Estos párrafos que quiero compartir con ustedes los he extraído de mis notas escritas algunos domingos en mi hogar, cada uno ha generado una reflexión, y pretendo unificar cada reflexión para presentar de una forma más entendible mi idea de una nueva forma de hacer sistemas al servicio del hombre… Ya estuve tentado a desarrollar más la idea, pero no quiero extenderme. En mi “obsesión” he introducido muchas de estas ideas en un nuevo proyecto que intento culminar. Gracias por el tiempo que dedican a la lectura de mis intentos de comunicación y encuentros…
“…La historia se escribe con tinta propia, tuerce, genera, produce, esparce. Se revela a la quietud, evoluciona, avanza, arrincona. El hombre, diminuto entre las garras de la historia, es llevado por los vientos que soplan desde más allá de la misma tierra, desde más allá de la naturaleza, intenta sobrevivir, intenta no desaparecer, y mientras el hombre avanza dentro del tiempo inminente, se enfrenta contra las garras de la historia y va caducando dentro del tiempo. No es la evolución enemiga del hombre, es el hombre su propio enemigo y sin saberlo quizá, en su pretensión de control y poder, hace del progreso un instrumento, de la evolución un desvío y de su propia humanidad un objetivo. Y así la historia, que ya ha dado sus pasos muere para seguir renaciendo, y el hombre enemigo de sí mismo convierte la historia en método”.
“…Ha sido la batalla humana de todos los siglos la imposición de sistemas liberales que se originan por la opresión de sistemas conservadores. Y a sido vicio de todos los siglos que el sistema liberador, siendo joven aun, mute a conservador mediante una ortodoxia sutil y le de continuidad a la batalla de todos los siglos. La aparición, nada accidental, de sistemas liberadores revelan los intentos de la historia por dejar ver su trayecto natural y la mutación de estos sistemas a opresores reflejan los causes que parten desde su trayecto natural y que son nombrados progresos aun cuando sus estructuras desmienten sus nombramientos”.
“…Yo veo la historia así como al tiempo, intocable y que todo lo abarca, y la percibo como una forma de expresión de un lenguaje, y soy tentado a creer en la historia como instrumento de búsqueda y comprensión de ese “alguien” a quien los sistemas religiosos, católicos o protestantes, llaman “Dios”. Y sé que es imposible un siglo sin sistemas pero historia y tiempo, y la lucha de la evolución natural de la historia contra el progreso manipulado, nos han dejado ver algunas de las estructuras que deben ser las bases de un sistema natural y a favor de la cuestión humana, que sea útil y no contrario al hombre y su búsqueda”.
“…Y de esta manera pienso que un sistema ha de ser débil, sujeto a la evolución natural, sin pretensión de inmortalizarse como cauce sino más bien abierto a la necesidad de cambios; también debe plantarse como un escenario de dialogo, lo que supone exaltar como cualidad la tolerancia que la ortodoxia intenta silenciar; ha de hacerse percibir como un camino amplio, de innumerables veredas, despojado de pretensiones de poder y control, en el que política, religión y demás subsistemas sean veredas de libertad y no métodos de progresos esclavizadores”.
“…La historia se escribe con tinta propia, tuerce, genera, produce, esparce. Se revela a la quietud, evoluciona, avanza, arrincona. El hombre, diminuto entre las garras de la historia, es llevado por los vientos que soplan desde más allá de la misma tierra, desde más allá de la naturaleza, intenta sobrevivir, intenta no desaparecer, y mientras el hombre avanza dentro del tiempo inminente, se enfrenta contra las garras de la historia y va caducando dentro del tiempo. No es la evolución enemiga del hombre, es el hombre su propio enemigo y sin saberlo quizá, en su pretensión de control y poder, hace del progreso un instrumento, de la evolución un desvío y de su propia humanidad un objetivo. Y así la historia, que ya ha dado sus pasos muere para seguir renaciendo, y el hombre enemigo de sí mismo convierte la historia en método”.
“…Ha sido la batalla humana de todos los siglos la imposición de sistemas liberales que se originan por la opresión de sistemas conservadores. Y a sido vicio de todos los siglos que el sistema liberador, siendo joven aun, mute a conservador mediante una ortodoxia sutil y le de continuidad a la batalla de todos los siglos. La aparición, nada accidental, de sistemas liberadores revelan los intentos de la historia por dejar ver su trayecto natural y la mutación de estos sistemas a opresores reflejan los causes que parten desde su trayecto natural y que son nombrados progresos aun cuando sus estructuras desmienten sus nombramientos”.
“…Yo veo la historia así como al tiempo, intocable y que todo lo abarca, y la percibo como una forma de expresión de un lenguaje, y soy tentado a creer en la historia como instrumento de búsqueda y comprensión de ese “alguien” a quien los sistemas religiosos, católicos o protestantes, llaman “Dios”. Y sé que es imposible un siglo sin sistemas pero historia y tiempo, y la lucha de la evolución natural de la historia contra el progreso manipulado, nos han dejado ver algunas de las estructuras que deben ser las bases de un sistema natural y a favor de la cuestión humana, que sea útil y no contrario al hombre y su búsqueda”.
“…Y de esta manera pienso que un sistema ha de ser débil, sujeto a la evolución natural, sin pretensión de inmortalizarse como cauce sino más bien abierto a la necesidad de cambios; también debe plantarse como un escenario de dialogo, lo que supone exaltar como cualidad la tolerancia que la ortodoxia intenta silenciar; ha de hacerse percibir como un camino amplio, de innumerables veredas, despojado de pretensiones de poder y control, en el que política, religión y demás subsistemas sean veredas de libertad y no métodos de progresos esclavizadores”.
2 comentarios:
Excelentes reflexiones GUsmar, veo que tenemos muchas ideas en común.
Me encantó tu entrada de hoy.
Cariños!
Gracias Sol, espero que podamos un día conversar...
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