miércoles, 4 de noviembre de 2009

PEQUEÑA Y FRAGIL.

Fuiste tú, pequeña y frágil, quien le dio grandeza y fuerza a mi mundo.

Tú y nadie más podría, inocencia y sabiduría, esencia sin vicios. Que sin palabras hablas a mi corazón y me haces cantar cada noche, vivir cada día. Tus ojos me llevan al lugar donde nace la magia y todo es posible. Pequeños tus ojos, firme tu mirada. De ti nada escapa, todo lo mueves, huracán cálido es tu mirada.

Yo me pierdo cuando me miras, me lleno de alegría, de alegría inédita y espontanea, verdadera, de esa que nunca tuve antes de ti que no volvería a vivir sin ti. Te extrañé siempre sin saberte, te quise siempre sin tenerte, y ahora que estás aquí eres la dicha que yo anhelé, que llegó a tiempo, que burló el tiempo. Que se hizo real y vistió de realidad todo cuanto he sido.

Y has venido a ser luz en tinieblas, disipando los enredos que intentan ahogarme. Tú eres mi hogar, ese por el que moría, ese que no sabía, pero que esperaba encontrar, y viniste a mí, dulce hogar donde reposo, donde el descanso es posible, donde soñar es grato. Y soy familia contigo, sin yugos, sin pesos, unidad que no se rompe.

Fuiste tú, pequeña y frágil.

2 comentarios:

Carolina García dijo...

Qué bello y fuerte escuchar a alguien que diga "Tu eres mi hogar".

Otro bello escrito. ¿De dónde sacas tantas palabras Gusmar?.

Saludos!

GUSMAR SOSA dijo...

Hola Caro, uf! esa pregunta m hace temblar.Un abrazo.