domingo, 25 de octubre de 2009

YO OFRENDO MI BUSQUEDA Y TU DECIDES.

Sin saber por qué y sin más mínimo interés de saberlo, te busco. Me basta sentir que en algún punto del camino coincidiremos. Me basta confiar en esta sed que jura será saciada en ti. Me basta esta laguna, profunda y seca, ancha, que no ubico en la geografía del alma. Me basta esta ansiedad que danza y juega con mis días.

Me bastas tú, que ausente me atraes.

No es fe, es debilidad, es no poder vivir, realmente vivir, completamente vivir sin ti. Es duda, es cuestionarlo todo porque en todo no estás tu, es no ser conforme a todo porque en todo faltas tú. Es miedo, a que la realidad se defina por siempre con un “sin ti”, miedo a un final sin fin, a destinos suspendidos en la nada.

No es rebeldía u osadía, es solo querer encontrarte, es someterme a la posibilidad de ti, es no comodidad a libertades ficticias, que encadenan. Es rendirme sin ánimos.

Sin saber cómo ni cuál, y sin el más mínimo interés de saberlo, me sorteo entre los caminos; no creo que aquel encuentro dependa de mí: yo ofrendo mi búsqueda, tú decides el momento. Es que no creo en los caminos, solo transito, creo en ti que también caminas y buscas. Creo en nuestro encuentro, que yo deseo y que tú deseas.

Sin saber dónde, y sin el más mínimo interés de saberlo, coincidiremos. El escenario no importa: cielo, mar o tierra, callejones o veredas, calles amplias o angostas. Cuando tropiecen nuestros pasos, cuando decidas o permitas, no tendré miradas para un paisaje, tu eres el paisaje que yo deseo. Tu voz será río de aguas calmadas, tu mirada suave brisa que agita, tu existencia sentida, tocada cerca, bosque virgen con olor a hogar, tu dad cielo extenso y cercano.

No me importa por qué te busco, no sé cómo encontrarte, ni cuál camino tomar, no sé dónde te ocultas, pero sé que yo ofrendo mi búsqueda y tú decides.

3 comentarios:

Ruth Carlino dijo...

Profundo y sincero, como todas tus letras.

Besos.

GUSMAR SOSA dijo...

Hola ninfa! Un abrazo de un guerrero que aun no encuentra camino.

Ruth Carlino dijo...

Creo que alguien dejó granitos de arroz, pero se los comieron los pajaritos, así que sigue buscando guapo.

Besos guerrero.