domingo, 26 de diciembre de 2010

CRISTIANISMO DE HISTORIETA (PAGINA CINCO).

Eran tres lindas chicas sentadas a mi alrededor, la hora del almuerzo en un día de mucho trabajo, en una temporada en la cual la gente se muestra más sensible y abierta al dialogo y la reconciliación. Me pidieron que les hablara del por qué no creo en Dios, yo sonreí, puedo entender que ellas no comprendieran hasta entonces mi posición, me muestro muchas veces violento con el ritmo de mis palabras y la selección de algunas frases al momento de expresarme. Y hoy mientras escribo, juro que intento no ir tan rápido y prestar atención a mis frases para no ofender sin querer hacerlo. Apenas abrí mi boca para hablar otra de ellas textualmente me dijo “y también por qué le echas mierda al cristianismo”.

Recordé la canción de Juan Luis Guerra, y “bajé los ojos a media asta y me agarré la cabeza, porque es muy duro pasar el Niágara en bicicleta”, y era un domingo cuando menos lo esperaba.

¿Quién o qué es “Dios” hoy en día?, ¿qué dice el cristianismo de “Dios”?, ¿cuántas expresiones existen del cristianismo?, ¿y cuáles son los fundamentos de cada expresión? ¿Existe “Dios? Me refiero a ese dibujo que hemos heredado y que el cristianismo y un lote más de movimientos llamados religiones señalan con sonrisa paranoica exclamando ¡ese es Dios! ¿Existe realmente ese dibujo? ¿Alguien más ha notado lo que digo? Intenté explicarles, y es que me cuesta expresar que sí creo en un Dios pero dudo mucho aun, es que no me sirven los retratos que he heredado y que “la historia” se empeña en imponer en esta era, es que no creo que la búsqueda terminó, y sinceramente espero la decepción cada día, espero saber y comprobar que no es real eso que llaman Dios porque entonces ¡qué Dios nos librará de ese Dios! Días antes de esa escena ya había planteado estas preguntas a dos hombres vestidos de corbata que parecía llevar en sus maletines documentos secretos de un Dios mal dibujado. Cuando creí haber sido entendido concluyeron diciéndome “tienes razón, el Dios del cristianismo ha sido mal presentado, por eso estamos aquí, para presentarte al verdadero Dios”… ¿Acaso llamarlo verdadero lo hace cierto y finalmente bien dibujado?

Yo prefiero seguir buscando, y tal vez morir sin encontrarlo, pero me entretiene la búsqueda y me permite soñar, prefiero desconocer el cristianismo heredado, no es que le eche mierda como lo entiende ella, es que creo que debemos prepararlo para la evolución, ¿son ideas mías o un nuevo orden sistemático se asoma? ¿Es errada mi percepción de esta era como un eslabón hacia una posible mejoría en el escenario humano? Yo creo que es un momento crucial, y que vale la pena gritar, creo que podemos levantar nuevas estructuras sobre la cual puedan sostenerse los sistemas que regirán el orden social y la interacción humana en un futuro cercano que ya está cansado de esperar, creo que podemos hacer del cristianismo una herramienta más útil a la sociedad y redimirlo de “sus pecados” en el pasado… Creo que no estamos ya en una edad para historietas y que es tiempo de hablar de nuestro despertar… De hacer bulla, de alinearnos con la evolución y darle la bienvenida al futuro…

Y no me digan que las pinzas se perdieron…

UNA VEZ MAS...

Así pasó, una vez más, ya había olvidado el sabor de las despedidas, la nostalgia que nace justo cuando das un paso adelante y aun sabiendo que no debes, miras hacia atrás… Ya había olvidado que aun no pertenezco a ningún lugar y que lo que busco tal vez no existe, aunque juro haber respirado su aire, juro haberme embriagado con su fragancia y hoy parto de aquí para buscarla una vez más…

Tal vez perdí destreza para caminar, y no reconozca ya los senderos andados, no me preocupa, antes fui inexperto ya y una vez más me tocará serlo… Ya he sentido el temor de no saber dónde, y he agonizado, he muerto mil veces y he nacido mil veces más, no hay final que hasta hoy pudiera salvarme y no espero ser rescatado, quiero transitar lo desconocido aunque vuelva a morir, y seguir sintiendo el miedo de no saber si viviré de nuevo…

Caminaré, una vez más, tropezaré con otras piedras, veré curar nuevas heridas, sentiré el gozo de creerte cerca, y con ilusión miraré al horizonte soñando con mi hogar, creeré que más allá de donde hasta ahora he llegado estás tú, vestida de azul, con tus ojos con alma, y tu sonrisa de vida… Creeré que esperas por mi y con paciencia escondes los días de nuestra historia, que tus caricias calmaran mi sed y sonriendo cantarás canciones que me darán reposo…

Y te diré que fue justo así, cansado e incrédulo que una vez más emprendí aquel viaje, que obstinado caminé y perdido miré la luna tantas veces…

sábado, 25 de diciembre de 2010

CRISTIANISMO DE HISTORIETA (PAGINA CUATRO).

A estas alturas ya no me asombran algunas discusiones dentro del contexto cristiano, intento mantenerme alejado y créanme que me esfuerzo, suelo rechazar invitaciones a algunos locales que se hacen llamar “Iglesias de Cristo”, intento no escuchar a “payasos” (y discúlpenme) que se hacen llamar “ministros de Cristo”. Lo digo a gritos siempre que puedo: “este cristianismo heredado me estorba”. Es una historieta de mal gusto, es un intento fatal de interpretar o dibujar la realidad… Es una distorsión que distorsiona (lo sé, lo sé, pero es así). ¿Y por qué me estorba? Sencillo, porque para justificar tanta incongruencia se sostiene en tres pilares erigidos sobre una base tan falsa que ha sido adornada con matices de sensacionalismo causando un efecto seductor que esclaviza vestida de libertad… Porque ha elaborado emblemas pintándolos de sagrados para usarlos a beneficio de un fanatismo “diabólico”, haciéndolo fuerte y atractivo… Porque ha tomado como punto de partida una obra humana y un personaje que apuntó en contra de lo que hoy es eso que muchos llaman cristianismo y que me estorba y estorba a la evolución de esta era que no termina de asomarse. Pero sé que la evolución logrará rodar encima del progreso y así desnudar el cristianismo y sus dibujos de mal gusto…

Pero accidentalmente sigo cayendo en los baches de la vía que transito, y me detengo en algunas esquinas en las que discusiones tontas me distraen, y distraído suspiro al ver que aun falta tanto por desnudar dentro de las estructuras o pilares de este cristianismo de tiras cómicas… En esta página solo quiero invitarles a decir presente a esta era, lo dije alguna vez: es tiempo de hacer bulla, de escribir, de bailar, de cantar, de gritar o hacer señas, pero hay que hacer bulla, tanta como podamos, hay un sistema que está causando un desvío y que sigue distrayendo a muchos de una búsqueda y una sed natural, yo sueño con que un día sus estructuras caigan y pase a ser un escenario, parte de la realidad, que reconcilie y que genere calor humano, tal como lo hizo ese al que hoy llamamos Cristo. Creo que juntos podemos actuar a favor del hombre, minimizando los efectos negativos del sistema, abriendo camino para la evolución… Sé que muchos de ustedes tienen una expresión inédita de lo que para mí es el cristianismo como escenario con el que sueño, y pienso que no importa la etiqueta, hagámoslo, expresémoslo y restémosle espacio a este cristianismo heredado erigido sobre una trinidad verdaderamente diabólica…

Y no sé lo que puedan pensar del alcohol (tema que generó esta página), pero yo creo que el cristianismo heredado ha hecho mucho más daño que el alcohol; fundamentalismo, ortodoxia y proselitismo es una trinidad diabólicamente toxica, así que reunámonos y brindemos por un mejor cristianismo, y luego lancemos las copas contra los pilares que estorban, lancémoslas tan fuerte que el estruendo generado sirva de convocatoria a todos aquellos que ya decidieron transitar la ruta…

LO SABES...

Ven y siéntate aquí, a mi lado, de aquel lado del mar distancia, conversemos un momento, lee mis letras, seamos honestos, a veces la distancia suele ser aliada, aunque duela, aunque hoy duele… No nos queda futuro, y lo sabes, nunca creí en esos fantasmas que intentaron unirnos, creí en ti y lo sabes pero jamás en mí… Lo sabes…

Siempre fui bueno con las palabras, lo sabes, intenté dibujar para ti nuestro mundo, y tienes que reconocerlo, fue bueno… ¿Dime si acaso no recuerdas nuestras historias? Sé que sí, siempre confié en mí, aunque nunca creí… Y sé que me entiendes, o tal vez no y por eso ahora tú estás allá y yo aquí… Así que lanzo mis palabras al viento, porque yo no me atrevo a cruzar, sé que llegarán a ti, sé que podrás entenderlas, aunque salen de mi…

Aquí cada atardecer dibuja tu nombre, y sonrío al ver como el cielo se rinde ante la noche y desnudo aguarda la luz de la luna… Aquí cada noche refleja tu alma, pura, sincera, y yo me escondo para no ser observado, siempre me escondí y nunca lo notaste… Lo admito fui un cobarde, pero conozco los finales y he vivido nuestra historia… Te prefiero de aquel lado y yo aquí, soy torpe y ya lo sabes…

A MARACAIBO...

Mis ojos se pierden en el horizonte, es tan ancho el horizonte, caminos inciertos se han forjado sobre él, laberintos que confunden mis ojos que buscan el brillo de tus aguas, reflejos de un cielo que fue mi cielo, espejo de un sol amante que me enseñó a amar; de noche la luna se mece en tus aguas y yo extraño tus noches, donde jugaban mis sueños…

Nunca volví a ser niño lejos de ti, nunca más tuve hogar fuera de ti… Sin tu calor forastero soy, peregrino que sin lugar y sin tiempo levanta su rostro y perdida la mirada deja escapar un lamento, y mi lamento es tu nombre, tierra a la que regresaré, porque a ti están atados mis recuerdos…

Regresaré y le daré vida a esta nostalgia que pasea en mi alma… Es que mis manos escriben tu nombre mientras ausente y distante estoy de ti, y en mi alma paseas tú, y voy recordando tus veredas, y voy recordando tus plazas…

¡Cuánto extraño tu aire cálido!

TAN LEJOS DE AQUI...

Quedan canciones que hablan de ti, con aire propio respiran y se acercan a mí, me traen tu aroma, y hablan de tu arrogancia, de la luz y magia de tu sonrisa, y me describen tus días lejos de mí, me cuentan tus sueños sin mí…

Y no creas que lo lamento, a veces sí, pero recuerdo que lejos de aquí está tu mundo y que sin mí, tu mundo es mejor… Y que te extraño, lo admito, para qué mentirte si apenas escucho aquellas canciones que tú me enseñaste pienso en los días que me regalaste… Con arrogancia cambiaste mi aire y con la misma arrogancia te fuiste…

Y canciones pasean por aquellas calles, seducen mis días, yo iluso voy caminando a la prisión de la esperanza, aunque a veces reo de la libertad que no es mía creo huir, pero corro lejos de ti con tu nombre entre mis labios, escuchando melodías que invocan el recuerdo que como demonios sedientos de muerte se incrustan en mi alma y embriagan mi memoria…

Luz y magia y creaste la oscuridad en la que vivo y yo la llamo tu ausencia, ya casi la creo mi hogar, ya casi reposo mientras me hundo atrapado entre sus brazos, y no quiero pensarte pero te pienso, y no quiero nombrarte pero te nombro… Y me sorprende cuando me asaltas con tus canciones, tan lejos de aquí y aun te siento…

DUELES...

A veces olvido que ya te olvidé e intento recordar que no te recuerdo, pero mi memoria es un payaso que llora sin ti… Y llora porque dueles, sin estar aquí dueles, porque no estás dueles…

Es difícil olvidar en el olvido y recordar que allí ya no estás, allí me pierdo y veo fantasmas que reflejan el color de tus ojos llamándose cielo, y veo demonios que me atormentan tomando forma de lunas llenas que hablan de tus sonrisas… Me pierdo y no sé si te recuerdo, no sé si te olvido…

Eres herida que sangra en mi memoria… Recuerdos, sangre que derramada me acerca a la muerte, yo postrado ante la muerte porque mi memoria no quiere perderte y no estás aquí… Y si respiro es porque necio sigo jugando con tu ausencia, al precio de dolor, porque mientras dueles exististe aquí y mi memoria no se equivoca, y no es tan fácil la esperanza que susurra tu nombre que no me deja olvida que aun te recuerdo…

LAMENTOS...

Lamentos no se escuchan porque mudos te extrañan… Porque te extrañan despiertan y sin pensarlo buscan la luna que presume de linda como linda presumías tú irradiando mi vida con la luz de tus ojos…

Lamentos se esconden detrás de mis pupilas y de vez en cuando se asoman para verte pasar, pero no pasas… Suspiran si aire y se roban mi alma, yo entrego mi alma porque ya no me sirve sino estás tú…

Soy lamentos sin ti, que me escondo en laberintos de días que transcurren silentes, que recorro caminos de noches que van desplazándose y solitarias me miran mientras me dejo escuchar entre las sombras muertas que nacen desde mi alma… Así transcurro yo, sin importarme el tiempo, porque sin ti no existe el tiempo… Así me desplazo yo, sin importarme a dónde, porque no existe el espacio sin ti…

Soy pupilas que nada observan, que solo lloran, porque nada es lo que queda sin ti, porque llanto nace en tu ausencia, cerca de mi alma. Y nadie ve lo que soy, porque lamento mudo guarda silencio, porque solitario voy y nadie sabe a dónde…

De vez en cuando me asomo a ver si te encuentro y respiro tu aire a ver si revivo y de nuevo vivo desnudo los lamentos que buscan tu nombre…

viernes, 17 de diciembre de 2010

CRISTIANISMO DE HISTORIETA (PAGINA TRES).

Yo estaba sentado en la plaza Alonso y dos chicas junto a un joven pasaron por mi lado, una de ellas le dijo al joven: “me estás diciendo que Dios mandó a Oseas a casarse con un prostituta, Dios no puede mandarle eso a nadie”.

Sonreí al instante, la gente dice creer en un Dios que maneja el universo, que habla y da órdenes y que es amor infinito e inexplicable. No me asombra lo que la gente dice creer, me asombran las contradicciones en sus creencias, pero mucho más me asombra saber que sistemas como el cristianismo originen tales incongruencias en la forma de percibir y dibujar a Dios. Me asombra porque cuando niño lo creí tan diferente, no me refiero a Dios, sino al cristianismo, lo viví tan diferente, lo percibí tan diferente. Recuerdo que iba a la iglesia y jugaba, sin preocuparme si Dios manejaba el universo, si daba órdenes o no, iglesia y cristianismo era un lugar, un escenario, y allí yo era un niño que jugaba, sin preocuparme si Dios toleraba la forma como yo percibía el cristianismo. Supongo que yo asumía que Dios estaba contento si yo lo estaba, porque yo era un niño y él me amaba.

Dios es más complicado ahora, se fue haciendo tan difícil de entender, de repente me dijeron que ordenó el exterminio de ciudades justificándose (o más bien así justificaban su supuesta acción mis maestros) con el hecho de que su orden estaba ligada a una promesa. Dios se convirtió en algo caprichoso, empeñado en lucirse a través del progreso de un pueblo, de un solo pueblo, y el costo de su capricho eran pérdidas humanas. No me importa lo que la gente piense de Dios o lo que el cristianismo pregone de él hoy en día, me importa la forma en la que todo esto afecta nuestra condición humana, me importa el producto que va elaborando este ensarte de interpretaciones y supuestas verdades que de forma ortodoxa se van incrustando a través de sistemas como el cristianismo. Y porque me importa creo que debo y debemos trabajar en una evolución de las estructuras del cristianismo para empezar, para hacerlo instrumento a favor de un mejor escenario en el que de nuevo podamos jugar sin preocuparnos.

Al escuchar a aquella chica me pregunté ¿cuál es el problema si Dios ordenó o no al profeta Oseas casarse con una prostituta? ¿Acaso no era una mujer? ¿Era inferior a otras mujeres? ¿No “merecía” a un profeta? Visto desde otro ángulo la orden de Dios reflejaba que para él ella era una mujer y punto, un ser humano. Pero es más interesante un Dios que hace excepciones y que traza un círculo alrededor de un pueblo escogido y manda al diablo al resto de los pobladores del planeta… No sé si lo notan pero esto último suena a historieta, a cuento, y no vengan a decirme que no es cuento y que la “Palabra de Dios” dice que “él escogió solo a algunos”, porque entonces qué hacemos con el “él no hace excepción de personas”… Saquemos el cristianismo y a Dios de esa visión historietista y traigámoslos a la realidad…

jueves, 16 de diciembre de 2010

CRISTIANISMO DE HISTORIETA (PAGINA DOS).

Trato de entender y realmente no puedo, me hablan de palabras mágicas, me dicen que una “palabra” puede cambiar vidas y condiciones en un instante, me dicen que es uno de los “beneficios” del cristianismo y por más que se esfuerzan por convencerme, con cada discurso me doy cuenta que son solo cuentos, que no es más que uno de los artificios que convierten eso que ellos llaman “camino”, y que según sus argumentos se muestra mayor que la acción de Cristo, en una trama de historietas (y sé que ni lo perciben). Lo entendí en mi adolescencia cuando un predicador hizo su show en la pequeña congregación de Fuente de Vida, en la que para entonces mi padre era pastor.

Recuerdo con claridad el rostro de algunos laicos, reflejaban fascinación, aun escucho sus aplausos, sus gritos de “amen”, “gloria a Dios”, “aleluya”, con los que mostraban aprobación a las palabras de aquel “predicador”. Aquel hombre vendía una idea asegurando que todo cristiano debía entenderla y hacerla suya; según él Hebreos 11 era la galería de los hombres de fe y mostraba un esquema para hacer “palabras poderosas”, porque la fe, según él y su esquema, se evidenciaba por la capacidad de “lanzar palabras y ver sus frutos”.

No recuerdo con exactitud el esquema, y no me interesa recordarlo. Pero lamento saber que aun existen estos “predicadores” que argumentan lo que no entienden solo porque se interesan en vender ideas atractivas para venderse como predicadores atractivos y presentar un cristianismo atractivo. Lo lamento porque estos predicadores están lejos de la realidad, no imaginan lo decepcionante que es para una madre levantarse cada día y declarar una “palabra de liberación” a favor de su hijo drogadicto y verlo cada día más adicto, no lo imaginan porque solo quieren venderse, porque su obsesión proselitista no les permite entender que un cristianismo erigido sobre bases de ficción es una trampa mortal para el ser humano. Lamento saber que aun existen laicos que sin reflexionar en lo escuchado se aventuran en creerlo todo, porque quien lo dice todo se autoproclama o es proclamado por alguna “organización cristiana” como predicador y asumen que eso es un titulo que faculta de infalibles sus palabras, lo lamento porque ese es el inicio de un camino hacia la frustración que luego se convierte en una venda que les imposibilita continuar una búsqueda esencial. Lamento saber que aun existen discursos mal estructurados que se presentan como artificios del cristianismo, lo lamento porque estos hacen fuerte al cristianismo mientras lo deforman convirtiéndolo en un sistema opresivo y amenazante al bienestar humano. Y lo lamento no porque me importe el cristianismo, sino porque me interesa la acción de Cristo, que es más que una trama de historieta, y si me interesa su acción no es porque sueño con ganarme un “galardón celestial”, tampoco me importa eso ni tesoros en el cielo ni mares de cristales, me interesa su acción porque a través de su acción podemos construir un mejor escenario humano…

¿Podría el cristianismo interesarse más en “lo terrenal”? Y sé lo que muchos cristianos de historietas (ajenos a la realidad) pueden decirme, pero ¿acaso la acción de Cristo no disparó a favor de “lo terrenal? ¿Estamos dispuesto a usar el cristianismo para disparar a favor de “lo terrenal” y no para construir una ficción de historietas pretendiendo venderlo?

CRISTIANISMO DE HISTORIETA (PAGINA UNO).

Recuerdo que cuando niño, poco antes de mis diez años de edad, mis padres me regalaron una colección de historietas de personajes bíblicos, entre mis favoritas estaban tres: “Elías, el profeta de fuego”, “Jeremías, el profeta llorón” y “Juan, el bautista”. Recuerdo que me las regaló poco antes de mis diez porque a esa edad leí por primera vez Juan 3: 22-30. Hasta entonces la versión que tenía de Juan el bautista era la que en resumen dibujaba la historieta. A mis nueve años Juan era un profeta duro, su rostro reflejaba carácter inquebrantable, su actitud era la de alguien resuelto a hacer valer su ideal y mostrarse como exclusivo pregonero de las verdades tocantes a lo espiritual y lo eterno, lo conocí como un hombre dispuesto a imponerse y hacer que su nombre y actos fueran recordados por todas las edades.

Me confundí cuando a mis diez leí el pasaje en el que él dice: “es necesario que él crezca, pero que yo mengue”. Pero juro que me pareció más atractivo como líder y profeta. Con los años fui escuchando a predicadores hablar sobre el bautista, parecían los diseñadores de aquella historieta, presentaban a un Juan que fue reconocido como el mayor de los profetas por su dureza, por su empeño de instaurar sus ideales y por la autoridad con la que supuestamente imponía sus “reglas del reino”. También fui conociendo un cristianismo muy parecido a la supuesta actitud de Juan, y me fueron estorbando tanto Juan como el cristianismo. Hoy veo a muchos cristianos de historietas, que se creen poseedores de verdades, que tienen la autoridad para condenar a quienes no comulgan con sus ideas, que han dibujado un mundo muy distinto al que reflejó aquel Cristo padeciendo por un escenario más humano.

Cuando niño, fue fácil entender las Escrituras, salir de aquella confusión. Creí que Juan el bautista no era aquel dibujo, aquella versión viciada. Hoy voy entendiendo que si Juan fue el mayor de los profetas, si así lo declaró aquel Cristo, si así lo dice la Escritura, fue porque estuvo dispuesto a echarse a un lado, y con ello sus ideales para que se reconociera y se perpetuara la acción de Cristo que fue mayor que sus palabras y declaraciones. Y creo que el cristianismo sería más útil si, como sistema, adoptara esa actitud, dispuesto a menguar cuando parezca fuerte y opaque la acción de Cristo. Evolucionaría, renunciaría a su condición de sistema y se haría escenario, sería útil a la acción de Cristo y no haría de él una herramienta para perpetuarse. Juan no tuvo temor de pasar a la historia, de que su nombre se olvidara… ¿Renunciaría el cristianismo a ese temor? ¿Estamos dispuestos a arrinconarlo a esa renuncia?

sábado, 6 de noviembre de 2010

DE ETERNIDADES Y REALIDADES INMEDIATAS...

Él viene y me habla de una vida eterna, de un paraíso que espera nuestras pisadas después de la muerte, me dice que es un refugio en el que nuestras lágrimas serán enjugadas, donde ya la muerte no tendrá poder sobre nosotros y no habrán pesares, Yo lo escucho atento, y veo en sus ojos una vida que no vive, que espera vivir. Él no lo sabe, pero todo lo que pudiera decirme alguna vez lo dije yo, y tuve su pasión que me distraía de las desventajas a mi alrededor, sin suerte yo habría estado en su lugar hablándole a él y seguramente él hubiera abrazado mis palabras, anclándose en ellas para escapar de la realidad inmediata.

Comprendo, y lo digo sinceramente, que muchos se preocupen por el después de la muerte, entiendo que fabriquemos productos que den paso a la esperanza de un mejor porvenir en un mejor lugar y en mejores condiciones que las que nos rodean en este planeta; puedo justificar a una madre que cría a sus cuatro hijos sola, y enfrenta sola la adolescencia de dos de ellos, que llora en las madrugadas con ansiedad rogando al cielo que el hijo rebelde que aun está en las calles no sea alcanzado por la muerte, puedo justificarla cuando me dice que espera el día en el que en un paraíso celestial pueda descansar y pasar sus días gozando de tranquilidad. Puedo entender a una joven de veintiún años que ha perdido a su madre, que la ha visto desgastarse paulatinamente víctima del cáncer hasta morir y que ella me diga que espera abrazarla una vez más en el paraíso. Entiendo que doctrinas y corrientes han generado creencias que hoy sirven de esperanza a muchos, y no pretendo yo atacar la esperanza de nadie, no tengo derecho y la verdad no tengo interés tampoco.

Yo lo escucho a él, anclado en un futuro incierto, seguro y con convicción de una teoría que es el resultado de la mezcla de doctrinas que han surgido en siglos anteriores y que se han instaurado como infalibles bajo métodos subjetivos y arcaicos, pero ya nadie cuestiona los métodos utilizados sino que aceptan tales doctrinas por tradición, haciendo de la convicción un producto que resulta de actitudes dogmaticas. Veo tristeza allí, en sus ojos, tristeza que interpreto como resignación a un futuro más allá de los límites de la realidad palpable, por no poder dominar los factores que han definido su realidad. Yo me alegro, en cierta forma me alegro, de que él pueda tener esperanza, es mi amigo y lo aprecio, nuestra amistad es más importante que nuestros terrenos y los límites de las ideologías. Le permito hablarme de lo que él sabe hablar, lo escucho, y él me permite hablarle de lo que yo sé hablar. No hay afán entre nosotros por convencernos de los puntos de vistas contrarios, el cristianismo es, al menos en práctica, para los dos un escenario. Tal vez también él vea tristeza en mis ojos cuando hablo de mi forma de percibir el cristianismo, puede que interprete mi tristeza como inconformidad hacia el cristianismo que viví antes de nuestra amistad.

Él sabe que no adverso el cristianismo porque sea cristianismo, que bien pudiera llamarse de otra manera y aun así adversaría muchas de sus doctrinas porque han hecho daño a la condición humana sirviendo de ambiente en el que han evolucionado actitudes egoístas, excluyentes, exclusivistas, actitudes justificadas como cumplimientos de normativas y requisitos necesarios para expresar la fe, haciendo de la fe un producto venenoso para el alma y la unión del ser humano. Pero no es mi intención asaltar terrenos privados, hablo con mi amigo porque me lo permite, y él habla conmigo porque se lo permito, a lo más en cuanto a la vida eterna y el millón de forma de expresar el paraíso celestial puedo preguntar y qué con la vida ahora, ¿pasaremos nuestros días proclamando una vida futura sin intentar si quiera remediar las condiciones fatales de la vida ahora? Entiendo que la pregunta suene odiosa, pero lamento ver iglesias incrustadas en barrios donde la juventud se ahoga en vicios y amarguras y solo proclaman un futuro después de la muerte, por qué no actuar a favor de un mejor porvenir en esta vida también. Tengo mi esperanza, y no de un paraíso celestial, para ser honesto el asunto del paraíso ha dejado de preocuparme, mi esperanza no es celestial sino más bien terrenal, espero que un día el cristianismo, en esta ciudad, preste atención también a la transformación social necesaria para una mejor condición de la vida finita y nada eterna que transcurre entre los límites del tiempo que rigen esta realidad palpable.

Y le digo a mi amigo que está bien, que yo pudiera abrazar la esperanza de un paraíso celestial, y le pregunto si él pudiera abrazar la responsabilidad de construir a través del cristianismo un mejor escenario de vida en esta vida, y reímos, sabemos que es más fácil creer en el paraíso que usar el cristianismo para una transformación social pues tendríamos que enfrentar todo su progreso y derribar sus estructuras actuales, pero no es una inquietud exclusiva nuestra, así que confiamos en que un día, tal vez nuestros hijos, conocerán una mejor expresión del cristianismo…

¿SOY CRISTIANO? (OTRA CARTA QUE VA PARA MIS HERMANOS)

Fui un buen predicador a mis nueve años, era más fácil comprender y expresar la fe, recuerdo con claridad, y creo que jamás podré olvidar, la mañana en la que por cuenta propia tomé la Biblia de mi padre y leí Mateo 9:9. Mi padre me encontró temprano en el escritorio leyendo y me preguntó si quería predicar esa noche en la congregación, le dije que sí, sin pensar en que mis palabras podrían comprometer lo que otros pudieran pensar sobre mí al escuchar la forma en la que entendía la fe y el cristianismo, sin sacar cuenta de los daños que podía causar a la audiencia y su concepción de la fe, Cristo y cristianismo; ni siquiera me interesaba el cristianismo, para entonces yo solo conocía el evangelio y era sencillo también, fácil de comprender y de expresar, solo era buenas nuevas y Mateo 9:9 hablaba de buenas nuevas, hablaba de evangelio, no de cristianismo, no de fe cristiana.

Recuerdo aquella noche, no necesité un bosquejo para guiar mis palabras, no había nada difícil de recordar sobre lo que había leído. En escena habían dos hombres: Jesús y Mateo, no necesitaba saber si uno era una expresión de la deidad o no, si el otro era considerado traidor por los judíos. Uno pasó y vio al otro y le dijo: Sígueme. Y ese fue mi mensaje aquella noche de mis nueve años, la que dio inicio a mi temprana y corta carrera de predicador. Aquel pasaje no decía nada sobre el cristianismo, “sígueme” no incluía a mis nueve años firmar un contrato que me comprometiera con normativas, doctrinas, dogmas, tradiciones ni nada; “sígueme” no incluía defender a muerte una ideología por llamarse “cristiana”; “sígueme” era ir detrás de uno que siendo maestro estuvo dispuesto a educar a una sociedad mientras también revelaba señales para transitar la ruta hacia un encuentro con aquel a quien llamó “Padre”. “Sígueme” era observarlo, escucharlo e imitar su actuación, anhelar su carácter compasivo, su amor al prójimo, era ser parte de una revolución que nada tiene que ver con política aunque puede reformarla, que nada tiene que ver con religión aunque puede convertirla en vereda, que nada tiene que ver con sistemas aunque puede convertirlos en escenario favorables al hombre…

Tan sencillo era seguirle, tan claro y desnudo de misterio fue el llamado, que aquel hombre “se levantó y le siguió”. Sin preguntar cuál sería su título ahora, sin recibir un manual de doctrinas a seguir, sígueme era seguir a Jesús, hombre o divino, profeta o curandero, como fuera, él siguió a uno que le llamó. Ya no tengo nueve años, estoy ya a la puerta de mis treinta, y todo ha cambiado, cuando me paro en un escenario me da miedo hablar, aunque termino hablando, pero pienso en cómo la gente ha abrazado las palabras de Cristo y su actuación, y las liturgias reflejan el cómo, siento que la gente no quiere las palabras sencillas de Cristo, quiere interpretaciones complicadas, métodos fantásticos aunque ridículos, veo que la gente no quiere escuchar que Cristo es mayor que cristianismo, veo que adoran al cristianismo y hasta se jactan de su progreso sin siquiera entenderlo… Y lamento que la única forma de volver al mensaje sencillo, de ser de nuevo un niño que predica, es demoliendo primero las estructuras de este monstruo que opaca la obra sencilla para encontrar el camino de regreso, la ruta.

Recuerdo que a mis nueve años, en otra oportunidad fui invitado por un pastor a predicar en su congregación, luego del mensaje me llevó a cenar y mientras comía me explicó que le gustaban más las epístolas por los postulados doctrinales, usó palabras que a mi edad no podía comprender, y luego me preguntó qué libros de la Biblia me gustaban más, le respondí que los evangelios porque reflejaban la vida de un hombre entregado al prójimo. Hoy sonrío mientras recuerdo mi niñez, y doy gracias por el hecho de que hace diez años desperté de nuevo y vi la grandeza de un Cristo que caminó entre la gente con un “sígueme” libre de adornos inútiles, pero ya no me alcanza con despertar yo, con seguirlo yo, y es que a mi alrededor está el prójimo, que ha dejado también o tal vez no ha tenido la oportunidad de entender la sencillez de aquellas palabras. No sé si soy cristiano, pero a estas alturas del camino me preocupa que el cristianismo sea hoy un sistema cuya estructura se levanta contra la obra de Cristo y seduce al hombre a otras rutas, y estoy dispuesto junto a ustedes a demoler sus estructuras y construir sobre sus bases estructuras que lo definan como escenario de búsqueda y no como destino...

¿SOY CRISTIANO? (UNA CARTA MAS PARA MIS HERMANOS)

Llegué a esta ciudad a la edad de diecinueve años, buscando refugio, intentando vencer los vicios que el fracaso incrustó en mi alma, vicios que no me permitían ver con claridad hacia el futuro. Era el escenario perfecto pues aquí, en Cabimas, el hombre emerge aun de sus cenizas, es el carácter de la gente de esta ciudad, tal vez es un carácter heredado, una herencia histórica. Hoy cuando miro hacia atrás y recuerdo mi trayecto en esta ciudad pienso que recibí su herencia y la abracé como un hijo más de Cabimas, como un hombre cenicienta. Aquí decidí pisar terrenos inciertos, y en este escenario el cristianismo se convirtió en un tema serio para mí; caminando por sus calles, visitando sus iglesias, asistiendo a sus campañas y cruzadas cristianas fui entendiendo que es necesario tocar a la sociedad, vivir un cristianismo de calle.

Conocí jóvenes y adultos comprometidos con Cristo, convencidos de tener un propósito que cumplir en la ciudad, he conocido a algunos sin ninguna ambición fuera de Cabimas, les duele el lugar donde nacieron y han crecido, les duele tanto que no piden a Dios que los envíe a otra ciudad o país, ellos desean ser entes activos en beneficio de la ciudad; he conversado con ellos y brotan pasión con cada palabra y con cada gesto al referirse a los cambios necesarios para que la sociedad pueda conocer un mejor estilo de vida y exista la esperanza para las generaciones futuras de habitar en una tierra más calurosa, con más amor y conciencia, con menos miseria, con menos dificultades, donde la delincuencia no sea la constante en los diarios regionales, donde la educación reine en los hogares; ellos actúan dentro del cristianismo, y transitan por él como vereda, haciéndolo escenario, plataforma para reunir jóvenes y guiarlos a un mejor porvenir a través de las enseñanzas de Cristo y asegurar así una generación con principios basados en el amor hacia la gente que nos rodea, en la compasión y la piedad. Ellos buscan generar un despertar en quienes les escuchan, un nuevo nacimiento desmitificado, sin prometer que desde el momento en que abracen las enseñanzas de Cristo y su obra redentora el contexto financiero o social que les rodea cambiará, sino educándolos a provocar el cambio necesario renovando sus actitudes y comportamientos, tomándose en serio en relación al futuro. A pesar de la intención común que he visto en estas personas y del contexto común que les rodea, en estos diez años los he visto actuando solitarios, algunos obligados a fundar ministerios independientes, separados de otros porque no consiguen ser entendidos y apoyados, he contemplado la ausencia de un interés por unificarse conservando la esencia cada quien por su trabajo y apoyándose con los recursos y métodos descubiertos, tal vez porque cada uno ha sido hijo de la exclusión, es decir, ha sido golpeado por el cristianismo tradicional que no permite métodos innovadores porque le urge conservar la liturgia heredada y las maneras aprendidas y como consecuencia han sido expulsado de las filas del cristianismo que es más bien una religión organizada. Cada uno tal vez cuida sus espaldas, no por egoísmo, sino por proteger la obra que creen necesaria hacer.

Aquí desperté, entendí que lo que aprendí alguna vez como nuevo nacimiento es mucho más que una doctrina cristiana conceptualizada, que no se trata de un acontecimiento mágico, sino que es una forma de identificar con palabras el despertar ante la necesidad de encontrar nuestro hogar y llegar al conocimiento de Dios, entendí que el nuevo nacimiento no trae consigo un cambio brusco de la realidad y de nuestra conducta y que esta creencia solo asegura la frustración del hombre al chocar contra la realidad y notar que ningún cambio fantástico ha ocurrido desde su conversión.

Hoy, después de casi diez años de haber despertado, sigo caminando por la ruta que me señaló el ensarte de dudas que me permití plantearme, sigo con mi condición de forastero que niega el cristianismo como hogar y sus doctrinas como fin de mi búsqueda, sin menospreciarlo como escenario, soñándolo como sistema de estructuras débiles que le permitan exaltar la cuestión humana por encima de sus normativas, libre de pretensiones proselitistas, de métodos dogmaticos, sin vestigios tradicionalistas sino con actitud evolucionista. No sé si aun si soy cristiano, y en este punto de la ruta no me preocupa tanto saberlo, pero me interesas el cristianismo, de lo contrario no estaría aquí, escribiendo intentando unirme a otros que transitan la ruta y algunos más que aquí en Cabimas construyen un cristianismo como escenario…

INTENTO...

Fue un buen intento y por poco lo logro, olvidar quién soy, redimir mis pasos… Tus ojos me hicieron creer que esta vez sería diferente y tus labios me dieron argumentos para intentarlo… Logre engañarme, por poco tiempo, y me escondí bajo la sombra de tu amor, y de mi amor por ti, y viví sin miedos… Pero hoy toca seguir…

Una vida más sin intentos, ya lo he vivido, esta agonía me acompañó antes y sobreviví, ya he brindado con mis miedos y he apostado con ellos la suerte que nunca tuve y que sin ti hoy tampoco tengo… Toca caminar…

Y acostumbrarse de nuevo al sabor de no saborear tu alma, y de no sentir la mía. Lo admito, soy cobarde y me espanta mi alma sino estás aquí, y no lo niego soy un desastre y odio la compañía sino estás junto a mí… Pero toca vivir…

Por poco tiempo creí tener razones para estar tranquilo, iluso yo, tonto yo… Y esta noche que se niega a soltar los brazos del cielo y mientras lo abraza me da la espalda, quedo sin noches, quedo sin cielos… Ya he visto antes el espacio solitario, y no puede más burlar mi cobardía, ya he escuchado antes el abismo silencioso, y no puede más venderme compañías…

Fue un buen intento, pero me quedan una vez más las melancolías, por creer que esta vez sería distinto, por pensar que podía retar lo escrito… Seguirán suspendidas las historias, seguirán angustiadas mis memorias, seguiré siendo quien soy, consumiendo amarguras al amanecer, observando mis días al anochecer, guardando en silencio las preguntas mías, alejándome de todo cuanto deseo y como siempre sin destino por no creer en treguas…

SIMBOLOS Y LETRAS...

Mis ojos esconden imágenes, que tal vez no recuerdes, imágenes que bailan y se esconden, que juegan y se burlan, que vienen y van, que van con regresos, y aparecen cuando no los espero y desaparecen cuando los deseo… Mis ojos hablan de días sin lluvias, lluvias que no se detienen, que abrazan los vientos y se unen a la tierra, que refrescaron mi alma y cumplieron la espera… Mis ojos susurran historias de noches sin lunas, donde la luna fuiste tú, con tus ojos de estrellas y tu sonrisa de cielo… Mis ojos cuentan recuerdos de tardes que transcurrieron lejos de ti, y madrugas de tormentas que llevaban tu nombre…

Mis manos ocultan letras que no leíste, suspendidas en los aires que se reúnen en el sur y brindan por ti, por tu regreso, por nuestro encuentro, letras que apuestan el tiempo y dejan a la suerte el espacio… Mis manos dibujan reflejos de los silencios que no compartimos, dibujan espejos de palabras que no pronunciamos… Y hoy amenazas, tentando mi suerte, despertando el coraje, hoy percibo tu fragancia, yo conozco tus andares, sé de los aires que esconden tu fragancia, sé de las tormentas que anuncian tu llegada.

Mi memoria guarda símbolos de otros tiempos, tiempos a los que llegaste, para marcar mis finales, para entregarme tu ausencia… Tiempos que no me alcanzan, símbolos que ya no entiendo, y confunden mis ojos que desconfían de cuanto ven, y perturban mis manos que te buscan en cada espacio…

FALTAS TU...

A mis letras les faltas tú, niña lejana, amor distante… Noviembre se sienta a mi lado y platicamos mientras la brisa cambia de humor y el cielo desfila sus vestuarios frente a los espejos del tiempo. Noviembre cansado me entiende, y mientras el rocío fresco de la mañana refresca su ira yo enciendo un cigarro y opaco la mía. A veces reímos, otras lloramos, y la vida pasa frente a nosotros, mi vida sin ti, la suya sin ella… En resumen frente a nosotros vida ausente, que no es agonía y tampoco es muerte… En resumen, mi espacio no existe, y noviembre me miente…

Y voy escribiendo sobre el espacio que es tu ausencia, ausencia que existe y que hiere mi inexistencia, porque me estorba el vacío, porque refleja mi hastío, porque amarga mi alma y es que a mi alma le faltas tú, mi alma es un abismo de donde algún día emergeré, algún día cuando en el lugar de tu distancia estés tú… Y de allí, del abismo donde paseo, brotan mis letras, desde mi alma incompleta, y mis letras sin ti son símbolos que hablan de la melancolía que escondo, de la nostalgia disfrazada que se asoma por las ventanas de historias, y nadie sospecha a qué tiempo pertenecen, porque nadie conoce el tiempo en el que nació tu ausencia…

Y va escuchando noviembre mis lamentos, que me visita en silencio, que me cuenta secretos, que reserva sus noches para hablarme de ti mientras yo le hablo de ella, y mientras el frío nevado empaña su melancolía yo embriago mis labios y asesino la mía. Noviembre se sienta a mi lado, donde estuviste sentada tú, niña lejana, amor distante…Y va escribiendo noviembre, con letras sobre los tiempos, símbolos que un día te traerán a mí…

DIAS PERDIDOS...

Se me escapan los días y mis manos inútiles nada pueden hacer., no encuentran la forma de sujetarlos y detener sus andares, no saben cómo amarrarlos para que inmóviles no continúen sus trayectos, precipicios que llevan al final de mi vida, continuidades que ya me hieren, trayectos que mientras avanzan señalan horizontes que no se alcanzan…

Con violencia transcurren, con ritmos acelerados, llevándose consigo fragmentos de mis vidas, y nada puedo hacer, mis manos, tontas manos ya no se oponen, no intentan siquiera arrebatar lo que es mío, inútiles se rinden, cansadas se entregan a la suerte de la no suerte. Aquí van quedando solo recuerdos y espacios vacíos, y los recuerdos ya no me alcanzan para cubrir los espacios vacíos y algunos ya ni recuerdo, es que a veces regresan los días para llevarse con destrezas algunos recuerdos míos profanando incluso mis memorias que rendidas no se oponen al asalto de los días que vienen y van y se confunden entre espejismos de pasados y futuros que nublan presentes…

Se me escapan, días que pudieron ser buenos, con los que pude sentarme tranquilo y celebrar mis vidas, pero no aceptan treguas y las plazas siguen vacías… Días que van llevándose mis miedos, que capturan mi coraje y hoy no sé qué me queda y hasta cuándo…

Mis pies inútiles ya no compiten, no se animan a perseguir los días que se me van y voy quedándome sin caminos mientras mis ojos se niegan a buscar los rastros por donde perdidos se ahogan mis recuerdos… Así que solo escribo, no para grabar memorias o letras testigos de mis días; así que solo camino, sin interés de llegar al destino donde reposan mis días perdidos… Y voy observando a mí alrededor, no para encontrar los rastros que lleven a sus guaridas… No, yo solo transcurro tropezando con días que van escapando, ellos a lo suyo y yo a lo mío…

jueves, 4 de noviembre de 2010

¿SOY CRISTIANO? (OTRA CARTA A MIS HERMANOS).

Cuando leo en las Escrituras la actuación de Cristo y sus palabras frente a las sectas que emergieron del judaísmo, y que se convirtieron en las predominantes para el contexto político-religioso que rodeó a Cristo, me siento atraído por su carácter y su intención, sus palabras eran misiles dirigidos contra las estructuras de las religiones organizadas que pretendían controlar la sociedad a través de sus doctrinas, doctrinas que validaban con sus interpretaciones de las Escrituras y de las bases del judaísmo.

Observo tres estructuras doctrinales de las que se desprendían las enseñanzas de estas sectas y a través de las que mayormente se apoyaban para controlar la vida social y utilizaban para instaurase progresivamente como autoridad y religión oficial; de no haber sido por la rivalidad entre saduceos y fariseos alguna de éstas se habría convertido en la única expresión del judaísmo y fortalecido hasta el punto de hacerse casi irrevocable del alma del pueblo judío, pero la rivalidad llevó a los representantes de cada secta a tal extremo de fanatismo que no les importaba rayar en lo irracional con el propósito de contradecirse entre ellos, el solo hecho de que los saduceos afirmaran alguna doctrina era ya una razón para que los fariseos levantaran argumentos contra tales doctrinas o viceversa, sin importar lo insostenible o ficticio de los argumentos. Aun así lograron construir un mundo de cristal, un campo religioso y respetable apoyado en las interpretaciones tocantes al templo, al día de reposo y a los diez mandamientos o decálogo que Moisés dejó como herencia, tres de las columnas fuertes del judaísmo.

El carácter de sus interpretaciones resultaba de sus intenciones proselitistas, por estas razón se mostraban rigurosos, ya que la flexibilidad debilitaría las estructuras de la secta y por lo tanto facilitaría su evolución lo que cual no era sinónimo de progreso, la evolución se mide por la adaptabilidad de la secta al tiempo y espacio, lo que implica constantes reformas de normas, y consideraciones en los aspectos doctrinales que pudieran amenazar la continuidad de los mismos y asomar el surgimiento de nuevos aspectos, esto resultaría en la aniquilación constante del sistema religioso y el renacimiento de otro sistema, u otra manera de expresar el sistema, adaptado al tiempo y al espacio; por otra parte el progreso se mide por la capacidad o cualidad que puede tener la secta o sistema de mantener intactas sus estructuras a través de tiempos y espacios, para lo cual se hace imprescindible protegerse como tradición a través de métodos dogmaticos. Como consecuencia del carácter riguroso de sus interpretaciones todo aquel que quería abrazar con seriedad la hermandad dentro de estas sectas irremediablemente reflejaba incongruencia entre lo que enseñaba o defendía como enseñanza y lo que practicaba, por lo que la hipocresía era ya una conducta condicionada por el contexto al cual se sometía cuando asimilaban la secta como su mundo y sus estructuras como leyes naturales dentro de tal mundo. El ambiente de estas sectas estimulaba una actitud de competencia que otorgaba el derecho de reclamar la admiración y el respeto, adjudicaba el deber de actuar con arrogancia y transfería la atribución de menospreciar a aquellos que consideraban inferiores.

Jesús, el Cristo, denuncia la intención y el carácter de estas sectas al referirse a escribas y fariseos diciendo: “porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas… ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros” (Mt. 23: 4; 15).

Jesús no solo denunció repetidamente el carácter y la intención de fariseos y saduceos sino que también disparó contra las estructuras haciendo polémicas declaraciones que le restaban importancias e incluso ridiculizaban las interpretaciones proselitistas y dogmáticas que erigían en torno a las columnas del judaísmo heredado y venerado históricamente. Cuando los fariseos acusaron delante de él a los discípulos por arrancar espigas y comerlas un día de reposo no solo ridiculizó la forma en la que interpretaban este aspecto de la ley sino que también apuntó contra la importancia que le daban al templo, por ser el templo para entonces una de sus imágenes o emblemas, les respondió: “¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí” (Mt. 12:5,6). Con esta declaración Jesús no cuestionó la utilidad del templo como lugar de congregación pero sí desacreditó el templo como emblema y escudo para una secta, dando a entender que mayor era su vida porque su vida era la razón de ser del templo. Jesús no menospreció las sinagogas como estrategia para acercar al pueblo a una vida congregacional ya que él mismo visitó las sinagogas enseñando (Mt 4:23; 12:9).

Y mientras voy leyendo sus palabras contra las sectas que querían instaurarse como oficiales y únicas medidas para encontrar redención encuentro también su actuación a favor de la sociedad y me atrae su interpretación de la ley, de la vida y del amor. En un contexto en el que los temas referentes a la religión eran fríos y donde los intérpretes de la ley construían con sus interpretaciones muros inmensos que separaban al hombre del Creador, en un momento histórico en el que seguir a algún rabí significaba ser víctima de su arrogancia y endurecer el corazón para llegar a imitarle y ser merecedor de su aprobación, Jesús logró crear una atmosfera distinta a su alrededor, mostrando un sentimiento y un carácter en sus palabras desnudo de proselitismo, demostrando que querer comprender los asuntos espirituales e iniciar una búsqueda de las verdades alrededor de la divinidad no son cuestiones que deban separar al hombre de la comunidad y hacerlo indiferente a aquellos que le rodean, que el deseo de comprender tales asuntos y el interés de encontrar verdades debe más bien vincular al ser humano con su entorno y el prójimo, o dicho de otra forma debe hacerlo consciente de tal vinculo existente y que la práctica de la religión sistemática y dogmatica le hace olvidar.

No sé ya si soy cristiano o no, y la verdad a dejado de interesarme saberlo, quienes me conocen saben que adverso las estructuras heredadas del cristianismo que hoy llaman único camino, pero también saben que no lo menosprecio, que lo prefiero escenario, que lo pretendo como vereda, que lo sueño libre de actitudes dogmaticas y pretensiones proselitistas, libre de métodos e instrumentos pregonados infalibles, que lo creo más útil exento de vicios tradicionalistas, lo deseo sin progreso, en cambio evolucionando.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿SOY CRISTIANO? (CARTA A MIS HERMANOS).

Nos preguntamos a veces qué es ser cristiano o cómo ser buenos cristianos, la cristiandad nos preocupa porque nos sentimos comprometidos, pero a veces no sabemos con qué o con quién. Podríamos pasar por esta vida tranquilos, centrados en nada, distribuidos entre pensamientos, proyectos, pasiones, y tantas cosas, abarcando tanto, creyendo alcanzar y cubrir las dimensiones básicas de la vida; podríamos incluir en nuestro punto asistir regularmente a una iglesia y al igual que con los términos que nos dirigen en nuestra simple vida ciudadana plantearnos algún esquema fácil de seguir para sentirnos buenos laicos: visitar la iglesia los domingos, ofrendar en los servicios, sonreír amablemente en el supermercado, estar al día con las noticias del mundo cristiano y reconocer los salmistas y conferencistas más nombrados en la esfera cristiana. Tal vez así podríamos evitar muchas preguntas.

Un esquema nos permite no saltar a otros terrenos, nos mantiene alejados de la tentación de entrar en las zonas de preguntas que pueden robar nuestra tranquilidad y seducirnos a recorrer veredas en busca de respuestas o de quietud; un esquema nos permite esquivar responsabilidades porque sencillamente nos ayuda a creer que no existen otras obligaciones fuera de nuestro esquema, no hay otro mundo.

Pero no resulta con algunos, no contigo, tampoco conmigo. Lo hemos intentado, negándonos a las voces de los cuestionamientos y al llamado de las dudas sobre nosotros mismos, ocultándonos de los espejos que reflejan nuestro verdadero rostro y esforzándonos por ignorar la sed que sigue ardiendo en algún lugar dentro de nosotros y que nos lleva a los limites del terreno seguro en donde hemos decidido acampar. Y chocamos una y otra vez contra la gran pregunta: qué es ser cristiano. Y de ella se desprenden mil más: ¿a qué me refiero cuándo digo que soy cristiano?, ¿qué es lo que busco en este camino?, ¿qué es lo que no busco?, ¿es acaso una excusa para mí ser cristiano?, ¿es excusa de qué, para evitar qué, para protegerme de qué?, ¿por qué decidí ser cristiano?, ¿a dónde quiero llegar con esto?, ¿a dónde no quiero llegar?, ¿debo afectar con mi cristiandad a quienes me rodean?, ¿por qué debo afectarlos?, ¿de qué forma?, ¿es el cristianismo la respuesta a lo que busco?, ¿qué es lo que busco?, ¿quién dijo que era la respuesta?, ¿por qué lo dijo?, ¿ser cristianos es seguir a Cristo?, ¿qué es el cristianismo hoy?, ¿por qué tantas expresiones para definir la cristiandad?, ¿cristianismo es sinónimo de exclusión?, ¿podría haber otra forma de seguir a Cristo fuera del cristianismo?, ¿es hoy el cristianismo lo que por tradición se ha dicho que es?, ¿son las estructuras actuales del cristianismo la idóneas para que éste sea considerado como la única forma de seguir a Cristo y abrazar la salvación?, ¿qué es la salvación?, ¿quién es Cristo?, ¿debo seguir siendo cristiano o existe alguna posibilidad de ir en la dirección correcta sin etiquetarnos?, ¿hay alguna dirección correcta?, ¿qué es lo más importante en todo esto?...

Y no terminan allí las preguntas, siguen surgiendo, haciendo escándalo en nuestras mentes, originando caos en nuestros pensamientos, llevándonos a extremos y puntos medios de forma desordenada. Hay quienes logran convivir con las preguntas, y hasta con el tormento que éstas originan, se les ve en las congregaciones, diciendo amén a las frases aparentemente bien pronunciadas, a las afirmaciones que emergen de ciertas formas de interpretación de las Escrituras, exclamando “gloria a Dios” llenos de gozo, estrechando las manos de sus hermanos, nadie imagina que están cuestionando el sermón escuchado y hasta la liturgia en curso, no se les nota la incomodidad que les causa el combate que se libra dentro de ellos.

Tampoco es nuestro caso, de repente creemos comprender que el cristianismo puede ser una vereda en nuestra búsqueda, un canal para guiar también a otros. Y esto origina más preguntas: ¿debo aceptar el cristianismo tal y cómo se ha presentado en este siglo?, ¿debo entrar en la dinámica de deconstrucción que emerge?, ¿cuál debe ser mi propósito?, ¿cómo puedo aportar a la deconstrucción?, ¿cuáles son las estructuras que aberran actualmente al cristianismo y lo presentan más como secta que como vereda?, ¿cómo puedo hacer de la vida congregacional una dinámica más acertada en relación a los problemas sociales que hay en las comunidades a mi alrededor?, ¿es necesario hacerlo?...

Así percibimos que las preguntas no estorban, que las tormentas que producen son para proyectarnos hacia adelante, para obligarnos a avanzar y quebrar las paredes de cristales bajo las cuales acampamos, son para forzarnos a pasar los límites de la comodidad; finalmente comprendemos que no es tan cómodo el terreno donde habitamos y no pertenecemos a ese lugar, no es nuestro país, que cuando decimos que somos forastero lo somos en realidad, y ni siquiera el cristianismo nos brinda el calor de hogar que buscamos, que tal vez es la ausencia de ese calor la que propicia nuestras preguntas, que son ellas quizá señales que nos llevan a nuestro hogar. Y encontramos la forma de movernos dentro del cristianismo, en pro de un cristianismo en evolución, en movimiento, siendo agentes de cambios y revoluciones necesarias para que éste avance y más que una secta, religión o institución vaya tomando forma de escenario; a medida que avanzamos nos damos cuenta que es un avance en regresión, que es un volver al inicio, a lo que fue antes de ser distorsionado por concilios, leyes, reformas, prejuicios, intereses y doctrinas, antes de que se mezclara con doctrinas de paso, innovadoras y seductoras a sus siglos, y se creyera tales mezclas necesarias para hacer del cristianismo un movimiento trascendental; vamos comprendiendo la ironía de nuestra acción o en nuestra intención, nos sorprendemos al vernos luchando contra el progreso creyendo progresar, trayendo el pasado al presente para marcar un nuevo comienzo, miramos a nuestro alrededor y nos vemos acompañados en nuestro empeño, entendemos que no somos una raza en extinción ni solitaria, que cada día va aumentando el número de quienes despiertan dispuestos a correr el riesgo de ser tildados como herejes o separados del cuerpo de Cristo, pero centrados en un propósito: llevar el cristianismo a otra expresión, convertirlo en un escenario de búsqueda, demoler todas las estructuras que lo conceptualizan como un sistema y así provocarlo como escenario en el que actúen estructuras débiles y por lo tanto preventivas contra medidas ortodoxas que promueven exclusiones, reglamentos exclusivistas, doctrinas escapistas, contra medidas ortodoxas que sirven de nido de formulas mágicas fascinantes pero incongruentes a la realidad.

Y aquí nos encontramos, en este punto del camino, tú y yo, y tantos más. Haciendo lo que podemos, lo que sabemos hacer, escribiendo, cantando, dando conferencias, organizando eventos, dirigiendo fundaciones, moderando programas de radio o televisión; aquí nos encontramos, aportando, alimentándonos para seguir, y los encuentros van surgiendo cada día, descubriéndonos a través de redes sociales, escuchando los relatos de otros que van causando revoluciones dentro de algunas de las estructuras de lo que podemos conceptualizar como cristianismo tradicional o heredado, que van provocando cambios con distintas formas de expresiones. Leyéndonos, tropezando en plazas, en locales comerciales, en templos cristianos, compartiendo experiencias y métodos sin intención de imponer formulas o formas de acción para llevar a cabo nuestros propósitos, con la única intención de aportar, de que se tome lo que se pueda de nuestras experiencias y de tomar lo que se pueda de las de otros. Dándonos respuestas y preguntas que nos lleven a más respuestas y más preguntas para poder definir lo que en principio nos movió del lugar: qué es ser cristiano o cómo ser buenos cristianos.

Hoy puedo entender que la cristiandad me lleva a asumir un compromiso con la sociedad, a actuar a favor de los desfavorecidos, a acompañar a los favorecidos, a no esconderme con mis inquietudes y preguntas, sino a caminar con ellas y con la sociedad, porque ser cristiano se resume en la vida de Cristo y sus palabras, y la vida de Cristo fue una expresión de amor hacia quienes le rodearon, una expresión de amor hacia quienes le escuchaban, hacia aquellos que simpatizaban con sus palabras y también hacia quienes le adversaban, la vida de Cristo fue un mensaje, desnudo de dogmas y doctrinas, un mensaje simple y sencillo, fácil de entender, un mensaje que recorrió aldeas y capitales, entregado a ricos y pobres, su vida fue un empeño por exaltar el amor que hay dentro del hombre y así hacernos entender que tal vez ser cristiano es no darle importancia a ser cristiano, que imitarle no es interpretar su vida para sistematizarla y crear métodos y esquemas, que si un día la etiqueta “cristianismo” es abolida, olvidada, menospreciada, aun así queda su vida simple, su vida entregada, su vida que a través de nuestros pasos y acciones puede seguir recorriendo aldeas y capitales, llegando a ricos y pobres, exaltando el amor que hay dentro nuestro y que puede llevar a la sociedad a un nivel más humano, y por lo tanto más divino, porque él, siendo humano, nos mostró que la divinidad puede ser expresada desde nuestra condición, pero para eso es necesario olvidar los adornos que hasta ahora hemos creído que embellecen la acción de Cristo y que tristemente hemos llamado cristianismo. He dicho muchas veces en reuniones y conversaciones con amigos que tal vez un día la palabra “cristianismo” se extinguirá de nuestro vocabulario y será recordada como el título de un movimiento que abarcó siglos y progresó en la historia, he preguntado qué pasaría si sucediera en nuestro tiempo, ¿cómo lo asimilaríamos?, ¿se acabaría nuestro empeño por hacer lo que hemos definido como obra de Cristo?, ¿sería el fin de Cristo?, ¿es igual Cristo y cristianismo?, ¿es mayor cristianismo que Cristo?, ¿la vigencia de las palabras de Cristo y su trascendencia en el tiempo dependen del cristianismo?, ¿qué pasaría si surge otra etiqueta para todo lo que está enclaustrado dentro de la palabra cristianismo?, ¿es la fe en Cristo lo mismo que la fe cristiana?, ¿debemos considerarlo así? Hoy, recuerdo la pregunta de Cristo, y hace eco en mi alma “¿quién dice la gente que soy yo?”, hoy podría responder: “unos dicen que eres cristianismo, otros que fundamentalismo u ortodoxia…”. Pero él luego preguntó “¿y vosotros quién decís que soy yo?”. La intención de Cristo fue que sus discípulos entendieran que seguirle a él, que imitarlo a él, que conceptualizarlo a él, es una dinámica, es algo personal, es un asunto entre Cristo y yo, entre Cristo y tú, aun dentro del cristianismo no es un asunto entre el cristianismo, tú y Cristo, y por esta razón el cristianismo es solo un escenario, dentro del cual podemos y debemos preguntarnos “¿quién digo yo que es el Cristo?”.

Yo abrí la ventana hacia el mundo de las preguntas y ahora no puedo cerrarla, camino sobre terrenos inciertos, como diría el salmista “en valle de sombra de muerte…”, porque cada pregunta amenaza mi fe, la arrincona contra la espada y la pared, porque cada pregunta va dándole muerte a las creencias que contradicen el mensaje de Cristo, que aberran su vida en mí, valle de muerte en el que yacen cadáveres que hablan de los años en los que viví un cristianismo de límites, de métodos. Camino sin miedo ya, entendiendo que es la fe la que nos mueve y nos lleva por estos terrenos, camino seguro de que no es camino solitario, que muchos transitan por estos valles, y transito acompañado de buenos recuerdos, recuerdos de rostros amigos, recuerdos de nombres gratos, de esfuerzos compartidos, camino con esperanza, de un mejor porvenir, con esperanza de nuevos encuentros y de conocer otros nombres, con la ilusión de compartir mi esfuerzo con otras personas…

NOVIEMBRE...

Cae la lluvia y la brisa baila con ella, alegre la lluvia, contenta la brisa, y el aire se abriga con frío y respira tranquilo, van borrando sus huellas mientras la danza se arrecia, van mostrando sin prisa los senderos por donde viajan, señalan destinos, dibujan futuros, desdibujan pasados, construyen presentes… Yo me pierdo observando la gracia con la que bailan, ajenas, lluvia y brisa, a los lugares, forasteras del tiempo, mensajeras de ocasos y amaneceres que muriendo se reúnen lejos de aquí…

La tierra reposa, mientras los ríos cantando la arrullan, dormida la tierra, escenario donde bailan la lluvia y la brisa. Y el cielo se viste de libertades mientras el sol con cautela señala el horizonte escondido detrás de la densa niebla que visita los montes que reverdecen para adornar estos días… El cielo muda su piel, despojándose de las leyes que intentan atar su libertad, y muestra su humor a cada instante, presumiendo la distancia que se aleja de sus límites y derrochando lejanía como un poder... Lejanía y distancia se someten al cielo, lejanía y distancia oprimen mis días…

Disimulan los días, juegan con el tiempo distrayendo sus planes, juegan y se esconden asomándose por las ventanas con timidez, desnudándose de a poco de la oscuridad con la que visten sus soledades y enmudecen sus silencios…

ANGUSTIA DE NOVIEMBRE...

Dónde estás, preguntan mis ojos y te buscan sin descanso, aun mientras duermo recorren los laberintos de mi memoria buscando algún rastro en mis recuerdos que me lleven a ti… Dónde estás preguntan en silencio y en silencio lamentan tu ausencia colgando su mirada en el horizonte, soñando despiertos con el momento que no llega mientras los días bailando van mudándose a ningún lugar, donde quisieran buscar mis ojos para ver si te encuentran…

Dónde estás, preguntan mis labios, que extrañan tus besos, que mueren de sed… Hablan lenguajes, buscan tus huellas, pronuncian palabras pretendiendo así invocar tu silueta. Construyen abismos para esconderme mientras el tiempo causa estragos a mí alrededor, se esconden mis labios que ilusos mencionan tu nombre mientras mis ojos atentos observan si atiendes al llamado de mis labios…

Y se une mi alma a mis ojos y labios, que también pregunta por ti, que también te busca, que intranquila pasea por laberintos y valles, que surca las garras del tiempo, y se niega a los brazos de la muerte sin ti. No hay descanso sin ti, no hay treguas con el tiempo, no existe el reposo y noviembre no es hogar cálido, no es paisaje bondadoso, no hay montañas sobre las cuales puedan pasear mis ojos ni ríos para calmar la sed de mis labios…

CIELOS DE NOVIEMBRE...

Estos cielos de noviembre, despiertan temprano y con arrogancia se encienden para proclamar que los días no son días sin ti. Espacios, vacíos, abismos… Fatalidad celeste, que hiere mi alma y es inevitable porque se impone el cielo rodeándolo todo, y se hace destino sobre mi horizonte… Espacios que estorban, vida sin ti, lugar que no es mío, en un tiempo que muere porque muero yo y yo soy tiempo incompleto, finito y absurdo, como lo es el cielo sino paseas aquí. Espacio inútil, que ahoga, senderos que no van a ningún lugar, caminos que distraen mi alma y me hunden en laberintos que me alejan de mi hogar….

Vacíos que lastiman, fantasmas que vienen de la nada y siendo nada perturban mis ojos, que ya no duermen, que buscan refugios para posar sus miradas. Pero no hay refugios porque no estás tú, solo quedan vacíos de ausencias tuyas, fantasmas que gritan recuerdos que no sonríen, que grises me roban el alma y grises me hacen vacío… Abismos, profundos y endebles, erigidos sin fundamentes y aun así arrogantes.

Existen abismos porque existes tú en distancia, lejos de aquí, y conquistan mis días, mientras yo envejezco sin ti, viendo los días desfilar sin gracia, viendo los cielos reflejando tu rostro, tu rostro que yo adoro, en el que tus ojos brillan como espero que brillen mis días, en el que tu sonrisa sostiene paz, paz que busca mi alma.. Si estuvieras aquí otro sería el cielo y noviembre nuestro hogar, espacios, vacíos y abismos se rendirían ante ti, y yo sería tiempo infinito, eterno contigo…

sábado, 16 de octubre de 2010

LOCURA...

Con amor dentro del alma, así avanzo, lentamente quizá, no acostumbro ya medir el tiempo, no presto mi atención a sus locuras, ya no me distraen pretensiones vanas, absurdas, que desaparecen como todo lo que me rodea se va esfumando, como todo lo que una vez conocí ha ido marchando, danzando al son de pretensiones que son quimeras, inalcanzables, ilusiones tontas de vidas tontas, burladas por el tiempo y sus locuras…


Mi amor permanece, aunque ciego, camino, aunque cansado, prosigo, en una búsqueda que no consigo, tras un encuentro que no percibo… Siguiendo el rastro de un aroma, tus labios, dulce miel que probé una vez, no recuerdo cuándo, tal vez solo el tiempo lo sabe, y no pregunto, solo obedezco sentencias del alma, que ya se escapa, que va contigo, alma que deja escuchar lamentos, lamentos que son cantos de mi amor, que voy repitiendo mientras la luna observo, y veo en su piel símbolos tuyos… Es mi locura, tal vez, pero es lo que tengo para decir que te amo, que se quién eres aunque no estés aquí, que sé me piensas aunque no esté allí, pero percibo tu aroma y creo en ti, y el aire dibuja nuestro encuentro, yo atento dibujo tu aire, encontrando fragmentos de aquel lugar, ya visitado, origen de aquel trayecto y final del recorrido…



Sin felicidad entre mis manos, solo en mis ojos, que ciegos buscan tu nombre, que ilusos siguen tus huellas, ojos que juran ver tu alma algunas noches, y al despertar siguen buscando, convencidos de un juramento que pronunciamos, con letras del alma… Y a veces lo creo, porque mis manos buscan letras que no son mías, sospecho que las tienes tú, y solo tú podrías calmar mi sed, tal vez mi sed es cumplir el juramento, tal vez mi sed se calmará cuando frente a ti mis ojos te entreguen con una mirada el amor que me guía, y descansen en tu alma y se acabe mi locura…

viernes, 15 de octubre de 2010

DESTINO...

Que si la muerte es el único destino seguro entonces yo soy tu muerte… Tal vez sueno presumido, pero es la verdad, soy tu destino…Y puedes caminar en mil direcciones contrarias a mí pero aquí estoy y aquí llegarás, tú deseas llegar… Y yo deseo te llegada, pero soy paciente, el tiempo ya susurró el momento, y aquí seré tu tiempo y tu momento…


Que si el infierno es castigo eterno para los condenados, entonces yo soy tu infierno porque estás condenada a ser amada por mí… Es que mi origen es tu destino y mi castigo es tu infierno… Yo decidí amarte porque por ti existo, y mis ojos buscan desde que existo contemplar tu alma porque es mía y lo sabrás apenas contemples mis ojos, porque desde que existes buscas contemplar mi alma, que es tuya…


Soy tu reposo, a mi lado nacerán tus días buenos, y el sol brillará, soy tu sol y a mi lado vivirás amaneceres que has esperado… Con mis manos señalaré el final del horizonte y con mi amor te llevaré a contemplar desde allá el inicio de la noche, y descansarás en mí porque solo entre mis brazos tus sueños podrán reír y tus pesadillas se espantarán por el terror que sentirán frente a tu alegría…


Y hasta la luna envidiará el lugar donde duermen los mortales, y desearás haber llegado antes, es que tengo para ti un futuro forjado en otros tiempos, futuro que has deseado en tus caminos, futuro que soy yo que existo para ti… El sol deseará nacer aquí donde tu y yo naceremos, y el mismo tiempo anhelará nuestra mortalidad cuando abrazados presumamos de nuestro destino…

Dios, dios, diosito, papa dios...

No me molesta que la gente hable de dios como si fuera su compadre, o su juguete o su genio o lo que la gente quiera creer sobre su dios; no es mi problema si le atribuyen el origen de todo y ponen en sus manos el final, ni siquiera me interesa si le construyen un hogar en el cielo y sueñan con pasar una eternidad batiendo las manos para alimentarle el ego mientras aquí se alimentan su propio ego catalogándose así mismos como adoradores y reclamando “adoración en tercer grado” para ellos por ser adoradores…


En realidad ha dejado de importarme las contradicciones del mismo cristianismo o de sus militantes, o autonombrados representantes, he dicho que dentro de la “comunidad cristiana” existen o le dan existencia a innumerable dioses o tal vez mil caras a su dios, pero ha dejado de ser mi rollo, evito estos temas con fanáticos que están dispuestos a matar justificándose con un “es mi deber mantener y defender mi posición”, la verdad fui así en un tiempo, así que por qué voy ahora a menospreciar o intentar herir con mis razonamientos a quienes son como alguna vez fui yo; y no es que tenga miedo a sus argumentos, solo me aburren…


¿Por qué hoy y por qué esto? Tres sucesos ayer me motivaron: el primero fue una agradable conversación con un escritor de un texto de teología que considero bueno y básico, para mi sorpresa milita dentro de una organización cristiana que tiende a mostrarse ortodoxa en términos generales, este hombre es además profesor de una importante institución teológica dentro de esa organización, y me asombró, realmente me asombró el hecho de que pudiéramos entendernos en el mismo lenguaje y coincidir en algunos planteamientos, esta conversación me recordó que es inevitable la evolución de la búsqueda del hombre por encima del progreso del cristianismo u otras religiones (argumento que he llegado ha plantear en mi blog en artículos etiquetados como “mundo de cristal”, léase si se quiere entender mejor la expresión “evolución de la búsqueda por encima del progreso…”), y encendió esta conversación mi pasión por estos temas; el segundo suceso fue observar la reacción de algunas personas ante una imagen publicada en el blog de Anyul Led Rivas, consideradas por algunos una blasfemia contra Cristo, me recordó como estos temas a veces encienden incluso mi buen humor. El tercer suceso no encendió ni pasión ni humor, sino ira. Recibí una “exhortación” por escribir dios en minúscula, y la explicación por la que debía corregir mi error… bueno se resume en una expresión “fue una mierda”…

Milité dentro del cristianismo creyendo en dios, bueno en Dios (¿notan la diferencia?). Un dios con mayúscula porque me decían que así debía escribirse porque enorme es su poder, porque enorme es su misericordia, porque enorme es su amor y todo lo suyo es enorme, incluso el precio que hace pagar a quienes deciden rechazar su enorme amor, haciéndose enorme la obligación de amarle… Disculpen la ironía aquellos que puedan sentirse ofendido por ello, ¿pero no es contradictorio el hecho de que por amor amenace a amarle al precio de una condenación eterna en un infierno inimaginable? Puede existir un ser así e incluso ser llamado Dios (con mayúscula y todo)… ¿hace esta “cualidad suya” (amor que amenaza) de la palabra Dios una palabra respetable y digna de adoración? Entonces me miran con odio cuando digo que no puedo creer en un Dios así, y que además me importa poco escribirlo con mayúscula o minúscula… Creo que esto da mucho para pensar si estamos dispuestos a pensar; creo que aquel que siga dispuesto a hablar de dioses y de sus amores, incluso aquel que piensa que el dios cristiano, dibujado por el cristianismo en progreso a través de los siglos, es un dios de amor infinito está en el deber de pensar, de cuestionar, de comparar los argumentos con los que construye a su dios y lo presenta al mundo, está en el deber de hacerlo digno de ser mayúsculo, respetable, adorable… No me vengan con amenazas de infiernos para obligarme a otorgarle mi respeto… Es tonto pensar que librarse de la etiqueta cristiana y que según argumentos tan tontos como los de un dios enorme y contradictorio hacerse acreedor de la etiqueta ateo es sinónimo de condenación eterna… Es tiempo de pensar…

BURLARON EL ABISMO...

La luna brilló para ellos, aquella noche, las coincidencias se esforzaron para guiarlos y allí se encontraron… Las estrellas cantaron con destellos, y mientras la brisa tímida paseaba rozando sus cuerpos ellos estrechaban el espacio que los separaba… Y así burlaron el abismo, distancia que se extendió en el tiempo, tiempo que sin saber quizá forjó los caminos que unieron dos destinos que en origen fue uno y finalmente uno…


De mil almas en aquel lugar, solo dos se reconocieron, solo dos se fundieron en un instante y unieron sus sueños, rompecabezas de memorias que burlaron espacios, que retaron la muerte y allí, bajo la luna que brillaba y las estrellas destellando, encendieron un alma que despertaba para no dormir jamás… Él pudo ver en su mirada la razón de mil amaneceres lejos de ella, y descansó con un beso y un abrazo… Mil secretos fueron contados bajo un cielo oscuro, y solo ella los escuchó… La noche los envidió por solo ser el escenario y guardó el aroma de aquellas palabras para refrescarse el alma cuando la soledad hiere…


Los vi sonriendo, como sonrieron alguna vez los enamorados, esos que amaron incluso la muerte y desafiaron la vida; los vi paseando alrededor de aquel lugar, plaza de tantos recuerdos y solo uno trascendió para vencer al tiempo… Los vi y sonreí también, me pregunté cómo suceden estas cosas… Creo que nadie lo notó, pero aquella noche todo lo existente tuvo sentido, y yo mirando a lo lejos sentí ser parte de un milagro…Los vi perderse entre la oscuridad de la noche y hoy los recuerdo pensando que tal vez un día podré burlar el abismo…

jueves, 14 de octubre de 2010

TU PIEL...

El cielo mismo envidia el color de tu piel, y me envidia a mi cuando te toco… De nada me serviría a mí expandirme por encima de todos los mundos y ser los límites del universo si no pudiera tenerte cerca, de nada me serviría ser el destino de las miradas y la ilusión de los ilusos si tus ojos no se fijaran en mí en los instantes en que cerca estás…


La luna envidia la ilusión que provocas en mi alma, pues todos los siglos que forjaron mi vida se rinden ante tu mirada, y con reverencia te observo acercarte, con reverencia me acerco hasta abrazarte, y siento que abrazo al cielo y que la luna brilla en ti… La luna me envidia cuando te abrazo, ella respira de nuestra historia, y en su memoria va escondiendo nuestros pasos, y desde el cielo canta nuestros versos mientras las estrellas se duermen junto con el amanecer y tú y yo disfrutamos de la vida que fue hecha para los dos…


Y el tiempo que avanza no lo percibe, pero avanza para nosotros, y va armando nuestros días, días benditos porque son nuestros, pues mis días sin ti son como infiernos, y junto a ti me redimo del dolor con el que el tiempo intenta castigarme, castigo que niego, culpa que no es mía, pues yo solo sigo la agonía de mi sed, y busco con desespero las bondades de tu amor... La vida misma envidia la suerte de tu alma, tú eres suerte que construye mi paraíso, donde me esperas, donde los dos observamos el cielo que nos observa, y la luna que colgada va descubriendo el camino para llegar al mar… Yo nada le envidio al cielo, nada añoro de la luna, yo tengo tu piel que es mi destino, tengo tus besos que son mi camino…


El cielo mismo envidia el color de tu piel, ni el amanecer ni la noche puede vestirlo de tus bondades… Yo no quiero cielo, quiero tener siempre cerca tu piel, donde se esconden caminos y suertes y que despierta mis ilusiones…

TU AIRE...

Por aquí se respira tu aire, tanto te extraño que mucho duele… Y todo me habla de ti, porque eres sol, tus ojos brillaron para mostrarme mi destino y mi destino fuiste tú, allí estaba frente a mí, yo distraído pude perder el momento, pero vi tus ojos y mi dolor guardó silencio, vi tus ojos y supe quién soy…


Por aquí los amaneceres hablan de ti, dicen que un abrazo tuyo es como el rocío de las mañanas y que puedes con tu aliento hacer reverdecer los campos azotados por el verano, y hacer al sol asomarse entre las montañas olvidadas por el tiempo… Dicen que eres tú la memoria del tiempo, y a veces pienso que mis sueños son recuerdos tuyos, donde te escondes aun mientras respiro tu aire, que prometes venir con cada sueño y que envías tu aroma con la lluvia como una muestra de que en algún momento dibujarás mi realidad…


Frente al mar escucho canciones que hablan de ti, y me siento en la arena, donde una vez caminaste, lo sé porque respiro tu aire mientras escucho, y el aire se cuela en mi alma que reposa en ti, y mi alma es un mar que gime ante la tormenta de la distancia, abismo infernal a que se interpone en el camino a mi destino… Tus ojos me hablaron una vez de los dos, y hoy recuerdo que estuviste, hoy no sé si fue un sueño y si aun no despierto, hoy solo sé que respiro tu aire y me envenena, tanto que me estorba la soledad y odio el silencio sino estás…

TUS BESOS...

Dame un beso hoy y te ofrendaré mi pasado, tendrás en tus manos los caminos que caminé para llegar a ti, te entregaré las historias que recogí en el camino y que durante tanto tiempo me acompañaron hasta llegar a tu lado, te daré mis letras, que están guardadas en mi alma, te entregaré mi alma que mantuve escondida para evitar perderla, para no arriesgar sus heridas, para no exponerla a la extinción sin antes besarte…


Dame un beso y mis heridas las entrego a tus manos, mis heridas hablan de la ilusión con la que te sueño, habla de los sueños que me acariciaron cada noche y me guiaron hasta el amanecer para no perderme en el camino y confundirme entre los senderos del silencio, mis heridas hablan de ti, de la fuerza con la que enfrenté a la soledad, de la pasión que movió mis pasos cuando demonios vinieron a hablarme de los infiernos del olvido y la distancia… Mis heridas hablan de los años en los que tu distante siempre estuviste en mi… Son tuyas si me das un beso hoy…


Te dibujaré mi historia en tus labios, y podrás ver las imágenes de mis sentimientos, imágenes que guardan secretos tan antiguos como el tiempo, imágenes que son promesas de un futuro que está en tus manos, que comienza con un beso, que depende de tus labios… Tengo una historia nueva, aun no contada, tengo letras que nadie a escrito, que no se han inventado, tengo un millón de metáforas que quiero escribir dentro de tu alma, dame un beso hoy y te entrego mi melancolía para que escuches las canciones de amor que han inspirado tus ojos…


Dame un beso, que tus besos son la razón de mis caminos, de mis historias y letras, de mis heridas… Dame un beso y dale un final a esta historia, abramos un nuevo sendero…

miércoles, 13 de octubre de 2010

NOCHE...

Yo vi calma en sus ojos, paz verdadera, coraje sincero que no depende de nada, que no es resultado de cálculos y posibilidades, fe que no es ausencia de dudas, ni miedo a dudar, yo vi en sus ojos esa quietud que tienen las olas inmensas, que dan vida a las tempestades y que a pesar de sus ritmos son solo mar danzando… Fui seducido por su calma, vi sus ojos como lienzo sobre el cual se dibuja el futuro, sin manos ni colores, solo se forja como se canta una canción que va naciendo de la alegría desnuda…


Yo sentí vida en su voz, su voz, rocío de la mañana que refresca los campos que van despertando del sueño nocturno custodiado por un ejercito de estrellas que sonriendo se despiden al amanecer…Sentí vida, de esa que está ausente algunas veces, cuya ausencia se siente y se llora porque me duele, dolor es la presencia de la ausencia de vida que me acompaña y que en ocasiones no puedo ignorar, pero sentí la vida cuando me habló, y odié la muerte por un instante, porque si ella es vida la quiero a ella, pues si fuera la muerte despreciaría la vida…


Yo respiré dulzura entre sus brazos, mis manos dibujaron futuro sobre su silueta, y el futuro fue dulce cuando abrazados desafiamos distancia y tiempo… Dulce es la vida que es ella, ella es calma que desorienta, calma que señala otro sendero, sendero que jamás conocí porque es ella, que me lleva a la vida, y la vida con ella es noche feliz, escenario de nuestra alegría que acompañada de mil estrella danza mientras el mar nos canta, mientras el cielo sonríe…

EN SILENCIO...

Pienso en el secreto que esconde el silencio, y escucho el silencio del secreto que escondido y tímido intenta proteger su aire de las andanzas del tiempo, secreto que ha través de mis vidas han robado tu aliento, silencio que a través de mis muertes conservan tu aliento… Voy imaginando el roce con el que es bendecido el aire que saliendo de tus labios le da vida a tu voz, tu voz que es vida que llega a mi bailando entre la brisa, que es caricia que alcanza mi alma cuando recuerdo tu nombre que en secreto guarda silencio mientras se desliza por el laberinto de mi alma…


Tu aliento le da vida a mis días, y mis días son piel consumida en el fuego de tu ausencia, mis días, desespero que respira violento, que agoniza sin miedo y desgasta sus fuerzas que ya se ausentan intentando encontrarte… Tu aliento le presta aire a mi memoria, enciende los mares que van moviendo sus olas para llegar a tu isla y reposar, mi memoria es naufrago sin días, es caminante en el desierto que añora la bondad del cielo, que implora por lluvia…


Tu nombre es mi esperanza de lluvia, es aliento de mis días, esos que lejos de ti agonizan, es río de gracia que adorna los bosques de mi soledad, río que busco, a donde corren las aguas de los cielos, desde donde sopla la brisa de la mañana, donde la luna refleja su belleza y la luz del sol descansa de su furor… Tu nombre es el secreto que en silencio murmura la vida cuando mirando mis ojos despierta mi melancolía, porque no tengo vida sin ti, porque tuve vida una vez y hoy solo me visita para darle sentido a mi soledad, advirtiéndome que es pasajera, asegurándome que tú ya te acercas… Y mientras tanto en silencio yo pienso en ti, que guardas mi futuro en secreto…

INSTANTE...

Aquella noche burlamos la distancia, el silencio nos guardó el secreto y la soledad nos prestó el espacio… Siglos caminé para un instante, muertes enteras reté para encontrarte, y en una noche todas mis muertes fueron una y todos mis siglos fueron un instante… Y tus labios me redimieron de mis infiernos, y tu fragancia encarceló lejos mis demonios, y fui feliz entre tus brazos, aferrando mis dudas a tu cintura, entregando mis lamentos a tus manos, permitiendo que tu voz construyera mis sueños…


La noche esperó el momento, con paciencia, mientras mis días agonizaban, mientras tus días a se aferraban a una esperanza que también fue mía, mientras nuestros días se acercaban al lugar, donde al instante nos reconocimos y en un abrazo se fundió la soledad tuya y la soledad mía, y nuestros silencios compartieron sus palabras, y jugamos a vivir, y bailamos de amor, dándole otro nombre a nuestro cielo, dándole otra vida a nuestras vidas…


La luna nos observó con ojos silenciosos, despojada de melancolía, celebrando con susurros nuestra alegría, susurros que trascenderán al tiempo, y a tiempo contarán nuestra historia como lo han hecho una y otra vez, nuestra historia será canción del despertar de mañana, será recuerdo del despertar del ayer, y entre el ayer y el mañana tal vez la muerte será reposo nuestro, pues en el abismo de la muerte sé que descansaré e tus brazos…

jueves, 7 de octubre de 2010

MÁS SOBRE: "MÁS QUE UN NOMBRE"...

Lo que sigue es un extracto del capítulo cinco de una novela que escribí en homenaje a un gran amigo…

Él solía decir que la vida no es tan corta como la percibimos, que los sentidos nos engañan, que nuestra percepción es viciada, muchas veces el tiempo parece fugaz porque sencillamente se percibe tarde en el espacio, cuando hemos avanzado mucho, pero el tiempo siempre es tiempo, no es que transcurre, sino que transcurrimos nosotros en el tiempo. Entonces tarde, luego de transcurrir en el espacio y a través del tiempo, te detienes, algunas veces cansado, otras porque has entendido que debes detenerte, y miras alrededor y lo notas: todo el cambio fuera de ti, a tu alrededor, la gente que ha envejecido, los rostros nuevos que te rodean, las estructuras físicas, los eventos históricos, el desgaste de las paredes, mucho cambio, solo un mínimo de lo que te rodea sigue siendo igual; miras tu rostro en el espejo y lo ves, los recuerdos de repente pueden tocarse, te preguntas cuántos años han pasado, dos, cinco, o tal vez diez; ves dentro de ti, allí todo parece igual, ves los sentimientos que no han podido desgastarse, que no han envejecido, parecen más fuertes, ellos son los que te han desgastado, ellos son los que te han obligado a detenerte, los que provocan tu cansancio, esos sentimientos te han mantenido distraído mientras transcurres en el tiempo y has dicho hasta ahora que la vida ha sido fugaz, pero no es cierto.

Enumeras los recuerdos, paseas con ellos, casi puedes sentir el espesor del pasado que te acompaña desde la última vez que te detuviste frente al espejo, son muchos recuerdos no han podido transcurrir en una vida fugaz, es mucho el andar sobre el tiempo así que te susurras a ti mismo: “no es tan corta la vida, he perdido tanto tiempo…” Es un lamento, son las ganas de recuperar los pasos dados, pasos con los que hoy, frente al espejo, se construye el pasado, todo ha podido ser tan distinto, pero ya nada puede hacerse, solo queda el camino por recorrer… Sí, podríamos evitar lamentarnos más adelante, es todo lo que podemos hacer…

Él lo supo a sus veinticinco, desde sus doce había vivido tan distraído, creyó que había logrado escapar de la ira que lo acorraló aquella noche oscura luego de escuchar a su padre relatar el por qué no había vivido a su lado. Pero solo se había distraído, y aquella madrugada a las tres en punto una pesadilla lo hizo despertar sudado, ahogándose, sin poder recordar las imágenes que atormentaron su sueño, sintiéndose extraño, sin saber dónde había despertado, qué día era, qué era aquella oscuridad que le rodeaba, quién era él, por segundos lo desconoció todo, y al cabo de treinta segundo tuvo el valor de sentarse al borde de la cama y recuperar su sentido; reconoció la habitación, el día, la hora, supo entonces que tenía sed, y al saberlo recordó también aquella extraña pesadilla: él sumergiéndose en un río, ahogándose, su respiración cortándose, el agua llegando a sus pulmones, él flotando en medio de muchas aguas, sintiendo la corriente de un río bravo, y aun así muriendo de sed…

jueves, 30 de septiembre de 2010

EXPRESIÓN DE LA ANGUSTÍA...

Expresión de la angustia, es lo que soy, existencia que palpable intenta dejar de existir… Voz de un lenguaje, marca de un origen, voz que expresa angustia, angustia de la agonía, que se viste de existencia para que viéndome despiertes…


Soy recuerdos para contarte, que van surgiendo del silencio y brotan en territorio de la nada, donde fue nuestro origen, donde está el río que calma nuestra sed… Y tal vez no lo sepas hoy, pero ese miedo que intentas ocultar mientras lo ignoras, que intentas ignoras mientras silencias, ese miedo que escondes detrás de los miedos que fabricas, que sientes que crece en la oscuridad, y que grita en la soledad, que atormenta tu silencio, ese miedo es nuestra sed…Y esa sed eres tú y soy yo…


Angustia de no reconocernos en el mismo lugar, de no poder darle vida a la muerte que existe en el espacio nuestro, espacio que espera el final de la búsqueda, final que alguna vez fue origen y que hoy es angustia… Y yo sé que estás cerca porque agoniza mi búsqueda, porque grita mi sed porque se ahoga el vacío confundiéndose con la oscuridad…


Voy ahogándome yo, que soy angustia que pronto será oscuridad y abrazado a ti pronto veré el comienzo de nuestros días, días trazados con nuestras manos, manos que esconderán toda la angustia…

SOÑÉ CONTIGO...

Soñé contigo… Sueño bonito… Pesadilla al despertar…


Soñé contigo… Tus ojos lindos reflejaban aquella niñez mía que el tiempo ha secuestrado… Yo podía tocar mi reflejo, en mi sueño me libraste con solo mirarme y sonreír… Llegué cansado al lugar de donde partí, al banco en el que muchas veces, sentado, te observé y allí fui observado por ti…


Y sentado pensaba y calculaba los amaneceres que han transcurrido lejos de allí, y pensé en ti sin querer pensarte, te recordé sin buscar en mi memoria… Te recordé y estabas a mi lado. Reconocí tu sonrisa, la de aquellos días, vestida de presente, fue distinto mi presente mientras soñaba…


Sueño bonito…Y mi mirada perdida jugaba frente a nosotros, escondida mi mirada, tu sonrisa que contaba, mi sonrisa te observaba mientras tu mirada me buscaba, y tú estabas a mi lado, tú siendo mi presente donde el mundo era el pasado, tú dominando mi mundo, yo soñando con el tuyo… Y nuestros ojos se encontraron, mi soledad se abrigó con tu aroma, niñez bonita, aire puro de alma inocente, concierto de sonrisas, tu aroma; me embriagué de aquellos días que hace mucho no respiro, cuando libres como el viento desconocíamos el tiempo…


En un abrazo fundimos dos presentes, dos pasados y sin futuros, porque en los días buenos el futuro no importa y todos mis días buenos fueron uno en mi sueño, y todos los buenos momentos brindaron alegres en un instante… Y me vi corriendo en aquella placita, y te vi jugando en aquellas veredas…


Pesadilla al despertar… Lejos de allí despierto, escondido aun, secuestrado por el tiempo…

AUSENTE SIN TI...

Soy vida en tormentos, soy lejos de ti, soy extremo en la distancia, punto suspendido dentro o fuera del juego de la existencia, existo, lo sé…

Soy sueños dormidos, que a veces despiertan y otras veces se sientan al borde de un abismo, con miedo a sumergirme, con miedo a observarme allí, dentro del olvido que olvida, fuera del recuerdo que a veces recuerdo sin saber por qué…

Soy memoria de nacimientos y muertes, que nada tienen que ver con principios, que no son orígenes, y nada tienen que ver con finales, que no son encuentros…

Soy conciencia que hoy despierta, insomne, soy insomnio del tiempo, pesadilla del espacio.

Soy ausente sin ti, prueba misma de mi existencia, existo, lo sabes… Yo soy el extremo de tu distancia, soy extremo que hoy te mantiene lejos, soy tu intento de ser encontrada mientras yo intento encontrarte…

Soy el vacío que observas cuando me siento observado, soy tu juego y los dos perdidos en este laberinto negamos el final, volvemos a empezar y vamos reconociendo los pasos andados, vamos sintiendo los encuentros vividos…

Sigo siendo vida en tormento, sigo escribiendo como un lamento, buscando el final de mis letras, añorando el descanso entre tus brazos, atormentado por estar despierto y conocer mi origen y mi origen eres tú… Yo ausente sin ti…

SONRÍO PORQUE ESTÁS AQUÍ... (DEDICADO A MIS HIJOS).

Yo sonrío porque estás aquí, un día leerás esto y me recordarás sentado, escribiendo esto, observándote, sonriendo mientras te veo, sonreír. Tal vez recuerdes mis ojos cansados de buscar, pero disfrutando el reposo de tenerte frente a mí, tan cerca que puedo respirar el aire que exhalas con tranquilidad…

Puede que recuerdes estas lagrimas que hoy brotan, no sé que pensarás mañana si hoy giras hacia mí y me ves llorar, pero si algún día me recuerdas llorando teniéndote tan cerca quiero que sepas que lloro porque lamento que mi vida sea tan fugaz, porque junto a ti mi pesa la conciencia del tiempo que siempre será y tal vez yo también pero sometido al tiempo y sus caprichos…

Aun así sonrío, sí, no fue como quise, pero siendo fugaz para qué ofrendarle al tiempo mis lamentos, para qué preguntarle cómo pudo haber sido si tiempo no me responde. Yo aquí voy disfrutando del aire que te rodea, de la magia que hay en tu rostro, de la luz de tu mirada; yo ahora vivo para observarte y grabar tu imagen en mi memoria, en la memoria que trasciende al tiempo, que es parte de sus caprichos, en la memoria que despierta siempre en mí y me habla en lenguajes distintos.

Sonrío porque estás aquí y cuando tú estás a mi lado entiendo que soy fugaz y mi frustración es muda…

SOLO SON SIMBOLOS...

Solo son símbolos, inútiles a veces, sustitutos de sentimientos que brotan de la nada y siendo nada, sin pretender ser, quieren alcanzarte… Te buscan, a pesar del cansancio, cuna de sus nacimientos, sin importar la ausencia, intentan porque en la nada han escuchado el eco de tu voz, te escucharon cantar, lo sé porque a veces brotan con ritmo, al son de una melodía que solo puede ser tuya…

A veces, en silencio, hablan los símbolos, rodeando mi silencio, burlando mi soledad, hablando de ti, hablando de mí, de aquellos días que mi memoria esconde, o de los que me escondo por ser cobarde… Y arde la soledad, llora y el silencio siente dolor… Hay un abismo, lo he visto, un abismo que nos estorba, abismo frágil tal vez, pero se funde entre la luz para mantenerse a salvo, contra él apuntan mis sentimientos y quiero ser valiente para entender que más que un abismo es un puente…

Solo son figuras, dibujos torpes que pretenden traducir un mundo solitario y vacio que aun te espera para que le des color y sentido, para que cantes las canciones que a veces creo escuchar dormido… Yo quiero dormir contigo y que la noche no sea oscura, que las palabras duerman seguras…

En silencio y en soledad, por medio de símbolos imploro por el fin de las palabras y el inicio de aquellos días en los que el lenguaje lo hablaban las miradas…

viernes, 24 de septiembre de 2010

DESIERTO SIN ALMA...

Tu voz es luna silente que atrae mi mirada en las noches vacías y solitarias, es dicha ausente, blanco de mis deseos, rumbo de mis nostalgias… Nostalgias que sin caminos trazados caminan en las noches oscuras observando la luna que coquetea con su mirada mientras desfilan mis recuerdos… Es calma que anhelo, que tranquila y distante yace en un país lejano, así es tu voz…

Tu mirada es paz que no me auxilia, socorro por el que agonizo cansado de esperar… Tu mirada no llega… Es como sol que atrasado o dormido retrasa el amanecer mientras la noche agobiada se rinde y guarda silencio. Noche oscura, escenario en donde juegan mis demonios, miedos, es teatro de sombras que escondidas ríen, cuartel donde se ejercitan mis dudas y trazan estrategias para confundirme, así es la ausencia de tu mirada… Así es la vida sin ti… Así es sin tu voz, sin tu mirada…

Tus caricias, vientos que desde el sur partieron y en los desiertos dispersos se esconden, vientos que no revelan sus caminos… tus caricias son lluvias tardías que aun tardan, que no refrescan las arenas calientes del desierto, que no refrescan mi alma que es desierto…

Ruinas de una ciudad que tú habitaste, espejo hecho pedazos, espejo que una vez guardó tu reflejo, así es la vida sin ti… Y es que sin ti soy desierto, desierto sin alma…

YA NO ESTARÉ MÁS AQUÍ...

Ya no estaré más aquí, me iré lejos, es que ya no soporto estas paredes que dan testimonio de mi torpeza, no las soporto, en ellas hay símbolos trazados que hablan de ti… Intenté borrarlos y no pude, quise ignorarlos y no pude, trato de no recordar sus significados y no puedo, todo mi esfuerzo ha sido inútil…

Estas paredes son murallas que un día te contarán de mis esfuerzos, susurrarán mis lamentos y tal vez te hablen de mis sueños, aquí encontrarás quizá aun los símbolos que hablan de nuestra historia, lejana y fugaz, historia que hoy apunta contra mi alma y lanza llamas que me hieren aquí… Tal vez encontrarás cenizas de un hogar que pudo ser, donde pudimos ser, cenizas que resultaron del incendio que provocó tu indiferencia, tu partida, tu adiós…

Aquel incendio ahuyentó mi alma, burló mi coraje, pero no derribó las paredes, ni borró los símbolos, y yo fui guardián de ellos, guardián por temor a saltar las paredes, fui preso de una celda del infinito tiempo y desde aquí vi desfilar duendes verdes llamados posibilidades, musas rosas llamadas oportunidades, diosas azules llamadas libertades… Hasta hoy solo fui testigo detrás de estas paredes, pero hoy me marcho sin nada en los bolsillos, luchando contra mi memoria… Si decides regresar no estaré aquí…

viernes, 17 de septiembre de 2010

TAL VEZ TÚ ENTIENDAS...

Es difícil de explicar, pero tal vez tú lo entiendas, sino lo entiendes entonces entiendo que así debe ser… Ni el tiempo ni el espacio ha logrado borrar mi sed, tiempo parece estar molesto conmigo, no sé si es por mi alma, no tengo culpa de no tenerla, no tengo culpa de su decisión de volar lejos e intentar encontrarte… Tiempo me ve envejecer, y va marcando mi existencia, ya casi siento que no existo porque cada marca va restándome fuerzas para sentir que existo…

Esta tarde lo supe, yo caminaba, intenté olvidar la existencia del tiempo, intenté olvidar mi propia existencia, ignoré las marcas y me vi desnudo, frente a mí mismo, tal vez me entiendas… Desnudo vi mi origen, y mil puntos, mil escondites, mil veredas… Y cada punto, cada escondite, cada vereda me conducían lejos de ti, supe que camino en un laberinto, un recorrido de tiempo perdido… Aun no logro descubrir en qué punto te perdí, cuándo olvidé mi origen, por qué desafié el tiempo… Son tantos los fracasos, son tantos los desvíos… Pero sigo intentando, aun en contra del tiempo…

Espacio se burla de mí, sigue extendiendo sus fronteras, levantando bosques en las trincheras, borrando caminos para confundir mis pasos… No entiendo por qué se ensaña, yo no escogí tener sed, yo quisiera ser criatura satisfecha, y así no sentir esta necesidad de caminar… No olvido tu nombre a pesar de los espacios en blancos que he atravesado, sigue grabado en algún lugar de mí que desconozco, sigue latiendo con ritmo que me guía, y aun perdido escucho latir tu nombre…

No sé si entiendas lo que digo, yo a veces no sé ni qué decir, ni por qué hacerlo… Yo sueño que tú lees y reconoces mi fe, mi fe ausente, que reconoces mi vida, mi vida perdida… Yo pienso que en algún lugar tal vez estás entendiendo que no hay forma de olvidar, que no existe manera de ignorar, que aun contra tiempo y espacio, que perdido en este laberinto, que inundado en mis errores y caminando por los rincones sigo esperando el momento… Sí, esperando el momento… Tal vez un día me dirás que entiendes…