Esto lo escribí pensando en una madre, hoy lo dedico a todas aquellas madres que visitan este sitio.
La vida, es tanto lo que puedo decir de ella, y no es que he vivido demasiado pero si suficiente.
He vivido a través de tus ojos, veo en ellos la grandeza del mar, ese coraje con el levanta sus olas pretendiendo alcanzar a la luna. Veo en ellos la claridad de un cielo azul que esconde secretos, que invita a la libertad y llena de esperanzas. Veo las nostalgias de la noche, donde una brisa suave acaricia el alma y susurra historias, que solo tus ojos pueden contarme.
He vivido a través de tus manos, cuyos toques sanan las heridas de mi alma, manos que extiendes y restauran, que construyen, a veces cansadas, pero siempre construyen.
He visto la vida en tu alma, que me hace creer que hay un Dios, y he llegado a pensar que eres una de sus manifestaciones, un ángel dirían algunos, una deidad diría yo.
He visto la vida en tus pies, pues he vivido por tus andares. Tus pies han abierto caminos, y hoy transito por ellos. Intento seguir tu rastro, creyendo que un día podré alcanzarte.
He visto la vida en tu corazón, y en él, montañas que señalan la cercanía de la distancia, lo veo y pienso que todo es posible.
He vivido a través de tus labios, tu voz disipa el temor de vivir. Haces huir mi incertidumbre, puedo seguir siendo un niño cuando escucho tu voz… Y la vida se hace simple, porque me guías, camino confiado en la melodía de tu voz.
He vivido a través de tus brazos, siempre abiertos para mí. En ellos encuentro un refugio cuando el frío amenaza con congelar mi corazón. Puedo correr hasta ti y esconderme en tu amor, y alimentas mi fe cuando creo que todo está perdido.
He visto que la vida es un constante comienzo, conviertes mis fracasos en experiencias, y puedo resurgir. Tus brazos tienen ese poder, puedo crecer sin temor a perderme.
He visto la vida en tu sonrisa, faro de luz en las tempestades de mis emociones. Cuando el manto gris empaña mi alma, verte sonreír es vivir, y como una llama inminente enciendes mi alegría y sigo viviendo.
Puedo decir de la vida que hay recuerdos que son tesoros, sí, la vida es una isla llena de tesoros. Mis tesoros están ligados a ti.
La vida es una suerte… Mi suerte eres tú…
La vida, es tanto lo que puedo decir de ella, y no es que he vivido demasiado pero si suficiente. Y es que hoy puedo decirlo en tres palabras: Vida eres Tú.
La vida, es tanto lo que puedo decir de ella, y no es que he vivido demasiado pero si suficiente.
He vivido a través de tus ojos, veo en ellos la grandeza del mar, ese coraje con el levanta sus olas pretendiendo alcanzar a la luna. Veo en ellos la claridad de un cielo azul que esconde secretos, que invita a la libertad y llena de esperanzas. Veo las nostalgias de la noche, donde una brisa suave acaricia el alma y susurra historias, que solo tus ojos pueden contarme.
He vivido a través de tus manos, cuyos toques sanan las heridas de mi alma, manos que extiendes y restauran, que construyen, a veces cansadas, pero siempre construyen.
He visto la vida en tu alma, que me hace creer que hay un Dios, y he llegado a pensar que eres una de sus manifestaciones, un ángel dirían algunos, una deidad diría yo.
He visto la vida en tus pies, pues he vivido por tus andares. Tus pies han abierto caminos, y hoy transito por ellos. Intento seguir tu rastro, creyendo que un día podré alcanzarte.
He visto la vida en tu corazón, y en él, montañas que señalan la cercanía de la distancia, lo veo y pienso que todo es posible.
He vivido a través de tus labios, tu voz disipa el temor de vivir. Haces huir mi incertidumbre, puedo seguir siendo un niño cuando escucho tu voz… Y la vida se hace simple, porque me guías, camino confiado en la melodía de tu voz.
He vivido a través de tus brazos, siempre abiertos para mí. En ellos encuentro un refugio cuando el frío amenaza con congelar mi corazón. Puedo correr hasta ti y esconderme en tu amor, y alimentas mi fe cuando creo que todo está perdido.
He visto que la vida es un constante comienzo, conviertes mis fracasos en experiencias, y puedo resurgir. Tus brazos tienen ese poder, puedo crecer sin temor a perderme.
He visto la vida en tu sonrisa, faro de luz en las tempestades de mis emociones. Cuando el manto gris empaña mi alma, verte sonreír es vivir, y como una llama inminente enciendes mi alegría y sigo viviendo.
Puedo decir de la vida que hay recuerdos que son tesoros, sí, la vida es una isla llena de tesoros. Mis tesoros están ligados a ti.
La vida es una suerte… Mi suerte eres tú…
La vida, es tanto lo que puedo decir de ella, y no es que he vivido demasiado pero si suficiente. Y es que hoy puedo decirlo en tres palabras: Vida eres Tú.
9 comentarios:
Leyendo estas cosas, vas a hacer que aumente la natalidad!!! je je (y los hospitales llenos!) feliz día de Paz y feliz, también, finde!
jajajaja!!!!!
Gracias, igual espero que sea un buen finde para ti.
Hermosa reflexión, Gusmar, y afortunada esa madre que la inspiró.
Un abrazo. =)
Hola Patricia, Gracias.
... poesía eres tú!
Es bueno reconocer y agradecer...
y... es bueno dar señales de vida a tu editora cuando ve que el tiempo se echa encima!!! jajaja :)
Espero que todo vaya bien encaminado.
Un abrazo
Muy lindo Gusmar, te felicito por tu facilidad de escribir con tanto sentimiento.
(Guarda estos escritos amigo y editalos en un futuro).
Claudia
¿Sabes?
Eso es lo que le digo yo cada día a mi hija, "Mi vida eres tú" y he descubierto que desde que ella ha nacido es el motor que me impulsa para seguir viviendo y seguir luchando.
Muy bello, esto que has escrito.
Saludos.
Que bonita dedicatoria a las madres, de ellas aprendimos mucho, por eso ahora en mi lejania la recuerdo con una gran amor, fue un gran mujer, con una gran espiritu, muy luchadora por conseguir un vida mucho mejor para sus hijos.
Adonde este mama te quiero..
Con cariño
Mari
Un encanto tu sentir, tu amor de hijo es maravilloso, te felicito.
Besos
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