domingo, 6 de julio de 2008

...TU COMPAÑÍA NO...

Quítame Señor lo que quieras, mis posesiones y posición... Ya he vivido sin eso, podría vivir así de nuevo. Quítame las manos para que no escriba, me dolerá, lo juro, pero viviría. Quítame a quienes me rodean, lloraría, ya he llorado antes.

Hazme entrar en una cisterna, cárcel o cueva, sentiría temor... Ya lo he sentido.

Arráncame los sueños, los encontré en tí, no son míos.

Prívame de mi libertad, al fin y al cabo ya soy prisionero.

Deja que los demonios acechen mi alma, estaría escondida en ti.

Oblígame a irme de esta ciudad, yo no pertenezco aquí; o hazme lisiado de pies, a dónde querría ir.

Hazme sentir la ausencia de la lluvia, se muy bien lo que es la sequía.

Intérname el en el desierto, donde las arenas ya han lastimado mis emociones; entrégame a la confusión, ya ha enmudecido mis labios.

Permite que el pasado me rodee y azote mi espíritu, congela mi corazón hasta que ya no lo sienta latir.

Borra la luna de mi cielo, apaga de un golpe mis estrellas, levanta un viento recio en mi contra, que deshaga mis logro, después de todo no son muchos.

Arrincóname hacia la soledad, deja que el silencio ensordezca mis oídos.

OH Señor, si quieres borra los recuerdos de mi niñez, sería difícil vivir sin ellos.

Muéstrame tu ira, aun en tu ira hay misericordia. Que no fluya tu poder a través de mí, sabes bien que no es mi mayor anhelo...

Pero Señor, te ruego, no me quites tu compañía. Sé muy bien que no la merezco, sé que con mis actos parece que la desprecio... Que no logro dominar por completo esos hábitos que no quisieras ver en mí.

No me quites tu compañía. Déjame saber que éstas, aun cuando guardes silencio y mis ojos no te vean. Yo amo tu silencio, adoro no verte sabiendo que estas aquí. Y si quieres no te dejes sentir, pero no te ausentes. Déjame saber que sigues a mi lado, porque... créeme, no sé vivir sin ti. Si te ausentas no podría luchar, lo que soy, mi naturaleza me esclavizaría para siempre, la amargura desvanecería mi ser. Me perdería, olvidaría por qué soy. No caería en un abismo, yo sería el abismo.

OH mi Señor, hoy me senté solo a decirte, a pedirte, a rogarte, por favor, no me quites tu compañía.

4 comentarios:

Claudia L. dijo...

Hola Gusmar, hasta hoy pude llegar a leerte. Interesante lectura, se queda conmigo en mis reflexiones sobre el matrimonio, la soledad, la vida y la comunión con Dios. Saludos y bendiciones.

GUSMAR SOSA dijo...

Pues que bueno que te sea útil, saludos.

Anónimo dijo...

Gusmar...no hay nada que pueda decir, se me van las lagrimas.

GUSMAR SOSA dijo...

Y ellas dicen mucho, Beatriz.