miércoles, 23 de marzo de 2011

ELLA, SIEMPRE ELLA...

Ella eclipsó mis noches con alegría, con la luz de su mirada… Yo que anduve errante en laberintos de oscuridades, fueron oscuros mis días, noches con soles que agonizaban entre las densas tienieblas, fue oscura mi alma que se perdía entre las sombras, fueron tormentas los caminos y huracanes las vías por las que pretendía escapar sin saber de qué, sin saber a dónde…

Fui llevado por mis pasos a la profundidad de laberintos que me alejaron de las salidas… Fui un cobarde, escondido entre las tumbas de los recuerdos que emergen a medianoche, siendo mis días noches sin treguas… Fui criatura que olvidó su origen, temblando de frío porque desnudo anduva, observando la luna lejana, espejismo que se desvanecía y yo sin paz…

Sin sueño, no dormía, pero ella interrumpió mis tormentas y a sus pies los vientos recios jugaron y la noche durmió, los laberintos cayeron y uno por uno sus ruinas se disiparon… Vi su luz y ciegos mis ojos no vieron más los fantasmas que ya no reían, sentí la frescura del amanecer y el nuevo día contó sus historias, tuve descanso en su sonrisa y nací de nuevo, mi origen fue ella, siempre ella, y hoy camino con ella…

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