tienda de telas, no es que piense que es un lugar al que un hombre no debe entrar, sucede que comprar telas para mí representa una aventura peligrosa, desconozco todo sobre el tema. Así que, no la conocí en un almacén de telas, ni en la ciudad de Cabimas.
Fue el pasado 11 de Octubre. A la 1pm decidí irme al pueblo donde viven mis padres. El día 12 de Octubre Rubia, una amiga, se casaría y me comprometí a ayudarle en la cocina. Sería una boda sencilla, por el civil, y luego una modesta reunión para celebrar. Fui el sábado para llegar a casa de mis padres y descansar un poco, salí de la ciudad de Cabimas preparado para cazar al menos tres historias durante el fin de semana en el pueblo. Llegué a las 3pm aproximadamente, descansé un poco. A las 8pm decidí salir al centro del pueblo y comer en un puesto de comida rápida junto a la plaza bolívar.
En el puesto de comida las mesas estaban ocupadas en su mayoría por parejas adolescentes, muchos de los adolescentes eran aun niños cuando abandoné el pueblo, reconocí algunos rostros. Encontré lugar en una mesa donde estaba ella, sola. Me acerqué y le pregunté si me permitía sentarme junto a ella.
- Lo siento, espero a alguien. Respondió ella.
Le di las gracias y pensé sentarme un rato en la plaza a esperar que alguien desocupara alguna de las mesas, pero antes de darle la espalda me dijo:
- Solo bromeaba, no hay problemas, siéntate.
- Gracias pero prefiero esperar sentado en la plaza, no me agrada tu sentido del humor.
Ella me miró apenada y tan pronto quiso disculparse le dije que yo también bromeaba y me senté.
- Mi nombre es Gustar, no recuerdo haberte visto en el pueblo.
- Soy Maryurys, solo viví dos años aquí, mis primeros dos años de vida y me enteré hace seis meses, desde entonces lo visito con frecuencia. Tampoco te había visto.
- Lo que sucede es que yo viví solamente cuatro años, no fueron los primeros cuatro años de mi vida, pero he estado alejado, desde hace algunos meses acostumbro a venir seguido, los fines de semana.
- Entiendo, yo hago un esfuerzo sobrenatural, trabajo de lunes a sábado de 8am a 4pm en un almacén de telas y de noche estudio Educación Industrial. Había pensado descansar en casa este fin de semana pero mañana se casa una sobrina.
Sospeché que estaba frente a mi primera historia del fin de semana.
- ¿Una sobrina? No me digas, yo no tenía planeado venir este fin de semana pero mañana se casa una amiga que es casi mi hermana.
- Pues quien se casa mañana es mi sobrina aunque la conocí hace seis meses, se llama Rubia.
No me asombré al escuchar el nombre, después de todo salí a cazar una historia junto a la plaza y sabía que podía encontrar cualquier clase de historia. Tras una pausa ella añadió:
- Así que si su amiga casi hermana es Rubia usted es mi casi sobrino… Y no me ha pedido la bendición.
Reí a carcajadas y luego respondí:
- Me caes bien, eres linda, tienes buen humor, comes poco… Tú podrías ser una de mis tías favoritas… El problema es que aparentas menor edad que yo y no le pido las bendición a tías que parecen menores que yo. Las veo más bien como a primas.
En este punto ya habíamos terminado de comer y coincidimos en sentarnos en la plaza para conversar. Nos sentamos de espalda al monumento del Libertador Simón Bolívar, yo con mi cuestionario previamente elaborado durante la cena, y ella con su linda sonrisa y buen humor.
Estuvimos sentados casi una hora, hasta que ella dijo:
- Bueno sobrino rebelde debo irme, seguro mañana nos vemos en la boda de mi sobrina desde hace seis meses que es su amiga casi hermana.
Y cada uno tomó su camino. Ella por la derecha y yo por la izquierda.
Llegué a casa de mis padres creyendo que había cazado una historia, pero me di cuenta que mis preguntas no fueron contestadas, ni tuve tiempo y ocasión para preguntar. Sonreí mientras pensaba que fue ella quien se robó una historia, salí a cazar y fui cazado.
Prometí que al siguiente día, durante la boda, buscaría una revancha, advirtiéndome que debía ser más hábil, convencido que detrás de esa linda sonrisa y buen humor se esconde una buena historia.
12 comentarios:
Hola Gusmar!!
Que bello relato, me gustó muchisimo.
Y ya te imagino, sentado junto a ella...
Sabes?? Eres una persona bastante sociable,noble y sincera.
Me agrada enormemente que seas asi.
Un favor
¡¡Nunca cambies!!
besos
bye
Bello...Muy lindo escrito.
Que tengas un bello Fin de semana.
SMuaksssss.
Bendecido tu y tu familia.
Hola Lulu, gracias... Me gusta escuchar historias, y cuando salgo de cacerìa voy con los ojos bien abiertos para escuchar... Aunque esta vez fuì yo el cazado...Saludos.
Hola, gracias, seguro y serà un buen fin de semana, te deseo lo mismo.
Hola,te quedó muy linda como todas las anteriores... ahh y tambien voy aq esperar ese fin de semana..
Chao.. Cuidate...
ok...
Y seguro va a llegar... Como te dije... Me debes una historia...
Es interesante conocer las vivencias de la gente que apreciamos.
Un abrazo mi Bro.
Gracias Orlando, por el aprecio. Es un placer recibir gente de tanto valor, y sobre todo Venezolano!!!jejeje.Saludos mi hermano querido...
Es la segunda vez que entro en tu blog y la segunda historia que leo. Me gusta como escribes, así que, voy ahora mismo a leer más. Que el Señor te bendiga.
Hola Noemí, muchas gracias...Espero que lo disfrutes.Saludos.Dios te bendiga también.
¡Wow, todo un cazador de historias!
Veo que eres un reportero de la vida real, no de esos caza-noticias que retratan solo lo que quieren que otros vean. Un gusto conocerte así, de veras...
Un abrazo
Gracias brother.Saludos.
Publicar un comentario