lunes, 20 de abril de 2009

AUNQUE NO NOS DEJEN...

Ana tiene quince… Niña y se le vino un problemón…

No, no es la canción de Maná, no es la Ana que se enfrenta a un embarazo no deseado, no planificado y que frustrará su futuro…

Ana, era tan solo una bebita de cinco años cuando la conocí, de ojos vivos y sonrisa mágica. Creciendo entre escuelas dominicales y vida de congregación junto a su madre y su hermana que hoy ha escogido una ruta distinta. Pero Ana no; ella, adolescente y soñadora ha limitado sus sueños a las paredes de un templo. Ya de doce años, me dijo una vez que quería ser parte del “grupo de adoradores” de su congregación y lo haría con excelencia si le dieran la oportunidad. Creo que fue la última conversación que sostuve con ella hasta hace un mes cuando visité a su familia y me saludó sin ojos vivos ni sonrisa mágica, y con una mirada que refleja la ausencia de los sueños.

Fue Elena, su hermana, quien me contó lo sucedido con la furia que causan estas cosas en quienes odiamos a muerte la esclavitud religiosa.

A los trece años de edad, luego de aprobar los exámenes correspondientes, la directiva de su congregación consintió en bautizarla y aprobó también su solicitud de formar parte del grupo de adoradores. Al ser aceptada decidió inscribirse en una academia de canto. Ana era feliz, lo fue por dos años, viviendo su sueño, sintiéndose útil, satisfecha por la convicción de que agradaba a Dios.

Hace dos meses su felicidad fue rota. Su hermana Elena se casó. Su padre le había pedido a Ana que cantara junto a un mariachi en la reunión después de la ceremonia de la boda de Elena. Ana aceptó. Lo hizo porque no tenía corazón para negarse al deseo de su padre, porque lo ama, lo ama sin importarle que él no haya querido abrazar el cristianismo. Aun así Ana le rogaba a Dios que su padre se olvidara de su capricho y pudiera así ella librarse de su compromiso, pues no quería ir en contra de las normas de la congregación pues esto lo había asimilado ya, hace muchos años, como un pecado contra Dios, y también, como un golpe contra su sueño.

La noche después de la ceremonia, en el club donde se llevó a cabo la reunión, su padre subió al escenario y presentó al mariachi y le pidió a Anita, su hija, que cantara junto al mariachi: “Si nos dejan”. Anita subió al escenario y su padre la abrazó, ella le sonrió, al mirar al público posó sus ojos sobre las mesas donde estaban ubicados los pastores y directivos de la congregación y con su voz temblorosa y el llanto ahogado en su pecho entonó la canción. Apenas terminó de cantar se escucharon los aplausos y un grito de su padre orgulloso “¡Esa es mi hija!”.

Era sábado, y al día siguiente le esperaba una reunión con los pastores y directivos cuya sentencia ya era conocida por ella: Fue expulsada del grupo de adoradores y sometida a tres meses de observación.

Un mes le restaba cuando la vi aquella tarde y conversé con ella luego de escuchar el relato de su hermana. No era la misma Ana. Ya no valía la pena soñar, era presa de confusiones, las mismas que sufrí yo a mis diecisiete años de edad. A mi me han traído por la ruta correcta, a un mundo donde los sueños no son cadenas y donde la libertad es verdadera…

¡Ay Anita! ¡Ojala y encuentres la ruta correcta! ¡Ojala y mis palabras sean suficientes!

Yo quiero verte otra vez con los ojos vivos y tu sonrisa mágica…

Aunque no nos dejen, Anita… Aunque no nos dejen…

17 comentarios:

estoy_viva dijo...

Espero que pueda encontra el rumbo aunque le costara pero la vida es asi llena de muchos obstaculos que debera aprender a sortear por supuesto con ayuda de las personas que la quieren y le sirva de apoyo.
Con cariño
Mari

Anyul dijo...

aqui hay que hacer lo mismo que dice la canción de todos los demás nos olvidamos aunque no nos dejen!

Anónimo dijo...

nadie tiene que dejarnos o no chamo...nos vamos!!

febe* dijo...

¡ay!...

Regino Mosquera dijo...

Saludos Gusmar.
Hay q ue seguir luchando.
Enseñando y Aprendiendo.
Un Abrazo.

Anónimo dijo...

Un saludo

Desde hace unos meses, yo y otros dos amigos, estamos llevando a cabo un proyecto. Dicho proyecto consiste en la elaboración de una comunidad literaria independiente, un rincón en el que cualquiera pueda expresarse y de cualquier forma: relatos, poesía, etc. La idea de la que surgió y de la que aún se sigue sustentando, no es solo esa expresión, anteriormente mencionada, sino el mestizaje: que lo que yo escriba puede servirle a otro de aprendizaje o si más no, pueda aportarle alguna idea y viceversa. Por ello, les invito a todos aquellos que quieran participar en la redacción a que envíen un mail a lagacetademedianoche@gmail.com, citando el correo electrónico de la cuenta blogger, a la que deberá enviarse la invitación.

Atentamente,

El Gato Negro

kurtosis dijo...

Pues hay dos caminos: bien o mal. Depende de lo que hayas decidido en la vida. Cuando nacemos Dios nos da el hálito de vida, cuando morimos espiritualmente se apaga. Con la libertad que Dios le dio, ella puede tomar la decisión de aceptar su liertad. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el que decidir depende de otras personas.

Atte.
Kurtosis.

Varo dijo...

Caray!
Bueno pues muchas veces en las iglesias siempre te limitarán en aquello que se realice. Por juicios de valor de personas que así los formaron.
Ahí es cuando implica antes que otra cosa la formación por parte de los padres en como lo tomen ya que eso determinará el resultado para su hija en enseñarle aquello que es su sueño o meta.

Saludos

David López-Cepero dijo...

El problema de siempre: Los que se creen super-justicieros y hacen creer que oponerse a sus normas es como oponerse al mismísimo Dios...

Y mientras no descubrimos esta pantomima, mucha gente sincera y alegre va encontrando piedras para construir muros de desilusión que, si nadie les ayuda a abrir un hueco por el que entre luz de arriba, termina convirtiéndose en una pesada lápida.

Ojala tus palabras le sirvan a encontrar ese rumbo, amigo, ojalá, y Dios así lo quiera...

Abrazos

GUSMAR SOSA dijo...

Hola Mari, el camino siempre está allí! Solo hay que soltar los miedos y aprender a ver las cosas sin los velos del prejuicio que se nos ha inculcado.Saludos.

GUSMAR SOSA dijo...

Cierto, de hecho la canción sería un buen himno no? jejejeej!!!

GUSMAR SOSA dijo...

Entiendo Febe...

GUSMAR SOSA dijo...

Y seguiré Regino, luchando, tal vez no con la intensidad que deba, pero allí voy!

GUSMAR SOSA dijo...

ok gato negro.

GUSMAR SOSA dijo...

Así es Kurtosis, gracias por las palabras.

GUSMAR SOSA dijo...

Cierto Varo, y es importante participar también en la reforma de esos valores perjudiciales (por qué llamarlos valores no?).

GUSMAR SOSA dijo...

Exacto Peregrino, éstos se creen socios de Dios!