viernes, 25 de abril de 2008

ESPERO TU REGRESO MI VIEJO AMIGO.

-Acompañame, por favor-. Me dijo apenas abrí la puerta al escuchar su toque.
Sus ojos estaban humedecidos. Sus labios temblaban al hablarme. Reconocí su emoción de inmediato. Parecía ira, pero era dolor.
Salí y nos dirigimos a la plaza cerca de mi casa. En el camino no soltó una sola palabra, y yo no me atreví a preguntar. Siempre he sostenido que en ocasiones el silencio es la mejor palabra.
Llegamos a la plaza. Me senté en uno de los banquillos esperando que él también lo hiciera. En cambio me dio la espalda y metió su mano izquierda en uno de los bolsillos de su pantalon. Sacó una caja de cigarros y un encendedor. Encendió un cigarro.
-Pensé que habías dejado ese tonto hábito-. Comenté sonriendo.
Él dio un giro hacía mí y absorbió una buena porción de nicotina, como si de ella dependieran sus fuerzas.
-¡Ella me engañó!-. Dijo ignorando mi comentario.
Su naríz humeaba, por un momento sentí que estaba frente a un dragón pues sus ojos también parecían encendidos en llamas. Su ira fue proyectada a mi alma a través de su mirada. Aquel fuerte sentimiento me levantó del banquillo impulsivamente.
"Esto no puede ser", pensé indignado como si aquella traición hubiera sido en mi contra.
La llama en sus ojos se fue apagando lenta y dolorosamente por las lágrimas que salían de ellos.
¿Cómo pudo pasar esto?, me pregunté. ¿Por qué? ¿Qué hago? ¿Qué le digo?
Mi amigo había recuperado su matrimonio dos meses atrás. Cinco años de matrimonio fueron quebrados por malas decisiones tomadas por él en torno a ciertas inversiones que lo llevaron a la ruina, quedó tragicamente endeudado. Su esposa le pidió que se fuera de su lado y esto fue lo que realmente lo llevó a una depresión mortal. Buscó abrigo en el alcohol y el cigarrillo. Junto a otros intenté ayudarlo, poco a poco fue venciendo sus temores, emociones negativas, restauró su sistema de creencias, recuperó la esperanza. Nuevas puertas se abrieron para él. Y cuando logró nuevamente el equilibrio, su esposa lo buscó para una reconciliación. Me alegré al saberlo, pero él se mostraba atemorizado. Se había bloqueado ante tal posibilidad. Con un poco de ayuda creyó en la reconciliación y dos meses después tocó a mi puerta para darme esta lamentable y devastadora noticia.
Allí estaba frente a mí, fumando, destruido, llorando. Buscando un por qué, anclando otra vez en sus temores. Y yo enmudecido. Sabiendo que ya era hora de romper el silencio, pero inseguro de mis palabras. Sin embargo, las solté. Y él las escuchó.
-Gracias-. Me dijo con una calma que me asustó. -Debo irme-. Agregó.
-¿Qué harás?-.
-Dejame averiguarlo-. Respondió con una sonrisa forzada.
Aquella mañana lo observé alejarse sin sospechar que sería la última vez que lo vería. A los pocos días intenté localizarlo. Sus esposa me dijo que aquella mañana no volvió. Nadie supo más de él, ni sus padres ni sus hermanas. Y no hay una noche en la que no le ruegue a Dios por su bienestar.
Hoy a pasado un año y quisiera creer que mi amigo conservó sus ganas de vivir. Que ha recuperado el brillo en sus ojos. Que su corazón late con la fuerza de la esperanza. Que sonríe sin esfuerzo... Y por qué no, que ha encontrado un nuevo amor, o tal vez su verdadero amor.
Si tropiezas con uno con esta histria en sus hombros tal vez sea él. Te ruego le digas que espero volver a verle. Que guardo una colección de libros y películas para intercambiar con él. Que sigo creyendo en las palabras que un día Dios habló acerca de él. Que tengo un montón de historias que compartir, como en aquellos días, cuando hospedado en mi casa, platicabamos hasta amanecer.
Y si tu, mi brother, llegas a leerme, espero que vuelvas a tocar a mi puerta. Quisiera pedirte disculpas por haberte hecho volver a ella, en aquel entones pensé que era lo correcto. Quiero verte de nuevo jugar con mis hijos, ellos a veces preguntan por tí. Quiero escucharte hablar de proyectos, de ilusiones, debatir contigo puntos de vistas respecto a pasajes bíblicos, sobre actitudes. Que me cuentes de nuevo la historia de aquel 31 de diciembre cuando tenías nueve años.
Quiero caminar contigo otra vez a aquella plaza, a la plaza de nuestra niñez. De donde hace un año te ví partir.

jueves, 24 de abril de 2008

SI HUBIERAS ESTADO AQUI.

Mi matrimonio no se hubiera quebrado...
Mi padre no se hubiera ido...
Mi hijo estuviera vivo...
Ella no me hubiera echado...
El no me hubiera abandonado...
Mi abuelo estuviera vivo aun...
Aquel accidente no hubiera ocurrido...
Mi empresa no hubiera quebrado...
No habría realizado aquella inversión...
Mi amigo no me habría traicionado...
Si hubieras estado aquí... Un clamor universal... Palabras que nacen del dolor producido por la fusión de la desesperanza y desesperación.
- ¡Si hubieras estado aquí!- Grita una mujer que vivió agonizando junto a su hermano hasta verlo morir.
- ¡Si hubieras estado aquí!- Balbucea, mientras sus manos golpean ligeramente el pecho de Jesús. Ella termina rendida en sus brazos y luego cae al piso. Su queja se apaga mientras Jesús toma su mano derecha para levantarla. Y con su otra mano acaricia amorosamente el cabello de aquella abatida mujer.
Sus miradas se encuentran, ella no deja de repetirlo, "si hubieras estado aqui". Él continúa mirandola a sus ojos. Y entonces sucede... Jesús llora.
¡Oh sí! Compartimos el asombro, pero es cierto, Jesús lloró. Y yo sospecho que mientras sus santos y poderosos ojos recorren el alma de aquella mujer él piensa "es cierto, si yo hubiera estado aquí..."
Ahora bien, anoche, mientras leía esta historia una vez más me pregunté ¿por qué lloró el maestro? ¿Acaso no sabía que eso sucedería? ¿fue aquella muerte inesperada para él? ¿no sabía Jesús que en un momento estaría arrebatando a lazaro de la muerte?
Sabía que sucedería, no fue una muerte inesperada para él, sabía perfectamente que le resucitaría, él diseñó tal plan. Entonces, ¿por qué lloró?
Jesús lloró por la desesperanza de aquella mujer, llora porque desea tanto que entendamos que él tiene un plan, que todo tiene un propósito. Desea que entiendas que nunca se ha ausentado. ¡Él ha estado aquí siempre!
"Como me gustaría no verte llorar hoy" Pero hoy las lágrimas son necesarias. Hoy se escribe una historia, y tu que lloras verás a tu hermano burlar la muerte.
Él ha estado siempre aquí. Él espera impaciente el momento de actuar y no verte llorar, pero Él más que nadie conoce los tiempos, y ya verás como actuará. Pronto tus lágrimas serán semillas, semillas de esperanza.

miércoles, 23 de abril de 2008

LUNA LLENA (DEL BLOGS DE AVA).

Hace día leí un artículo que recomendaba no pegar en tu blogs post de otro blogs. Pues que me perdonen los expertos. Pero estaba sentado acá para publicar un post titulado SI TU HUBIERAS ESTADO AQUÍ, cuando recordé que hace días Ava G. en su blogs INSPIRACION SILENCIOSA publicó un post titulado LUNA LLENA. Me impactó su publiación porque hace semanas atrás ella pidió que le dieramos nuestras esperanzas y las convertiría en poemas. Así que yo dejé mi comentario y en él le dije que mi esperanza era una Luna Llena y al visitarla de nuevo allí estaba mi esperanza convertida en poema.
Que gran talento!!!!
Así que aquí les dejo el poema de Ava y les invito a visitar su blogs:
Cuántas historias nos podría contar la luna, cuantos secretos no habrá guardado. Fue esa luna la que nos baño con sus rayos cuando con frases, caricias y besos te profesaba mi amor entero; fue esa luna que nos protegió de las heridas que causan las palabras de los demás, porque, ¿quien nos podía observar cuando ella alumbraba con fuerza en el cielo nocturno?Menguaba cuando las lágrimas cubrían los ojos, pero volvía a deslumbrar, y aunque se apagaba se podía detectar; me gusta el reflejo de aquella luna llena en el iris de tus ojos, especialmente cuando me observaban con esa mirada que solo yo puedo disfrutar. Todos nuestros secretos fueron compartidos con ella, que silenciosa nos rodea de romance.Si algún día la vida se acaba, y esto nos separa, nos recordaremos observando a la luna, la que siempre nos consoló, la que compartió nuestras alegrías, aquella testigo tranquila, que trato de detener el tiempo, para darnos momentos para recordar y compartir, con la vida y con el amor.

lunes, 21 de abril de 2008

EL BESO FRÍO DE MI TRAICIÓN.

Hace unos días Isa, quien posee un hermoso MANANTIAL DE AGUAS, me pidio una frase para la mujer. Entonces, miré a mi hermosa esposa, pensé en lo que ella a significado para mí, y nació la frase que puedes ver en el post de Isa. Pero allí no murió el efecto, pues luego nacían una tras otras frases que desnudaban lo que Ella es para mí, y nació un post al que titulé LES HABLARÉ DE ELLA.

Así mismo el 18 de este mes visité el blogs de Keila Ochoa y allí encontré un post que me confrontó, ella lo tituló NUESTROS SECRETOS. Pensé en mis faltas, en aquellos secretos que hablan contra mí ante Dios, pero que su buen amor a perdonado, y así nace el siguiente post:


¿Sabes mi buen Señor?

Quizá nunca pueda sentir el dolor que que produjeron en tí aquellos clavos que traspasaron tus benditas manos y hermosos pies.

Jamás sentiré la agonía causada por la corona que sin piedad fue puesta en tu cabeza.

No me sentiré maldito por yacer colgado en una cruz frente a mi madre y mis amigos.

La burla de quienes retaron tu divinidad no la sentiré jamás.

Pero hoy, mi Señor, he sentido el frío de aquel beso que recibió tu mejilla, aquel beso que quisiste no recibir.

Al igual que tu siempre lo he sabido. Siempre habrá alguien que traicionará. Conciente o incocientemente, por intereses personales o no. Es cierto, no todos, pero alguien traicionará. Y aunque creí estar preparado para la hipocrita actitud de la traición Hoy no puedo detener mis lágrimas. No puedo ignorar mi dolor. Y hoy este dolor me hace pensar en tu dolor una vez más.

No en el madero o en la burla, no en la sed ni en las palabras hirientes. Sino en el frío que tocó tus mejillas y llegó a tu corazón, ese frío que por momentos detuvo tus latidos, el que te hizo contemplar aquel rostro traidor con dolor.

Pienso en ello y digo ¿Cómo es que yo he tenido el valor de inyectar en tu corazón ese frío con mis propios labios? ¿Cómo he podido ser Judas? ¿De dónde sale tan miserable valor? ¿Cómo es que he podido olvidar el dulce toque de tus manos y las dulces palabras que tus labios han susurrado a mi oído?

¡Oh sí! He sido un hipocrita traidor muchas veces. Odio la mentira, ella me ha causado tanto daño, y aun así muchas veces mis actitudes te han mentido. Te he dado la espalda cuando lo más logico es correr a ti. ¿Cómo puedo tener el valor de exigir castigo contra quien sus mentiras me han dañado? ¿Contra quien me ha dado la espalda cuando esperé una mano?

No mi Señor, hoy solo me acerco a tí, y con este mi dolor mi Señor solo pido una vez más tu perdón. Quisiera decirte que no sentirás más el frío de mi beso en tu mejilla. Pido que fortalezcas mi alma y corazón, que guardes mi mente y emociones. Que no permitas que el beso frío de la traición detenga por siempre mis latidos. Pues como tú tuviste la fuerza para mantener tu corazón latiendo, así mi Señor, quiero hacerlo yo.

jueves, 17 de abril de 2008

DE FRENTE AL SOL.

Tac! tac! tac!
Sentí que trozos de madera quedarían en mis nudillos. La puerta sonaba hueca y degastada.
Tac! tac! ...
Un anciano de cabello blanco y barba larga abrió lentamente. Lucia un poco encorvado, mostraba cansancio al caminar.
- Adelante hijo... Toma asiento.
A pesar de su aspecto, su voz era fuerte y nada temblorosa, su mirada penetrante. Un brillo podía verse en sus pupilas. Un brillo extraño, no pude mirarlo fijamente a sus ojos pues sentía que sus pupilas causaban un efecto en mi alma, tal vez no estaba preparado para ello.
- Parece Usted más anciano de lo que imaginé
- Aun así no luzco tanto como lo soy. En cambio, tu eres más joven de lo que esperaba.
- ¿A qué se refiere, anciano?
- ¡Oh sí! Eres muy joven para la inquietud que traes.
- Al parecer los años lo han hecho sabio, ¿acaso notó en mi mirada la inquietud de mi alma?
- Je,je,je... No jovencito, todos los que me visitan por primera vez, todos vienen con la misma carga....
Se levantó con un notable esfuerzo y me dio la espalda, al mismo tiempo que su temblorosa mano se levantaba para señalar al frente...
- Creo que ya has perdido mucho tiempo, acompañame. Salgamos por aquella puerta.
Yo le seguí. Me pidió que abriera la puerta y lo hice. Apenas la empuje hacia afuera una luz golpeó mis ojos, ensegueciendome por unos segundos. Al recuperar mi vista, o parte de ella, lo primero que noté fue que la sombra que venía delante de mí en el camino había desaparecido. El anciano comprendió mi asombro...
- Si caminas de espalda al sol la sombra siempre estará frente a tí.
Movió su cabeza invitandome a mirar hacia atrás. Yo miré y allí estaba. Donde debía estar.
Con el golpe de aquella luz, cuyo resplandor aun era fuerte para mí, sentí que muchos miedos huían. Y aquella sensación que me esclavizaba también...
- Frustración...
- ¿Perdón anciano?
- Su nombre es frustración.
Sentí que podía leer mis pensamientos. Entonces me dí cuenta que ya llevaba rato mirandole a los ojos. El brillor en sus pupilas... era esperanza.
- ¿Cómo te llamas?- Le pregunté y en ese momento un ruido extraño me sacó de aquel lugar. Era mi despertador anunciando que ya era hora de enfrentar un nuevo día.
"Fue solo un sueño"- Pensé. Y entonces escuhé una fuerte y nada temblorosa voz que me dijo:
- Futuro... Ese es mi nombre.
Corrí hacía la puerta que me llevaba afuera de mi casa. Vi un sol resplandeciente cuyos rayos no afectaban mi mirada. Y allí frente al sol una oración nació en mi corazón.
- Buen Dios, desde hoy caminaré siempre de frente a tí, pues tu luz disipas la sombra de mi pasado.
Desde entonces, miro hacia atrás solo para ver la sombra detrás de mí, y recordar que ningún fracaso me ha detenido, que mis errores han sido productos de mi inexperiencia y que tomando en cuenta mi malas desiciones pasadas puedo evitar errores futuros. Miro la sombra para encontrar lecciones en mi pasado. Pero ella permanece allí, detrás de mí.
Desde entonces comprendo que, confiando en Dios, puedo caminar con esperanza hacia un mejor porvenir.

martes, 15 de abril de 2008

LES HABLARÉ DE ELLA.

Lo siento mis amigos y amigas, pero este blogs no puede continuar así.
Es cierto, aun tengo cuentos por publicar, vivencias para compartir, esperanzas que revelar, historias de hombres ilustres que contar y hasta unos cuantos videos para mostrar. Pero hay alguien de quien deseo hablarles.
Permitanme una pausa para compartirles mi suerte. Mi bendición, ¡Oh si, mi bendición!
Y no se trata de riqueza, aunque ella es mi mayor tesoro. No les hablaré sobre mis habilidades, aunque ella las agudiza. No es sobre mi salud, aunque ella mantiene mi colesterol sobre sus parametros. No voy a revelar mis mejores escritos, aunque ellos nacen por la paz que me infunde ella.
Solo les hablaré de ella.
Que me ha hecho completo. Que sensibiliza mi sensibilidad, ella que calma mi ansiedad. Que un día me libró de la depresión.
Sin ella fui un desastre.
Me mostró mi norte.
Cuyos ojos, ¡Oh por Dios! Sus ojos son hermosos, mis ojos lindos la llamé una vez.
Cuyos labios me enseñaron lo dulce de la vida.
No soy religioso, pero ella es mi religión.
A quien aferro mis manos.
Quien me hizo fructífero y un día extendió su mano derecha hacia mí.
Ella que mantiene los demonios alejados de mí. Que calma mi ira y genera esperanza.
Ella me recuerda quien soy y me convence de ello. En sus labios mi nombre tiene sentido. Por ella mi vida tiene propósito. Ella produce mis metas.
Es mi complice.
Llora conmigo y también rie.
En sus brazos soy cielo, soy amor, soy vida y tantas cosas más.
Que me espera ansiosa, que me escucha interesada, que me lee con asombro.
Cuya ira temo despertar, cuyos planes no quiero arruinar.
Despierta mi bondad. Convierte mis obligaciones en deleite. Acaricia mis frustraciones y las disipa.
Hace de mi realidad una fantasia y mantiene mis pies en su lugar.
Su voz es mi canción, su silueta mi destino. Sus pasos mi camino.
En su mirada la tormenta cesa.
Alimenta mi estima. Equilibra mi ego. Sacia mi sed.
Sin ella no es posible un futuro. Cada día escribe mi pasado. Le da sentido al presente.
Mi única leyenda. Una de mis cuatro verdades.
El cuento que no escribí, la historia que no leí, el cuadro que jamás podría pintar. Es que no pude imaginarla jamás.
Y ustedes quizá se preguntan ¿quién es ella?
Yo la miro y ella sonríe. Una vez más es mi complice.
Lo siento les dije que les hablaría de ella.

lunes, 14 de abril de 2008

NO SE TRATA DE MI.

Hace algunas semanas atrás, viajé al Estado Yaracuy. Visité a mi abuelo. Subí en un jeep el cerro Quebrada Honda y al llegar a casa de abuelo me sorprendieron los cambios en la fachada y en el interior de la casa.
Estuve cuatro días con mi abuelo. Y en esos cuatro días pude recorrer algunas hectáreas en la que ha sembrado café. La segunda mañana abuelo decidió caminar conmigo.
-¿Ves la quebrada allá abajo? Me preguntó mientras caminábamos. -Allí a la orilla coloqué un vivero la semana pasada.
Le pregunté por los cambios que encontré en la casa y me explicó que en estos últimos meses ha estado invirtiendo en ella para ampliarla. Que además ha aumentado la siembra de café. Y ha presentado algunos proyectos al gobierno nacional a través de los organismos competentes a fin de obtener algunos créditos para seguir trabajando la tierra.
No pude ocultar mi asombro. ¡Abuelo tiene 89 años y tiene una profunda preocupación por el futuro!
Durante esos días reflexioné mucho en esto. ¡Cuántas veces he llegado a entregar mi voluntad al presente pensando que todo ha terminado!, ¡Cuántas veces mi actitud ha sido pasiva ante las dificultades de la vida! Y me pregunto ¿qué puede motivar a un anciano de 89 años a seguir pensando en el futuro?
"Vamos abuelo, ya has pasado mucho trabajo, ¿por qué no te quedas en casa todos los días?, ¿por qué no te sientas en una mecedora a contemplar los atardeceres? Vamos, descansa abuelo, ya has trabajado demasiado".
Y entonces veo la historia, hace siglos...Y digo...
"Caleb ya estas en tus 85 años, ¿cómo vas a reclamar una tierra habitada por los hijos de Anac, los mejores guerreros de tu época?
- Pero es que Jehová me la prometió, hace 45 años atrás me la prometió.
"Entiendo Caleb que él la haya prometido, sin embargo, ya estás anciano, no eres el mismo muchacho que hace 45 años visitó aquella tierra como espía".
- OH no, te equivocas... cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza. Hijo, mi fuerza no proviene de mi edad, sino de mi esperanza. Hijo, no se trata de mí, Quiriat-arba es la tierra que Él me ha prometido. Y no será para mí, pero yo la he de conquistar.
"Y tenías razón anciano, hoy Quiriat-Arba, la tierra que conquistaste es Hebrón. Hoy es una ciudad de refugio. Quienes cometen un crimen accidentalmente pueden correr a Hebrón, allí no podrán ser tocados, allí serán redimidos".
Y hoy te entiendo abuelo, pues no piensas en ti, a tus 89 años abes que dejas 13 hijos y un montón de nietos, y en tu ausencia quieres dejarnos un beneficio. Y hoy abuelo, me has dado la mayor de las lecciones que he podido recibir... Y no me detendré, y no seré más pasivo, pues mi quietud ha de privar de beneficios a quienes me rodean. No se trata de mí, se trata de quienes pueden ser afectados positivamente a través de mí. No solo mis actos traen consecuencias, tambié mi pasividad, así que desde hoy pensaré antes de rendirme.

martes, 8 de abril de 2008

LA MAÑANA DESPUES DE LA NOCHE QUE VENCÍ A UN FANTASMA

Aquí la historia que ella me contó, una mañana después de haber vencido un fantasma:



Era un día normal. Sus años de fugitivo habían pasado. La vida le ha dado lecciones inolvidables.



¿Errores acumulado? Si.



¿Trampas hechas? Si.



¿Engaños cometidos? Si.



Cuando se es joven las ambiciones pueden viciar tu espíritu. La inexperencia te lleva a desiciones no apropiadas, apropiadas para un presente pasajero, inapropiadas para un futuro duradero.



¿Fue un delincuente? No.



Solo ambicioso.



Solo inexperto.



Un poco de orientación le habría venido bien.



Sufrió las consecuencias de cada uno de sus errores.



Pero ya es anciano y sus ambiciones se han reducido a cosas que en su juventud parecían tan simples, pero que ahora son la fuente de su vígor. Solo desea terminar sus días tranquilo y lleno de paz. No moverse mucho, solo lo necesario. No estresarse tanto. Disfrutar del milagro de ver crecer a sus hijos, sentar a sus nietos en sus rodillas y contarle la historia de su vida, historia que seria herencia, herencia que enriquecería el alma de sus nietos. Espera, estas no son ambiciones reducidas, son ambicones verdaderas, realmente importantes. Es que cuando los años desfilan nos enseñan a apreciar lo que realmente importa. Y él ha experimentado el dolor de no sentir un abrazo materno y la ausencia del calor paterno. Sintió el vació que deja la enemistad entre hermanos. Ha sentido la impotencia de no poder hacer nada cuando la muerte te arrebata a un ser querido, a la mujer que has amado en años. Ha vivido la carga de la rebeldía de los hijos. Este hombre ha vivido.



Ahora parece que ha llegado el reposo. Así lo creyó hasta este día normal y tranquilo. Hoy un huesped no deseado ha llegado. Él viene acompañando a sus hijos, aunque ellos no lo han notado, ellos estan por generar su presencia en la casa de su padre. Este padre, leno de días, observa a sus hijos acercarse agitados, afligidos. Y entonces ellos sueltan la noticia: "tu hijo, el menor, el soñador, ha muerto".


No fue una muerte normal, fue una verdadera tragedia. Fieras del campo le despedazaron. Este anciano tomó de mano de sus hijos las vestidura que quedaron de su amado hijo. Estaban rasgadas. Un silencio silvó en su alma, sus labios se sellaron por segundos. Su mente estaba en blanco. Observaba la ropa, y los rostros de sus hijos. Ya no podía contener el llanto. "Mi hijo a muerto", repetía una y otra vez, "Mi hijo ha muerto".


Es en ese momento en que aquel huesped no deseado, aquel fantasma se deja ver. Inyecta su veneno en el alma del padre. El efecto se hizo notorio al momento:


"Mi hijo... mi hijo ha muerto, moriré enlutado..." Fue su propia sentencia. Desde entonces vivió años infructíferos, pasivos completamente. Envejeció. Los días pasaban sin alguna razón, estaba vivo...abrazado a la muerte. En ocasiones deseaba recuperar su carácter, pero tanto más pensaba en ello más dolía vivir. Perdió su visión, su vista también. Un día su fuerza se ausentó. Sus palabras se acortaron. Pronto fue encorvándose, la carga del pasado cayó en sus hombros. Cada noche la culpa le visitó. Se convenció de que aquel fantasma era el verdugo de Dios, enviado a cobrar las factura de sus errores, los intereses de sus deudas.


Su sueño más grande... morir.


Su emoción más fuerte... la tristeza.


Su miedo... ya nada podía asustarle.


¿A qué podía temerle? ¿Qué es lo peor que podría pasarle ahoa?


Y no creas que esto es valentía. Es la más grande de las cobardías.


En 22 años la tierra fue visitada por grandes tragedias, el hambre azotó los pueblos, la escasez afligió a las familias, pero lo peor ya había sucedido la tarde en que sostuvo las vestidura rasgadas de su hijo. Y hoy nuevamente, 22 años después, sus hijos llegan turbados. Este anciano y débil hombre puede observarlos y revivir la escena más lamentable de su vida. Pero esta vez ellos dicen lo contrario: "Padre, padre, lo hemos visto, tu hijo, José, tu hijo, él vive y es principe en otra nación".


Cuando la culpa nos viita, cuando es huesped en nuestro hogar, la esperanza es nuestra mayor enemiga. Es mejor no creer, no necesitamos que las cosas mejores, solo que no empeoren. Sin embargo, la rebelión nació en su alma con aquella noticia... ¿Creer o no creer?.


Tras una intesa batalla en el alma, los labios de aquel anciano pronunciaron las plabra más temidas por un fantasma:


"¡Basta ya!", y luego el argumento que derribó al que oprimía su alma... "Mi hijo José vive". Y ppor último declaró la acción que materializaría su libertad... "Iré y le veré".


No fueron palabras faciles de pronunciar. Tenía que creer en lo que pronunciaría. Y para ello debía derribar el argumento que vició su actitud durante 22 años. Para ello si se necesitaba valentía, y la demostró, tarde pero la demostró.


Lo que sigue es el cuadro más hermoso que un pintor podría pintar. La mejor de las esculturas que pudiera ser esculpida. La más grande e impactante historia para una canción, el relato más conmovedor que pudiera escribirse. Lo que sige es un padre anciano y cansado, aleccionado por la vida, pero venedor, un padre abrazando a un hijo que creyó muerto, por el cual vivió enlutado 22 años, un hijo que ahora esta colgado a su cuello. Aquel abrazo ausente, extrañado, pero que siempre esperó por él.


A lo lejos, detrás de majestosas montañas, un fantasma derrotado observa lo que creyó evitar. Un fantasma vencidio, frustrado, atemaorizado. Un fantasma que sabe que ya no podrá visitar a Jacob. Un fantasma que una vez más, se da cuenta de su vulnerabilidad. Que a través de los años mejorará sus tácticas, pero nunca será invencible. El mismo que anoche vencí. Esta mañana puedo observarlo a través de mi ventana, del otro lado de la calle. Sé que intentará volver, pero ya lo conozco. Conozco su veneno. No apagará mi sonrisa más, no me envejecerá. Si él te visita un día no permitas que inyecte su veneno en tu alma. No es invencible

viernes, 4 de abril de 2008

ANOCHE VENCÍ UN FANTASMA.

Eran las dos de la mañana, su hora favorita para asustarme. Nueve meses visitandome, su sombra visible en la oscuridad. Su silencio turbando mi corazón. Su mirada fija en mi alma, infundiendo temor. Su voz susurrando el pasado a mi oido. Su aliento entorpenciendo mis pensamientos. Su influencia vicio mi espiritu. Su presencia todos estos meses paralizó mi voluntad.
Mi temor lo alimentó. Trastornó mi visiòn. Me dejó sin recursos. Su toque nubló mis sentidos.
"No merezco oportunidades", "no hay esperanzas", "soy tan miserable", "no vale la pena un intento", "soy un fracasado"... Eran algunos de los argumentos que incertó en mi sistema de creencias. Argumentos que afectaron negativamente mi juego interno, emborracharon mis actitudes.
Debilidad de carácter, insomio, incertidumbre acerca de mi porvenir, eran los frutos de su opresión. Y anoche, una vez más, apareció reclamando tributo. Así es, me hizo tributario.
Clave mi mirada al suelo, tenía temor de ver su rostro. La verdad, nunca lo ví a la cara. Escuché sus mentiras, su burla me estremeció.
La sangre hervía dentro de mí. Mi alma envenenada se rebeló.
-Estoy cansado de esto-. Pensé. Y él retrocedió dos pasos. Escuché claramente sus pasos. Quité las manos de mi rostro, cadenas calleron.
Saborié por primera vez en nueve meses, y por tan solo dos segundos la libertad. Su aroma lleno mis pulmones y se coló en mi alma, pronto mi corazón recuperó sus latidos, o tal vez yo había dejado de sentirlos. Entonces una voz rompió el silencio que me ensordecía.
-Puedes hacerlo, yo estoy contigo-. Aquella dulce y poderosa voz, yo había olvidado su calor, su timbre me fue familiar y supe que era Él. Tomó mi mano derecha, o tal vez nunca la había soltado, tal vez yo había dejado de sentirla.
Basta ya!-. Gritó mi alma y pronto mi corazón, mi mente y mi espíritu se unió a la protesta.
Basta ya!-.Ahora eran mis labios.
Lo ví minimizarse, y entonces fue cuando estuve conciente de que hacía rato el suelo había soltado mi mirada. Busqué su rostro para verlo, me pareció increíble, en lugar de su rostro un vació, estaba hueco, comprendí que en ese lugar, en ese vació, durante nueve meses estuvo mi rostro. Comprendí que era ahora o nunca.
Me avalancé en su contra y fue desapareciendo, desvaneciendose... Entonces supe su nombre: culpa.
-Culpa no volverás a detenerme, yo no seré tu esclavo, no más-.
Aquella fragancia que percibí por segundos y que motivaron la rebelión de mi ser ante la opresión de aquel fantasma inundo mi habitación y trajo a mi mente un nuevo conocimiento. Me sorprendí diciéndome a mí mismo: No eres culpable, No has fracasado, tus errores No te hacen fracasado, aprende de ellos y sigue adelante, oportunidades esperan por ti, toma decisiones.
Miré por la ventana y un sol asomaba su resplandor y dejaba caer sus primeros rayos, una brisa ligera y delicada acaricio mi rostro. Entendí que un nuevo amanecer había estado esperando por mí. Entonces Ella tocó mi puerta. Me visitó tal y como lo había prometido, entró a mi habitación sonriendo, diciendo estar orgullosa de mí. Y abrió las Escrituras, y me contó una historia, la historia de un padre que creyó a su hijo muerto, un padre que enfrentó al mismo fantasma que anoche vencí. (Prometo en mi próximo blogs compartir la historia del padre contigo).
Si una noche este fantasma antiguo intenta asustarte, si amenaza con inyectar su veneno en tu alma, no caigas en su trampa, recuerda que estas improvisando tu vida, que no tienes un guión sobre tu futuro, que a veces los errores serán inevitables a causa de tu inexperiencia. La vida no es corta, sino que a veces, perdemos mucho tiempo.

jueves, 3 de abril de 2008

El Amor Verdadero, más que un sentimiento cambiable.

Navegando de nuevo por allí he encontrado esta reflexión que me parece muy cierta, por favor escuchenla. Es un resumen de lo que es el amor verdadero, pero que abre una ventana en nuestro corazón para pensar en lo que realmente es el amor verdadero.