Llegaste a tiempo... Cuando era solo un niño... Cuando todo era sencillo.
La brisa de la mañana acarició mi rostro, y tu presencia mi alma.
Los rayos del sol golpearon mis ojos, y lloré... No a causa del sol... Lloré porque sentí tu presencia.
No viniste a curar alguna herida... Las heridas no existían.
Llegaste a tiempo... Antes de la necesidad, mucho antes de la soledad.
Antes de saber que podría desearte... Cuando nada quería pedirte.
Llegaste y no pude ignorarte... No pude rechazar tu compañía...
Algo pasó en mi corazón, algo que aun no logro explicar, inexplicable aquella alegría.
Solo puedo decir que llegaste... Obstinado en quedarte, dispuesto a enamorarme.
Llegaste a tiempo y supe que no quería nada más.
Y pasaron los años... Llegó la soledad, también la necesidad.
Se presentaron los deseos, de las peticiones me hice reo.
Pero tu habías llegado a tiempo.
Ante ti las necesidades se disiparon, y fue difícil concentrarme en otra necesidad fuera de ti.
Desde entonces has sido mi mayor necesidad.
La soledad resultó ser tu aliada y mis deseos fueron tocados por ti.
Es que llegaste a tiempo.
Hoy la vida es más complicada, tu lo sabes.
Hoy hay cicatrices...Cicatrices que dicen que dicen que no me has abandonado.
Hay heridas también... Heridas cuyo dolor es tan difícil ignorar...
Heridas que alimentan mis miedos, que detienen mis pasos...
Heridas que dicen que una mañana llegaste y solo por eso no me han matado.
Hoy colecciono errores en mi memoria... Errores que hablan de tu bondad.
Hoy hay fracasos que a veces se burlan ¡Y cómo logran enmudecerme!
Pero aquella brisa aun acaricia mi alma, cuando la siento soy aquel niño...
Y entonces soy yo quien se burla de los fracasos.
Llegaste a tiempo Dios... No existían los rechazos. No los imaginé.
Pero tu lo sabías... Sabías de las puertas que se cerrarían.
Sabías de las espaldas que me mostrarían.
Sabías de las manos que jamás se extenderían.
Sabías que dolería... Que me detendría al pensar en los rechazos.
Pero que sería ridículo no avanzar al recordar que una mañana llegaste.
Duelen los rechazos. Pero me alegra la vida recordar que una mañana tu al despertar...
Al despertar tú ya habías despertado para mí.
Sabías que un día quedaría sin sueños, que se harían pedazos...
Llegaste para ser mi único sueño.
No sabía de la vida después de los nueve años...
No fue necesario... Tú lo sabías todo.
Si tu llegada hubiera tardado solo un minuto yo estaría perdido...
Estas heridas ya me hubieran matado...
No existirían cicatrices...
La soledad me asustaría...
Odiaría el silencio...
Me odiaría a mí mismo.
Pero fuiste puntual... Y hoy tu llegada sigue hablándome de amor...
Aun escucho el eco de tu bondad tras tu llegada.
Y ese eco es hoy mi canción... Mi poesía... Mi cuento para dormir...
Tu llegada me arrulla por las noches, esas noches de truenos, frías y oscuras en extremo.
Hoy mi corazón sueña enamorado...
Piensa en la gloriosa mañana en la que seré yo quien llegue...
Quiero pensar que será entonces la brisa de mi llegada la que acaricie tu alma...
Que será a tiempo... Que estaré frente a ti... Que seré tu despertar.
Te diré que haberte recibido aquella mañana fue lo mejor que viví.
Y querré acercarme a ti... Querré llevar mis labios a tu oído...
Si la alegría o el cansancio de esta travesía paralizara mis pies,
Te pido acerca tu oído a mis labios... Es que tengo un susurro para ti...
Tengo algo que decirte esa mañana cuando esté frente a tu presencia...
Solo quiero decirte: Gracias Dios, gracias por llegar a tiempo.
La brisa de la mañana acarició mi rostro, y tu presencia mi alma.
Los rayos del sol golpearon mis ojos, y lloré... No a causa del sol... Lloré porque sentí tu presencia.
No viniste a curar alguna herida... Las heridas no existían.
Llegaste a tiempo... Antes de la necesidad, mucho antes de la soledad.
Antes de saber que podría desearte... Cuando nada quería pedirte.
Llegaste y no pude ignorarte... No pude rechazar tu compañía...
Algo pasó en mi corazón, algo que aun no logro explicar, inexplicable aquella alegría.
Solo puedo decir que llegaste... Obstinado en quedarte, dispuesto a enamorarme.
Llegaste a tiempo y supe que no quería nada más.
Y pasaron los años... Llegó la soledad, también la necesidad.
Se presentaron los deseos, de las peticiones me hice reo.
Pero tu habías llegado a tiempo.
Ante ti las necesidades se disiparon, y fue difícil concentrarme en otra necesidad fuera de ti.
Desde entonces has sido mi mayor necesidad.
La soledad resultó ser tu aliada y mis deseos fueron tocados por ti.
Es que llegaste a tiempo.
Hoy la vida es más complicada, tu lo sabes.
Hoy hay cicatrices...Cicatrices que dicen que dicen que no me has abandonado.
Hay heridas también... Heridas cuyo dolor es tan difícil ignorar...
Heridas que alimentan mis miedos, que detienen mis pasos...
Heridas que dicen que una mañana llegaste y solo por eso no me han matado.
Hoy colecciono errores en mi memoria... Errores que hablan de tu bondad.
Hoy hay fracasos que a veces se burlan ¡Y cómo logran enmudecerme!
Pero aquella brisa aun acaricia mi alma, cuando la siento soy aquel niño...
Y entonces soy yo quien se burla de los fracasos.
Llegaste a tiempo Dios... No existían los rechazos. No los imaginé.
Pero tu lo sabías... Sabías de las puertas que se cerrarían.
Sabías de las espaldas que me mostrarían.
Sabías de las manos que jamás se extenderían.
Sabías que dolería... Que me detendría al pensar en los rechazos.
Pero que sería ridículo no avanzar al recordar que una mañana llegaste.
Duelen los rechazos. Pero me alegra la vida recordar que una mañana tu al despertar...
Al despertar tú ya habías despertado para mí.
Sabías que un día quedaría sin sueños, que se harían pedazos...
Llegaste para ser mi único sueño.
No sabía de la vida después de los nueve años...
No fue necesario... Tú lo sabías todo.
Si tu llegada hubiera tardado solo un minuto yo estaría perdido...
Estas heridas ya me hubieran matado...
No existirían cicatrices...
La soledad me asustaría...
Odiaría el silencio...
Me odiaría a mí mismo.
Pero fuiste puntual... Y hoy tu llegada sigue hablándome de amor...
Aun escucho el eco de tu bondad tras tu llegada.
Y ese eco es hoy mi canción... Mi poesía... Mi cuento para dormir...
Tu llegada me arrulla por las noches, esas noches de truenos, frías y oscuras en extremo.
Hoy mi corazón sueña enamorado...
Piensa en la gloriosa mañana en la que seré yo quien llegue...
Quiero pensar que será entonces la brisa de mi llegada la que acaricie tu alma...
Que será a tiempo... Que estaré frente a ti... Que seré tu despertar.
Te diré que haberte recibido aquella mañana fue lo mejor que viví.
Y querré acercarme a ti... Querré llevar mis labios a tu oído...
Si la alegría o el cansancio de esta travesía paralizara mis pies,
Te pido acerca tu oído a mis labios... Es que tengo un susurro para ti...
Tengo algo que decirte esa mañana cuando esté frente a tu presencia...
Solo quiero decirte: Gracias Dios, gracias por llegar a tiempo.
10 comentarios:
"Sólo quiero decirte:Gracias Dios, gracias por llegar a tiempo".Muy preciosa verdad, y muy linda tu poesía Gusmar.Que el Señor te siga inspirando así.
Bendiciones!!!
Hola Isa, gracias por tus palabras. Espero por tu casa esten todos bien. Saludos.
¡Estamos sintonizados hermano!
Se parece tanto tu poema a uno de los míos.
Bendiciones desde Ecuador
Carlos Julio
Me gustó, me gustó y me gustó. ¡Gracias!
Ey Carlos que bueno tenerte por acà, y tus poesìas son un nivel màs alto hermano. Saludos.
Que bueno Keila, Saludos.
El Señor siempre llega a tiempo ´¡qué maravilloso!
Así es, Dios es Maravilloso. Saludos.
Digo lo mismo que Keila.Que letras mi amigo!.
Hola Beatriz, en momento te envìo un mail...saludos.
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