domingo, 26 de febrero de 2012

¿Y SI DIOS ES?

¿Y si Dios es duda y oscuridad? ¿Y si él es silencio y soledad? ¿Y si Dios es valle de sombra y no sólo la compañía en el valle? ¿Y si Dios es sed? Esa misma que habló en la cruz, ese "tengo sed" que agonizaba. ¿Y si Dios es debilidad? Esa de la que hablan algunos solamente para intentar resaltarse.

¿Y si Dios es la sonrisa de la abuela que sigue viva alimentándose de tus logros y con orgullo hace de tu esfuerzo un mito entre sus compañeras mientras juegan bingo? ¿Y si Dios es la hermosa mirada de tu hijo de siete años, cuando te ve llegar ignorando que con impotencia y frustración te limitas al régimen de visita impuesto por el Estado tras tu divorcio? ¿Y si Dios también es el suspiro de la mujer que amas cuando te ve llegar? ¿Y si es el abrazo de tus padres cuando después de largos meses vuelves al pueblo?

¿Y si Dios es esa sonrisa que se te escapa un viernes por la noche cuando estás reunido con tus amigos compartiendo una pizza mientras ven una película? ¿Y si Dios es ese saludo tímido que arrojas al otro lado de la calle y que es correspondido por ella? ¿Y si Dios es ese "todo estará bien" que pronuncia tu amigo, ese "todo estará bien" tímido e inseguro pero deseado y necesitado? ¿Y si es la tranquilidad que sientes cuando es pronunciado aunque esa tranquilidad dure sólo un segundo? ¿Y si Dios es ese "te amo" que cuando lo pronuncia ella hace que la oscuridad y la luz sea un mismo elemento en los atardeceres? ¿Y si Dios es el llanto de tu hijo que recién nacido se anuncia en tu existencia?

¿Y si Dios es el abrazo de tu hijo menor, de cinco años, que un lunes en la noche te redime de todas tus culpas? ¿Y si es ese segundo que disfrutas tomando la mano de la chica que amas? ¿Y si es la espera mientras se acerca el momento que tanto soñaste? ¿Y si Dios es ese mate que compartes con tus amigos un sábado en la tarde? ¿Y si es el café que te tomas a las seis de la mañana antes de salir al trabajo mientras piensas que todo está mejorando?

¿Y si Dios es esa alegría que resplandece con vida propia cuando estás conversando con alguien que apenas conoces y te das cuenta que han recorrido las mismas veredas, sin coincidir, hasta llegar a un mismo escenario? ¿Y si Dios la melancolía que susurra en tu alma un "pronto llegarás a tu hogar"? ¿Y si Dios es esa sed de hogar y el sentimiento de peregrino que te impulsa a seguir caminando?

¿Y si Dios es un dibujo torpemente trazado por tu hija de seis años con el que intenta reflejar como te percibe y te siente a su lado? ¿Y si Dios es esa pregunta de tu amigo ateo que te desestabiliza y te hace pensar que tal vez Dios no es como piensas? ¿Y si Dios es la primera lluvia de mayo, esa que cae justo cuando llegas al pueblo de tu niñez después de meses de ausencia? ¿Y si Dios es ese soplo que apuntas contra las velas del pastel de cumpleaños, soplo que esparces con felicidad porque están todos tus amigos y toda tu familia a tu alrededor?

¿Imagina usted un sistema que se apoye en estas débiles figuras acerca de un Dios? Sin duda, no sería un sistema sino un escenario, y la fe sería entonces un clamor silencioso carente de orgullo...

1 comentario:

Aneida Toyo dijo...

DIOS ES...
El QUE PONE ESAS COSAS EN TU MENTE Y CORAZON.