Solo por esta noche mi Dios, déjame llorar hasta que ya no existan las lágrimas., sabes cuánto duele este dolor.
Permíteme gritar mis quejas, esta noche no habrá quien pueda escucharme; y guarda silencio, es que quiero escuchar el eco de mi temblorosa y desgastada voz, ya casi olvido como suena mi voz.
Atiende mi lamento esta noche, solo tú puedes, nada te alarma. Sé que puedes entenderme, nadie más podría, tú me has conocido.
Deja que el cansancio termine venciéndome esta noche, ya estoy cansado de soportarlo, me duelen los hombros y mi espalda, me duele el alma. Lastimada, así está mi alma por el cansancio.
Quiero pasar la noche de rodillas, ya no puedo seguir en pie, esta batalla ha sido larga, no puedo más.
Dame la oportunidad de rendirme, lo he perdido todo, sabes que es así, permíteme llorar lo que he perdido.
Hoy no envíes a nadie.
Hoy no me cuentes historias.
Hoy déjame encerrado.
No quiero esta noche treguas con mis emociones.
Déjame odiar mis malas decisiones, maldecir el fracaso, despreciar el pasado.
Es que ya la confusión me ha obstinado.
Déjame sentir esta noche, de una vez por todas, ese maldito miedo, quizá sienta lástima y se aleje.
Hazme pensar que será la última noche, cuando caiga este día esconde la luna. Que aparezcan los fantasmas, que gasten hoy sus burlas. Que terminen el azote los prejuicios. Que manifieste la traición los traidores. Que se caigan las máscaras, se que algunos rostros me sorprenderán, pero saldré de la agonía de no saber quién está y quien no.
Hoy quiero recordar hasta olvidar.
Mis brazos pesan, no me hagas levantarlos, no quiero escribir esta noche. Tampoco luchar con tu ángel, mi muslo no aguanta otra herida.
Nada de razones, nada de conocimiento, esta noche mi corazón no admite otra cicatriz, no más lecciones cuando caiga la noche.
Deja que solo lave mis redes, que solo me siente en mi barca... Y aparece al amanecer... Y entonces dame la orden. Te diré que lo he intentado todo, que estoy cansado. Te diré que ya no sé cómo hacerlo, que no tengo ni la fuerza ni el ánimo, ni siquiera motivos. Diré "he decidido dejar la pesca", "no tengo a nadie alrededor que me ayude a hacerlo". Pero tu palabra mantendrá firme tu orden, no la repetirás.
Inclinaré mi rostro y buscaré de nuevo la noche, pero ya será de día.
Suspiraré.
Estaré vacío como para argumentar, como para confundirme, para dudar. Las burlas no se oirán, mi mente cansada no podrá recordar.
Otro suspiro.
Tú seguirás allí, paciente, sonriendo.
Serás mi única esperanza, tu orden todo lo que tendré. Querré llorar, pero no habrá lágrimas.
Sin convicción, pero también sin opción te diré esta vez que la noche fue difícil, pero que solo me queda tu orden... Y allá irá de nuevo la red al mar, un nuevo comienzo, Tú, tu orden y yo.
Y me sorprenderé, como aquella vez, y reiré, como aquel niño que fui y que te encontró. Y volveré a escribir, tendré ilusiones de nuevo. El pasado seguirá existiendo, pero quedará detrás de ti una vez más. En mi corazón habrá lugares para nuevas cicatrices.
OH Dios solo por esta noche déjame esperarte mañana.
Mañana serás para mí más que el Dios de milagros... Para mañana me sentiré más que un siervo. En mí habrá más que temor... Serás Fidelidad y Amor, serás Consuelo y Destino. Me darás un nuevo nombre. Harás del valle de Acor puerta de esperanza. Serás para mí más que Bet-El, serás El-Bet-El. Mañana serás mi séptimo día y encontraré en ti mi reposo. Serás el Dios que me ha hecho olvidar todo mi trabajo, y seré fructífero. No seré más Benoni, pues caminaré de tu mano derecha.
No tendré que chocar contra las piedras para abrirme camino, tú serás mi pastor y abrirás sendas donde no las hay. Y diré de ti que eres el ángel que me guarda desde que yo soy. Y encontraré de nuevo mi lugar. Y subiré a la cumbre del Pisga, no me lamentaré de no pisar la tierra prometida, Tú serás mi tierra prometida.
Mañana no seré más Simón, y sobre mí podrás edificar tu carácter.
Mañana podré conquistar Quiriat-Arba, y la llamaré Hebrón, pues tú serás mi fuerza y mi refugio.
Mi buen Dios, solo por esta noche déjame estar derrotado, en mi derrota pudiera mañana encontrar mi victoria...
Se me agotaron las palabras... Aun no cae la noche y ya comienzo a llorar.
Permíteme gritar mis quejas, esta noche no habrá quien pueda escucharme; y guarda silencio, es que quiero escuchar el eco de mi temblorosa y desgastada voz, ya casi olvido como suena mi voz.
Atiende mi lamento esta noche, solo tú puedes, nada te alarma. Sé que puedes entenderme, nadie más podría, tú me has conocido.
Deja que el cansancio termine venciéndome esta noche, ya estoy cansado de soportarlo, me duelen los hombros y mi espalda, me duele el alma. Lastimada, así está mi alma por el cansancio.
Quiero pasar la noche de rodillas, ya no puedo seguir en pie, esta batalla ha sido larga, no puedo más.
Dame la oportunidad de rendirme, lo he perdido todo, sabes que es así, permíteme llorar lo que he perdido.
Hoy no envíes a nadie.
Hoy no me cuentes historias.
Hoy déjame encerrado.
No quiero esta noche treguas con mis emociones.
Déjame odiar mis malas decisiones, maldecir el fracaso, despreciar el pasado.
Es que ya la confusión me ha obstinado.
Déjame sentir esta noche, de una vez por todas, ese maldito miedo, quizá sienta lástima y se aleje.
Hazme pensar que será la última noche, cuando caiga este día esconde la luna. Que aparezcan los fantasmas, que gasten hoy sus burlas. Que terminen el azote los prejuicios. Que manifieste la traición los traidores. Que se caigan las máscaras, se que algunos rostros me sorprenderán, pero saldré de la agonía de no saber quién está y quien no.
Hoy quiero recordar hasta olvidar.
Mis brazos pesan, no me hagas levantarlos, no quiero escribir esta noche. Tampoco luchar con tu ángel, mi muslo no aguanta otra herida.
Nada de razones, nada de conocimiento, esta noche mi corazón no admite otra cicatriz, no más lecciones cuando caiga la noche.
Deja que solo lave mis redes, que solo me siente en mi barca... Y aparece al amanecer... Y entonces dame la orden. Te diré que lo he intentado todo, que estoy cansado. Te diré que ya no sé cómo hacerlo, que no tengo ni la fuerza ni el ánimo, ni siquiera motivos. Diré "he decidido dejar la pesca", "no tengo a nadie alrededor que me ayude a hacerlo". Pero tu palabra mantendrá firme tu orden, no la repetirás.
Inclinaré mi rostro y buscaré de nuevo la noche, pero ya será de día.
Suspiraré.
Estaré vacío como para argumentar, como para confundirme, para dudar. Las burlas no se oirán, mi mente cansada no podrá recordar.
Otro suspiro.
Tú seguirás allí, paciente, sonriendo.
Serás mi única esperanza, tu orden todo lo que tendré. Querré llorar, pero no habrá lágrimas.
Sin convicción, pero también sin opción te diré esta vez que la noche fue difícil, pero que solo me queda tu orden... Y allá irá de nuevo la red al mar, un nuevo comienzo, Tú, tu orden y yo.
Y me sorprenderé, como aquella vez, y reiré, como aquel niño que fui y que te encontró. Y volveré a escribir, tendré ilusiones de nuevo. El pasado seguirá existiendo, pero quedará detrás de ti una vez más. En mi corazón habrá lugares para nuevas cicatrices.
OH Dios solo por esta noche déjame esperarte mañana.
Mañana serás para mí más que el Dios de milagros... Para mañana me sentiré más que un siervo. En mí habrá más que temor... Serás Fidelidad y Amor, serás Consuelo y Destino. Me darás un nuevo nombre. Harás del valle de Acor puerta de esperanza. Serás para mí más que Bet-El, serás El-Bet-El. Mañana serás mi séptimo día y encontraré en ti mi reposo. Serás el Dios que me ha hecho olvidar todo mi trabajo, y seré fructífero. No seré más Benoni, pues caminaré de tu mano derecha.
No tendré que chocar contra las piedras para abrirme camino, tú serás mi pastor y abrirás sendas donde no las hay. Y diré de ti que eres el ángel que me guarda desde que yo soy. Y encontraré de nuevo mi lugar. Y subiré a la cumbre del Pisga, no me lamentaré de no pisar la tierra prometida, Tú serás mi tierra prometida.
Mañana no seré más Simón, y sobre mí podrás edificar tu carácter.
Mañana podré conquistar Quiriat-Arba, y la llamaré Hebrón, pues tú serás mi fuerza y mi refugio.
Mi buen Dios, solo por esta noche déjame estar derrotado, en mi derrota pudiera mañana encontrar mi victoria...
Se me agotaron las palabras... Aun no cae la noche y ya comienzo a llorar.
8 comentarios:
Es hermoso, melancólico pero esta bellísimo
Un gran abrazo
No me vas a creer, pero a veces pienso que tu y yo hemos pasado (o estamos pasando)cosas muy,pero muy parecidas.
"Hoy quiero recordar hasta olvidar."...si se pudiera,por ahi dicen que el olvido es el recuerdo que no duele,prefiero pensar que los recuerdos cambian de color.
"Tú, tu orden y yo."...aqui amigo mio,no estoy de acuerdo,solo Dios y yo, no hay tal orden,a no ser la del amor,el mandamiento nuevo. Segun lo que he ido aprendiendo en estos ultimos tiempos,esta idea de una "orden" termina convirtiendose en un peso,peso del cual otros tambien se pueden aprovechar para manipularte.Siempre repetire que los frutos nacen,no se hacen.El servicio nace,no se hace,las cosas pre-fabricadas,condicionadas y exigidas,terminan dañando el alma,convirtiendola en una programada-cumplidora de una orden en vez de un hijo acepto en El.Dios ama,y aqui viene la belleza del agape.No ordena,no. Creo que se merece nuestro amor y devocion sinceros, a nosotros nos toca la busqueda de su reino,lo demas viene solo,sea lo que sea.
Un querido pastor y sicologo me dijo a principios de año que no vendiera ni mi vocacion ni mi llamado,pero ese no es un motivo valido para un nuevo comienzo,al menos no para mi.No ando buscando empleo,no se trata de que tengo un super titulo universitario y busco a ver quien da mas por mi servicio,no, me niego que esto sea tan impersonal,tan mecanico.Por eso guarde las redes,piensen lo que piensen,al cabo que yo misma no se que pensar a veces.
Perdona amigo,por comentar tan largo,es este tema a mi me revuelca en gran manera.
Muchos saludos desde mi cueva y gracias por escribir estas historias.
Gracias Alida.
Hola Beatriz, por eso esas noches hacen falta, para que el amenecer renueve nuestros mis conocimientos... Saludos.
Hola Gusmar, no puedo comentar nada porque es tu lamento desde tu cárcel, que sólo tú conoces y sólo tú soportas. Te leo compañero. A seguir adelante.
Me gusta mucho el comentario de Beatriz. Sin haberlo pensado antes, eso mismo que hizo Betty intento hacer yo, abandonarme en Dios, soltar, vaciarme de ordenes y deberes, simplemente ser en Él.
Un abrazo
Me gustó mucho. Sobre todo "Tú eres mi tierra prometida". Eres un poeta, amigo.
Hola Claudia, gracias por tu silencio, y comentario.Saludos.
Keila, ya pesaba tu ausencia, gracias amiga.
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