Este post se lo dedico a alguien cuyo nombre no es necesario mencionar. Lo sabe todo.
De los miles de defectos que me caracterizan el que más lamento es mi mala memoria. Conservo en ella gratos recuerdos, pero a veces no son suficientes, aun así hoy me basta un solo recuerdo: Tu. Y son dos letras, pero detrás de ellas se esconden tantas cosas que se resumen en ti, otra vez solo dos letras, otra palabra sencilla. Así eres tú, así te recuerdo a ti.
De los miles de defectos que me caracterizan el que más lamento es mi mala memoria. Conservo en ella gratos recuerdos, pero a veces no son suficientes, aun así hoy me basta un solo recuerdo: Tu. Y son dos letras, pero detrás de ellas se esconden tantas cosas que se resumen en ti, otra vez solo dos letras, otra palabra sencilla. Así eres tú, así te recuerdo a ti.
Eres un carnaval, tus palabras aguas que refrescan mi alma. Escasas pero a tiempo, como un oasis en el desierto.
Te recuerdo corriendo detrás de mí intentando mojarme, y sonrío creyendo que un día podrás encontrarme.
Me pregunto por qué siendo tan especial me conformo con casuales e informales encuentros tan distantes. Tal vez porque así es tu magia. Pero me alegra encontrarte cuando sucede.
Hoy encontré una de tus palabras, y me llenas de melancolía, me haces evaluar mis años y quedo en silencio al descubrir la palabra que define mi existencia: Desastre. Eso soy yo, aunque tú lo dices mejor: Tu auténtico desastre.
Es cierto he atinado algunas veces, y llevo en mi corazón el sabor de buenos momentos. Pero en la balanza de la vida, mis errores y mis fracasos me inclinan al desastre. Y con humor te escucho decir: no cualquier desastre, eres mi auténtico desastre. Y casi lloro, porque tras tus palabras sigue la marcha del silencio. Y sigues siendo esa parte de mi corazón, tu sabes donde, tu sabes cual. Y no lloro porque el silencio me muestra tu sonrisa; y porque una tonta esperanza sigue danzando frente a mí.
Aun queda vida para no repetir los mismos errores, para esquivar algunos fracasos. Aun podré seguir siendo auténtico y desviar la balanza del desastre. Y sigues sonriendo y tus ojos me muestran un bosque, y en él, un sendero entre los árboles y descubro que el camino sigue siendo incierto, y me pregunto si me llevará hasta ti, y la vida no deja de ser sencilla, querré más recuerdos para recordarlos. Quién sabe quizá otro día me susurres algunos.
Mientras tanto seguiré mi camino. Sin un manual, sin haber vivido antes, con el riesgo de seguir siendo un desastre, o la suerte de no serlo más, pero siempre con el conocimiento de que tú me consideras único, y la esperanza tonta de un próximo encuentro.
7 comentarios:
Ay Gusmar, a veces yo tambien me considero un desastre,jejeje, pero al menos somos autenticos no? =)
Un saludo!
Yo también me sumo al grupo de los "desastres" por eso me gusta tanto la palabra Gracia, que es la que puede no verme como yo mismo me veo... Pero el resto de mi vida comienza hoy, y con Su ayuda, todo puede cambiar.
¡Ah, eso sí! Deseo ese próximo encuentro, pero creo que esa esperanza no es cualquier cosa, es casi lo que sustenta mi vida.
Un abrazo, amigo, me han encantado tus palabras.
Hola Beatriz, pues sí, ayer me alegró saber que me considera auténtico, y que no me ve como yo me veo. Un abrazo.
Peregrino, que bueno que te estacionaras un rato por acá, pues sí, vivo para alcanzar ese próximo encuentro. Saludos.
Hola! Paso a alinearme también con los que se consideran un desastre antes que una especie de superheroes triunfadores.
Me quedo solo con la intriga indiscreta de saber de si ese "tu" es alguien del pasado o es algo que perdura...
Saludos!
Y yo dejo que creas lo que te llene el alma brother. jejejeje. Saludos.
jajajaja, me parece una decisión atinada :D
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