sábado, 8 de octubre de 2011

NO ES UNA ORACION...

No es una oración y si lo fuera preguntaría: ¿Dónde estás? ¿Eres real? ¿Qué eres? ¿Tú nos creaste? ¿Es cierto todo lo que he creído de ti? ¿Qué es cierto y qué no lo es? ¿Es cierto que te has dejado escuchar? ¿Por qué no he podido escucharte? ¿Estás cerca? ¿Podría tocarte? ¿Supervisas mi vida y me dejas caer en abismos profundos? Pero no es una oración, hace rato dejé de orar porque para hacerlo necesitaría un templo, y esos lugares me asustan… ¿Por qué? Es que allí mascaras se adueñan del alma humana y emergen vicios dañinos, así lo veo yo, y si esa es tu casa debo creer que amas el terror.

Pero no es una oración, ni siquiera estoy en un templo, no estoy conversando, solo escribo, y los expertos en ti dicen que oyes las oraciones pero no dicen que puedes leer lo que se escribe desde la agonía, hablan de tus ojos para asegurar que tú observas las iniquidades, que castigas el pecado, sin importar que pecamos porque somos ciegos, porque no comprendemos y nos equivocamos. ¿Eres real? No es una oración porque se necesita fe para orar, es lo que dicen, y yo solo tengo dudas… ¿En verdad nuestros pasos, nuestro destino esta en tus manos? ¿Es cierto lo que dicen de ti? ¿Eres poderoso? ¿Existe lo que te atribuyen como soberanía y voluntad? Es cruel, es cruel ver al mundo entero, millones de criaturas esperanzadas en ti, creerte con poder ilimitado pero sometido a reglas, a conceptos como voluntad, soberanía, libre albedrío, yo pienso que sin esos conceptos serías perfecto… ¿Eres perfecto? ¿Qué eres? ¿Cómo razones? ¿Cómo son tus pensamientos?

¿Ves las mansas ondas de aquel lago y tienes cuidado de su paz? ¿Ves las recias olas del mar y alimentas su ira? Si las aguas de la tierra están en tus manos y cuidas el carácter de ellas de acuerdo a lo que son… ¿Haces el mismo empeño con el hombre? ¿Es que no nacimos para ser ondas de paz en un lago tranquilo? ¿Es nuestro destino ser olas recias movidas por ira, dañándolo todo, agitándolo todo? Serías perfecto si no tuvieras nada que ver con la naturaleza de las aguas ni con la naturaleza del hombre… Si todo es nuestra culpa, si con nuestro razonamiento hemos originado el caos, si es nuestro egoísmo el que ha pregonado nuestras propias ideas de ti, si ese carácter incongruente que esquematizamos de ti fuera ficción y nada más que un intento de controlar al prójimo, el destino, los planes, el progreso, serías perfecto porque entonces aun no sabría el hombre quién eres, qué eres, cuáles son tus pensamientos… Pero tendríamos que dudar también de tu existencia, pues no tendríamos nada seguro de ti, ni una prueba, ni la más remota evidencia, nos tocaría caminar con los ojos abierto, buscando el lugar donde te escondes, suponiendo que no te escondes, sino que solo somos ciegos caminando a tientas, tropezando, enredándonos, con la esperanza de un día poder mirarte y con la agonía de descubrir que perdimos nuestros pasos porque no eres real; pero aun así serías perfecto, reconciliando en tu nombre la fe y la duda, la esperanza y la agonía… Tu invisibilidad sería entonces una espada en contra del egoísmo y no habría teorías como herramientas para manipular…

No es una oración porque no tengo ya el valor para orar, pero apuesto a que no soy el único sentado frente a un lago escribiendo para no gritar desesperado, para no enloquecer por no saber, te apuesto a que si eres real y pudieras leer las letras escritas y escondidas en cada alma llorarías conmigo, con él, con ella… Escucharías el eco del dolor que nace desde alguna montaña, donde una mirada que se pierde, donde la brisa que dicen que nace en ti no es más que un frío solitario que no sirve de nada… Danzarías en el abismo frente a aquella montaña y sonreirías entre las ondas de este calmado lago… Tal vez un día podremos verte danzar y contemplar tu sonrisa, o quizá miraremos atrás desde el final del camino y solo tendremos preguntas… ¿Lo ves? No puede ser una oración, no he podido si quiera cerrar los ojos…

No hay comentarios: