Dedicado a Beatriz, escrito por la mano izquierda de la otra parte que se sienta frente al mar de Paraguaipoa.
Fue un viernes. Salí a las 3:40am de mi empleo y me antojé de una arepa rellena con pollo. Decidí ir al Terminal de Cabimas, entre las 2am y 4am “el paisa” está justo frente a la parada de “Cabimas-Lagunillas”, ubica sus peroles en una banca de concreto destinada para los pasajeros de la línea, dejando solo una disponible para ellos.
Comer a que “el paisa” es todo un evento, para mí siempre lo es. Uno puede conseguir allí a jóvenes que andan en “rumbas”, a pasajeros que llegan a la ciudad a esas horas, o que simplemente están haciendo escala para continuar su trayecto, hombres y mujeres que esperan a algún familiar, y hasta trabajadores que cumplen horarios nocturnos y salen en la madrugada con antojos de comer arepa, alguno de ellos tal vez con sed de una nueva historia.
Cuando llegué estaba el paisa sirviendo unas arepas, la única banca disponible estaba ocupada por dos mujeres, una de tal vez 26 años de edad y la otra calculé que estaría cerca de los 30, esta última tenía un niño de 5 años sentado en sus piernas. Frente a ellas, de pie y al lado del brazo derecho del paisa, un hombre de unos 35 años de edad con actitud jovial. Detrás del paisa cuatro carros por puesto de la línea ya mencionada. Y frente a él, a espalda de las dos mujeres un auto, un corsa cuatro puertas color azul.
Me paré a la izquierda del paisa e hice mi pedido perturbado por la belleza del rostro de la mujer más joven. Sus ojos eran negros y llenos de misterios, como una noche sin estrellas. Su cabello, exactamente del mismo color de sus ojos, caía sobre sus hombros con una elegancia y soberanía que parecía ver caer la lluvia sobre las montañas. Su rostro definido por líneas delicadas, su piel blanca como la niebla que a las 6pm cubre los cerros de Aroa. Sus labios delgados y definidos, rojos como llenos de vida y poseedores de alma, tan rojos que su brillo me invitaban a ver el amanecer.
- ¿Qué más, amigo? ¿Cómo estuvo el trabajo?
La voz del paisa me recordó el por qué estaba yo allí. Conteste su pregunta e hice mi pedido, decidido a ignorar el rostro de aquella mujer inicié una conversación con el paisa mientras comía. El tema escogido: las elecciones regionales del domingo 23 de noviembre y la interpelación del ex gobernador del Zulia, elegido ahora alcalde de la ciudad de Maracaibo.
De vez en cuando sentía que ella me miraba y en una de esas ocasiones decidí enfrentar mi suposición y la miré encontrándose nuestras miradas por cinco segundos pues ella esquivó mis ojos al sentirlos sobre los suyos. De nuevo me sentí como hechizado por su belleza y está vez imaginé cómo sería su sonrisa, sospeché que quizá podría ser tan cautivante como los cantos de loreley, despertando la conciencia de cualquier alma en pena haciéndole sentir el peso de la miserabilidad de la condición humana y la necesidad olvidad de perseguir una estrella.
- ¿Otra arepa o ya está pesado?
De nuevo el paisa trayéndome al Terminal de Cabimas.
- Así está bien paisa- Respondí y pagué lo consumido.
El hombre frente a las mujeres pagó su cuenta y ella se levantó de la banca y caminó hacia el auto, el corsa azul, apoyando su espalda sobre él como dejando reposar su cuerpo. El niño en las piernas de la otra mujer se levantó y sentándose ahora en las piernas del hombre que se sentó a su lado.
Yo caminé sin pensarlo en dirección al corsa azul, pasé frente a ella y seguí mi camino solo cinco pasos adelante. Me devolví y frente a ella, le dije:
- Hola, ¿no me busco problemas con tu hermano si hablo contigo unos minutos?
Me miró directo a los ojos uniendo sus cejas.
- ¿Por qué dices que es mi hermano? Podría ser mi esposo, de mal carácter, y estarías en líos.
- Él tiene un anillo y ella también- Le dije, señalando a la mujer que ahora estaba de pie frente a su esposo mirándonos a nosotros- y, además, tienes el mismo color de ojos que tu hermano.
Recorrió con su mirada el paisaje frente a ella como aparentando no estar interesada en conversar con un extraño.
- Bien, debo irme- Dije luego de unos segundos. Ella me miró como esperando algo más, yo di la espalda y pensando en que debía decirle lo que sentí al pasar frente a ella decidí voltear de nuevo.
- Mientras comía te observaba, y debo decirte que eres muy linda. Me pregunté por qué no te vi sonreír y hace unos minutos al pasar frente a ti y verte mirando al cielo como buscando las estrellas creo que lo supe, solo quiero decirte que aunque no las veas hoy, ellas están allí; tal vez sientas que no están porque así lo dice tu vista, pero una noche de estas volverás a verlas y sabrás que siempre estuvieron allí.
Ella miró al cielo y luego me miró a mí, sonriendo. “Puedo perseguir una estrella”, pensé. Y luego murmuré:
- No me equivoqué sobre tu sonrisa.
Ella me miró interrogándome con un gesto en su rostro, sin intención de traducir con palabras su pregunta. Y yo no tenía la intención de contestarle.
- Ahora sí, debo irme. Fue un placer.
Antes de dar la espalda ella me dijo:
- Espera, ¿no preguntarás mi nombre?
- No, hoy no. Acostumbro a venir los viernes y sábados a esta hora, un día tal vez volvemos a coincidir y puede que me des tu nombre.
Fue un viernes. Salí a las 3:40am de mi empleo y me antojé de una arepa rellena con pollo. Decidí ir al Terminal de Cabimas, entre las 2am y 4am “el paisa” está justo frente a la parada de “Cabimas-Lagunillas”, ubica sus peroles en una banca de concreto destinada para los pasajeros de la línea, dejando solo una disponible para ellos.
Comer a que “el paisa” es todo un evento, para mí siempre lo es. Uno puede conseguir allí a jóvenes que andan en “rumbas”, a pasajeros que llegan a la ciudad a esas horas, o que simplemente están haciendo escala para continuar su trayecto, hombres y mujeres que esperan a algún familiar, y hasta trabajadores que cumplen horarios nocturnos y salen en la madrugada con antojos de comer arepa, alguno de ellos tal vez con sed de una nueva historia.
Cuando llegué estaba el paisa sirviendo unas arepas, la única banca disponible estaba ocupada por dos mujeres, una de tal vez 26 años de edad y la otra calculé que estaría cerca de los 30, esta última tenía un niño de 5 años sentado en sus piernas. Frente a ellas, de pie y al lado del brazo derecho del paisa, un hombre de unos 35 años de edad con actitud jovial. Detrás del paisa cuatro carros por puesto de la línea ya mencionada. Y frente a él, a espalda de las dos mujeres un auto, un corsa cuatro puertas color azul.
Me paré a la izquierda del paisa e hice mi pedido perturbado por la belleza del rostro de la mujer más joven. Sus ojos eran negros y llenos de misterios, como una noche sin estrellas. Su cabello, exactamente del mismo color de sus ojos, caía sobre sus hombros con una elegancia y soberanía que parecía ver caer la lluvia sobre las montañas. Su rostro definido por líneas delicadas, su piel blanca como la niebla que a las 6pm cubre los cerros de Aroa. Sus labios delgados y definidos, rojos como llenos de vida y poseedores de alma, tan rojos que su brillo me invitaban a ver el amanecer.
- ¿Qué más, amigo? ¿Cómo estuvo el trabajo?
La voz del paisa me recordó el por qué estaba yo allí. Conteste su pregunta e hice mi pedido, decidido a ignorar el rostro de aquella mujer inicié una conversación con el paisa mientras comía. El tema escogido: las elecciones regionales del domingo 23 de noviembre y la interpelación del ex gobernador del Zulia, elegido ahora alcalde de la ciudad de Maracaibo.
De vez en cuando sentía que ella me miraba y en una de esas ocasiones decidí enfrentar mi suposición y la miré encontrándose nuestras miradas por cinco segundos pues ella esquivó mis ojos al sentirlos sobre los suyos. De nuevo me sentí como hechizado por su belleza y está vez imaginé cómo sería su sonrisa, sospeché que quizá podría ser tan cautivante como los cantos de loreley, despertando la conciencia de cualquier alma en pena haciéndole sentir el peso de la miserabilidad de la condición humana y la necesidad olvidad de perseguir una estrella.
- ¿Otra arepa o ya está pesado?
De nuevo el paisa trayéndome al Terminal de Cabimas.
- Así está bien paisa- Respondí y pagué lo consumido.
El hombre frente a las mujeres pagó su cuenta y ella se levantó de la banca y caminó hacia el auto, el corsa azul, apoyando su espalda sobre él como dejando reposar su cuerpo. El niño en las piernas de la otra mujer se levantó y sentándose ahora en las piernas del hombre que se sentó a su lado.
Yo caminé sin pensarlo en dirección al corsa azul, pasé frente a ella y seguí mi camino solo cinco pasos adelante. Me devolví y frente a ella, le dije:
- Hola, ¿no me busco problemas con tu hermano si hablo contigo unos minutos?
Me miró directo a los ojos uniendo sus cejas.
- ¿Por qué dices que es mi hermano? Podría ser mi esposo, de mal carácter, y estarías en líos.
- Él tiene un anillo y ella también- Le dije, señalando a la mujer que ahora estaba de pie frente a su esposo mirándonos a nosotros- y, además, tienes el mismo color de ojos que tu hermano.
Recorrió con su mirada el paisaje frente a ella como aparentando no estar interesada en conversar con un extraño.
- Bien, debo irme- Dije luego de unos segundos. Ella me miró como esperando algo más, yo di la espalda y pensando en que debía decirle lo que sentí al pasar frente a ella decidí voltear de nuevo.
- Mientras comía te observaba, y debo decirte que eres muy linda. Me pregunté por qué no te vi sonreír y hace unos minutos al pasar frente a ti y verte mirando al cielo como buscando las estrellas creo que lo supe, solo quiero decirte que aunque no las veas hoy, ellas están allí; tal vez sientas que no están porque así lo dice tu vista, pero una noche de estas volverás a verlas y sabrás que siempre estuvieron allí.
Ella miró al cielo y luego me miró a mí, sonriendo. “Puedo perseguir una estrella”, pensé. Y luego murmuré:
- No me equivoqué sobre tu sonrisa.
Ella me miró interrogándome con un gesto en su rostro, sin intención de traducir con palabras su pregunta. Y yo no tenía la intención de contestarle.
- Ahora sí, debo irme. Fue un placer.
Antes de dar la espalda ella me dijo:
- Espera, ¿no preguntarás mi nombre?
- No, hoy no. Acostumbro a venir los viernes y sábados a esta hora, un día tal vez volvemos a coincidir y puede que me des tu nombre.
24 comentarios:
Seguro habrá más oportunidades de preguntarle el nombre..
Me gusta como escribes..
Besos muy dulces
Pues sí que eres todo un escritor.
Saludos Gusmar.
ya estoy visualizando el apartado en el que lo pondría! :)
espero tus noticias y luego te cuento!
hasta pronto!
Me encantó cuando dices,
aunque no las veas hoy, ellas están allí.
Que linda sensación me dejaste, besos,
Laura
Hola sirena calida y linda,gracias por pasar.
Isa, mi cybermadre!!!! jajajaja.Saludos.
Febe, ya paso a darte señales de humo, es que he estado en unas cosas...Bueno, ya nos hablamos.
Gracias por los besos Laura, espero te dure la sensaciòn, ya sabes, vale la pena conservarlas.
HOLA GUSMAR:SOY SANDRA Y PARTICIPO EN EL BLOG ALOSPIESDEJESUS.
HOY ENTRÉ AQUÍ POR PRIMERA VEZ, Y ME GUSTÓ MUCHO LA MANERA EN QUE EXPRESÁS TUS PENSAMIENTOS O VIVENCIAS.
NO DEJES DE SEGUIR ESCRIBIENDO MIENTRAS VAS CAMINÁNDO POR EL SENDERO DE TU VIDA, ESE QUE HAN TRAZADO...
SANDRA
A lo último de mi comentario me faltó poner: " No dejes de seguir escribiendo mientras vas caminando por el sendero de tu vida, ese que TE HAN TRAZADO...
cariños gusmar
Hola Sandra, gracias por escribir, tus palabras son motivadoras. Un abrazo.
Gracias chamito, gracias...
Saludos desde la otra mitad, mas blanca que nunca.
Entiendo...Saludos.
Sin duda, las estrellas brillarán, y alumbrarán noches de dolor y preocupación... Mientras, sigue escribiendo, que las letras a veces pueden brillar en la oscura soledad de las noches blancas...
Gracias brother, saludos.
A veces hay que pararse a pensar... y ver las cosas de otra manera, ver aquellas estrellas que cubren las nubes y solo un alma que tiene puede distinguirla...
Algo apenada por el comentario que dejaste en el blog de ISA... Por saludarme y yo vine retarde en la cita de tu cumple... Asi que te devuelvo doble ...
FELIZ CUMPLEAÑOS... FELIZ CUMPEAÑOS... MES DE DICIEMBRE NUESTRO MES Y NUESTRA FIESTA JUNTO CASI CERCA AL SEÑOR; ESO ES UN PRIVILEGIO PARA AMBOS... DIOS TE BENDIGA GRANDEMENTE HOY, MAÑANA Y SIEMPRE... BAY... FELIZ NAVIDAD VENIDERA
Hola, no te preocupes, nada de pena.Gracias.
Tal vez; el azar es caprichoso, o tal vez la oportunidad pasó...
Me gustó, Gusmar.
Un beso
Hola Reina, creo que un día lo sabremos, digo,porque si la encuentro de nuevo nacería una nueva historia.
forma parte de la union literaria mas importante de la web.. haz conocer tu blog y lo que escribes!! y conseguiras visitas..
Union Literaria
Hola Elìas, gracias por el aviso.
para formar parte de la elite.. primero debes registrarte..
luego de eso estaras automaticamente en la elite.. un abrazo hermano.. bonito blog!
Esperenzas, gracias por las esperanzas...
Un abrazo mi amigo.
Igual brother
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