viernes, 11 de marzo de 2011

SOBRE LA ETERNIDAD...

Estaba escribiendo sobre la eternidad mientras conversaba con ella, y la conversación le dio un giro violento a lo que escribía, borré todo lo redactado porque me hizo pensar en la eternidad de una forma más real, palpable, viva… No se necesitan términos como paraísos o infiernos para hablar de eternidad, no se necesita o así lo pensé hablar de alma, o un más allá. Los últimos acontecimientos, dolorosos, lamentables, comentados en los programas de noticias y demás medios informativos han despertado o generado una serie de polémicas y declaraciones que solo atestiguan en contra de la religión y de las actitudes que se cultivan en sus patios, es inhumano, es muestra de la aberración de las actitudes humanas, utilizar desgracias como recursos para ilustrar creencias e intentar convertir a otros e inducirlos a abrazar ciertas creencias… Tal intención enlaza la eternidad a conceptos como juicios, maldición y otros de los que no quiero hablar.

Conversando con ella pensé en la eternidad como vida, alegría, logros… Tal vez el camino a la eternidad es vivir, es luchar por lograr, es intentar, perseguir el logro de nuestros sueños, ser humanos… Tal vez eternidad es no afectar negativamente a nadie, es servir de ayuda, amar, reír, llorar sin miedo, bailar, disfrutar la lluvia, hacer uso del aire para alimentar la vida propia y así tener aliento para despertar cada mañana y caminar, saludar, abrazar… Tal vez la eternidad sea una reunión con los amigos, brindar por el éxito que alguno alcanzó, celebrar las etapas que van caducando y aquellas que se inician… Puede que la eternidad sea apoyar a quien necesita sostenerse para seguir en pie en sus batallas, puede que sea reverenciar la vejez y la sabiduría, vencer los miedos que nos atan a veces y nos impiden asomarnos por las ventanas de oportunidades que se lanzan cobre nosotros…

Es posible que ser eterno sea vivir, cada día, cada segundo, contemplar y memorizar, e invitar a otros a nuestra memoria, extender las manos al cielo y dar gracias sin importar a quién o a dónde… Respetar, sonreír… Ser solidario… Tal vez ser eterno es desconocer la religión como sistema o escenario de limitantes, quizá abandonar el fanatismo, dejar de pretender ser dueños de la verdad, abandonar la pretensión de adueñarse de un cielo o paraíso y administrar la entrada mediante normas…

Quizá sabremos si somos eternos y si nuestros nombres sobrevivirán a la muerte y seguirán danzando entre los vivos cuando cada día miremos atrás sin deseos de volver porque olvidamos vivir… Tal vez sean los fragmentos de nuestras vidas incrustados en la memoria, en los dichos, en las letras y en el sentimiento de otros los que nos mantengan vivos y nos hagan eternos…

2 comentarios:

Roysa Socorro dijo...

ASI SE LEE LA ETERNIDAD..

GUSMAR SOSA dijo...

Saludos niña linda!