jueves, 16 de junio de 2011

DE VUELTA A LA ISLA...

Partió pensando que era la decisión correcta, y dejó detrás de sus pasos una estela de recuerdos que reclamaban el por qué de su partida, intentó ignorarlos, porque los buenos recuerdos duelen cuando uno decide alejarse del presente que fue construido a base de ellos, y no sé por qué, pero es un vicio de muchos alejarse de lo que es tan conocido y familiar, con sueños en la cabeza, sueños que muchas veces terminan siendo pesadillas y que mientras se van alcanzando se miden con los recuerdos que finalmente no pueden ser ignorados y entonces uno se da cuenta que no hay mejor sueño que el ayer compartido con esa gente y esos lugares que se siguen extrañando.

Él tenía sus propios sueños, no muy claros, pero los tenía, así que abandonó la isla que lo vio nacer y jugar en las orillas que daban la bienvenida al mar una y otra vez. Quiso mirar atrás mientras la endemoniada barca se abría paso hacia el horizonte, pero no lo hizo, por temor a darse cuenta que cometía un error, porque a veces la libertad suele ser una dama que te encadena a sus antojos y te lleva a rincones en los que nada puedes hacer con ella. Se aferró a sus sueños, cerró sus ojos a la realidad que abandonaba, y bloqueó de su memoria los rostros de aquellos que eran sinónimo de su infancia y de su adolescencia, porque ya era el momento de ser adulto, eso creemos, que empezar a ser adultos es soltar esa capacidad, la habilidad placentera de ser tontos, y cuando nos damos cuenta ya la piel está coartada por las arrugas de los intentos fallidos. Pero no se encierran los recuerdos detrás de barrotes ni se encadenan, es uno quien se encierra entre el final de aquellos días y un horizonte que parece amplio, pero que no es más que un espejismo que nunca podemos tocar.

Y es que somos tan inconformes, no nos damos cuenta que en nuestra propia isla podemos ser todo lo que quisiéramos ser, y él lo supo, con el pasar los años, mientras se conocía a sí mismo descubría que pertenecía aquel lugar; en las horas agitadas, horas de su desesperación, bastaba recordar las olas del mar golpeando su isla, la brisa naciendo en la arena, el cielo inmenso y altivo, cielo de cuentos, bastaba recordar las manos extendidas de los amigos que saludaban al atardecer, cuando corriendo llegaba a la plaza listo para jugar, bastaba recordar la sonrisa de la niña que lo acompañó hasta la adolescencia y podía besar la paz y la calma que se le escapaba al abrir los ojos. Así que ya lejos de su juventud decidió regresar, y volvió. Bajó de la barca, con los ojos llenos de humedad, y caminó con los pies descalzo, entrando a las veredas que conquistó en su niñez, llegando a la plaza, sorprendido notó que otros llegaban con pies descalzos, que también descendían de barcas porque estuvieron ausentes, y se encontraron allí, extendiendo sus manos llenas de nostalgias, justo al atardecer, “como en los viejos tiempos”, pensó, y río a carcajadas sin vergüenza, por la ironía, porque siendo viejo envejecía también el tiempo joven… Yo apenas era un niño, nacido en aquella isla, porque para mí era una isla, y los escuché hablar de sus historias, los vi llorar de melancolía, jurando no partir jamás si volvieran a nacer en aquel lugar… Hoy lo recuerdo y siento paz al recordar, y quisiera tener el valor para volver, y caminar de nuevo descalzo, recorrer las veredas que fueron mías, y que me bastaban para ser feliz, y llegar a la plaza de mi niñez…

4 comentarios:

mayorista de relojes dijo...

lo importa no es llegar a la meta, sino de que manera, muy buena semana.

Isa dijo...

Mi querido hermano, cuánto siento no haber andado por estos lugares, pero he tenido muchas cosas que recorrer en estos tiempos, pero aquí estoy de nuevo. Y bueno, ¡hay que regresar a la isla y andar descalzos y llegar a la plaza de nuestra infancia!
Feliz recorrido de vuelta!!!!

Contrataciones de Artistas dijo...

Este es el claro ejemplo de cuando los medios significan mas que el fin... me encanta este blog, cuando la ciudad me enferma y todo parece mecanizado, paso por aca a relajarme un poco!

GUSMAR SOSA dijo...

Gracias mayorista de relojes! Suena extraño agradecer a alguien de esa forma!!!
Isa! que bueno saber que a veces te dejas pasar por aquí.
Contrataciones de Artista, me gustaría saber tu nombre, y gracias por tomar en cuenta este rincón para el descanso!