Caminaba, sin verdades entre las manos, solo dudas, interrogantes, cuestionamientos… Sin convicciones para anclarme, porque decidí salir, esa noche, bajo la oscuridad, para tentar la suerte de mis pensamientos, para dejar fluir la sangre de mis manos, la misma sangre que juega ante la vida y que un día se inclinará ante la muerte.
Noviembre paseaba, su andar más fresco y tranquilo, no más pausado que mis pasos, pero con más gracia… Haciendo desfilar frente a mí aquellos recuerdos, mis manos dentro de mis bolsillos, ocultando las verdades que ya no me sirven, desnudando las mentiras que ya no me atraen, sangrando, gotas gimiendo en mis bolsillos.
Recordé que es grato recordar, y miré la luna… ¿Por qué temerle al pasado? Y pensé en usted, desde aquí, caminando, sin verdades ni mentiras, sin convicciones y sangrando. Imaginé qué podría decirle si usted caminara a mi lado. Y pensé que tal vez hablaría del pasado, tal vez usted me preguntaría ¿qué cambiarías si tuvieras la oportunidad de volver a nacer? Yo le dejaría ver mi mejor sonrisa, y tal vez también mis manos, entonces le diría “volveré a nacer”. Pero si tuviera la oportunidad de nacer de nuevo, en esta misma vida… Y si pudiera escoger las condiciones…
Honestamente, escogería la misma vida, aunque a veces me lamento… Escogería nacer la misma fecha para no perderme contando los años, para seguir jugando a escaparme cada diecisiete en noviembre… Los mismos padres, créame, no podría sin ellos, no podría… Los mismos errores, ya los conozco, ya he jugado con las consecuencias de mis errores hasta hoy, sé de sus trampas, sus espejismos, sus fantasmas… La misma ex esposa, y el laberinto en el que me perdí… Los mismos hijos, no cambiaría sus nombres para no olvidar quién fui antes de ellos y quién podría ser después de ellos… No renunciaría a esta melancolía, sin importar que a veces me obliga a caminar de noche, no le temo a la oscuridad, y a veces descanso en sus brazos…
Escogería la misma distancia entre nosotros… Hasta hoy la misma distancia, tal vez mañana se acorte… ¿Qué cambiaría? Si esa noche usted hubiese estado a mi lado, yo no hablaría de lo que con gusto cambiaría… Era una noche de noviembre, caminando en dirección a una luna nueva, y usted sabe, la melancolía a veces agradece…
Noviembre paseaba, su andar más fresco y tranquilo, no más pausado que mis pasos, pero con más gracia… Haciendo desfilar frente a mí aquellos recuerdos, mis manos dentro de mis bolsillos, ocultando las verdades que ya no me sirven, desnudando las mentiras que ya no me atraen, sangrando, gotas gimiendo en mis bolsillos.
Recordé que es grato recordar, y miré la luna… ¿Por qué temerle al pasado? Y pensé en usted, desde aquí, caminando, sin verdades ni mentiras, sin convicciones y sangrando. Imaginé qué podría decirle si usted caminara a mi lado. Y pensé que tal vez hablaría del pasado, tal vez usted me preguntaría ¿qué cambiarías si tuvieras la oportunidad de volver a nacer? Yo le dejaría ver mi mejor sonrisa, y tal vez también mis manos, entonces le diría “volveré a nacer”. Pero si tuviera la oportunidad de nacer de nuevo, en esta misma vida… Y si pudiera escoger las condiciones…
Honestamente, escogería la misma vida, aunque a veces me lamento… Escogería nacer la misma fecha para no perderme contando los años, para seguir jugando a escaparme cada diecisiete en noviembre… Los mismos padres, créame, no podría sin ellos, no podría… Los mismos errores, ya los conozco, ya he jugado con las consecuencias de mis errores hasta hoy, sé de sus trampas, sus espejismos, sus fantasmas… La misma ex esposa, y el laberinto en el que me perdí… Los mismos hijos, no cambiaría sus nombres para no olvidar quién fui antes de ellos y quién podría ser después de ellos… No renunciaría a esta melancolía, sin importar que a veces me obliga a caminar de noche, no le temo a la oscuridad, y a veces descanso en sus brazos…
Escogería la misma distancia entre nosotros… Hasta hoy la misma distancia, tal vez mañana se acorte… ¿Qué cambiaría? Si esa noche usted hubiese estado a mi lado, yo no hablaría de lo que con gusto cambiaría… Era una noche de noviembre, caminando en dirección a una luna nueva, y usted sabe, la melancolía a veces agradece…
2 comentarios:
Querido Gusmar,
Me gustan mucho sus textos.
Yo gustaría de compartir contigo esta música:
http://www.youtube.com/watch?v=awQTAPOku9Q
Me gusta la letra: http://www.coveralia.com/letras/autorretrato-%28con-enrique-morente%29-vicente-amigo.php
Bendiciones
Gustavo K-fé Frederico
Gracias Gustavo, la voy a escuchar!
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