jueves, 29 de octubre de 2009

NOCHE DE NOVIEMBRE, QUE YA SE ACERCA....

Esto va dedicado a una niña cuyos ojos son mis noches, cuyas palabras es mi noviembre, cuya alma se asoma, a veces, por estos lados.

Se acerca la noche, sus pasos lentos ya no amenazan… Viene del sur dejado estelas, silente… susurrando secretos al cielo… Bailando una canción alegre que yo no escucho, pero la veo bailar y me contagia su alegría. Noche se detiene sobre mí y me conquista, yo la respiro y la siento. Me siento y ella a mi lado me sonríe, yo amo su silencio… Noche si tú supieras que yo amo tu silencio.

Noche se hace espacio que me rodea, espacio donde me adentro, espacio que me adentra. Suficiente espacio que no sobra ni falta. Nos descubrimos tímidos… ¿Noche cómo te digo?

Ella es mi espacio sin mundos, ella es mi verdad sin argumentos… Noche tú me liberas, me salvas de los dioses que me oprimen, de las mentiras que me distraen. Ella es amor sin reglas, resultados que no dependen de fórmulas. Ella s mi ley contra las leyes. Libertad sin nombres. Palabras nuevas.

Es mi vicio sentirla llegar, es mi juego dejarla partir, y siempre pierdo para encender mi vicio, noche solo contigo pierdo. Noche me habla de colores que se esconden en el sur, esos que mezclados son magias, esos que son la cuna de mi noche. Noche yo amo tu nacimiento, noche yo amo tu magia que traduce todo, que desbarata todo y todo lo esparce.

Noche no te me escapes, vete pero regresa, que yo no te quiero mía, yo solo te quiero, te quiero tuya volviendo, te quiero tuya partiendo. Te quiero aquí sentada, te quiero a la distancia y segura.

En el amanecer yo extraño la noche. Noche si tú supieras cómo, de qué forma, yo te extraño.

miércoles, 28 de octubre de 2009

AMPLIO, INEDITO E INCALCULABLE...

Es amplio, inédito, incalculable. Así es el amor que me movió a ti.

Amplio de otros tiempos, donde esperé paciente, esperanza silente y vestida de tranquilidad cuando moría por encontrarte.

Inédita de otros rumbos, espacios que recorrí observando, con mirada frágil, buscando sin decir nada, intentando que no se descubriera que moría en cada anochecer al sumergirme en ese vacío de preguntas sin respuestas, que nadie sospechara que nacía en cada amanecer a la espera de un encuentro que pensé sería la entrada a un nuevo mundo.

Incalculable, no sometido a formulas, no conformado a esquemas prediseñados vestidos de amores. Si reglas, sin condiciones, sin prioridades.

Nunca puse empeño en sentirlo, ya lo sabes, nunca me concentro tanto, mi único empeño, en lo único que me he empeñado es en la libertad propia, en esquivar los dardos de las rutinas que intentan someterme. Que ironía que mientras corría hacia la libertad me entregué a este amor que me encadenó a tus juegos. Yo extendí mis manos y sin titubear se encadenaron a ti, y mi alma no supo hacer otra cosa más que desearte. Mis ojos frágiles posaron en ti, y fuiste mi horizonte, todo cuanto faltaba estaba en ti. Yo iluso intenté hacer magia y conjuros para atarte a mí.

¿Alguien te ha amado tanto?

¿Sobraba mi amor en tu mundo?

¿Te incomoda la amplitud?

¿Le temes a lo inédito?

¿Es para ti una amenaza lo incalculable?

No entiendo ese juego tonto que practicas, juego que te reduce a nada. No te fíes de mi paciencia, pues ya me canso de estos rumbos, y cuando me decida no volverás a ver ni siquiera mi rastro, m iré por un camino amplio, inédito e incalculable.

martes, 27 de octubre de 2009

VIDA, MARAVILLA Y EXPERIENCIA...

Si hoy estuviera obligado a definir la vida, sería fácil. No creo haber vivido aun lo suficiente; no me considero sabio, de los mortales necios entre los más necios que han caminado, sobre esto que llamamos tierra, debo dar el primer paso adelante y decir presente. Y reconocerlo, en este caso, no es ser sabio, es solo estar cansado de la propia necedad que ahoga y grita entre fracasos y frustraciones. Sin embargo, como un grito de frustración entre el abismo de mis fracasos, hoy puedo decir qué es la vida, o al menos, cuál es la vida, de tantos lugares y momentos que he pisado.

He ambicionado, en su momento, la juventud despertó en mí esa manía de querer conquistarlo todo, arrasarlo todo, y solo logré acabar conmigo mismo. Me he entregado a la resignación, en su momento, creyendo perdido lo que siempre fue mío, lo que nadie, ni siquiera yo, podría arrebatarme jamás. Y me queda la vida, suspendida en un recuerdo que no logro ubicar, tal vez soñado, tal vez esperando por mi.

Les diré qué es, hoy, la vida para mí.

Una mañana frente a aquel lago antiguo, donde antepasados abrazaron la libertad y se aferraron a ella a toda costa, lago de mi niñez y adolescencia alegre. Sentado, bajo el sol que ama, que contempla en silencio, dejándose sentir, pero en silencio, reflejando su magia sobre las aguas tranquilas. Yo, observando tanta quietud y resplandor que opaca. Una mañana blanca, tan blanca que nada escapa. A mi lado ella, tan radiante como el sol que ama, tan linda como el lago antiguo. Ella, maravilla de otro mundo, bondad echa carne y hueso, gracia traducida en alma y sonrisa. De ojos mágicos que desnudan mi ser y ahoga mi existencia que se sumerge en ella para perderse y encontrarse al final de un laberinto. Ella que desenreda mi enigma, que rompe frustraciones librándome de la nada incierta donde me escondí, que tiene mi identidad en sus labios. Identidad que resuelve mi experiencia dándole sentido a mi nombre. Y toma mi mano sonriendo, y soy niño de nuevo,
¡Ay mi niñez! ¡Ay mi vida que es ella!

MI HOGAR, MI TIERRA PROMETIDA.

Es miedo a estar equivocado lo que me mantiene en movimiento, preguntando siempre, inconforme siempre.

Sí, es miedo lo que me da la fuerza. Es fuerza débil que pretende mucho, es miedo fuerte que esquiva todo. Tiemblo ante la idea de perder el momento que espero y en un momento estar esperando perdido. Por eso no me detengo aunque lloren mis pies, aunque tiemblen mis manos.

La paz es triste sin tu fragancia, la alegría duele sin tu presencia, l aire es denso y difícil de respirar, el silencio es amargo y capaz de ensordecer y aniquilar mis palabras, la soledad se viste de multitud, tus recuerdos se reúnen frente a mí y disparan a quemarropa.

No hay treguas, no hay punto muerto, no hay trincheras, no hay hogar. Por eso me muevo, porque tengo en algún lugar de mi memoria el recuerdo de un hogar, sé que hay una puerta que debo cruzar hacia un lugar mejor, donde atado a ti seré libre de los caminos que hoy se hacen anchos. Tomado de tu mano no seré más fuerte, podré rendirme contigo y así descansar. Podré conquistar la tierra que el pasado me ha robado y construir sobre ella nuestro paraíso sin miedo a nada.

Junto a ti, el miedo huirá temblando y sin fuerza, porque de la duda y la melancolía con la que un día se alimentó solo quedará una canción que hablará de ti, y tú entonces serás mi hogar, mi tierra prometida.

SINCERIDAD Y ESPERANZA SIN TI SON DIFERENTES...

Es diferente mi sinceridad, hoy que no estas. Es diferente porque no estas, no es que soy menos sincero o más sincero, soy y es suficiente, soy y la vida sin ti es insuficiente.

Si tú estuvieras aquí la vida tendría colores, colores que pueden mezclarse y con ellos dibujar paisajes grandes, de altas montañas para escalar, de mares profundos para nadar y llegar a nuevas islas, de arenas vírgenes, de árboles que hablan y te cuentan historias antiguas. Con tus colores yo dibujaría paisajes con tres soles, uno radiante que puede contemplarse al amanecer con los ojos cerrados y saber que los días serán buenos; uno de potente esplendor, que se siente al mediodía y te recuerda que estás vivo y otro que puede tocarse al atardecer, mientras se oculta recordando que un nuevo día vendrá.

Si estuvieras aquí diría que la vida tiene tres tiempos, delimitados, definidos, inconfundibles. Diría que tiene un pasado, que se recuerda sonriendo, que no pesa ni espanta, que apunta sin disparar, que se ubica en un lugar sin moverse y se conforma a su lugar; que tiene un presente constante, grato, feliz, que baila al ritmo de una alegría inmortal; que tiene un futuro fácil de calcular, bastaría recordar el pasado y multiplicarlo con el presente.

Pero no estás, y sigo siendo sincero, las montañas han desaparecido y me escondo en una isla fantasma, sin colores, de arenas calientes que queman mis pasos, sin soles, oscura. No hay presentes ni futuros, y en lugar del pasado, lamentos y quejas. Solo algo conservo de aquellos días, cuando fuiste mucho más que ausencia, cuando fuiste deseo cumplido. Solo algo y es la esperanza, que es diferente también, pero es esperanza sincera e inédita, esperanza de que un día vendrás con el color de tus ojos, con la magia de tu mirada que sujeta los tiempos, con el esplendor de tu sonrisa y escucharé de tus labios las palabras con las que construiré una isla para los dos.

NUBES, SONRISA Y ESPERANZA...

Busco entre las nubes tu imagen. Juego tonto al que me humillo, me lo permito porque te extraño, es más grande este hueco hondo que me has dejado que mi empeño de construir realidades. Y te lo agradezco, debo agradecerte pues tu recuerdo siempre viene a salvarme cuando me ahogo entre los mares de estas vidas que me invento sin planearlo, vidas que pretendo sean mi escape, que irremediablemente me llevan a ti porque no estas y te manifiestas como un recuerdo claro y palpable que se desvanece al amanecer.

Al final de cada vida veo el horizonte abrazar mis mundos, entonces observo las nubes preguntándome dónde andarás y cómo sin mí. A veces, creo encontrar tu mirada y sentir esa magia que nace más allá de tus ojos, donde llaman alma, y tu magia me inspira, me pierde, me lleva fuera de mis realidades, donde tu me abrazas como un día creímos, donde sonríes con ese encanto que rompe las cadenas de la melancolía.

Tu sonrisa fue esa nube en la que me colgué las tardes soleadas y permanecí hasta los fríos anocheceres que m abrigaban. Hoy las tardes son frías y las noches soleadas, y busco la magia con la que mi mundo tenía sentido, que me hacía fuerte y ágil, que le daban a mis manos el aliento para vivir.

Ya sabes dónde estoy yo, entre mil caminos espinados, tropezando con mil piedras, nadando entre mares muertos, golpeando la nada. Y no es necesario que te diga cómo estoy yo sin ti. Sin ti es suficiente para explicarlo, sin ti es vacío, es desorden, sin sentido, incompleto que sin ti es sr nada. Sin ti es mirar las nubes y sentir la esperanza de que un día m colgaré de nuevo en tu sonrisa y te lo juro: jamás me soltaré.

lunes, 26 de octubre de 2009

ESTO SOY YO, EN ESTA TARDE...

La vida no se detiene, lo he dicho antes, así lo siento. No hay pausas, ni treguas, corre como un río, incansable desafiando su cauce, intentando desbordarse más allá de donde debe. No reconoce caminos, es como el viento que se esparce a todas direcciones sin ser visto, lo puedes sentir, es cierto, jamás sujetar. No esquiva el destino, y eso, que tanto tememos, eso que nos obligamos a ignorar, es el reposo de la vida.

Hoy tal vez notes mi tono un tanto pausado, tal vez, si me has leído lo suficiente, puedes notar la ausencia de algunas palabras. Siempre llega el momento de las preguntas que creíste muertas y lejos de ti, siempre llega la hora de encarar lo que sabías imposible de esquivar. ¿Por qué ese vicio tonto de engañarnos siempre? ¿Por qué nos alejamos de donde inevitablemente volvemos? ¿Por qué perder el tiempo buscando opciones que jamás serán nuestras?

Tú sabes quién soy, y quién he pretendido ser. Hay un abismo entre el soy y quiero ser, un abismo no profundo ni ancho, solo abismo. Y no es fácil burlarlo, no se trata de construir un puente y caminar sobre él hacia la otra orilla, tampoco de borrarlo y negar su existencia, lo sé, siempre lo supe y hoy lo reconozco. Hay que sumergirse en el abismo, hay que hacerse abismo uno mismo allí adentro, sin querer escapar, sin importar lo que puedas encontrar. Ser constante es un abismo, como lo es la vida, incluso el tiempo… ¿Has visto el tiempo detenerse alguna vez? El tiempo se pierde entre momentos y los momentos no dejan más huellas que esas que llamamos recuerdos, y la forma como lo percibimos, al pasado las huellas de los momentos, le sigue dando vida al tiempo. Así el tiempo toma la forma que le damos, según lo percibimos.

Abismos, tiempos, momentos… Es todo lo que soy esta tarde, he intentando burlarme a mí mismo, esquivarme, alejarme… ¿Has visto mayor estupidez? Pero regreso, después de tanto distraerme perdiendo el tiempo, perdiéndolo, negándome aun a recordarlo o interpretarlo. Pero estoy aquí y mientras me lanzo a ese vacío inmenso, imploro a tu gracia, a esa bondad que hay en ti, en tus ojos lindos y dulce boca, ven y acompáñame, yo te espero.

domingo, 25 de octubre de 2009

YO OFRENDO MI BUSQUEDA Y TU DECIDES.

Sin saber por qué y sin más mínimo interés de saberlo, te busco. Me basta sentir que en algún punto del camino coincidiremos. Me basta confiar en esta sed que jura será saciada en ti. Me basta esta laguna, profunda y seca, ancha, que no ubico en la geografía del alma. Me basta esta ansiedad que danza y juega con mis días.

Me bastas tú, que ausente me atraes.

No es fe, es debilidad, es no poder vivir, realmente vivir, completamente vivir sin ti. Es duda, es cuestionarlo todo porque en todo no estás tu, es no ser conforme a todo porque en todo faltas tú. Es miedo, a que la realidad se defina por siempre con un “sin ti”, miedo a un final sin fin, a destinos suspendidos en la nada.

No es rebeldía u osadía, es solo querer encontrarte, es someterme a la posibilidad de ti, es no comodidad a libertades ficticias, que encadenan. Es rendirme sin ánimos.

Sin saber cómo ni cuál, y sin el más mínimo interés de saberlo, me sorteo entre los caminos; no creo que aquel encuentro dependa de mí: yo ofrendo mi búsqueda, tú decides el momento. Es que no creo en los caminos, solo transito, creo en ti que también caminas y buscas. Creo en nuestro encuentro, que yo deseo y que tú deseas.

Sin saber dónde, y sin el más mínimo interés de saberlo, coincidiremos. El escenario no importa: cielo, mar o tierra, callejones o veredas, calles amplias o angostas. Cuando tropiecen nuestros pasos, cuando decidas o permitas, no tendré miradas para un paisaje, tu eres el paisaje que yo deseo. Tu voz será río de aguas calmadas, tu mirada suave brisa que agita, tu existencia sentida, tocada cerca, bosque virgen con olor a hogar, tu dad cielo extenso y cercano.

No me importa por qué te busco, no sé cómo encontrarte, ni cuál camino tomar, no sé dónde te ocultas, pero sé que yo ofrendo mi búsqueda y tú decides.

TENGO PARA TI...

Tengo para ti una vida aun sin estrenar, planchada, bien vestida, esperando por ti, sentada junto a un río que canta canciones de muchos siglos, un río que no duerme, que corre y nunca llega.

Tengo una noche vestida de luz y esperanza, se oculta entre grandes arboles, no se apura en conquistar el cielo azul, una noche de risas y miradas, de palabras, de recuerdos buenos que construiremos, recuerdos que duermen esperando tu aliento, que quieren mirar tus ojos y reflejar tu alma.

Tengo una historia por escribir, la mantengo oculta, duerme tranquila, es nuestra historia que espera el momento para despertar y andar.

Tengo un camino, no tan estrecho, no tan ancho. Sin nada estorbando, rodeado de un paisaje tuyo, dl color de tus ojos, con el clima de tu alma. Un camino inédito, jamás andado, no hay huellas para seguir, no hay destinos prediseñados, solo amaneceres nuevos y anocheceres contigo.

Tengo un silencio desesperado por escuchar tu voz para expresarse. Tengo l inicio de una guerra, inicio sujeto a tu llegada.

Tengo dentro de mí, la esperanza alegre de nuestro encuentro.

QUÉ ESPERAS...

Mis manos han vaciado sus letras y mi alma su aliento; mis labios agotaron sus palabras y mis ojos sus miradas. Mis pies caminaron hasta cansar. Y aquí estoy: inútil y frustrado.

No sé qué buscar, ni cómo y por qué. No veo horizonte y el cielo se me ha hecho estrecho, no tengo mares donde sumergirme, tampoco bosques para perderme. Se me agotaron los silencios. Me he quedado sin canciones para cantar, sin historias para contar. No me quedan batallas, ni pérdidas o victorias.

Me siento esparcido, atado a libertades amplias, amplias que encadenan. Ya no sé quién soy, no recuerdo cómo fui. Lamentos ríen mientras sonrisas lloran. Gritos se apagan mientras danza la muerte y la vida fúnebre observa tranquila. Lágrimas ausentes susurran sin fuerzas y la dicha, tímida, se clava en la nada justo a mi lado.

Mis ojos ciegos esperan sentirte, mi sangre ya fría aguarda por tu calor. Y me enciendo entre iras, iras sin nombres, y ya no sé si importa. El tiempo se hace espeso, visible, lanza sus dardos. Dardos llamados: recuerdos. Dardos sentidos: nostalgias. Dardos producidos: melancolías.

No sé si entrego o recibo, si comienzo o final. Y sé que no me importa. Si acaso tú eres, si tal vez tú estas, si mis dudas no te detienen, si mi ira no te alarma, si tienes aliento para darme, si careces de límites para no darme, entonces dime qué esperas; entonces dime qué espero.

ERAMOS ADOLESCENTES...

Éramos adolescentes. Ella, llena de magia, de sonrisa inédita, de ojos llenos de vida.

Tierna, porque así s la vida, y ella es vida. Dulce, porque así es el alma, y ella es alma. Frágil, porque así es el tiempo y ella es tiempo.

Yo, siempre moviéndome, desafiando mi vida, silenciando mi alma, luchando contra mi tiempo, eso fui yo: desafío, silencio, lucha. Fui fugaz, ignorando que la vida era para vivirla, que el alma para sentirla y el tiempo para las treguas. Pero ella logró estacionarme, ágil con su sonrisa y capaz con sus ojos.

Paz en un año de calamidades, eso fue ella. Suave brisa entre aires tempestuosos, luz de mediodía en profundas oscuridades nocturnas. Y se internó en mí, con magia y hechizos, lo desafió todo.

Los años pasaron, cargados de caminos, complicando todo a su paso. Y hoy me detengo para saberlo: perdí mi vida, enredé mi alma, desperdicié mí tiempo. Me enredé en trampas sin rastros, me sumergí en océanos muertos, me perdí en encuentros lejanos y distancias cercanas. Hice hondo el vacío.

Éramos adolescentes y hoy la recuerdo, el recuerdo me alcanza, el recuerdo me dice que la vida es tierna, que el alma es dulce, que el tiempo es frágil. Hoy me detengo, me siento al lado del recuerdo y planteo mi tregua… Tal vez se detenga el tiempo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

AUN NO SOY CRIATURA DE ALTURA..

Te diré algo: No le temo a las alturas ni a la muerte, ni a la vida, no le temo a la ausencia, tampoco a la soledad y mucho menos al silencio. No es valentía, lo admito, tal vez sea cobardía extrema, o quizá un sin sentido crónico que padezco porque no estás aquí; cobardía o sin sentido no me permite detenerme y aceptar mis temores.

Pero definitivamente no le temo a las alturas. Sucede que no soy criatura de altura, es cuestión de naturaleza. Yo camino, sí, errante, sin caminos, sin nada sobre mi espalda, sin nada en mis bolsillos. Tomado de la mano derecha del pasado para no olvidar lo que soy, de la mano izquierda del futuro para tomar en cuenta lo que puedo ser, y con los pies sobre las arenas del presente para no confundirme entre lo que soy y lo que puedo ser.

Hoy soy criatura sin ti, mañana seré criatura contigo. Sé que llegará el momento, lo sé, y no siento temor al pensarlo, sé que extenderás tu mano y subiré a tu nube, donde posas alegría y días buenos, donde desfilas gloria y hermosura, desde donde sonríes y me bañas con tu luz, desde donde me miras y enciendes el calor de mi alma. Extenderás tu mano, lo sé, y yo negaré lo que soy dándole otro sentido al pasado, modificando el presente cuando tu mano acerque el futuro a mis pasos. Tal vez entonces sienta el miedo natural que no está en mí, ese miedo a morir, tal vez entonces me sorprenda lo inesperado de la vida, y cada amanecer amenace mis rutinas, sí, tal vez sienta el miedo a vivir, a errar en mis decisiones, ese miedo a saber cada decisión trascendental.

Cuando extiendas tu mano, y yo la tome, podría pasar que le tema a la ausencia, podría pasar que aferrado a ti quiera ser un mago para evitar tu partida y quedar con el amargo sabor de haberte tenido. La soledad se haría un gigante, indeseable, entonces el silencio me estorbaría.

No soy criatura de altura, pero te diré algo: quiero estar donde estás, extiende tu mano y despierta mis temores, extiende tus manos que yo duermo los tuyos.

domingo, 4 de octubre de 2009

DONDE ESTES, ES PARA TÍ.

La razón por la que vivo eres tú.

Donde quiera que estés, tienes que saber que he renunciado a todo lugar por ti. Me he declarado sin pertenencia, me he negado a pertenecer… Por ti.

Donde quiera que estés, llegaré a ti aun cuando borres tus huellas para protegerte del pasado. Yo, sin pasado, sigo el olor de tu esencia aun cuando te niegues a aceptar que sigues siendo tú. Escondo entre mis manos tu aliento, ese al que intentas renunciar.

No importa donde estés y la altura del muro que has levantado para creerte a salvo, tocaré a tu puerta y sabrás que soy yo, lo sabrás y aceptarás que sigues siendo tú, que nunca has dejado de serlo.

Yo soy la prueba de tu existencia y aunque intente negarme a la vida no podría porque existes tú. Me lo dice este vacío profundo que se sumerge en los mares de melancolías que agitados por noches plateadas que arremeten contra los muros que he levantado y me recuerdan quien soy. Me lo dicen mis huellas dibujadas sobre la arena del pasado que no muere, pasado que habla de tu ausencia y apunta hacia la necesidad de buscarte encendiendo la esperanza de encontrarte.

TU ERES LA RAZÓN DE MIS SECRETOS...

Deja que te encuentre, quiero regalarte un pasado para mañana: haré mías tus heridas y en mis manos no existirán más. Tengo un secreto para ti, uno con el que burlarás tus temores, uno con el que los fracasos fracasarán en sus intentos por detenerte.

Tengo un lugar secreto para ti, donde los fantasmas huyen mientras se desvanecen, donde la luz del día alimenta el alma y la oscuridad de la noche aumenta los latidos del corazón: dame tu mano y te llevo. Allí las manos lloran de pura alegría y la vida es dulce.

No te escondas que junto a mí estarás segura, yo daría mi vida para protegerte de la misma muerte, daría mi muerte para que tengas vida. Confía en mí que si hoy soy yo soy por ti, por encontrarte, por revelarte los secretos que he ganado en tantas batallas perdidas.

Deja que te encuentre que hoy, que tengo un sentimiento que tú deseas, lo he guardado para ti, para abrigarte del frío del cansancio que aflige tu espíritu, sentimiento que es fuego, que consume la soledad y le da sentido, que se funde con el silencio y lo viste con palabras, palabras que has escuchado en tus sueños, sueños en los que yo me he asomado para ver si te encuentro.

Déjame ser tu sueño y mantenerte dormida, tengo una canción secreta para arrullar tu intranquilidad, y hacer temblar tu tranquilidad, esa tranquilidad que se roba tus día y te mantiene oculta, déjame encontrarte que tu eres la razón de mis secretos.

sábado, 3 de octubre de 2009

UN NUEVO DÍA YA VIENE...

Con Cariño para la gente soñadora de Costa Rica…

Costa Rica, tierra hermosa, donde la brisa reposa, de historia que aun no terminan. Entre tus calles mis deseos caminan. Costa Rica, nueva al amanecer, linda al anochecer. En tus costas reposa el mar, tierra que me enseñó a soñar.

Eres escenario de mil sonrisas, plaza de mi niñez. Costa Rica no te rindas que yo he visto tu porvenir, tú eres esperanza, tú me invitaste a seguir. Por ti mi corazón canta y mi voz avanza, tú le diste ritmo a mi alma.

No te rindas que yo he visto tu futuro y se acerca la calma, un nuevo día ya viene, costa rica un nuevo día ya viene.

Levanta la mirada que ya amanece, observa el horizonte que te abraza, siente el mar como te arrulla, mira la luna que resplandece: es el porvenir que ya te alcanza. Levanta la mirada y sal a su encuentro, Costa Rica, un nuevo día ya viene.