Han pasado algunos días, pero lo he tenido presente y aun la emoción está latente. He dado gracias en secreto, hoy quiero hacerlo público.
Hace día TSN me extendió una invitación para publicar algunos artículos en su espacio, esto para mí ha sido muy importante y motivador. Es una oportunidad para escribir en otro tono, aunque con mi humilde estilo que por cierto luce opcaco en medio de tanto talento. Si no me equivoco fui invitado al mismo tiempo que Guillermo (así que brother te nombro mi hermano mayor en ese mundo, jajaja).
Gracias al equipo de escritores que me reciben en TSN, que le han dado vida a ese lugar con interesantes artículos. Gracias a la niña que me invitó a jugar. Gracias a los visitantes que han comentado mi primer post. A continuación posteo en este lugar mi primer artículo en TSN, y al final encontrarán el enlace para aquellos que aun no han visitado el sitio. Los invito a echarle un vistazo, van a chocar con información redactada por personas con manos talentosas en extremo y con un conocimiento deseable. Disfruten su estadía... Antes de despedirme debo dejar que mi niño pegue un grito que ya no puedo callarle: "¡Soy un hijo de la gran ruta!!!!!!!!
AYER UNA NIÑA LLORÓ…
Dedicado a dos niñas, una de seis años que le dio su amor a este niño, y otra de tres que me ha prestado papel y lápiz para pintar.
Apenas una niña, seis años cuando sus ojos lindos observaron a su padre salir por la puerta para no volver jamás. Seis años cuando su llanto comenzó… Y ayer la vi llorar de nuevo.
Dedicado a dos niñas, una de seis años que le dio su amor a este niño, y otra de tres que me ha prestado papel y lápiz para pintar.
Apenas una niña, seis años cuando sus ojos lindos observaron a su padre salir por la puerta para no volver jamás. Seis años cuando su llanto comenzó… Y ayer la vi llorar de nuevo.
Aun cuando han pasado 20 años y logró recuperar a su padre, sigue doliendo la ausencia paterna en su niñez, siguen doliendo las explicaciones. Y créanme ayer también me dolió, también lloré… Lloré porque la vi llorar, porque la escuché… Escuché a esa niña que ella a los seis años colgó junto a sus muñecas. La abracé mientras, entre llantos, su tierna y herida voz me dijo:
- La iglesia me quitó a mi padre…
No mi niña linda, no fue la iglesia. Yo acariciaba su cabella sin decir nada… Y cubrí su rostro con mis manos, besé su frente. Intenté, inútilmente, secar sus lágrimas.
- Dios no puede darte un padre para luego quitártelo, sea como sea él era mi padre, él es mi padre.
Su voz temblaba y mi espíritu también. Mírame a los ojos niña, sabes que no puedo mentirte, no fue Dios, no el Dios que conozco, Él es amor, y sabe amarte, sabe hacerlo mejor que yo.
Irónico, él mismo año que sus padres dijeron haber conseguido el camino al cielo su padre se marchó de su lado con explicaciones confusas, tal vez muy profundas para una niña de seis años y quizá explicaciones que no eran más que una completa estupidez. ¿Cómo saberlo con certeza cuando se tiene seis años?...
Ella solo entendía que papi no estaba en casa para cuidarla, para peinar su cabello, para contarle historias antes de dormir, para cargarla en sus hombros y pasearla por el hogar. Que no estaba en casa para cantarle su cumpleaños feliz, ya ni eran cumpleaños, solo años que pasaban sin él. La casa estorbaba, el cielo también, y aquel camino que decía llevar al cielo era un infierno sin él.
Aquel año sus padres descubrieron a la luz de la Biblia que la relación que llevaban era adulterio, pues su papá estaba casado con otra mujer cuando conoció a su mamá. Aunque llevaban años unidos no pensaron antes en el matrimonio, eran concubinos y adúlteros. Y a la luz de las lámparas de una construcción a la que llamaban iglesia descubrieron que si alguno de ellos quería “servir” a Dios en el “ministerio” no había otra salida que la separación. Que él se divorciara y se casara con su madre no era una opción válida en aquella congregación ni para la organización que avalaba a la “iglesia”. La separación era lo mejor. Eso decían.
Tras la separación no era conveniente que a su padre lo vieran llegar a casa para visitarla, había que cuidar el testimonio, al poco tiempo su madre era pastora y no convenía que se pensara que era adúltera, eso podía costarle su credencial, su ministerio, y al parecer eso era mucho más importante que el dolor de una niña. Pero no es así mi niña, no lo creas, tu eres más importante…
Y así pasó el tiempo, así se pasó la infancia, pasó la adolescencia. Ella obligada a someterse a la voluntad de una organización, de una directiva, de cuatros paredes que, decían, era la iglesia, a la voluntad de una pastora que una vez fue su madre. Crecía preguntándose por qué diablos tenía que ser parte de una “iglesia” de la cual su padre no podía ser parte, pero ¿A quién le importa las preguntas de una niña de seis años?... A mi cielo, a Dios, sí, al Dios que conozco…
Hubo escasas llamadas, sin que mamá y la iglesia se dieran cuenta. La niña siempre preguntó “papá, por qué no puedo estar contigo”. Pero las respuestas eran profundas, mejor no responder… Qué estupidez.
Aprendió a sonreír sin querer hacerlo… A dar la mano y decir “Dios te bendiga” cuando la vida era una maldición para ella… A aplaudir para que dijeran que adoraba a Dios, aprendió el lenguaje de la iglesia para que mamá demostrara que tenía control sobre su casa, aprendió a callar sus preguntas para que no dijeran que estaba poseída por un espíritu de rebelión… A repetir frases con sus ojos cerrados, total que más daba.
Con el tiempo obtuvo hasta un certificado teológico, fue el logro de tres años y medio de estudios y unos 16 años suprimiendo los deseos de ver a su padre.
Pero 20 años después decidió mandar todo a la basura. Y buscó a su padre, y decidió luchar a muerte contra la religión. Lo abrazó, lo amó. Y su amor rompió todas las mentiras. Su padre lloró y comprendió, pidió perdón, su madre también pidió perdón.
Aun así, ella ayer todavía lloraba, es que aun hay preguntas que la niña hace, porque aun hay lamentos.
Mi niña, ayer yo también lloré cada lágrima tuya, lloré mientras dormías, y fui niño también, al verte rendida cansada de tanto dolor, y este niño gritó mi pregunta en silencio para no despertarte.
¿Podemos llamar iglesia a instituciones que dañan con sus dogmas la inocencia de nuestros niños? Y hablo del niño y la niña que todos llevamos dentro y lucha por conservar la inocencia
Perdonen la pregunta, es que a veces no puedo callar a este niño…
Tomado del blogs http://www.teologiasinnombre.blogspot.com NO DEJES DE VISITARLO!!!!!
14 comentarios:
Ay Gusmar, creo que tienes mucho que aportar en TSN. No había entrado en ese sitio muchas veces. Me enteré que Guille pasó a ser otro hijo de la gran ruta, y pasé a ver el sitio, donde encontré más gente conocida (entre ellos tú), y sin duda, es una hermosa reunión de personas que sé que podéis compartir mucho, y enriquecer nuestro peregrinar... A veces se hace difícil parar para leer, pero siempre hay alguna recompensa en forma de escrito esperando.
Nos leemos, amigo. Un abrazo
Muy bueno tu artículo Gusmar y bienvenido TSN compañero. Saludos
Este artículo me hizo llorar - con mucho disimulo porque me muevo entre los grandes y los fuertes- pero podía imaginar cada lágrima.
Además me hizo recordar unas cuestiones que no comprendo, y bueh...seguimos.
Abrazos desde acá.
Amigo que tremenda realidad pasa y sigue pasando lamentablemente wooo pero que bueno es nuestro gran Dios que no nos olvida y aún te usa a ti para ministrar a otros sigue adelante un abrazo
Gracias peregrino, gracias por las paradas, seguró trataré de tener una recompensa buena siempre por acá, pues tu peregrinaje lo merece. Saludos Brother.
Gracias Claudia, me alegró saber que estas allí... Te leí hace días... Solo que intenté dejar un comentario y no me admitía en ese momento, voy a intentarlo de nuevo. Saludos
Que bueno que copmprendas celeste, y que te permitas llorar. Saludos.
Gracias Patty, si, estoy cerca de algunos hijos de pastores, muy cerca, ya en unos proximos días hablaré de eso en TSN, saludos.
hmmmm yo escribi y no lo veo... se borro! ni modo.. felicitaciones Gusmar! ya meolvide lo que escribi! un abrazo
Uf!!!!!! Saludos Jenny.
jaja, ok, un gusto :)
Saludos Hermano mayor!!!!
SIGUE ADELANTE!..........POR FAVOR ERES GRANDE SOLO QUE NO LO HAS DESCUBIERTO............LLEGARAS DONDE DESEES NADIE PODRA CREERLO, SOLO YO QUE SE Y CONOZCO TU POTENCIAL...
Gracias...
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