El servicio de oración avanzaba. Cada cierto tiempo el ministro detrás del pulpito abría sus ojos para asegurarse de que todo transcurría en orden.
De repente escuchó gritos inusuales en sus reuniones y su mirada apuntó directo al sujeto.
- Siga adorando a Dios… No pierda su comunión…- Dijo con solemne voz, luego de hacer señas a dos diáconos para que se acercaran al altar. Les dio instrucciones de dirigirse hacia el sujeto y traerlo hasta él.
Así Guillermo M, un hombre de 1,90 y bigote al estilo Pancho Villas, junto a Carlos J, de menor estatura y de un peso aproximado de 120kg, caminaron directo a la última banca y apenas el sujeto sintió encima las manos de los diáconos se sacudió violentamente para evitar ser atrapado.
Los gritos desesperados del sujeto llamaron la atención de las cuarenta personas reunidas en el local y el clamor se detuvo.
- ¡Es un espíritu de rebeldía!- Exclamó el ministro y al instante dos diáconos más se unieron a la batalla.
Con exagerado esfuerzo el sujeto fue llevado hasta el altar, y allí, treinta minutos después de una gran batalla, en la que el sujeto impedía que el ministro colocara las manos sobre su cabeza, hubo un ganador.
Marco, (el sujeto) un niño de siete años fue vencido por el cansancio y el llanto y se quedó dormido. El ministro sonreía satisfecho por su hazaña. Lo entregó a la madre advirtiéndole que el espíritu solo había sido neutralizado y que para la total liberación debía entregarse a no menos tres días de ayunos y constante oración.
La congregación aplaudió emocionada por la victoria del ministro ante un niño que sencillamente no entendía por qué debía estar un martes en la noche entre un grupo de adultos que gritaban como locos y no jugando con los amiguitos de la cuadra.
Dieciocho años después recuerdo aquella escena y siento escalofríos, me pregunto qué sentirá Marco al recordarlo, qué sentirá cuando pasa frente a un local como aquel, y qué pensará de Dios…
Si un día Marco, lees esto quiero decirte que Dios es diferente a como te lo dibujaron a tus siete años… Tienes que creerme…
De repente escuchó gritos inusuales en sus reuniones y su mirada apuntó directo al sujeto.
- Siga adorando a Dios… No pierda su comunión…- Dijo con solemne voz, luego de hacer señas a dos diáconos para que se acercaran al altar. Les dio instrucciones de dirigirse hacia el sujeto y traerlo hasta él.
Así Guillermo M, un hombre de 1,90 y bigote al estilo Pancho Villas, junto a Carlos J, de menor estatura y de un peso aproximado de 120kg, caminaron directo a la última banca y apenas el sujeto sintió encima las manos de los diáconos se sacudió violentamente para evitar ser atrapado.
Los gritos desesperados del sujeto llamaron la atención de las cuarenta personas reunidas en el local y el clamor se detuvo.
- ¡Es un espíritu de rebeldía!- Exclamó el ministro y al instante dos diáconos más se unieron a la batalla.
Con exagerado esfuerzo el sujeto fue llevado hasta el altar, y allí, treinta minutos después de una gran batalla, en la que el sujeto impedía que el ministro colocara las manos sobre su cabeza, hubo un ganador.
Marco, (el sujeto) un niño de siete años fue vencido por el cansancio y el llanto y se quedó dormido. El ministro sonreía satisfecho por su hazaña. Lo entregó a la madre advirtiéndole que el espíritu solo había sido neutralizado y que para la total liberación debía entregarse a no menos tres días de ayunos y constante oración.
La congregación aplaudió emocionada por la victoria del ministro ante un niño que sencillamente no entendía por qué debía estar un martes en la noche entre un grupo de adultos que gritaban como locos y no jugando con los amiguitos de la cuadra.
Dieciocho años después recuerdo aquella escena y siento escalofríos, me pregunto qué sentirá Marco al recordarlo, qué sentirá cuando pasa frente a un local como aquel, y qué pensará de Dios…
Si un día Marco, lees esto quiero decirte que Dios es diferente a como te lo dibujaron a tus siete años… Tienes que creerme…
18 comentarios:
Dan deseos de vomitar.
Lo siento Marco,asi espantan en las iglesias a veces.
Espero que Dios se haya hecho presente en su vida despues de semejante cosa.
Gracias por compartir amigo.
JAJJAJA........... QUE MAL...... QUE ES PEOR "VENCER A UN FALSO DEMONIO" O... "JUGAR CON LAS MENTES DE UN MASO DE CREYENTES ESPERANDO SEÑALES DE MANOS DE UN PSEUDOCRISTIANO"............. CREO QUE SE EXACTAMENTE A QUIÉN HABIA QUE SACARLE EL "DEMONIO DEL ALMA"...
EN ESA CONGREGACIÓN..............
TAL VEZ ÉL COMO YO............ ODIAMOS EL EVANGELIO, ÉL VIVIÓ SU FEA EXPERIENCIA EXORCIZANTE Y YO POR ESE EVANGELIO PERDÍ A MI PADRE,
MIS HIJOS NO VIVIRÁN "ESE" EVANGELIO............
Hola amiga, pues sì, anoche recordè esa escena, y me preguntè que serìa de Marcos...
Ojala que al igual que nosotros halla encontrado un mejor dibujo.
Hola Queen, pues yo tuve malas experiencias tambièn, pero el evangelio no lo odio, pues nada de eso era el evangelio.
lo que hay en mucha gente en su modo de ver y aplicar la religión y la moral es un espíritu de franca estupidez, gusmar, te apoyo en lo que dices
la única verdad es el amor, incluso por encima de dios, no te quepa duda
Eso sigue pasando, y cosas como esas terminarán? estos días me enteré de sucesos de ese estilo, me dio rabia, tristeza mil sentimientos encontrados. Ni modo... qué haremos?
Qué diferente era Jesús! Cómo trataba él a las personas, e incluso, en los pocos casos en los que se nos relata como echaba fuera demonios de personas afligidas por ese aguijón... qué diferente era su proceder. En estos actos vemos el deseo del hombre de dominar a las almas, y cuán diferente es la Gran Comisión que nos dio Jesucrito antes de partir... y cuán diferente la obra del Espíritu (un silbo apacible, como el que oyó Elías). Uno de los frutos del Espíritu es la paz...
Bueno, veo que has vuelto a la normalidad? Tengo ganas de saber de ti, que han pasado muchos días, y ya falta menos... seguimos con el proyecto??
Un abrazo
Amigo Santiago, pues sì, asì lo creo!!!
Qùe haremos Jenny???
Me he estado preguntando eso con respecto a ese "fanatismo" estùpido... Por lo menos creo que debo hacer ahora y aqui, y ya he empezado, un dìa de estos te comento.
Febe!!!!
Hola!
Pues sì la religiòn no es màs que un pretexto para la ambiciòn... Mucho que decir sobre eso...
Y claro que sigue el proyecto, he estado atendiendo unas cosas, esta semana entrante nos ponemos en contacto y te cuento!!!
Un abrazo a ti y a los tuyos!!!
LO SE MI BELLO, POR ESO HICE ÉNFASIS EN "ESE" EVANGELIO.............. EL EVANGELIO QUE NO ODIO ES ESE QUE VEO A DIARIO EN MI VIDA... LA ESENCIA PURA Y PERFECTA DE DIOS... BESITOS... THE QUEEN
Gusmar, tu relato me trae tristes recuerdos de un muchacho que se acercó a la iglesia hace mucho tiempo. Él venía de una villa (así se denominan en Argentina los asentamientos de gente desplazada y de muy bajos recursos, no sé allí)y con un historial de delincuencia, alcohol y sabe Dios qué más. Sin embargo se notaba que quería de Dios y aún con sus dificultades, luchas y circunstancias buscaba de él. Cuando nació su bebé vino con su pareja un domingo; querían presentarlo durante el culto y que oraran por el niño. Se lo negaron..., porque él y la chica no estaban casados... En fin, ¿qué te puedo decir? Sólo pedía una bendición para su hijito... Nunca más volvió. <:(
Hola Patricia!
Uf!!!! Eso si que es triste!!!
¿Oíste alguna vez hablar de la "burrocracia"? Je, je... Pues acá en España le llamamos al "sistema" de burros que se foema para hacerlo todo más difícil de lo que debiera, y para conseguir una formulario tienes que visitar cuatro ventanillas de una administración pública... Eso ya va pasando menos.
¡Pero en la iglesia cada vez pasa más!
Cada vez algunos "entendidos" complican más y más las cosas más sencillas, y al final, los "Marcos" salen huyendo horrorizados por "¿espíritus?" Ja!
Pobre niño. Espero que Dios le de una oportunidad de conocerle a Él, y no a más "exorcistas brillantes". El Evangelio es poder, pero no emplea ese tipo de "fuerza" ¿Verdad?
Un abrazo,
Cierto amigo peregrino, es triste, vi cientos de casos así, a una madre le ordenaron amarrar a su hija adolescente en un arbol porque estaba "poseida" era solo una guajirita rebelde, que no quería adaptarse a las costumbres etnicas, pero un pastor dijo que era un demonio y quien sabe que será hoy de Maria Elena!
Saludos, gracias por para por acá.
Gusmar, recuerdo una vez que oraba por mí una señora cuando me daba asma de pequeña. Tendría alrededor de 4 años...me aterraba tener que ir a su casa a escuchar sus gritos de reprensión que me asustaban...
Si Luisanna, y ellos juran estar haciendo lo correcto!
Publicar un comentario