domingo, 31 de enero de 2010

SIN LETRAS Y SIN TIEMPO....

No sé qué decir… no sé cómo… no sé por qué…


Se me agotan las palabras cuando te pienso, y te pienso cuando quiero palabras mientras me agoto…


No sé si el tiempo transcurre o está suspendido… Y hoy prefiero no saberlo, no busco respuesta, tampoco preguntas; éstas surgen de un salto con vida propia y las otras huyen volando con aire prestado.


Es que sin ti no hay aire, y por más que quiero creer y creo que quiero, la verdad es que no consigo ver que estás aquí, y para qué engañarme: no estás aquí, tal vez en mí, siendo todo aquello que te reclama tu no estar aquí… Y respiro, sí, mientras muero sin tu aire… Te busco a ti, sin fe, con deseo de encontrarte y con miedo también, sé que tú harías daño a la infelicidad, a la soledad, al vacio, a las dudas que con bondad me acompañan… Aun así te busco, y me degasto a diario mientras el tiempo, transcurriendo o suspendido, se niega a morir; y me consumo en ignorancias, mientras las palabras se esconden y arman sus fiestas, sin saber qué decir, cómo ni por qué…


Es que sin ti el hoy sigue siendo ayer... Y así sospecho que aun no transcurre el tiempo dentro del tiempo sino que en su unidad permanece inmóvil, como fantasma que no decide mostrarse... Y es que sin ti solo estoy, acompañado de tu ausencia que no es recuerdo, de tu soledad que aun no me pertenece. Es que sin ti mis letras son un desastre e intento ordenar con ellas el alma que ya no tengo y recuperar el tiempo que aun no es mío, intento cazar con lazos las letras que sin palabras serían mi lenguaje para gritarte que yo te busco y que daría mil siglos por encontrarte…


¡Ay, si tu supieras! ¡Ay, si en verdad lo sabes! ¡Si tú me leyeras, si tus ojos recorrieran el laberinto de mis siglos, si se perdieran entre los bosques de mis soledades y bajo la luz ausente de mis noches silentes encontraran los míos! Lo sabrías… Que no he sido nada sin ti, que no soy nada sin ti, que no seré nada sin ti… Y aquí estoy, hecho nada, sin letras y sin tiempo, pero intentando una vez más tropezarte conmigo, forzarte al encuentro, atraparte en un instante…

viernes, 29 de enero de 2010

PARA TI ESTE AMOR DE OTROS SIGLOS...

Llevo algunos días trabajando en nuevos esfuerzo dirigidos a proyectos pendientes, nada nuevos más bien antiguos en el mundo de las planificaciones suspendidas… Este empeño ha afectado el ritmo al que estoy acostumbrado publicar todo lo que ya está almacenado. Yo pienso que el tiempo es uno y nosotros nos movemos en esa unidad del tiempo intentando fraccionarlo para entender mejor lo que hemos llamado vida. Lo comento porque necesito hacerlo en estos días cuando se hace difícil salir de esas trampas “fraccionarias” que a veces no solo dividen nuestra percepción del tiempo sino que también atentan contra la percepción de uno mismo… No sé si alguien puede entenderme… Bien aquí comparto con ustedes uno de los resultados de la magia del invierno… Espero pronto actualizarme con los resultados del inviernos… Y no olviden que Haití somos todos y que seguirá doliendo porque es necesario que así sea, que no olvidemos e ignoremos ese dolor que debe llevarnos a hacer lo que podamos hacer por Haití que res tú y que soy yo…


“Para ti, que sueñas conmigo mientras yo recorro, en busca de socorro, laberintos inciertos con la fe débil en un encuentro que he visto en la bondad del tiempo…

… Que te enredas entre mis recuerdos sin haber sido instante y sin ser presagio, que atormentas como un fantasma que dejando escuchar susurros gratos se esconde entre las sombras de la oscuridad.

Para ti, que eres rayo de luz en mi densa oscuridad…

… Cuya sonrisa dibujo a pulso y con esfuerzo para no olvidarla y así atraparte y sostenerte en mis manos cuando aparezcas… Rayo de luz, que cayendo sobre mi me inspiras; diosa de mis soledades, a quien oro cada madrugada con letras propias y sin falta…

Ángel de ausencia a quien entrego mi protección en un suspiro, a quien confío mi cuidado en un deseo mientras me cuelgo a la suerte de mil caminos, que bailas donde estuvo mi alma, que juegas donde estuvo mi corazón, que me guías a otros mundos en mi empeño de tenerte…

Para ti, que me lees, no sé si hoy, mañana o en mil años…

… Cuya mirada se fija en mis letras, oraciones pronunciadas en dos siglos, letras que son tuyas pues se forjan en ti; cuyos labios sonríen porque saben el nombre de mi secreto pues mi secreto eres tú…

Dueña de mis madrugadas, sol de las tardes que alimentan mis dudas… Dudas, fundamento de mi fe… Fe con la que te busco sin saber dónde estás, y si realmente estás… Tú eres el país donde espero nacer, donde nunca más seré forastero, de donde no querré partir jamás…

Para ti, único cielo a donde apuntan mis pretensiones…

Para ti es este amor que envejece y no se rinde, que no acepta extinguirse ni treguas ni nada… Amor de otros siglos que sobrevivirá en el tiempo hasta encontrarte…”

sábado, 23 de enero de 2010

OLVIDALO TODO SI QUIERES Y PUEDES... PERO NO OLVIDES A HAITÍ...

No hablemos de días transcurridos… Aquí, pretender medir el tiempo no es fructífero, ¿para qué delimitar los días después de la tragedia que nos dejó sin hogar a muchos de nuestros hermanos? (y “hermanos” aquí no es una palabra ortodoxa o contextualizada a un ambiente de sectas, “hermanos” aquí es mucho más que eso, es hablar consciente de que la cuestión humana es más que depósitos carnales inmersos en mundos delimitados por fronteras y números de estadísticas que fortalecen posiciones ideológicas)…

No hablemos de causas… Aquí, pretender definir razones que originaron no es fructífero… ¿Para qué buscar culpables si ya sucedió? Seamos realistas, sucedió y no hay un alguien que sea culpable, tal vez un “algo” y eso en estos momentos no es útil ya para nuestra tierra (y aquí “tierra” no es una palabra geográfica, “tierra” aquí es mucho más que eso. Es hablar consciente de que nuestro hogar es el suelo que pisamos y que nos sostiene, y en ese sentido esa tierra que tembló es nuestro hogar también)…

No hablemos de ideologías… Aquí justificar ideologías, intentar aventajarlas es morboso, es patético, es inhumano… ¿Para qué pretenderse superior a nuestros hermanos y nuestra tierra en derrumbe cuando sin duda están en una posición inferior a la de muchos? Seamos conscientes, no nos embriaguemos de pretensiones tontas. (y aquí “consciente” es más que una palabra biológica o psicológica, es despertar y aceptar que es una tragedia y desgracia pasar por encima de quien a caído, y que ha caído sin poder evitarlo)…

No hablemos de dioses… Aquí vender dioses propios es rebajar nuestra humanidad a nada… Por favor, no hablemos de dioses…

No hablemos de futuro… Aquí el tiempo no debería fraccionarse o proyectarse… ¿Para qué ahondar más el dolor proyectando a un lógicamente largo plazo una restauración necesaria que reclama nuestra acción hoy?... Vivamos este día y ofrendemos nuestra ayuda… Hoy…

Olvida los días transcurridos… Olvida las causas que originaron… Olvida tus ideologías… Olvida tus dioses… Y hasta olvida el futuro para así ofrendar hoy… Olvídalo todo si quieres, si puedes… Pero por favor, no olvides a Haití, que eres tú y que soy yo…

miércoles, 20 de enero de 2010

ÉL SE CANSÓ DE CORRER... (NO FUE NINGÚN "DIOS YO ME LA DESQUITO")...

Juro que ando de tregua con los “dioses” construidos con letras forzadas… Aun así sin muchas armas y sin tanta violencia les comparto esto:

Él se cansó de correr. Tres años, intentando, luchando, queriendo. Tres años huyendo.

A la edad de nueve años tropecé con él, por accidente, en alguna de las veredas de San Jacinto. Él tendría unos dieciséis años y para entonces su nombre ya producía temor en quienes escuchaban rumores de su presencia. Nació en hogar sumido en pobreza, sufrió el abandono de sus padres, saboreó el amargo sabor de las necesidades, del hambre, del frío… Pero a temprana edad tomó una decisión, no viviría de esa forma el resto de su vida, él sería respetado, sería importante. Su decisión no tuvo la compañía de buenos consejos, de orientación, ni siquiera tuvo compañía. Y así a los dieciséis años él había logrado su meta.

Recuerdo una vez haber visto a mi padre sentado junto a él en la placita del catorce, intentó hacerle entender que un día se cansaría de la vida que llevaba, pero pasaron muchos años para que así fuera. Delinquió tanto que le pesó, un día quiso cambiar, sintió el peso de sus fechorías, no fue algún evento en especial, no se trató de una experiencia cercana a la muerte, sencillamente despertó, de alguna manera despertó. E intentó saldar las cuentas pendientes. Creyó haberlo hecho. Se convenció de ello. Todos hablaban del cambio, y su nombre se convirtió en símbolo de esperanza, se comentaba sobre su esfuerzo, se le tomaba como ejemplo… Pero un día alguien le avisó que no todos habían olvidado…

Tomó lo que pudo y huyó, dejó atrás sus logros, su avance, su barrio, su familia. El instinto de sobrevivir lo llevó a huir y pasaron tres años. Volvió a casa, sabiendo que no todos habían olvidado. Y fue recibido por su familia con dolor, le rogaron que se fuera para mantenerse a salvo, pero él consciente de que allí quien no había olvidado lo mataría decidió quedarse. “Me cansé de correr”, dijo. Esa misma tarde recibió una llamada alertándole para que no pasara la noche en casa de su madre… Esa noche la “justicia” cruzó violentamente la sala de su casa, lo encontraron sentado, él los miró, tomaron un arma e hicieron dos tiros al aire, luego colocaron el arma junto a él, ignorando los gritos de su madre y hermanas, él se tiró en el piso sabiendo que el momento era inevitable y frente a su familia fue asesinado por quienes se hacían llamar “justicia”.

He escuchado muchas interpretaciones sobre lo sucedido. Muchos dicen que a la final recogió lo que sembró e incluso citan muchos “versos bíblicos”, en sus interpretaciones afirman que “dios” finalmente cobró justicia… Yo no entiendo la obsesión de muchos por hacer un “dios” a cargo de estos eventos… Yo veo que hay vicios dentro de la justicia humana (y vaya que no caigo en detalles porque sería delicado hacerlo tan públicamente), y que estos vicios causan situaciones como esas, que lógicamente ocurren porque es la forma viciada del hombre actual, yo veo que es doloroso que un hombre que intentó cubrir sus fallas, que trató de enderezar sus pasos terminara asesinado por quienes más bien debieron elogiar y sentirse satisfechos por el cambio (sí en un mundo perfecto eso habría sucedido). Pero no puedo ver a un “dios yo me la desquito” en este cuadro, no puedo aceptarlo, así quieran demostrarlo a través de mil “versos bíblicos” traducidos e interpretados y además sacralizados a conveniencias históricas… Yo veo que él pudo incluso seguir huyendo y evitar su fin, no fue un “dios yo me la desquito” quien lo alcanzó, sencillamente él se cansó de correr… Si existiera un “dios” detrás de este suceso, si ese “dios” fuera el “eterno y verdadero” sería un dios despreciable, sería lamentable para la humanidad estar en sus manos…

martes, 19 de enero de 2010

YO SIENTO QUE TE QUIERO...

Hoy quiero mencionar a una chica linda Michel Ibarra, estas letras son el resultado de sus palabras…

Hoy fantasmas del pasado, demonios del futuro y mil errores vinieron a burlarse de mí, pero rieron todos, celebrando, mientras yo hablaba de ti... Es que aun no te encuentro y ya siento que te quiero...

Mil preguntas he fabricado con la luz de la luna y la voz de la noche, mil respuestas se han ausentado mientras pasan las noches y yo me imagino junto a ti… Pero el lugar que tú debes ocupar sigue ausente… Y yo como un loco imagino el sonido de tu voz, creyendo que sientes lo mismo, confiando en mis dudas, dudando de mi fe, con la convicción de no saber si lo que veo es cierto y lo que sueño mentira, tratando abiertamente de torcer la vida y girar la muerte a ver si en mil locuras puede existir un mundo en el que tu ausencia sea presencia viva y el aire susurros de tu voz…

Quiero tropezar contigo, saciar mi sed con tus labios, contarte los sueños que quiero forjar contigo... Y aun no sé donde estás... Yo siento que te quiero... Pero no sé dónde estás para provocar el accidente de un encuentro y así salir herido por tu imagen y golpeado por las caricias de tus manos… Desconocer si alguna vez salí ileso después de ti si una vez fueras realidad…

Estoy aquí, sin verte, sin tenerte, ahogándome en tu ausencia, jugando con tu soledad, extrañándote, como si hubieras estado junto a mí... Estoy aquí queriendo creer que estas letras son el reflejo de tu alma alumbrando la oscuridad de mis días…

LO QUE YO SOY SIN TI...

Hoy tu recuerdo golpea con fuerza intentando derribar la pared blanca que me mantiene a salvo. Hoy se funden mis pretensiones respecto al tiempo y voy entendiendo que no puedo dividir lo que naturalmente es unidad… Hoy voy rindiéndome al efecto que causas desnudando mis defectos que ya tiemblan de frío, desviándome de mis causes que ya son frágiles e inútiles…

Es que yo sin ti no soy nada, no tengo valor ninguno lejos de ti… Es que me pregunto dónde estás sin mí y qué efecto causa mi ausencia en tu distancia, no sé si un día lo sabré, no sé si un día tendré valor… Es que me pregunto si un día yo seré más que ausencia y tú menos que distancia…

Son tantas las preguntas que se forjan a sí mismas en esta oscuridad que maldice mis días, son tantos los caminos de mundos que recorro en mi empeño… Y hoy sin esa pared no sabré cómo ni por qué protegerme… Es que voy sintiendo el sabor de ser vulnerable, sabor que le da voz a mis lamentos y letras a mis frustraciones…

Yo no quiero perderme sin haberte encontrado, yo no quiero hundirme sin aferrarme a tus labios… Por eso quiero e intento mantenerme a salvo, por eso me aterra pensar que un día, tal vez, veré derribada esa pared que me resguarda de los recuerdos que a veces vienen desde el futuro a librar nuevas batallas contra lo que yo soy sin ti…

lunes, 18 de enero de 2010

TAL VEZ EN OTRA VIDA...

Despertó aquella mañana consciente de todo, de una forma extraña, confundido tal vez, mientras imágenes centellaban en su memoria a máximas velocidades; se levantó de la cama y se asomó por la ventana, la claridad golpeó sus ojos y hasta sintió que le empañó el alma… Era como si… sí, era como si acabara de despertar de un sueño de doscientos años…

Sintió como cadenas de una promesa le ataran a una libertad de otros tiempos y de un golpe una imagen se detuvo en su memoria… Era ella… La de ojos lindos y peligrosos, la de mirada profunda; ella, de sonrisa mágica, capaz de perturbarle el alma, capaz de hacerle sentir la convicción de que en algún lugar dentro de sí hay un alma… Pero, ¿quién era ella?...

Miró el cielo a través de la ventana, vio su propio rostro que parecía reflejarse entre las nubes…

“Me estoy volviendo loco”- concluyó.

“Serás mío en otra vida”. Escuchó las palabras como si alguien alguna vez la hubiera susurrado en su oído y se hubieran congelado en el tiempo hasta ese momento. Aquella voz sonaba conocida, cálida, sintió un abrazo y de repente se vio en un lugar desconocido, frente a un lago enorme, una suave brisa le acarició, podía verla, tocarla, abrazarla, parecía tan real. Sus manos recorrían el rostro de ella mientras la miraba directo a los ojos.

“Eres real”- dijo él con voz de asombro y comodidad, como si se reencontrara con él mismo perdido en algún lugar junto a la mujer que amó en eternidades…

“Lo soy”- respondió ella, y tras una pausa agregó sonriendo: “… y lo seré siempre, tú serás mío en otra vida…”.

Quiso besarla, y apenas intentó hacerlo ella se desvaneció, desapareció… Entonces supo que era un recuerdo, uno que tal vez pertenecía a otra memoria…

A mil cuadras, horas más tarde, ella caminaba, abrigada para resistir el frío, las calles parecían desconocidas, las había caminado desde su niñez, pero ese día era… era como si su niñez hubiera sido una interrupción en el tiempo y ahora de un salto recuperara la continuidad. Llevaba en el alma la sensación de quien sabe que se encuentra a segundos de su fortuna.

“Por ti creeré en otra vida…”. Esas palabras, las reconoció, se sintió envuelta por ella… Hasta entonces había vivido sintiéndose incompleta y ya iba comprendiéndolo. Se detuvo, cerró sus ojos, sonrió… Era el momento, era otra vida, supo de dónde venía ella, comprendió que aquellos sueños le pertenecían… Abrió sus ojos y allí estaba él viéndola sonreír, sintiendo aquella tormenta que había estado dormida en dos siglos, inmóviles por un segundo aventajaron el tiempo en una mirada y entonces él acarició su rostro…

“Por ti he creído en esta vida”- le dijo y un beso rompió el hechizo, su alma despertó porque ella era su alma…

viernes, 15 de enero de 2010

POR HAITI... QUE ERES TU Y QUE SOY YO...

Voy a ser sincero, tengo algunas historias que escribí durante los días de viajes que me gustaría publicar. Dos de ellas las escribí impaciente en esos días, una es “Se cansó de Correr” en ésta relato de una manera breve la historia de un hombre que fue asesinado (se dejó asesinar) hace unos meses, con quien tropecé algunas veces en su adolescencia cuando yo era un niño; la otra es “Tal vez en otra vida”, nació una tarde de magia…Hay otras que incluso se han quedado en mi celular, he intentado sentarme a publicar pero siento en estos momentos que no son días para publicar historias lindas, o dolores propios… Al menos no son días para mí, no debo hacerlo yo en estos momentos… Tal vez en unos días, pero hoy, hoy no es el día…

Haití está entre mis dedos, y me duele porque Haití es vida, es ancianos y niños, es madre y esposos, es mundo, es sangre; no es un pedazo de tierra flotando, ni el nombre de un territorio cuya habla es extraña y cultura ajena a la nuestra; Haití no es religión extraña, ritos diferentes… No es juicio, no es maldición, no es juguete del diablo ni blanco de un dios… Haití eres tú y soy yo… Y que vengan “expertos en fe”, “veteranos de la religión” con sermones fundamentalistas, que vengan “oportunistas” a adaptar lo sucedido a sus creencias, que vengan “interpretadores de los tiempos” con sus libros santos ha insultarnos con sus pretensiones morbosas, macabras, inhumanas, cancerigenas me arrecha, hasta la medula me arrecha.

¿Cuesta tanto ser humanos? ¿Hasta cuando joderán con sus pretensiones de ser semidioses representantes de sus dioses? Ni siquiera es religión lo que predican, pues la religión no es un instrumento de interpretación, es un grito de búsqueda y la religión no es dogma si quiera, no es ortodoxia, no es tradición, pues es un grito existencial y si quiere definírsele como camino entonces es un camino amplio, ¡así que no vengan a joderme con el pretexto de que la religión puede evitar estos desastres!

Yo pregunto si es que Pat Robertson no ha visto imágenes de lo sucedido, y si ya vio imágenes y aun así tuvo el valor de hacer tales declaraciones pues el tipo tal vez sea el diablo que él predica, el infierno al que parece estar sometida su fe sin duda es su hogar y ese “dios” del que habla pues debería volcar su supuesta ira sobre ese diablo llamado Pat Robertson… También pregunto si la sensibilidad de Albert Mohle no da para más que pensar en juicio y pecado… Me pregunto si la espiritualidad de José Ignacio Munilla es más importante que el dolor humano…


Ya ha sucedido el desastre, por mil demonios, ¿acaso cuesta guardar silencio y mostrar amor? Si lo que tienes es plegarias, no las gastes dando gracias porque aquí no hubo desastre, dedícalas todas a gritos por Haití, déjalas escuchar, haz de tu vida una plegaria. Si tienes reclamos no vengas a reclamar el hecho de que los infortunados no respetan tus dioses, o tu dios, o lo que sea, reclama ayuda, reclámate ayuda, de alguna forma, con silencios, con palabras, con acción, con lo que puedas…


Yo quisiera creer tantas cosas hoy, yo me rendiría completo a la posibilidad de que una oración, un rezo, un canto, lo que sea, pudiera deshacer todo lo sucedido y que no sucediera ya. Yo quisiera creer que un dios (creería en cualquier dios) en los cielos (creería en cualquier cielo) pudiera inclinarse, o levantarse o volverse, o lo que sea, y de un soplo rehacer a nuestra Haití y nuestros muertos… Yo amaría a un sistema (cualquier sistema) si pudiera con formulas lograr que el tiempo volviera días atrás y burlara ese terremoto… Cargaría la cruz en cualquier laberinto cristiano si lograran resurrecciones masivas…

Yo no sé en lo que crees tú, ni siquiera sé en qué rayos creo, y hoy no importa, hoy solo importa Haití, que eres tú, que soy yo; hoy solo importan nuestros muertos, hoy solo importa un lugar en el que los nuestros ni siquiera podrán vivir, que está en derrumbe, que es monumento de dolores, de llantos… Detengámonos, no intentemos interpretar lo sucedido, por un momento solo seamos humanos… Si un mensaje hay que transmitir es que Haití duele, que nos necesita, necesita lo que podamos dar…

sábado, 9 de enero de 2010

HOY SIN PALABRAS...

Hoy no tengo muchas palabras, y me ocurre con frecuencia, cuando pasa prefiero no escribir, desaparezco en ocasiones de tus mundos, doy tregua a mi búsqueda, e intento ser indiferente a mi obsesión. Me entrego a la suerte del silencio y a la bondad de la soledad que sentada a mi lado me abriga del frío que intenta congelar mis manos… Hoy es diferente, pues aunque estoy sin palabras deseo decirte un millón de cosas… Y el silencio se apaga… Y la soledad agoniza…

No sé cómo decirlo, tal vez hoy puedas notar que no soy tan ágil con las palabras, tengo un mar de silencios acumulados y hoy una tempestad agita el mar mientras una tormenta hiera mi soledad.

Hoy no tengo alma y mi corazón a salido a dar un paseo por laberintos que desconozco, así como un día desconocí la vida al percibir que no te tengo, así como un día desconocí el miedo a la muerte; hoy mis manos se esfuerzan, sin soledad y sin silencio, sin vida y sin ti, el frío es más intenso… Así que disculpa si mis palabras son tontas, y si lo que digo no es suficiente, la verdad es que tal vez ni doscientos años de letras sean suficientes para decirte lo que eres para mí y aun no te tengo, pero nadie jamás hará mayor y mejor intento que el mío.

Y es que todo lo que puedo decirte hoy es un lamento, y lo dibujaría como una gran fiesta en una azotea inmensa donde todos ríen, donde todos celebran y yo solo me pierdo en un paisaje gris de montañas que no acaban de nacer, de ríos que sin aguas borran sus causes, de mares sin olas y lunas sin brillo… Y mi mirada vaga mientras todos sonríen, y mi sonrisa es muda cuando todos miran al cielo, es que sin ti no hay fiestas, y la esperanza es una guerra que pierdo sin opción a treguas… Hoy no tengo palabras ni un final, siento que el final ya está escrito y que las palabras algún día llegarán, y con un lamento invoco tu llegada junto a mil palabras…

MI ETERNIDAD...

Mi eternidad está en tu mirada y mi cielo se esconde en tu sonrisa; soy eterno cuando me miras, siento que la vida se hace interminable y que los futuros no esperan en ningún lugar, simplemente no existe nada más allá después de ti.


El tiempo es solo tiempo, y no puede trascender a tu sombra, es que para mí nada más importa después de ti. Si quiero ser eterno, si necesito la seguridad de no morir, conjuro la suerte de tu mirada y todo lo que soy lo apunto a ti para disparar con fuerza y traerte a mi lado. Por eso ensayo mis mejores palabras y las escondo para cuando estás cerca, por eso armo mis estrategias para conquistar tus mundos y hacerlos míos, por eso me mantengo alerta para beber la vida eterna que hay en tus labios…


Vivo el cielo al verte sonreír, y es mejor que eso que llaman cielo de almas, o cielo de dioses, es mejor porque es tu sonrisa en tu rostro mientras me miras… Y es que no quiero alma, te quiero a ti, tampoco dioses te quiero a ti… ¿Para qué un alma si estás conmigo? ¿Para qué dioses si me acompañas? Y sino estás es un lujo el alma, y los dioses inútiles sino te traen conmigo.


Y no cambiaría tu sonrisa por salvaciones, pues si apartaras tu rostro de mis trayectos ya estaría perdido, vivir sin ti es una condena, una maldición que sin alma ya he desafiado, vivir sin ti es perder mi suerte…

MI CIELO Y MI SUEÑO...

Tú eres mi cielo, no necesito destino si estás a mi lado, no me preocupa la muerte si puedo tocarte, no me atraen paraísos si estás aquí. Sin ti no hay cielo, ni vida que la muerte pueda amenazar, sin ti no hay paraísos.

Sino te tengo a mi lado las estrellas son solo puntos de luces suspendidos en el cielo y el cielo un vacío oscuro y tenebroso, la luna no es más que una esfera plateada que se esconde del día. Sin ti, nada tiene sentido.

Tú eres mi sueño, de nada sirven las noches sino puedo mirarte, para qué quiero dormir sino estás conmigo. Es que no hay reposo si estás ausente, no hay mundos que se enciendan cuando mis ojos se apagan, no hay fin para el día, no hay claridad y la oscuridad da igual, no hay amaneceres, ni crepúsculos porque no existen colores sin ti; la vida es gris, carece de argumentos porque tú eres mi vida, no es que tu vida sea mía, sino que sin ti yo existo pero existo sin vida, sin sentido, sin propósito, sin lugar, sin sueños, sin cielo y sin luna. Soy nada sin ti, como desierto sin siquiera arenas.

Y yo busco mi cielo, busco mi sueño y mi vida, yo espero un día con amaneceres, un anochecer con una luna llena que sonríe tímida, luna cómplice de mis andares y los tuyos, espero una noche de mil estrellas que dibujan los caminos recorridos… Y mientras busco y espero escondo aquí adentro un juramento, porque he jurado que al encontrarte sabrás que soy yo todo lo que tú buscas y esperas…

SI TE DEJAS ATRAPAR...

Si un día te dejas atrapar lo intentaré, haré mi mejor esfuerzo para que no te arrepientas. Ya mis manos han ensayado en papel las palabras que escribiré en tu cuerpo, palabras que jamás has leído y que no querrás borrar jamás, y aunque quisieras no podrías. Nunca he pretendido tanto, pero me atrevo a hacerlo ahora porque me niego a perderte si alguna vez te encuentro.


Mis labios dibujarán en los tuyos y te llevaré a contemplar un paisaje desconocido, paisaje de un mundo en el que nunca has estado, no querrás regresar y abandonar el único mundo que has deseado, no querrás vivir sin los dibujos tallados con mis labios… Y aunque quisieras no podrás pues te haré olvidar el camino de vuelta y sentirás el alivio del olvido.


Tengo caricias inéditas, que aun no despiertan, que aguaran por ti, que suplican un descuido tuyo para hechizarte y elevarte a la cima de una gran montaña, antigua y legendaria, desde donde observarás lo mejor de la vida mientras con caricias jugamos a desafiar a la muerte y dejar pasar la vida. No querrás vivir sin mis caricias, y si lograras escapar las extrañarías tanto que mirarás a tu alrededor buscando mi nombre, deseando mis manos, añorando mis besos, soñando con mis caricias…


Leerás cada palabra escrita en tu cuerpo intentando descifrar el secreto de un nuevo encuentro, decidida a ya no escapar nunca más de mi y de todo lo que yo puedo darte…

SÉ QUE ME AMARÁS...

No dejes que me acerque a ti, si lo hago me amarás… Nunca he asegurado nada, pero se que me amarás porque todo lo que soy lo seré para que me ames…


Te escribiré mil poemas, dibujaré en ti el alma que ya no tengo, el corazón al que renuncié será tuyo y los secretos que he guardado en dos siglos hablarán para ti…
Lloveré en ti canciones que jamás has escuchado, y sentirás la brisa de mis caricias, caricias que he sujetado en mil caminos. Te aré mi libertad, esa que nadie ha conocido, como un sol bañaré tu cuerpo con los destellos de mi alegría que no brilla si tú no estás aquí.


Como un susurro escucharás mis aullidos, lamentos de mi existencia, verdades que no son de nadie, pues nadie no eres tú. Te pasearé por los bosques de mis laberintos y en la laguna de mis fracasos verás reflejado tu nombre, es que nadie soy yo sin ti.


Te mostraré las montañas en las que he grabado tu imagen, allí, donde están las cuevas en las que me escondo cuando el frío atormenta, y sabrás como ye he visto…Me amarás, porque naciste para amarme, lo sabrás si me acerco a ti; me amarás porque no se te ocurrirá otra cosa al tenerme frente a ti.


Entenderás que la sonrisa que guardas en tu baúl es para mi, que la mirada que aun no estrenas a esperado por mi, que el vacío que esquivas soy yo, que las letras que dejas escapar en tus noches esconden mi nombre, que eso que extrañas sin haber vivido son los momentos que solo a mi lado podrás vivir, si me acerco caminarás a mi lado, dejándote guiar por el recorrido de un río, escuchando el murmullo de su corriente mientras te cuento historias que no creerías en labios de otro, y amarás mis historias y juntos escribiremos la nuestra…

INVIERNO...

Sopla la brisa, vestigios el invierno que fue y se niega a morir… No mueras invierno, háblame de ella, de su andar de gracia, de su sonrisa bella y mágica, de su voz dulce…


Quédate a mi lado, ven y siéntate, se tú mi compañía, cansado estoy de esta soledad y sin fuerzas para abandonarla. Quédate y dibújame su rostro para soñar, para vivirla en mis sueños y burlar la distancia… Nunca me ha estorbado tanto la distancia, pero no tengo el valor para soltar la suerte y la inseguridad.

Invierno, si a donde vas tropiezas con ella, no toques su corazón cálido, acaricia su rostro, y dile que aquí estoy pensando siempre en ella. Aquí estoy, siempre amándola, destruyendo por ella lo que pudiera estorbar su andar, así como tú abres paso a quien te sigue… Hazla bailar entre las nieves que aquí no sueltas, congela el tiempo para ella que yo pago con mi vida y mis edades.


Dile que cada otoño envejezco para custodiar su juventud, que por ella no le temo a la muerte, que me entregaría a la muerte por ella así como me entrego a la vida por ella. Dile que desafío caminos para que su andar sea amplio, que si pretendo futuro (cuando lo hago) es porque ella es futuro…


Invierno, si tú te ausentas, yo seguiré caminando junto a mi soledad, amándola siempre…